Viajeros golosos, sabéis que hay dulces que, por sí solos, hacen que el viaje valga la pena. Te traemos nuestros favoritos. ¿Los has probado todos?
Si eres una persona golosa, lo tienes claro: con el dulce no se juega. Dicho de otra manera: un día sin postre, sin tarta, sin pastel, es un día perdido. Para ti hemos preparado este recopilatorio con los mejores dulces que encontrarás en Europa, auténticos monumentos azucarados que bien merecen el viaje. ¿Cuántos te faltan por probar?
Macaron: París
Foto de Chelsea Audibert
Vale, la Torre Eiffel está bien, pero el macaron (ojo, con una sola erre que no estamos hablando de la pasta italiana) quizá te mole más. Sobre todo por la variedad de sabores en forma de crema que pueden encerrar esas dos galletitas redonditas hechas a base de clara de huevo, de almendra molida, de azúcar glas, de azúcar. Los hay de chocolate, de vainilla, de café, de pistacho, de rosas… Joyas de las buenas, en el sentido más gastronómico del adjetivo. Sitios recomendadísimos donde probarlos: Ladurée, Pierre Hermé y Lenôtre.
Gofre: Bruselas
Foto de Arvid Skywalker
Quizá pensarás: buah, el gofre, menudo tópico. Bueno… siempre puedes renunciar a hincarle el diente a este postre nacional belga. Pero te resultará complicado si, por ejemplo, estás en Bruselas. Primero, allí los hacen buenísimos, más crujientes por fuera y más esponjosos por dentro, y con los huecos más profundos. Y segundo, porque te toparás con ellos en cada esquina ya que los venden en puestos callejeros, en cafeterías, en restaurantes… ¿De verdad te vas a resistir a esas maravillas por muy tópicas que sean cuando las puedes tunear a tu gusto con el topping que te dé la gana? Maison Dandoy, Pardon y Waffle Factory son tres buenos establecimientos donde hincar el diente al gofre de tus sueños.
Tiramisú: Roma
En Italia nunca te fallarán con el café, y si lo hacen será la excepción a la regla. Lo mismo ocurre con el tiramisú. Con este postre con capas de queso mascarpone, crema hecha con huevos batidos, azúcar y cacao en polvo, galleta o bizcocho, y café (vaya, qué casualidad), puedes sentir un placer tan intenso que acabarás con los ojos en blanco durante tanto tiempo que a lo mejor te arruinan una visita posterior al Coliseo: no verás nada porque aún seguirás con la mirada perdida de gusto. Apunta estos tres lugares: Pompi, Two Sizes y Zum.
Pastéis de Belem: Lisboa
Foto de Hector John Periquin
Los pastéis de Belém son uno de los postres nacionales de Portugal (en 2011, fueron elegidos entre las siete maravillas de su gastronomía), de modo que los encontrarás en cualquier ciudad del país. Pero si eres de los que van en busca de lo auténtico, deberás aterrizar en Lisboa y dirigir tus pasos al barrio de Belém, que por algo la tartaleta se llama así. Allí conservan la receta secreta y tradicional de estos dulces elaborados con crema, canela y azúcar por encima. Sitios donde probarlos y, al acabar, cantar un fado más alegre que una rumba: Pastéis de Belém (acaso el más genuino de todos), Nata Lisboa y Aloma.
Gingerbread man: Londres
Foto de Mark Muhlberger
No hay nada más instagrameable que un gingerbread man. ¡Es que lo pide! Lo pones en la mesa y te mira con esos ojillos… O lo colocas con el Big Ben, el palacio de Buckingham o el Covent Garden de fondo… Y claro, no te queda más remedio que hacerle una foto y, zas, al buche. Porque mira que están ricas estas galletas de jengibre con esa simpática forma humana. ¿Dónde comprarlo? En estas tres direcciones no fallarás: Konditor, Biscuiteers y Pret A Manager.
Torrijas: Madrid
Las torrijas han pasado de ser típicas en Semana Santa a estar todo el año en toooodos los restaurantes de España, además de en muchísimas pastelerías. Y como Madrid es la capital del país, casi podría decirse que, por cantidad, calidad y variedad, es también la capital de este postre elaborado a partir de pan empapado en leche aromatizada y frito. Puedes visitar Mifer, Mejor Torrija Tradicional de la Comunidad de Madrid en 2022 gracias a una masa enriquecida como si se tratara de la de un panettone y con un añadido extra de mantequilla para ser más cremosa y de ron, o ir a Manacor, que ganó el mismo concurso en la categoría de Torrija Innovadora con el pan de 'brioche' con harina de almendra al que se incorporan cítricos, miel y crema de whisky. Y puedes hacer como Robert De Niro, que remató una cena en Taberna & Media con su célebre y cremosa torrija, que destaca por su toque de anís y que se acompaña de una bola de helado de vainilla, o visitar Latasia, referente “torrijero” con su pieza elaborada con pan de 'brioche' y que comparte el plato con un helado de caramelo salado.
Rožata: Dubrovnik
Foto de Croatia Full of life
Dubrovnik es una auténtica joyita en la costa mediterránea. Preciosa, coqueta, bonita, bella… Cualquier comida o cena allí es un placer porque el entorno es maravilloso. Y encima tienen buen producto. ¡Qué pescados! Pero a lo que vamos, a “postrear”. Y aquí, para levantarte de la mesa con el mejor sabor de boca tienes que acabar cualquier ágape con rožata, a medio camino entre una 'crème brûlée' y el flan. Nació en la época medieval en este enclave y que gusta tanto a locales como a visitantes. Mucho huevo, mucho azúcar y mucha leche al baño maría en una lenta cocción y, para rematar, una salsa de caramelo por encima y, a veces, frutas de acompañamiento. Puedes probarlo en Panorama (¡menudas vistas sobre la ciudad!), Orlando (en Stradun, la arteria principal), Lucin Kantun (muy cuqui su terraza en una callejuela con escaleras) y Gradska Kavana Arsenal (en el centro histórico, junto a dos palacios).