Dulces paradas por París
La palabra francesa “gourmand” hace referencia en nuestro idioma a aquellas personas que les gusta el buen comer. Precisamente el próximo mes de mayo quienes os identifiquéis con este término tenéis un buen motivo para visitar París y poner en práctica su significado: el Taste of Paris. En este festival gastronómico que se celebrará del 18 al 21 de mayo en el Grand Palais podrás descubrir las mejores creaciones culinarias y productos de la capital francesa y sus alrededores. Para ir abriendo boca os proponemos un recorrido por las firmas más dulces de la capital. Oh là là!
Para un buen chocolate
Ganador de la copa del mundo del Mejor Chocolate en 1994 y Mejor Artesano de Francia en el 2000, Patrick Roger es, sin duda, el maestro chocolatero más famoso de Francia, y un apasionado de la escultura. Uniendo sus dos pasiones, usa la materia prima en bruto para realizar increíbles creaciones chocolateras a gran tamaño, que vale la pena ir a ver a su tienda. Y de paso, no os podéis perder su praliné con avellanas o almendras torradas, sus trufas o su chocolate negro que recubre con naranja amarga. ¡Una delicia!
Para un buen brunch
Este desayuno-comida también está pisando muy fuerte en París, donde ya son muchos los cafés y pastelerías que ofrecen fórmulas de brunch. Ante la imposibilidad de determinar nuestro establecimiento favorito, en este caso os proponemos dos opciones como son el Biglove Caffè, donde se degustan los mejores pancakes de la capital: regordetes, ligeros y tiernos. Los acompañan con caramelo, mermeladas, chocolate, etc. Por otro lado el Peco Peco es el lugar donde descubrir el brunch japonés. Aquí los tradicionales scones (panecillos individuales de forma redonda originarios de Escocia) y tostadas han sido sustituidos por el sashimi, ensaladas de algas, tatakis… y es una maravilla.
Para un buen Saint Honoré
En la pastelería Hugo & Victor definen sus creaciones como “gastronomía dulce”. En pocos años se ha convertido en uno de los mejores establecimientos de la capital y se ha ganado su fama gracias a sus tartas de frutas, milhojas de crema y, sobre todo, por su Saint Honoré, una especialidad francesa que se elabora con profiteroles montados en una base cilíndrica de hojaldre recubierta con crema y nata montada. Una de las peculiaridades de Hugo & Victor es que adaptan este postre tradicional según los productos de temporada: castaña, fresas e incluso mojito. Oh mon Dieu!
Para buenas bollerías sin gluten
En Noglu son especialistas en todo tipo de bollería casera sin gluten: brioche, escargot (caracola), chouquette (especie de lionesa sin relleno decorada con azúcar perlado), pain au chocolat (napolitana de chocolate), cruasán… Completan el menú del brunch con mermeladas, mantequilla, miel, tés gourmet, sopas frías y zumos naturales. Todo de elaboración artesanal. ¡Ñam!
Para un buen baba au rhum
Sin duda, una de las pastelerías de más alto nivel actualmente en París. Pain de Sucre ofrece repostería con perfectas combinaciones de sabores y una estética muy cuidada que hace que cualquier pieza entre por la vista. ¿Qué recomendamos? Su éclair (pepito) de chocolate con menta, tan intenso como fresco y fino, y, sobre todo, su baba au rhum (una masa más ligera que un bizcocho recubierta de nata montada y mojada con ron), único, que viene con una pipeta de ron para que puedas emborrachar esta creación pastelera a tu gusto.
Para macarons, flan y pain au chocolat
Si viajas a París y eres amante del dulce es muy probable que en tu ruta turística hayas previsto una parada en Ladurée, esta preciosa pastelería de estética clásica conocida por sus famosos macarons que se venden en cajitas y que cambian según las tendencias, la actualidad o la temporada. Y valen la pena, porque más allá de su impresionante despliegue de marketing, con el que la firma ha conseguido fama internacional, sus creaciones son exquisitas. Pero en París hay otro maestro en la materia que muchos aseguran elabora los macarons mejor que su principal rival: se trata de Pierre Hermé. Existen en un sinfín de sabores intensos. Aquí también hay que probar sí o sí el flan de vainilla (que vale los 5 € que cuesta) y su pain au chocolat.
Para un buen cruasán
Parece mentira pero incluso en la capital del cruasán resulta cada vez más difícil encontrar un buen ejemplar artesanal. En Blé Sucré descubrirás su cruasán elaborado por el maestro pastelero Fabrice Le Bourdat, que ha labrado su carrera en las mejores cocinas del mundo. ¿Y por qué es mejor que el de cualquier otro? Su masa hojaldre que parece una superposición de micro hojas luce el más apetitoso vestido doradito y sabe a una intensa mezcla de mantequilla y caramelo. Crujiente primero, desvela a continuación una miga untuosa pero consistente. A degustar con un buencafé au lait en la pequeña y agradable terraza con vistas a un parque para disfrutar del regreso del buen tiempo.
