En esta ciudad, siempre animada, las tapas nos saludan al pasar, el bullicio de los locales nos llama por nuestro nombre y siempre se disfruta más caminando sin rumbo e improvisando a cada paso.
Por eso lo mejor es no hacer ningún caso a esta lista y perderse por sus calles y adentrarnos en cualquier local que nos entre por la vista a disfrutar de unas tapitas y unas cañas; pero por si acaso os chivamos unas buenas mesas que combinan tradición y modernidad. ¿A qué esperas para venirte volando a Málaga?
5 “must try” de Málaga
Si no tienes el cuerpo para aventuras y te apetece ir a tiro fijo, entonces sí, sigue leyendo y trata de reservar mesa en uno de estos cinco establecimientos donde comer de muerte en Málaga, todos ellos garantía de la mejor calidad.
- El Tintero
Avda. Salvador Allende, 340
El chiringuito más popular de la ciudad nos espera con los brazos abiertos y unos espetos de nota frente al mar. Batallero y carismático a partes iguales es una visita obligada para los amantes del “pescaíto” frito y las cañas bien tiradas. Y olé. - La Cosmopolita
José Denis Belgrano, 3
Dani Carnero lidera la cocina de este local de inspiración tradicional y espíritu contemporáneo donde se ofrecen las recetas de siempre con pinceladas de autor. Un local de referencia en la ciudad que apuesta por el producto de temporada y proximidad adaptado a las recetas de siempre pero con alma del siglo XXI. - Soca
Carretería, 54
Otro restaurante de esencia sofisticada y querencia por la cocina de toda la vida, en esta ocasión de la mano del chef Iván Rubio. Aquí conviven las recetas malagueñas de siempre (una ensaladilla rusa que quita el hipo, entre otras) con platos asiáticos como el sushi e incluso otros de inspiración internacional. Porque la cocina, y esto lo saben muy bien en Soca, no tiene fronteras (o no debería tenerlas), y eso es precisamente lo que hace grandes a restaurantes como Soca. - The Pharmacy
García Briz, 3
No todo van a ser espetos, ajoblancos, cañitas y fritura de la buena. Hay que dejar un hueco para disfrutar de unos cócteles de autor de esta coctelería abierta hace apenas un par de años, donde Elías Bentolila y su equipo sacian la sed de los malagueños a golpe de coctelera y en un ambiente de speakeasy. Imprescindible. - Brunchit Coffee and Kitchen
Carretería, 46
¿Dónde desayunar? Es una de las grandes preguntas del viajero, que sueña con empezar el día ante manjares deliciosos y a menudo acaba comiendo un bocadillo reseco con un café que sabe a rayos en cualquier local random. Brunchit Coffee and Kitchen es ese espacio de cuento para iniciar la mañana con un colorido festín gastronómico a base de productos frescos y pastelería casera de gran calidad. Tostadas con huevo, aguacate, salmón, pancakes y otras delicatessen son ideales para acompañar un buen café en su monísima terracita.
Pero si lo tuyo son las tapas de toda la vida, quizá te decantes más por estas recomendaciones:
Málaga a bocados de buenas tapas
De Málaga no te puedes llevar un mal recuerdo gastronómico. Es tan difícil… porque se come mucho y bien. Pero la oferta de restaurantes es gigantesca, casi infinita, y quizá por eso necesites una ayudita para tenerlo claro del todo. A ver si la nuestra te sirve: cinco sitios donde disfrutar de unas buenas tapas. ¡Buen provecho!
