Tres centros expositivos y una ruta forman la propuesta Anillo Cultural en Santander, una iniciativa que permite conocer la historia de la ciudad desde diferentes ángulos.
Bajo el paraguas Anillo Cultural, Santander ha creado una propuesta cultural de primer orden para amantes de la historia, que tendrán la oportunidad de sumergirse en las entrañas de esta hermosa ciudad alegre, bulliciosa y abierta al mar. La ciudad pone a disposición de todo aquel que desee conocer los secretos de Santander una serie de visitas guiadas a varios centros expositivos y una ruta por el centro histórico. Todo ello a precios reducidos y con entradas combinadas.
Así pues, Anillo Cultural es solo una excusa más para reservar un Vueling a esta ciudad siempre ambientada, con una gran vida cultural y gastronómica y con el imponente Centro Botín como abanderado de las últimas tendencias en arte y cultura contemporáneas. Y si además somos amantes del deporte, tanto terrestre como acuático, estamos, sin duda, en el lugar perfecto para disfrutar de unas señoras vacaciones, incluso si solo dispones de 48 horas para visitar la ciudad.
1. Centro de Interpretación de la Historia de la Ciudad
Situado en la torre campanario de la Catedral de la Asunción, aquí podremos conocer la historia de una ciudad marcada por numerosos acontecimientos –desde el incendio de 1941 hasta la explosión del Cabo Machichaco, por ejemplo– sin los cuales no se puede entender su personalidad actual. Visitar el Centro de Interpretación de la Historia de la Ciudad supone descubrir los hitos que han ido dando forma a la ciudad, desde sus personajes más destacados al relato acerca de la concesión del fuero, de la mano de objetos como los bastones de mando de la alcaldía o una colcha sacramental de seda procedente de Filipinas, entre otros. También podremos conocer todas las campanas que forman el conjunto y cuándo fueron creadas, además de disfrutar de unas vistas excelentes desde lo alto de la ciudad.
2. Centro Arqueológico de la Muralla Medieval
Hay que pedir cita previa para acceder al Centro Arqueológico de la Muralla Medieval, ubicado bajo el suelo de la Plaza de Velarde (también conocida como Plaza Porticada), donde encontramos un tramo de la muralla foral de Santander perteneciente a la Puebla Nueva de la villa medieval. Una visita a este centro nos permitirá no solo contemplar de primera mano los 25 metros de muralla que se conservan, sino también objetos de gran interés que nos remiten al pasado medieval de la ciudad: cerámicas de Santillana del Mar, de Manises de Francia, monedas de distintas épocas y otras piezas. La visita guiada nos permitirá entender un poco mejor cómo vivían los santanderinos de la época, cómo era su día a día y divisar dos de las puertas que permitían entrar a la villa en aquellos tiempos: la Gutiérrez de Escalante y la Puerta de la Mar.
3. Refugio Antiaéreo
Para continuar con ese paseo por la historia de Santander, ya sea la antigua como la más reciente, es imprescindible visitar el Refugio Antiaéreo, uno de los 114 que se construyeron por toda la ciudad durante la Guerra Civil. El de la Plaza del Príncipe, abierto a visitas, se encontró y recuperó durante las obras de remodelación y fue bautizado con el nombre de Refugio Antiaéreo Mariana Pineda, en referencia a la plaza que lo alberga. Fue construido para acoger a unas 70 personas y se utilizó únicamente durante tres meses, quedando abandonado al final de la guerra, cosa que hizo que se fuese deteriorando a causa de las humedades y el agua. En la actualidad, se puede visitar en horarios concertados para poder sentir prácticamente en nuestras propias carnes cómo vivía la ciudad los bombardeos de las tropas franquistas.
4. La Ruta del Incendio
Uno de los hitos decisivos en la historia de la ciudad ha sido el incendio que tuvo lugar en febrero de 1941, apenas 48 horas de fuego azotado por un intenso viento del sur que cambiaría la ciudad para siempre. Las llamas devoraron el centro de Santander, dejando más de 10.000 damnificados y 120.000 metros cuadrados de ruinas y escombros.
Gracias a un proyecto iniciado con motivo del 75 aniversario del siniestro, quienes lo deseen pueden descubrir cómo era la ciudad antes de una catástrofe que dio lugar a un cambio tanto urbanístico como social. En la actualidad, existe una ruta autoguiada cultural y turística conocida como la Ruta del Incendio, que nos permite comparar aquel Santander previo a las llamas con la ciudad actual. Esto se consigue mediante el uso de fotografías superpuestas a la realidad en los diez lugares más representativos que fueron arrasados por el fuego, además de tótems ilustrativos y códigos QR que permiten acceder a la historia, detalles y curiosidades que ayudan a recordar aquel Santander que ya no existe.
El Anillo Cultural permite, pues, acceder a todos estos espacios expositivos y realizar la Ruta del Incendio, una iniciativa perfecta para conocer mejor las tripas de una ciudad que nos enamorará con su carácter abierto y agradable, sus hermosas playas, sus grandes olas, su naturaleza verde y salvaje y sus numerosos museos, tiendas, galerías, bares y restaurantes.