7 destinos que triunfarán este verano (2023)
Si todavía no sabes adónde ir este verano, te lo ponemos fácil. Aquí tienes unas cuentas ideas de destinos que, más o menos conocidos, darán que hablar este año.
+ infoDESTINOS NAVIDEÑOS QUE VISITAR UNA VEZ EN LA VIDA
Si buscas un destino para celebrar la navidad, con o sin niños, aquí van algunas ideas.
+ infoLos restaurantes más trendy de la ciudad
Por Ferran Imedio de Gastronomistas
Cuenta Nancy Albrecht, berlinesa de toda la vida, enterada de lo que se cuece en la capital alemana porque trabaja en un hotel de lujo como responsable de marketing, que lo que está pasando en la capital alemana con la gastronomía es una “locura”. Que cada fin de semana se abre un local nuevo, que ya no sabe dónde porque la oferta es cada vez más inabarcable, inmensa como la propia ciudad.
“Lo que está pasando aquí a nivel gastronómico en los últimos tres-cuatro años es increíble“, confirma Matthias Diether, uno de los chefs más reputados y jóvenes de la ciudad.
Habíamos oído hablar por estas latitudes de que algo se estaba moviendo en la capital alemana. Y hemos querido comprobarlo personalmente, así que hace unos días viajamos a Berlín para conocer una ciudad que está ‘on fire’ a nivel gastronómico. Y buscamos locales trendy, buenos y bonitos (y varios de ellos baratos), en la línea del Bread & Butter que se celebrará del 14 al 16 de enero. Nuestra base de operaciones fue el hotel Wyndham Grand Berlin, un establecimiento moderno, muy buen comunicado (a unos 500 metros de la Postdamer Platz), limpio y con un servicio impecable.
Tim Raue
Uno de los que no debes perderte bajo ningún concepto es el restaurante de Tim Raue. Todo un dos estrellas Michelin en una de las zonas más céntricas (en el barrio de Kreuzberg, a pocos metros del histórico Checkpoint Charlie). Quizá os sorprenda la propuesta porque pensaréis que un establecimiento distinguido con tales honores por la Biblia roja de la gastronomía es muy caro y lujoso, pero si os digo que hay un menú de tres platos por 38 euros, la cosa cambia, ¿verdad? Y nada de etiqueta ni protocolo. Y con una carta de 500 vinos en muchos casos asequible, pues puedes pedir uno a partir de 28 euros.
Tim Raue, que así se llama el restaurante, es un sitio moderno, agradable, donde se encuentran los famosos berlineses. Hay tantos y tan a menudo que han prohibido que se hagan fotos del local para proteger la intimidad de las celebrities.
¿Y por qué van allí? Por su cocina de fusión asiática, siempre ligera, una maravilla que juega con los aromas, los picantes, los dulces… El exotismo pasado por el tamiz de un alemán que sabe conectar con el paladar occidental. La cuadratura del círculo. Sus platos redondos, siempre hay algo picante (lo justo, lo tolerable, lo divertido), algo dulce (fruta), algo ácido. Y nunca hay pan, patatas, arroz ni pasta porque no quiere desvirtuar la sinfonía de sabores de cada uno de sus platos. Por eso es un local único en toda Alemania.
Si vais allí y vuestro presupuesto no da para los menús degustación (de 118 a 168 euros) sino para el de mediodía (tres platos por 38 euros; 4 por 48 euros, 5 por 58 euros y 6 por 68 euros), no dudéis en pedir el langostino al estilo cantonés con mango, zanahoria y mayonesa de wasabi. O la reinterpretación del pato, con versiones en foie, consomé, pechuga sobre un gofre con puerro y manzana. Insuperables. Cierran los domingos y lunes, y el resto de la semana la cocina está abierta de 12:00 horas a 14:00 horas y de 19:00 horas a 21:00 horas. Rudi-Dutschke-Strasse, 26.
La Soupe Populaire
¿Cómo convertir una fábrica de cerveza en restaurante? El ubicuo Tim Raue sabe cómo. Basta con visitar este local, de diseño industrial radical: vigas de hierro, cemento, ladrillos en los muros…
La carta acude a las recetas alemanas, aunque suavizadas y modernizadas. La Königsberger klopse es una albóndiga que originalmente va acompañada de puré de patata, alcaparras y salsa de mantequilla y harina. Aquí, es lo mismo pero mucho más ligero sin la contundencia que podría esperarse de la utilización de estos productos. El bacalao con verduras y toques cítricos, y el consomé con carne de ternera y verduras merecen la visita.
