ANILLO CULTURAL: UN PASEO POR LA HISTORIA DE SANTANDER
Tres centros expositivos y una ruta forman la propuesta Anillo Cultural en Santander, una iniciativa que permite conocer la historia de la ciudad desde diferentes ángulos.
+ info2 días en Milán: shopping, gastronomía, arte e historia.
Elegancia y sofisticación se dan la mano en Milán, una ciudad monumental en la que disfrutar de un par de días de arte, cultura, arquitectura, historia, gastronomía y compras.
+ infoMuseo de historia contemporánea de Rusia
Por Isabel Romano de Diario de a bordo
Si os apasiona la historia y queréis conocer más a fondo el reciente y convulso pasado de Rusia, no os podéis perder este poco visitado museo de Moscú. A través de sus vetustas salas se puede recorrer la historia de Rusia, empezando por el penúltimo zar y los acontecimientos que llevaron a la Revolución Rusa, hasta acabar en la creación del actual Estado ruso. Cabe destacar las salas dedicadas a la Segunda Guerra Mundial, de las mejores del museo, y las dedicadas al periodo en el que gobernó Stalin con todos los objetos conmemorativos de la época comunista.
A pesar de que el museo no menciona algunos de los momentos más nefastos del comunismo, como los gulags (los campos de concentración soviéticos), es realmente interesante. Todos los carteles del museo están en ruso, pero, por suerte, en todas las salas hay un folleto plastificado con una traducción en inglés.
Museo de historia contemporánea de Rusia Calle Tverskaya 21, Moscú
Horario: martes, miércoles y viernes de 10:00 a 18:00 horas; jueves de 12:00 a 21:00 horas; sábado y domingo de 11:00 a 19:00 horas.
El museo cierra los lunes y el último viernes de mes.
Por Isabel Romano de Diario de a bordo
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+ infoUna ruta por la historia de Nuremberg
Por Oriol Salvador
Nuremberg es una de esas ciudades que te permite plantear un interesante paseo por la historia sin moverte de la misma ciudad ni necesitar de máquinas del tiempo. Ciudad bombardeada en 1945 y reconstruida poco tiempo después, su papel protagonista en la historia medieval, moderna y contemporánea la dota de numerosos atractivos históricos.
Fue capital del imperio germánico entre los siglos XI y XVI, centro importante del Renacimiento alemán y escenario principal de la guerra de los Treinta Años (1632). Por su importáncia durante la época imperial, Hitler la nombró sede de los congresos del partido nazi y fue en Nuremberg también donde se juzgó y condenó a varios dirigentes nazis en la sala 600 de su Palacio de Justicia.
Su historia la ha dotado de interesantes monumentos por ver y algunos artistas bávaros, como Albercht Dürer, le han proporcionado un legado artístico de visita obligada. En esta ruta os proponemos un paseo por la ciudad que os permitirá descubrirla en menos de un día.
Palacio de Justicia de Nuremberg (Justizpalast)
Nuestra ruta por Nuremberg empieza en su centro del poder jurídico, que sigue en pleno funcionamiento. Fue donde se celebraron los Juicios de Nuremberg, que duraron casi un año y cuyas sentencias condenatorias contra algunos de los cabecillas del régimen nazi marcaron un hito en la historia del derecho internacional.
La sala 600, escenario de estos juicios históricos, sigue usándose como juzgado en la actualidad y los fines de semana, cuando no se utiliza, se ofrecen visitas guiadas. Una alternativa, si encontráis la sala cerrada, es visitar la exposición “Memorial de los Juicios de Nuremberg” que se encuentra en el ala este del edificio.
Museo Nacional Germánico (Germanische Nationalmuseum)
Aunque requiera de unas dosis extra de tiempo y paciencia el tener que hacer cola para entrar, la visita al Museo Nacional Germánico merece la pena para ver, en un mismo recinto, una de las mayores colecciones de arte germánico moderno que hay en Nuremberg, Alemania y el mundo. Hasta el 2 de septiembre expone “The Early Dürer”, una muestra de las primeras obras del artista alemán Albercht Dürer, hijo de Nuremberg y máximo exponente del renacimiento alemán del siglo XVI.
Antes o después de la visita puedes pasearte por la Calle de los Derechos Humanos, frente a la entrada del museo. 29 columnas conmemorativas de los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Como curiosidad, son 29 columnas y 30 artículos (en 30 idiomas distintos) porque la última columna, en español, se quitó porque obstaculizaba la salida del parque de bomberos. Decían que la repondrán, pero…
Carrusel del Matrimonio (Ehekarussell)
Adentrándonos en el centro de la ciudad, a los pies de la Weißer Turm (Torre Blanca) tenemos una fuente no apta para recién casados: el Carrusel del Matrimonio, esculpida en 1984 por Jürgen Weber. Sus figuras se inspiran en el poema “La agridulce vida matrimonial”, de Hans Sachs. Escenifican el enamoramiento inicial, la rutina convivencia y acaba con… bueno, ya lo veréis.