- KGB
Calle Fresca, 12
Su nombre en realidad son las siglas de Kuartel Gastronomic Bar. Y en este “cuartel” no se casan con nadie porque sirven tapas con la mirada puesta en todas las cocinas del mundo. Aquí no tienen complejos para hacer cocina fusión. ¿Ejemplos de lo que podrás encontrar allí? Nam vietnamita de pringá, hamburguesa de nécora, hamburguesa de rabo de toro (celebradísima por su clientela), tortilla al vodka, tortillita de camarones, tataki de tiburón, caballa a la llama, baguette de bacalao… Por si fuera poco, tienen la tapa del mes, elaborada por amigos chefs de la casa. - El Pimpi
Calle Granada, 62
Este establecimiento es un habitual de las guías que incluyen los mejores lugares donde tapear en Málaga. Pero resulta difícil obviarlo porque cuenta con muchos elementos irresistibles. Desde su decoración (¡cuánta historia guardan las paredes de esta bodega!) hasta sus bocados, que tanto han enamorado a gente anónima y a celebridades (Miquel Barceló y Antonio Gala, por ejemplo, han pasado por ahí dejando, además, su firma en los barriles de vino, al igual que Antonio Banderas que incluso compró una parte del Pimpi en 2017). Imprescindibles sus ligeritas de pringá, sus platos de embutidos y su vino de la casa. - El Chinitas
Calle de Moreno Monroy, 4
La Málaga más auténtica está concentrada en este local que tanto le gustaba a Chiquito de la Calzada. Sus últimos cinco años los pasó comiendo aquí, rodeado de retratos de Carmen La Biznaguera y la gitana La Paula, disfrutando de platos tradicionales como el gazpachuelo, la cazuela de fideos con boquerones, los callos a la malagueña, el calamar relleno de rabo de toro… Pero allí se puede tapear en cantidad y calidad: croquetas de camarones o de pringá, embutidos, frituras malagueñas… Ideal con un vino de la serranía de Ronda. Está en la calle de Moreno Monroy: son 60 metros llenos de bares y restaurantes donde tapear. - Cortijo de Pepe
Plaza de la Merced, 2
Otro local popular entre los malagueños gracias a su oferta de ibéricos y montaditos. Y a sus brasas, porque de ellas salen maravillas como el chorizo de Ardales, la ‘cresta’ (es una hamburguesa picante) y el pulpito. Difícil elegir, sí, sobre todo si te plantas frente a la veintena de tapas que hay expuestas en la barra. Esa ensaladilla rusa, esas patatas rellenas… Uf, qué lío. ¿Por qué no pides una cerveza en esa barra estilo años 70, con sus azulejos y su madera, y te lo vas pensando? - Lo Güeno
Calle de Marín García, 12
Pues nada, casi no valdría escribir más sobre este lugar leyendo su nombre. Ciertamente, en la barra de este mesón disfrutarás de lo que es “güeno” porque ahí está todo muy bueno: de la primera a la quincuagésima tapa de toda la vida (hay más de 50 en realidad). Y por eso seguimos escribiendo, para rendir homenaje a sus croquetas, a sus revueltos de verduras, a sus callos, a su albondigón, a su paella… y a sus vinos. También disponen de una sala para sentarse como en un restaurante cualquiera e hincarle el diente a sus célebres carnes.
Vale, vale, prefieres ir de copas, pues allá que vamos:
¿Dónde beber un buen vino en Málaga?
Pocos placeres hay como disfrutar de una buena copa de vino. Y si es en una ciudad tan acogedora, animada e interesante como Málaga, ‘capital’ con denominaciones de origen protegidas (Málaga y Sierras de Málaga), el gusto es doble. En este post te recomendamos cinco locales donde miman las copas y convierten cada trago en un auténtico gozo.
- Antigua Casa de Guardia
Alameda Principal, 18
Entras en este establecimiento y de repente das un salto atrás en el tiempo. Es lo que tiene el rollo vintage: ¡fue fundado en 1840! Que no te sorprenda ver cómo anotan la cuenta en la barra (eso se hacía años ha). Se recomienda pedir un vino dulce o un generoso, aunque no hay que perder de vista los vermuts de la casa, y no puedes dejar de dar un bocado a sus tapas de marisco. - Araboka
Calle Pedro de Toledo, 4
Muy cerca de la Catedral de Málaga se encuentra este restaurante cuya carta de vinos es, sencillamente, impresionante. Hay referencias nacionales e internacionales, pero su responsable, Antonio Fernández, siempre barrerá para casa y te ofrecerá vinos de la provincia con denominación de origen, que siempre funcionan con los platos que salen de su “cocina de herencia”, según su acertada autodefinición. - los Patios de Beatas
Calle Beatas, 43
Te avisamos de antemano: te va a costar mucho elegir vino. Pero es lo que le sucede a cualquiera cuando tiene que escoger de su carta: ¡más de 600 referencias! Y por si fuera poco, de todo el mundo. En fin, un arduo trabajo que tiene recompensa porque la selección que ofrecen siempre es de nivel, aunque merecen mucho la pena los tintos de la tierra. Te los puedes llevar todos a casa, y medio centenar te lo sirven allí a copas. Además, en esta vinoteca en el centro histórico de Málaga elaboran platos de mercado para acompañar los tragos y montan catas y conciertos. - Asako
Calle Carretería, 96
Seguimos en Málaga, pero nos vamos a Asia vía Asako, cuya propuesta consiste en descubrirte que los vinos de la zona y de España en general funcionan de maravilla con bocados como el nigiri o el tataki. Su cocina mira mucho a Japón (es un sushi bar), pero también a Corea y a Tailandia, por ejemplo, pero siempre integrando sabores mediterráneos, andaluces, ibéricos. De ahí que valga la pena pedir un uramaki o un dim sum o una gyoza y acompañarlo con un Sierras de Málaga, un Ribera del Duero o un cava, por ejemplo. - La Odisea
Subida a la Coracha, 2
Si algún establecimiento reivindicó los vinos de la zona cuando nadie les hacía ni caso, este era La Odisea. Está ubicado en un edificio del siglo XVIII, el primero que se construyó en lo que luego sería el popular barrio de La Coracha, y el único superviviente hoy en día. Con eso está todo dicho. Bueno, con eso y con el hecho de que esté dedicado exclusivamente a los vinos de Málaga: los populares dulces, los emergentes tintos de Ronda… Los puedes comprar y llevártelos contigo o degustarlos en sus salones y patios.