Abre de jueves a sábados, de 12:00 horas a 23.00 horas. El precio medio se sitúa entre los 30 y los 40 euros. Prenzlauer Allee, 242
Katz Orange
Hay que encontrarlo porque no es fácil dar con él. Está en un patio interior de un bloque de pisos. Se trata de una coqueta fábrica de cerveza construida a finales del siglo XIX que dejó de producir birra y ahora es un restaurante de lo más acogedor y moderno.
Cocinan con producto ecológico y hacen platos internacionales y ligeros, con algún toque de sofisticación. Nos gustó mucho la ensalada con paté de ganso, el consomé de remolacha y el salmón con puré de patata y membrillo marinado.
El menú degustación de cuatro platos cuesta 50 euros (25 más con vinos), y el de cinco platos (60, con vinos 30 más). A la carta, unos 40 euros.
Está abierto de lunes a sábados, de 18:00 horas a 23:00 horas. Tiene dos pisos y en la planta baja también hay coctelería. Bergstrasse, 22
Sage
Mientras pincha el discjockey (música propia de club o una discoteca), aquí no ponen clásica porque este es un local superdiscofashion, tú vas cenando. Sage está considerado como uno de los más cool de Europa. Cuando llega el buen tiempo, abre una ‘playa’ junto al río, con arena y tumbonas desde donde se disfruta de las vistas a la otra orilla donde: en el otro lado se ve el East Side Gallery, un tramo largo del Muro pintado por grafiteros de todo el mundo.
Aquí, un antiguo telar, sirven cocina internacional entendible y contemporánea: pizzas, sopas, carnes… El precio medio es de unos 35-40 euros. Hay menús especiales de tres platos (35 euros), cuatro (42) y siete (69). Ah, y si eres fumador, tienes un espacio reservado para ti… Y a cubierto. Köpenicker Strasse, 18-20
Cafe Am Neuen See
Un local de obligada visita para quien le gusten los rincones tranquilos, bucólicos, incluso románticos (si van de noche, esas velas, esas lucecitas frente a un lago del Tiergarten, uno de los grandes parques de Berlín). Se llena los fines de semana porque el lugar es muy agradable. Abre cada día de 9 de la mañana (tienen un abanico enorme de desayunos) hasta la medianoche o más allá. Su carta está hecha de platos sencillos e internacionales como la pasta, las pizzas, las sopas… Aunque también tienen propuestas autóctonas. Todos los productos son locales, si quieres tomar alguna copa por la noche, debes saber que no hacen cócteles, aunque sirven cervezas, refrescos, licores y destilados. Lichtensteinallee, 2
Cookies Cream
El vegetariano de moda de la ciudad. “Es Berlín”, resume Diether, nuestro espontáneo cicerone en esta escapada. “Está en un lugar escondido, donde jamás pensarías que puede haber un restaurante. Y entras y ves a personas de lo más variado, desde el punkie hasta el que lleva traje y corbata”.
Se entiende por lugar escondido un acceso junto a la puerta de descarga de mercancías del hotel de cinco estrellas contiguo. Una puerta fea, solo con una lámpara de araña como distintivo de que ahí hay algo diferente, da una pista de que estás en el buen camino. El local ocupa un edificio que incluye restaurante (Cookies Cream, en el primer piso), discoteca (Cookies, en la planta baja) y bar de copas (Draytone, al lado). Acabas de cenar (el menú de tres platos, entrante, principal y postre, sin bebidas, cuesta 36 euros) y puedes entrar gratis en la discoteca. Está abierto de martes a sábado sólo por las noches. Behrenstrasse, 55
The Casual by Paco Pérez
El hotel de lujo Das Stue tiene en su interior dos restaurantes de Paco Pérez, el flamante estrella Michelin Cinco y The Casual, basado en tapas españolas. Una cortina les separa. El menú degustación del famoso local cuesta 140 euros (230 con bebidas) y en el anónimo pagarás entre 35 y 50.