Iglesia de San Lorenzo (Lorenzkirche)
La Iglesia de San Lorenzo, construída en el siglo XIII, es una muestra de las Hallenkirche, el tipo de iglesias típico del gótico alemán, con tres naves a la misma altura. Reconstruída en gran parte tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, como detalles curiosos llama la atención las redes que protegen las estatuas de su pórtico para que los pájaros no aniden en ellas o el panel informativo en braíle que encontramos a la entrada.
Hospital del Espíritu Santo (Heilig-Geist-Spital)
Una de las postales habituales de la ciudad de Nuremberg, fotografiada desde el puente que se encuentra enfrente. A la orilla del río Pegnitz, el edificio fue construído entre 1332 y 1339. Tras cumplir con su función de hospital, actualmente es una residencia municipal para ancianos.
Plaza del Mercado (Hauptmarkt)
Otro de los puntos inevitables e imperdibles en cualquier ruta por Nuremberg, ya sea por su Iglesia de Nuestra Señora (Frauenkirche) construída en 1358 por orden del emperador Carlos IV, por su famoso mercado (especialmente conocido es el mercado de Navidad pero hay mercado de productos frescos y tradicionales el resto del año), por la Fuente Bonita (Schöner Brunnen) originaria del siglo XIV o por las inevitables tiendas de souvenirs que la rodean o la parada del bus turístico de la ciudad, situada al lado de la histórica fuente.
Bratwursthäusle
A estas alturas de la ruta, proponemos un descanso y alimentar un poco el estómago para cargar fuerzas y, de paso, provar comida tradicional alemana. Frente al antiguo Ayuntamiento de la ciudad encontramos el restaurante Bratwursthäusle, donde podremos probar las tradicionales bratwurst alemanas y acompañarlas con el igualmente tradicional pretzel. Así que sentaos en su terraza y guten appetit!
Casa de Albercht Dürer (Albercht Dürer Haus)
Con el estómago lleno y tras descansar un poco, estaréis listos para caminar hacía la zona más elevada de la ciudad. Antes de cruzar la muralla, es aconsejable una visita a la casa-museo en que vivió Albercht Dürer y que, dentro de su exposición, ofrece la posibilidad de ver el proceso que llevaba a cabo Dürer al realizar sus famosos grabados. Como curiosidad, en la plaza frente a la casa, encontraremos una curiosa escultura que revisa una de las más conocidas obras de Dürer, la de la liebre.
Castillo Imperial de Nuremberg (Kaiserburg)
Al cruzar la muralla, tal vez os llame la atención encontrar jardines y huertos en el foso de la misma. El Ayuntamiento de la ciudad los alquila a ciudadanos de Nuremberg, que lo usan como huerto urbano, jardín… Resiguiendo unos metros la muralla llegamos al Castillo Imperial de Nuremberg desde el que se divisa toda la ciudad (ver la panorámica al inicio de este artículo). Fue la residencia de los emperadores germanos desde 1050 hasta 1571 y además de conservar algunas estancias, que se pueden visitar, hay muchas otras partes del castillo en las que todavía vive gente actualmente.
Campo Zeppelín (Zeppelinfeld)
Para terminar esta ruta nos alejamos del centro de la ciudad y para ello, si no lo hemos hecho ya, es aconsejable usar el transporte público de la ciudad. Concretamente, la línea de autobús 36. Hay que cogerlo en la parada que queda relativamente cerca del castillo y bajar en la última parada de esa línea, que nos dejará justo enfrente del Centro de Documentación, inagurado el año 2000, antiguo Congreso del partido nazi.
El proyecto original para ese edificio era construir un amfiteatro partido por la mitad a imagen y semejanza del Coliseo romano, con un auditorio de congresos en la parte central. Ahora el edificio alberga un interesante y moderno centro de información que puede visitarse, con una exposición permanente que documenta la historia del recinto y el despiadado abuso de poder del régimen nazi.
Desde allí, hay que rodear el lago para llegar al Zeppelinfeld en si: una enorme tribuna inspirada en el Altar de Pérgamo en la que Hitler dirigió los desfiles y congresos del partido nazi. Actualmente, el espacio se conserva en muy mal estado y la ciudad de Nuremberg lo recupera solamente para un festival de música rock a principios de junio (cuya celebración se remonta a los años setenta) y una cursa de coches que se celebra la primera semana de julio. Curioso ¿no? Aún así, visitarlo es aconsejable, aunque solo sea para decir “he estado allí” antes de volver. Hablando de volver, cerca del Campo Zepellín hay dos paradas del tren interurbano (S2) que te dejan en la estación central de Nuremberg.
Información útil
En cuanto al transporte, excepto en los casos mencionados, el resto de la ruta puede hacerse a pie. Aún así, aconsejo adquirir en las oficinas de turismo de la ciudad la tarjeta Nürberg Card que, por 21 €, te da acceso a todos los museos y transporte público durante dos días. Los menores de 12 años pueden adquirirla gratuítamente.
Otra opción a considerar para moverse por la ciudad es NorisBike, un servicio público de alquiler de bicicletas al que tienen acceso tanto los ciudadanos de Nuremberg como sus visitantes. Encontraréis más información sobre este servicio (en alemán) aquí.
Por Oriol Salvador
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