Y si tras tu paso por Málaga, te animas a replicar su gastronomía en casa, estas recetas te serán de gran ayuda. ¡Buen provecho!
Nada más fácil que preparar un ajoblanco casero, ¿quién se anima?
Quién fuese malagueño para haber crecido comiendo prácticamente a voluntad este plato delicioso, original, suave, refrescante y muy fácil de preparar. El ajoblanco es, como el gazpacho, las croquetas o la ensaladilla rusa, una de esas recetas emblemáticas de la cocina popular que han conseguido trascender todas las modas y prejuicios y llegar también a las mesas de los restaurantes de alta gastronomía. Y no es para menos, porque además de riquísimo es altamente tuneable y cada cocinero disfruta poniéndole su toquecito para crear un ajoblanco sui generis. Pero empecemos por el principio y probemos antes esta receta clásica para dummies que no puede ser más fácil de hacer. ¡Ajoblanco power!
Ingredientes para cuatro personas:
- 150 g de miga de pan del día anterior (o incluso de dos días atrás)
- 500 ml de agua mineral bien fría
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- 100 g de almendras crudas
- Un diente de ajo mediano
- Dos cucharadas de vinagre de vino blanco
- Sal
Paso a paso:
Colocamos en el vaso de la batidora la miga remojada con agua, la almendra cruda, el diente de ajo, el vinagre y la sal y trituramos. Cuando todos los ingredientes estén convenientemente integrados vamos añadiendo poco a poco el aceite de oliva sin dejar de batir, hasta que quede una crema emulsionada. Servimos bien frío con un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima o unos picatostes. Nota adicional: la receta tradicional típica de la región se acompaña con unas ricas uvas moscatel, de la Axarquía de Málaga.
Mamones no, maimones
¿De qué hablamos cuando hablamos de mai-mo-nes? De una sopa de ajo muy típica de la zona de Málaga que aúna los productos más genuinos y representativos de la tierra. Algunos la definen como sopa de ajo, otros como sopa de huevo. ¿Quién tiene razón? Ni unos ni otros, y en realidad, ¿qué más da? Tan solo vamos a meter cuchara, y ya.
Ingredientes para 2 personas:
- 6 dientes de ajo
- 2 cascos de cebolla blanca dulce
- Una rebanada de pan “cateto” seco
- 8 vasos de agua
- Sal
- 2 lascas de jamón serrano
- 2 huevo
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración:
1. Cortar el pan en trozos pequeños y laminar los ajos y cebolla finitos.
2. Freír el pan en una sartén con aceite de oliva hasta que quede doradito y reservar.
3. En una cacerola, echar un buen chorro de aceite de oliva y, una vez caliente, pasar las lonchas de jamón, vuelta y vuelta. Reservar.
4. Echar los ajos y la cebolla, salar al gusto e ir friendo hasta dorar. Entonces, añadir el agua.
5. Dejar hervir unos 20 minutos. Rectificar de sal.
6. En un plato, batir los huevos y agregarlos a la cacerola, dejar que cuajen uno o dos minutos. Apartar la sopa del fuego.
7. Emplatar decorando con el pan frito y el jamón cortado a trocitos.
Porra antequerana, sí, FA-CI-LÍ-SI-MO
Toda la intensidad de la huerta malagueña se da cita en esta receta simple pero que levanta los ánimos al primer sorbo, sobre todo en los meses más calurosos. Este plato es otro it de sopa fría que se asemeja al salmorejo cordobés y al gazpacho andaluz. Por cierto, la porra antequerana coge su nombre del mazo o porra que usaba la gente del campo para machacar los ingredientes, siempre sobrantes ya que se trata, al igual que muchas otras recetas, una comida de aprovechamiento.
Ingredientes para 4 personas:
- 1/2 kg de tomates maduros (mejor de tipo pera)
- 250 gr de pan con buena miga (recomendable que sea rancio)
- 1 diente de ajo
- 1 pimiento verde
- 1 cucharada sopera de vinagre de vino blanco
- 40 ml de aceite de oliva virgen extra
- Agua
- Sal
- Toppings: dos huevos duros rallados y 1 loncha gruesa de jamón serrano que cortamos a trocitos
Elaboración:
1. En una batidora, echar los tomates y triturar. Añadir los demás ingredientes y triturar hasta que la mezcla sea homogénea. Rectificar en sal y agua al gusto.
2. Dejar reposar en la nevera hasta que esté bien frío.
3. Servir decorando con huevo rallado y jamón a trocitos.