Hay tapas inolvidables, como el pulpo a la gallega sobre un puré de patata y acompañado con cebolla caramelizada (atención a esa salsa de vicio con pimentón rojo), las croquetas de jamón ibérico y las picantonas gambas al ajillo con un huevo poché perfecto. Y también platos más internacionales como el steak tartare con yema de huevo trufada y el brioche chino (relleno de carne de costilla de cerdo ibérico). La calidad del producto se cuida hasta el extremo de que el pescado se lleva desde Catalunya a Berlín. The Casual no cierra nunca (abre la cocina de 12:00 horas a 15:00 horas y de 18:00 horas a 23:00 horas). Los viernes y sábado por la noche hay música en directo o discjockey. Drakestrasse, 1
Bar Raval
Está en Kreuzberg, uno de los barrios más excitantes de la ciudad, y es propiedad de Daniel Brühl. La oferta es de tapas, con las croquetas de pollo y jamón (atención, Joselito) y los buñuelos de bacalao como hits imbatibles. Hay tapas calientes, frías y especiales, y platos de la semana. Y cada primer lunes de mes, paella para 40 personas. Una fiesta, en fin. Si te quedas por la noche podrás probar sus gin tonics (en Berlín no es habitual esta bebida) han incorporado recientemente una carta de gin tonics, con 30 tipos de ginebra y 3 de tónicas.
Daniel Brühl no suele estar allí porque siempre está rodando alguna película, pero este local no es una inversión más, sino que le tiene cariño. Un ejemplo: compró los sifones que decoran la sala en mercado de Els Encants y el suelo hidráulico lo compró en Barcelona.
Está abierto de 17:00 horas a 23:00 horas (los fines de semana hasta medianoche o más). Los fines de semana de abril a octubre, a partir del mediodía. El precio medio está entre 20 y 25 euros. Si vas a ir un fin de semana será mejor que reserves a través de su web con una semana de antelación porque siempre está lleno. Ah, y si vas al Bread & Butter búscalos porque tendrán un espacio propio. Este año servirán tapas y tortillas. Lübbener Strasse, 1
First Floor
Si quieres darte un homenaje aún mayor y no te importa rascarte el bolsillo, visita el First Floor, en el primer piso del Palace Hotel. Si la decoración es elegante y clásica, en los fogones está un chef divertido en el trato y en la cocina, Matthias Diether. Yo le llamaría Matthias Pato Donald Diether porque borda los platos con pato. Hay que apoquinar al menos 109 euros (el menú con cuatro platos, con seis aperitivos y dos postres incluidos, aunque hay menús de 129 euros y 159 euros), pero vale la pena porque comer allí es de lo más divertido. Platos modernos basados en alta cocina francesa.
Las presentaciones son coloristas, juega con las texturas, de modo que cada producto se sirve en diferentes versiones en el mismo plato, siempre con un sentido artístico para la vista… Y el paladar. Sin duda el plato llamado Pato de la cabeza a los pies es de obligada petición: paté, jamón, consomé, pechuga, chutney… Impresionante. Aunque también se disfruta con el cangrejo de Australia y el fletán.
Ah, otra cosa a tener en cuenta. La selección de vinos es brutal, infinita. Hay 1.500. Están recogidos en una carta que los camareros llaman la ‘Biblia’. Algunos son tan buenos que, tras beberlos pensarás que has estado cerca de Dios. Budapester Strasse, 45
Cafe Gipfeltreffen
Un rincón recogido y trendy en pleno barrio de Kreuzberg. Entras y parece que estás en el salón de casa. Decoración cálida y sencilla, ventanales a la calle, música tranquila de fondo… Ideal en días de lluvia, frío y/o nieve. Aquí puedes pedir platos sencillos como sándwiches y ensaladas, y disfrutar de alguna bebida fría (zumos, cerveza, vino, cócteles, destilados, agua) o caliente (té, café) mientras te relajas escuchando la música, charlando con tus amigos en voz baja (aunque es aún mejor para visitarlo en pareja) o leyendo algún libro. A partir de las 18:00 horas deja de ser una cafetería moderna y acogedora para convertirse en un restaurante de cocina internacional elaborada con productos local. Abre cada día de 21:00 a medianoche, y los fines de semana, de 22:00 hasta medianoche o más. Görlitzerstrasse, 68
Wyndham Gran Berlin
Y por qué no comer en un hotel. En el que estuve alojado, el Wyndham Grand Berlin, es una baza segura, y no solo porque se trata de un buen BBB (Bed, Bath and Breakfast) o, en castellano, de un DDD (dormir, ducharse y desayunar) a buen precio. El desayuno tiene una variedad y calidad que ya quisieran muchos hoteles de categoría superior, mientras que en su elegante restaurante, llamado The Post, ofrece una más que digna cocina mediterránea (¡hay gazpacho y escalibada!) por unos 25 euros de media. Ensaladas, pastas, pizzas, carnes, pescados… Al mediodía abre de 12:00 horas a 15:00 horas y por la noche, de 18:00 horas a 22:30 horas. Hallesche Strasse, 10
Por Ferran Imedio de Gastronomistas
¿Dan ganas de ir verdad? ¡Anímate! ¡Consulta nuestros precios aquí!
