La Francesinha es la especialidad foodie por excelencia de Oporto. Quizá uno de los bocadillos más famosos del mundo, auténtica bomba calórica y de placer. Hincar el diente a este sándwich es todo un ritual gastronómico y, si bien se puede encontrar en un sinfín de garitos de la ciudad, existen sin embargo algunas instituciones en la materia. Aquí una guía.
Oporto y sus fachadas de azulejos; Oporto y sus bodegas; Oporto y sus paseos por el río Douro; Oporto y su maravillosa Librería Lello y, cómo no, Oporto y sus Francesinhas. Un nombre que suena delicado, pero que no os engañe. Estamos, quizá, ante uno de los bocadillos más bomba que se nos ocurra entre los de todos los destinos visitados. Francesinha, o Francesiña, una adaptación a lo bestia de nuestro bikini o mixto, o del croque monsieur francés, es un sándwich compuesto nada más y nada menos que por 4 rebanadas de pan de molde relleno de dos tipos de salchichas, jamón, bistecs de carne, queso derretido por encima y bañado en una salsa algo picante que tiene como base tomate y cerveza.
De esta especialidad de Oporto existen variaciones en las que cambia el tipo de carne, queso, se añade un huevo frito, la salsa es más o menos picante, etc. La sirven con patatas fritas cortadas a mano para remojar en la salsa, y con una cerveza fresca (precio medio: 12 €). Todo para doblar calorías y añadir más placer a la experiencia. Hincar el diente a este bocadillo es todo un ritual gastronómico para quienes viajan a la bella Oporto. Y sí, se puede encontrar en un sinfín de garitos de la ciudad, pero solo algunos locales son auténticas instituciones en la materia, tanto si los quieren engullir in situ como en take away. Si te preguntas dónde dar con los mejores ejemplares, aquí una guía de hotspots en materia de Francesinhas.
Bufete Fase (Rua de Santa Catarina 1147)
Se trata de un diminuto local de una escasa decena de mesas donde el dueño, José Pinto, lleva más de 30 años preparando lo que es considerado por muchos el mejor ejemplar local. Testifican de ello apariciones en guías nacionales e internacionales, y diplomas de certámenes gastronómicos que se pueden apreciar en las paredes de Bufete Fase. Abundante salsa, carne fresca y sabroso queso derretido se dan cita en su justo equilibrio en el reconocido sándwich. La particularidad de esta casa es que se pinchan dos salchichas en la parte superior, para añadir algo de chicha a la experiencia. Atención, no aceptan reservas y se forman unas colas interminables, por lo que es mejor llegar temprano.
Café Santiago (Rua Passos Manuel, 226)
Clásico entre los clásicos. Un bar de toda la vida donde despachan sin parar una de las Francesinhas más famosas de Oporto. Lo confirman las colas kilométricas que se forman cada día ante este local abierto desde 1959, tanto de locales (¡la mejor prueba de calidad!) como de turistas. La cocina abierta ofrece un espectáculo del que no sabes si te impresiona más la rapidez de los camareros o la cantidad de comida que se sucede en esta peculiar coreografía (centenares de bocatas se preparan al minuto). Por cierto, su Francesinha figura en el top 50 de los mejores bocadillos de Europa.
Lado B (Rua Passos Manuelen, 190)
Al ladito del Café Santiago se encuentra otra dirección donde engullir el famoso sándwich. Eso sí, el local es mucho más moderno y quizá algo despojado de este encanto de ‘bareto de toda la vida’ del que gozan sus homólogos. Más allá de la receta tradicional de la Francesinha, que sirven con o sin huevo y en media ración o formato completo, ellos han querido ir un punto más allá proponiéndolo también con carne asada (más gourmet), y adaptándose a las nuevas tendencias de alimentación. Por este motivo, la ofrecen también vegetariana con tofu, salchicha de soja, verduras y queso. Ok, no es lo mismo, pero es una aproximación que permite hacerse una idea de esta salvajada de bocadillo incluso si no comemos carne.
O Golfinho (Rua de Sá de Noronha 137)
Un local de escasas dimensiones, otra institución en materia de Francesinhas. Aquí se elabora con una salsa más fina de lo habitual, rebanadas de pan tostado y un huevo frito con la yema para escurrir, como valores diferenciales. Pero lo mejor de todo es disfrutar de este bocadillo en la barra para vivir la experiencia como un auténtico local.
Ok, ya lo sabemos todo sobre las franceshinas, foodporn local por excelencia. Pero Oporto tiene otras especialidades gastronómicas de vicio que merecen ser probadas. Por ejemplo…
Tripas à Moda do Porto
Un contundente guiso a base de tripas y frijoles amarillos que nació en el siglo XV, cuando toda la carne era reservada a los grandes conquistadores de nuevas tierras, obligando a los habitantes de Oporto a comer las tripas que quedaban. Por esto se conoce a los habitantes de Oporto como “tripeiros”. ¿Dónde degustarlo? Pues en O Pombeiro, Rua Capitão Pombeiro, 218.
Bacalhau à Gomes de Sá
Una cazuela de bacalao, patatas, huevos, aceitunas, aceite de oliva y cebolla, que es considerada por muchos una de las mejores recetas con bacalao de Portugal. Para degustarlo, rumbo al barrio pesquero de Matosinhos (20 minutos de trayecto desde el centro, aproximadamente), donde se encuentra el puerto de la ciudad y, por tanto, numerosos restaurantes de pescado. Una mención especial por el Restaurante O Gaveto, Rua Roberto Ivens, 826, Matosinhos.
¿Tienes más hambre de Oporto? Aquí seguimos compartiendo experiencias gastronómicas en la ciudad. Si eres un foodie, ¿a qué esperas?, hazte con tu billete Vueling ¡y que empiece el festival!