Destino amado por muchos, malentendido por otros y desconocido para gran parte de los mortales, Ibiza es un paraíso de limón y algarrobo, higueras y sal. Una isla gastronómica con unas ganas locas de contar lo que sabe sobre la tierra y el mar. A un tiro de piedra -o un vuelo- con Vueling.
Confieso que la primera vez que viajé a Ibiza se me colaron algunos prejuicios en la maleta. Era principios de mayo y la ‘fiesta’ aún no se había despertado de su resaca veraniega. Lo agradecía. Mi misión era descubrir la cara más gastronómica de la isla. Más tarde comprobé que en plena temporada también era posible disfrutar de la mayor de la pitiusas dejando de lado las macrodiscotecas, la noche y los beach clubs de moda. Porque más allá de todo eso hay una Ibiza por descubrir y saborear con los cinco sentidos. Esa Ibiza de interior, llena de historias y rincones slow; esa que bebe sus hierbas al son de un pausado y cálido atardecer, que palpita con el territorio y está ávida de mostrarse al mundo. De aquellos viajes me quedo con algunas pistas. ¿Me acompañas a descubrirlas?
Bar Anita (Sant Carles de Peralta), cocina sencilla y económica en un lugar con mucho encanto
Muy cerquita del popular mercadillo hippie de las Dalias, donde puedes hacerte con artesanía, ropa o complementos de estilo boho, se encuentra este bar restaurante que te traslada a la Ibiza de los 60. Nació en 1876 como ultramarinos y pequeño bar y es uno de los negocios más antiguos de la isla. Fue uno de los puntos de encuentro más potentes de la cultura hippie y ha pasado de generación en generación manteniendo ese estilo que le hace único. No puedes pasar sin probar sus montaditos, su flaó casero (una tarta elaborada con queso fresco y hojas frescas de hierbabuena, bru-tal) o sus hierbas, que preparan con la misma receta familiar desde hace más de un siglo. Cocina sencilla y económica en un lugar con mucho encanto.
Can Cires (Sant Mateu d'Albarca), cocina de mercado tradicional
En el corazón de la isla hay una casa payesa con dos siglos de antigüedad donde debes reservar si lo que buscas es conocer la cocina más tradicional de Ibiza. Recetas populares que cocinaban las abuelas, productos del entorno y unos sabores que solo se consiguen cuando se cocina con cariño y a fuego lento. Francis y Vitoria recuperan en Can Cires el sabor de la tierra, trabajan con productos de temporada según manda el mercado y tienen por bandera la naturalidad. Y eso se nota. Por ejemplo, en platos como la fritá de pulpo, el calamar con sobrasada o las farinetes, un postre con historia que no es nada sencillo de encontrar en los restaurantes de la isla. Su terraza es un puntazo y especialmente romántica durante las noches.
Can Muson (Santa Eulalia del Río), granja ecológica
Esta finca ecológica nace en 2009 de la mano de María, una mujer ibicenca enamorada del campo y luchadora incansable por visibilizar la figura femenina en el entorno rural. Es un lugar idílico para rencontrarse con la naturaleza, desconectar, recorrer plantaciones y descubrir sus frutos o dar de comer a los animales de su granja. También puedes comer y beber rico, con productos frescos de su propia finca, comprar frutas y verduras locales o hacerte con algunos caprichos de elaboración propia como el pan payés, el queso fresco de cabra o la sobrasada. También organizan talleres periódicamente para aprender a hacer tus propias hierbas ibicencas, entre otros, y funcionan como granja-escuela para los más peques. Un súper plan para disfrutar en familia, con pareja o con amigos.
Agroturismo Atzaró (Santa Eulalia del Río). Cocina mediterránea farm-to-fork
Para saborear el lujo slow te dejamos una pista que te va a poner los dientes largos. Imagina un alojamiento perdido en el interior, rodeado de jardines mágicos, palmeras y estanques. Spa, terrazas, piscinas y un huerto orgánico del que sale la materia prima con la que trabajan en su restaurante. Cocina mediterránea farm-to-fork con la que se celebra la naturaleza y la temporalidad. Cuenta con diferentes espacios gastronómicos: La Veranda, abierto todo el año para desayunos, comidas y cenas, The Orange Tree, un increíble restaurante jardín de verano, y diferentes ambientes de barra con cócteles, zumos, tapas y una cocina informal de costura saludable. Disponibles tanto para alojados en el agroturismo como para visitantes.
De vinos en Bodega Can Rich (San Antonio de Portmany)
Ibiza no es un tierra que sea conocida por sus vinos pero no por ello se ha abandonado la ilusión por elaborar. Existe una importante tradición vinícola en las islas baleares desde el siglo VIII a.C. por influencia de fenicios, griegos y romanos. Sin embargo, los viñedos apenas se explotaban para el uso familiar o la venta a granel entre vecinos. Fue en los 90 cuando se vivió un empuje y surgieron bodegas que hoy embotellan destacadas referencias. Una de ellas es Can Rich, en la zona noroeste de la isla. Elaboran tintos, blancos, rosados, tres espumosos y hasta un vino dulce. Fueron pioneros en aplicar la agricultura ecológica a los viñedos y sus vinos reflejan la singularidad del clima y la tierra de Ibiza. Organizan visitas guiadas previa reserva.
Después de este recorrido es absurdo pensar que la isla pitiusa es solo un destino de fiesta así que reserva tu vuelo a Ibiza, llévate esta ruta en la maleta, despéjala de prejuicios y aventúrate a descubrir un destino gastronómico sorprendente.