+ infoNapoles pizza e basta
El sol siempre está presente en Nápoles y la ciudad se alimenta de ello. Se nota en su ambiente y en sus gentes: optimistas, vitales… Gentile napolitani. Cuando un napolitano está feliz, entra a un bar y en vez de pagar un sólo café, paga dos: el suyo y el del cliente que vendrá tras él. Il caffè sospeso lo llaman. ¿Qué se puede esperar de una ciudad así? Bocados generosos, por supuesto.
La pizza
Frita, clásica, creativa, identitaria, innovadora… La pizza napolitana es famosa en el mundo entero y se lo tiene merecido. Cuenta la leyenda que un pizzaiolo inventó una pizza tricolor condimentada con tomate, queso mozzarella y albahaca en honor de Margarita de Saboya. Tanto gustó que hoy en día la ‘pizza Margarita’ es conocida en todo el mundo. Si estás descubriendo Nápoles no te pierdas la pizza frita de La Masardona, un local antiquísimo y familiar a cargo de Enzo Piccirilo que recuerda a una churrería y en el que comerás de maravilla a precios de risa. Si prefieres la pizza clásica pásate por Da Michele cual Julia Roberts en Come, Reza, Ama. Un local histórico y entrañable donde la humilde Margarita es tan jugosa como sabrosa. Si te va lo creativo tienes que entrar en La Notizia del maestro Enzo Coccia, la primera y única pizzería mencionada en la Guía Michelin por sus propuestas fantasiosas y originales. Hablando de la guía de ‘las estrellas’, la pizzería Palazzo Petrucci es de las más nuevas de la ciudad y nace al cobijo del restaurante vecino del mismo nombre, propiedad de Edoardo Trotta y el único estrella Michelin de Nápoles. Pide su ripieno al ragú, impresionante en tamaño y en sabor. También impresionan las colas ante las puertas de 50 kalò, la pizzería de Ciro Salvo. El motivo: la larga fermentación de sus masas y a los productos con Denominación de Origen Protegida con las que son condimentadas.
La Masardona
Via Giulio Cesare Capaccio, 27
Tel. +39 081 28 10 57
Da Michele
Via Cesare Sersale 1/3
Tel. +39 081 55 39 204
Pizzaria La Notizia
Via Michelangelo da Caravaggio, 94
Tel. +39 081 19 53 19 37
Palazzo Petrucci Pizzeria
Piazza San Domenico Maggiore 5/7
Tel. +39 081 55 12 460
50 Kalò
Piazza Sannazzaro 201/B
Tel. +39 081 19 20 46 67
Los dulces
Las delicadas sfogliatelle y el babà empapado en licor son dos de los embajadores del dulce de esta ciudad. Pero hay muchos más. La torta caprese, por ejemplo, originaria de Capri pero popular en toda la región campana. “Babà, sfogliatella, la caprese e il famoso 'ministeriale'. Sinonimo de napoletanità e di dolcezza”. Así venden sus dulces en Giovanni Scaturchio, seguramente la pastelería más conocida de Nápoles. Dicen que ha perdido ‘punch’ pero nadie lo diría, siempre está lleno hasta la bandera. Por cierto que el ministeriale es un histórico medallón de chocolate relleno de una crema de licor de composición secreta. Crostata, cassata… La lista de dulces es interminable e innumerables las pastelerías distribuidas a lo largo y ancho de la ciudad que ofrecen estas delicias. Y eso sin contar con otros templos del mundo dulce que abunda en la ciudad: las heladerías. La última en llegar se llama Rol Gelateria, está en manos de Olga Nigro y Roberta Rubino, y es la primera del Lungomare.
