Ya sea por San Valentín, para celebrar un aniversario, o simplemente para hacer un regalo espectacular a tu pareja, te traemos unas cuantas ideas de escapada romántica.
El amor se demuestra con hechos y no con regalos, es cierto, pero mejor si se hace muy lejos de casa y alojados en algún hotelito con encanto. Hace un tiempo te propusimos unas cuantas escapadas para ver los cielos más bonitos del mundo (romántico 100%). También hablamos de una escapada romántica y gastronómica a París (los clásicos nunca mueren). Ahora te proponemos 4 destinos más en los que le romanticismo planea en el ambiente, con escenarios que parecen sacados de una peli romántica. ¿En cuál te vas a reenamorar?
1. Florencia
Florencia, la más romántica de las ciudades italianas (con permiso de Venecia y Siena), nos espera con su majestuoso Duomo, sus encantadoras placitas y su maravilloso centro histórico empedrado. Bastan un par de días para contagiarse del magnetismo de una ciudad como ninguna otra en el mundo, donde tantos se han enamorado, que además tiene muy buenas conexiones en tren con otros puntos de la Toscana para quienes quieran alargar la escapada. Si además quieres conocer los secretos de los maravillosos vinos de esta región no te pierdas estas enotecas en las que brindar por el amor.
Visitas imprescindibles
La Piazza del Duomo es el lugar de visita obligada por excelencia en la vieja Firenze, y subir a su cúpula, el campanile de Giotto, un planazo para hacer en pareja. La Piazza de la Signoria, la Piazza de la Repubblica, la Piazza de la Santa Croce o la placita que rodea la iglesia del Santo Spirito son algunos lugares en los que perdernos caminando, no sin antes pasarnos por la Galleria de l'Accademia a contemplar el siempre impactante David de Miguel Ángel. Ni que decir tiene que, por supuesto, es obligatorio reservar unas horas para dedicar a la Galleria degli Uffizi. Para un rato tranquilo tras una jornada dedicada al arte, nada mejor que un paseo por los Giardini di Boboli.
El rincón más romántico
El Ponte Vecchio es, sin duda, el lugar perfecto para sacarse ese selfie de amor con vistas al río Arno. Si puede ser al atardecer, con esa luz inconfundible que solo encontramos en Florencia. Ojito: es posible que os ocurra como a Stendhal y acabéis más que abrumados ante tantísima belleza. ¡A cuidarse!
2. Oporto
Oporto es otro buen ejemplo del aura romántica que tienen casi siempre las ciudades con río, y más cuando, como en este caso, permiten hacer catas de vinos con inmejorables vistas al Doiro. Lo bueno de Oporto es que todos sus rincones son románticos, ya sean sus restaurantes pegados al río, sus playas rocosas prácticamente desiertas en invierno o las callejuelas empedradas de un centro histórico que parece siempre estudiadamente desconchado. La cadencia del idioma, el talante 'slow' de la ciudad y la calidez nada intrusiva de sus habitantes acaban de completar la magia de esta ciudad única.
Visitas imprescindibles
Un paseo por el río al caer la noche, que culmine con unas fotos desde el puente Maria Pia, de Eiffel, es una actividad obligada tras cenar un buen pescado en alguno de los restaurantes con vistas al Doiro. La estación de tren de SãoBento, la catedral románica, la Casa da Música y la Iglesia y Torre de los Clérigos son buenas opciones antes de un crucero por el río, que nos permitirá contemplar otro de los puentes emblemáticos de la ciudad: el puente de Luis I.
El rincón más romántico
Tanto si tu 'partner in crime' es amante de las letras como si no, un buen lugar para declararle amor eterno es entre las paredes forradas de libros de la impresionante librería Lello, la más bonita de Europa según los rankings y según cualquiera que tenga corazón. Presidida por su icónica escalera roja, está llena de rincones mágicos: desde la sala José Saramago a los libros raros de la Sala Gemma. Probablemente podréis disfrutar de alguna de sus exposiciones temporales.
3. Granada
Granada es un derroche de encanto para el viajero, que puede disfrutar al mismo tiempo de su romanticismo y de ese aire granuja inconfundible que desprenden sus calles siempre ambientadas. Aquí podremos rendir tributo al amor tanto en una tasca adorable donde las tapas (¡gratis!) circulan sobre nuestras cabezas como en algún restaurante romántico con vistas a la Alhambra o en un café perdido en alguna de las callejuelas del magnético barrio del Albaicín.
Visitas imprescindibles
Conviene dedicar unas horas –mejor si es con guía– a visitar la Alhambra, la mejor muestra del legado musulmán que todavía hoy encontramos en España. Continuamos con un recorrido por las calles blancas y empinadas del Albaicín, donde descubrir rincones de ensueño y olvidarnos de nosotros mismos, para acabar asistiendo a algún espectáculo de flamenco en el barrio del Sacromonte. Los miradores de los Carvajales y Santa Isabel La Real son también lugares de visita obligada para disfrutar de una imponente panorámica de la ciudad.
El rincón más romántico
El mirador de San Nicolás es, sin duda, uno de los lugares top de Granada y probablemente también del mundo. Y es que hay pocas experiencias comparables a ver caer el sol sobre la Alhambra desde lo alto de esta ciudad que derrocha magia. Si podemos reservar mesa en el restaurante del mirador, Estrellas de San Nicolás, que fue en su día la casa de Enrique Morente y es una verdadera preciosidad, ya tendremos entre manos un caballo ganador en materia de romanticismo.
4. Burdeos
La ciudad francesa es ideal para una escapada romántica gracias, entre otras cosas, al espectacular Puerto de la Luna, el centro histórico que acoge monumentos de gran valor. Perderse por el centro de Burdeos es disfrutar de ese aire romántico y sofisticado con el que uno asocia siempre a las ciudades francesas, y cuenta con el valor añadido de una cultura vinícola que se respira en cada rincón y que hará, si cabe, todavía más romántico el viaje, como demuestran estas vinotecas.
Visitas imprescindibles
La hermosa Place de la Bourse, con su fotogénica Fuente de las Tres Gracias, es el emblema de Burdeos desde hace siglos. No podemos dejar de visitar el Miroir d'eau, el espejo de agua más grande del mundo, y adentrarnos en la magnífica Catedral de Saint Andre. La oferta monumental es infinita: el Gross Cloche, el campanario antiguo del ayuntamiento; el Monument aux Girondins o la Porte Cailhau, la antigua puerta de la ciudad amurallada, son algunos de ellos.
El rincón más romántico
Da igual si no habéis ido a una ópera en vuestra vida, porque visitar el fantástico edificio de la Opera Nacional de Burdeos es una experiencia imprescindible si la vida (con la ayuda de Vueling) os lleva a esta ciudad francesa, la sexta más grande del país. Es uno de los recintos más bellos del mundo, una obra maestra de Victor Louis construida en la época de Luis XVI, donde vale la pena asistir a uno de sus espectáculos que reúnen primeras figuras de la ópera internacional.