El Museo Reina Sofía, el Faro Santander, la Lechera de Torrelavega, el MUPAC y mucho más. Son solo algunas novedades que nos depara Cantabria en 2026.
Si 2025 ya ha sido maravilloso, prepárate porque en 2026 Cantabria viene a comerse el mundo. Cultura a lo grande, nuevos museos, espacios expositivos de esos que te dejan con la boca abierta y cultura en estado puro en cada rincón de la comunidad. ¿Te sabe a poco? Pues también encontrarás planes de naturaleza, paisajes que parecen filtros naturales y una gastronomía que reconforta cuerpo y alma como pocas en el mundo.
Aquí van algunas razones definitivas para que el próximo año pongas rumbo al norte sin pensarlo dos veces. Porque 2026 va a ser, sin duda, el año de Cantabria.
1. El Reina Sofía aterriza en Santander
2026 será el año en el que Santander estrene su sede del Museo Reina Sofía, una de las principales apuestas culturales del país. Se trata de un espacio único que albergará el primer almacén visitable del museo en toda España, de manera que podrás ver obras que normalmente nunca se exponen en un edificio situado junto a lugares tan icónicos como el Centro Botín o los Jardines de Pereda. La llegada del Reina Sofía convertirá la ciudad en un nuevo polo cultural del norte, ideal para combinar arte contemporáneo con un paseo por el Paseo de la Bahía, un café en Castelar o un día completo explorando el elegante barrio de Puertochico.
Santander enamora, y si no quieres perderte ni un detalle de esta capital que siempre sorprende, ya estás tardando en planificar tu ruta de 48 horas en la ciudad.
2. Faro Santander, un faro cultural frente al mar

El histórico edificio Pereda, en pleno centro de Santander, renace como Faro Santander, un nuevo espacio cultural impulsado por la Fundación Banco Santander. Este centro mezclará arte, tecnología, divulgación científica y sostenibilidad con una programación para todos los gustos en un edificio emblemático, que fue en su día sede principal del banco. Su ubicación, frente a los Jardines de Pereda y a pocos pasos de la bahía, lo convierte en un imprescindible para cualquier viajero que quiera navegar entre arquitectura clásica, exposiciones innovadoras y un ambiente urbano y cosmopolita.
3. La Lechera de Torrelavega vuelve a la vida
En Torrelavega, uno de los núcleos urbanos más importantes de Cantabria, el antiguo complejo industrial de La Lechera se transformará en un gran centro artístico, cultural y expositivo. Su arquitectura de finales del siglo XIX, declarada Bien de Interés Cultural, se fusionará con espacios modernos para exposiciones, conciertos y actividades culturales. La apertura de La Lechera colocará a Torrelavega en el mapa cultural del norte y se convertirá en el nuevo motor cultural de la comarca del Besaya.
Nada mejor que combinar una visita con planes cercanos como un recorrido por la villa medieval de Cartes, el casco histórico de Santillana del Mar o las playas de Suances. Se prevé que abra en la primavera de 2026, así que vete preparando la agenda porque la cosa promete.
4. Nuevo MUPAC: la Prehistoria en formato XXL
Santander también estrenará la nueva sede del MUPAC, el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria, que mostrará miles de piezas únicas relacionadas con el pasado más remoto del norte de España. El nuevo edificio será un icono arquitectónico en pleno centro urbano, muy cerca del Mercado del Este, la Catedral y el Paseo Pereda. Su apertura reforzará el valor de Cantabria como territorio arqueológico de referencia, ya que algunas de sus cuevas y yacimientos rupestres han sido reconocidos Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Si te pica el gusanillo y te quieres poner el sombrero de arqueólogo, no olvides visitar hitos cercanos como Altamira, las cuevas de El Castillo y Las Monedas en Puente Viesgo, así como la espectacular cueva de El Soplao.
5. Pueblos con encanto que te van a enamorar
Además de las grandes novedades culturales, 2026 es el año perfecto para redescubrir algunos de los pueblos más bonitos de Cantabria. Santillana del Mar sigue siendo imprescindible, con su colegiata y su ambiente medieval. Comillas mezcla modernismo y mar con El Capricho de Gaudí, el Palacio de Sobrellano y su playa familiar. Bárcena Mayor, en pleno corazón del Parque Natural Saja-Besaya, es perfecto para un día de piedra y naturaleza. Por su parte, Liérganes combina arquitectura típica, baños en el río para los más resistentes a las aguas fresquitas y la famosa leyenda del Hombre Pez. Por último, San Vicente de la Barquera ofrece uno de los perfiles más bellos del Cantábrico, con su castillo, su puente medieval y los Picos de Europa como telón de fondo.
6. Naturaleza para perderse (y encontrarse)

Cantabria sigue siendo un paraíso natural en cualquier época del año. Arranca 2026 disfrutando de las vistas desde Fuente Dé, de los valles de Liébana, de los acantilados de Costa Quebrada y de lugares como Arnía y los Urros de Liencres, así como las cascadas y hayedos del Parque Natural de los Collados del Asón. Si te gustan las playas salvajes, Valdearenas, Somo o Langre son grandes candidatas, mientras que los amantes del senderismo y el cicloturismo disfrutarán de numerosas rutas para todos los niveles.
La Costa Quebrada, con sus impresionantes acantilados y formaciones geológicas, destaca como un auténtico museo natural al aire libre. Su valor científico y paisajístico respalda su candidatura a Geoparque Mundial de la UNESCO, una distinción que reconoce territorios con patrimonio geológico de importancia internacional y compromiso con la conservación y la educación.
7. Gastronomía que sabe a norte

Cantabria nunca deja de enamorar a través del paladar. En Santander, las rabas frente al Sardinero y el pescado fresco del barrio pesquero son imprescindibles. En Comillas, el puerto es parada obligatoria para probar calderetas y pescados del día. En los Valles Pasiegos, los sobaos recién hechos y la quesada de Selaya siguen siendo religión, mientras que en Potes, el cocido lebaniego te calentará el cuerpo. Si paras en Santoña, las anchoas son tan buenas que no necesitan presentación (¡acabarás llevando un cargamento en la maleta!).
Y es que Cantabria es un destino donde se come bien sin buscar demasiado: basta sentarse, dejarse llevar y disfrutar de productos locales, recetas tradicionales y una cocina que mezcla mar, montaña y mimo.
8. El paraíso del deporte al aire libre

Cantabria es un parque de aventuras al aire libre. Si te va el mar, las playas de Oyambre, Berria, Valdearenas o Los Locos son perfectas para surf, kitesurf y paddle surf durante todo el año. Y si lo tuyo es volar, el parapente sobre los acantilados cántabros te regala vistas de infarto. Para rematar, a solo 20 km de Santander te espera el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, un espacio único donde fauna, educación ambiental y conservación se dan la mano en plena naturaleza.
Cantabria es tierra de contrastes: sus pueblos conservan tradiciones centenarias, mientras las ciudades laten con cultura contemporánea, arte y arquitectura. ¡2026 es el año perfecto para descubrir sus secretos!