Giovanni Scaturchio Pasticceria-Gelateria
Piazza San Domenico Maggiore, 19
Tel. +39 081 55 17 031
Rol Gelateria
Via Partenope, 12/m
Tel. +39 081 76 48 393
Bar Pasticceria Il Capriccio
Via Carbonara, 39
Tel. +39 081 44 05 79
Sfogliatella Mary
Via Toledo, 66 (esquina Galleria di Umberto I)
Tel. +39 081 40 22 18
Gay Odin
Via Vetriera, 12
Tel. +39 081 41 78 43
(Varios puntos de venta en la ciudad)
Pintauro
Via Toledo, 275
Tel. +39 081 41 73 39
Las vistas
Las puestas de sol de esta ciudad son irresistibles para cualquier amante de la fotografía. Para tomar las mejores instantáneas, dos recomendaciones. La primera, pasearse por el Castel dell’ Ovo (Castillo del Huevo), una bellísima fortaleza de nombre apetitoso situado en el islote de Megaride, dentro del golfo de Nápoles. Cuenta la leyenda que lo bautizó así el poeta Virgilio quién colocó un huevo mágico bajo los cimientos de piedra de la fortaleza para salvaguardarlo de la destrucción. El truco: siempre que permaneciera intacto, el castillo estaría a salvo. Y allí sigue, por lo tanto “se non è vero, en ben trobato”.
La segunda recomendación para disfrutar de las mejores panorámicas de Nápoles es alojarse en el Grand Hotel Parker's, un cinco estrellas Gran Lujo de corte clásico que, entre sus atractivos, cuenta con una espectacular terraza que mira al mar, un bufet de desayuno con dulces napolitanos caseros hechos diariamente en el mismo establecimiento y una historia enológica que contar. Y es que su propietaria, Maria Ida Avallone, lo es también de la bodega Villa Matilde, elaboradores de vinos que recuperan las variedades autóctonas y que respetan la tradición, el territorio y la identidad napolitana.Grand Hotel Parker's es uno de los 520 hoteles independientes integrados en Small Luxury Hotels of the World ™ (SLH), una selección de establecimientos con encanto en 70 países del mundo, desde hoteles de diseño de vanguardia a palaciegas mansiones del siglo XVII, desde santuarios en el centro de las ciudades a remotas islas privadas, desde casas históricas a idílicos resorts.
Grand Hotel Parker's
Corso Vittorio Emanuele, 135
Tel. +39 081 76 12474
Villa Matilde
S.S. Domitiana, 18
CAP 81030 Cellole (CE)
Tel: +39 08 23 93 20 88
Los vinos y licores
¿Sabías que en Nápoles es tradición beber vino de Marsala para limpiar la boca de pizza? Y eso que existen pocas regiones en el mundo con una historia vinícola tan rica como la Campania. Su tierra volcánica permite el desarrollo de los mejores viñedos y su sol se encarga de darle a las uvas el azúcar natural que necesitan para producir óptimos vinos. Se cultiva la cepa histórica Falanghina, que produce vinos blancos secos y ligeros en la zona de denominación Falerno di Massico DOC. De las DOC de Greco di Tufo y de Fiano di Avellinonac en deliciosos vinos blancos, de la Taurasi DOC, grandes vinos tintos de guarda y de Lacrima Cristi del Vesuvio DOC se obtienen tintos, blancos y rosados tranquilos o espumosos, así como vinos blancos licorosos. El apartado licores también es amplio en Nápoles, cómo no, pero gana por goleada el limoncello y, especialmente, la crema di limoncello de Limonè. No menos apreciado es el nocillo o nocino, un licor que se prepara con nueces. En este campo manda E’Curti de Enzo d’Alessandro y su ‘nucillo’ elaborado de forma artesanal y siguiendo la mejor tradición enogastronómica.
Limonè
Piazza San Gaetano, 72
Tel. +39 081 29 94 29
E'curti
Via G. Garibaldi, 57
Sant’Anastasia (NA)
Tel. +39 081 5312797
La Campania
La mozzarella de búfala es otra de las joyas de la gastronomía campana. Lácteos cómo este, pastas, huevos, tomates, aceite de oliva, refrescos, pannetonne… En esta zona se cuece de todo. Campania Mia. Apunta este nombre si buscas un lugar para conocer a fondo la despensa de esta región italiana. Se trata de una tienda-degustación de productos típicos campanos que, a la vez, es el punto de información del colectivo slow food en Nápoles, presidido por Rino Silvestro. Con cierta periodicidad organizan jornadas de street food en la calle que les aloja. A la hora de planear tu viaje, tenlo en cuenta. Food luxury Napoli!
Campania Mia
Via Belvedere, 112
Tel.+39 32 88 56 24 66
Dan ganas de ir ¿verdad? ¡Anímate! ¡Consulta nuestros precios aquí!
Texto de Carme Gasull y Belén Parra / Gastronomistas
+ info