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Texto de Laia Zieger de Gastronomistas.com
+ infoBurdeos: 10 imprescindibles en la capital del vino
A una escasa hora de avión desde Barcelona,Bordeauxes el sitio perfecto para una escapada corta: se trata de una ciudad "fácil" de visitar y de disfrutar. Su centro pequeño y peatonal invita a perderse entre sus edificios de piedra con ese carácter tranquilo que respiran sus habitantes. Orgullosa de sus vinos, del nuevo estadio firmado por Herzog & de Meuron, de la futura Ciudad de las Civilizaciones del Vino y de la llegada de Joël Robuchon (el 26 estrellas Michelin está detrás del restauranteLa Grande Maison), Burdeos reclama sus atractivos turísticos sin hacer ruido, a la manera elegante y burguesa que la definen. Aquí os facilitamos una guía gourmet:
1. La vinoteca más bella: L'Intendant
Cuatro pisos unidos por una arquitectónica escalera de caracol acogen unas 15.000 botellas y unas 600 referencias de vinos de Bordeaux. En la planta baja se almacenan las etiquetas de productores pequeños y en la superior, los más caros. El que más: Yquem 1937, a 6.000 €. Aquí encontrarás buenos vinos por mucho menos: solo tienes que dejarte asesorar por sus expertos.
2. Una cata para iniciarte: The Wine Bar en The Boutique Hotel Bordeaux
El bar à vins (bar de vinos) de este coqueto hotel de 27 habitaciones cuenta con catas ideales para adentrarte en el mundo de los vinos franceses. Además, su sommelier, Martín Santander, habla español. Entre sus cursos, "Tour de France" sirve cinco botellas con la etiqueta oculta para adivinar y conocer las diferentes tipologías y variedades galas. Es el único local de la ciudad especializado en vinos naturales.
3. Dónde tomar un vino: Bar à vins de CIVB
El edificio del Centro Interprofesional de Vino de Burdeos esconde un bar de vinos maravilloso. Mantiene una barra del siglo XIX, vidrieras del siglo XX y diseño del siglo XXI. Su carta de vinos es únicamente por copas, todas a precios muy asequibles: la mayoría entre 2 y 3,5 €, con alguna opción de 8 en los Grand Cru.
4. Maridaje en un restaurante de moda: Garopapilles
Vinos de autor y cocina de autor en uno. El chef Tanguy Laviale y el experto vinícola Gaël Morand prometen una gran experiencia en este bonito espacio, en el que comida y copas forman un tándem indisociable. Vinoteca a la entrada, el restaurante -íntimo y mágico- se esconde en la parte posterior. En un único menú degustación sorpresa debidamente maridado, el cocinero despliega su imaginación en platos como el ravioli de foie gras sobre lecho de col y shiitake y consomé de nécoras. Alta gastronomía sin mantel y plenamente recomendable. El menú sin vino sale a 32 € al mediodía y 62 por la noche.
5. El mejor pescado: Le Petit Commerce
Pescadería y bistró auténtico, sin florituras pero con ese charme –encanto- tan francés que enamora. Además, aquí, el menú de mediodía cuesta solo 14 €. Tanta aceptación ha tenido la propuesta del restaurador Fabien Touraille que ha hecho suya la calle Parlament Saint Pierre con tres locales. Su objetivo: popularizar el pescado, lo tiene bueno incluso en lunes.
6. Ecologismo hipster: Darwin
Este antiguo cuartel abandonado se ha transformado en un complejo de lo más cool. Acoge un co-working de empresas sostenibles y creativas, un gran restaurante y un supermercado ecológicos, un centro deportivo... y pronto un eco-lodge.
7. Chocolaterías muy tentadoras: Saunion, Cadiot-Badie, La Maison Darricau
Con gran tradición chocolatera, vale la pena visitar al menos estas tres direcciones con solera. En Saunion prueba Le Gallien (caramelo y praliné) y las Guinettes (cerezas frescas con jarabe de alcohol y fondant). Una especialidad de Cadiot-Badie: Le Diamant Noir (ganache con uva), además de zapatos y botellas de vino de chocolate como perfecto souvenir. En La Maison Darricau no te pierdas su Pavé (de pralinée, vino, azúcar y canela).
8. La tradición del Canelé: Baillardran
Un dulce muy bordelés elaborado con harina, yemas y vainilla, que ha de ser crujiente por fuera y suave por dentro. La cadena Baillardran, que está en todas partes, los hace diariamente.
9. Hotel, copas y brunch: Mamma Shelter
La cadena de diseño asequible, cuyo socio es el famoso Philippe Starck, cuenta con un hotel en el centro de Burdeos. Una excelente opción para alojarte o, al menos, para ir a tomar una copa en este espacio por la noche o un brunch el domingo: está muy de moda y es de lo más cool. Habitaciones desde 69 €.
10. Streetfood: Mercado de Chartrons
Este mercado al aire libre, a orillas del río Garona, se celebra cada domingo y entre sus muchos puestos de alimentación, puedes encontrar algunos donde comer de manera informal. Nuestros favoritos: los de ostras, a 6,50 € la media docena.
En la Oficina de Turismo de Burdeos pueden organizarte excursiones a alguno de sus pintorescos châteaux vitícolas, entre otras actividades.
¿A qué esperas para descubri Burdeos? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto de Isabel Loscertales / Gastronomistas
Fotografías de Isabel Loscertales / Gastronomistas
+ infoEstocolmo en 5 estilos gastronómicos
Sin salir de la ciudad, es posible hacerse una idea de por qué atesora referentes culinarios capaces de evidenciar el potencial de la cocina nórdica. Estocolmo aúna excelente cocina de vanguardia con “bistronómicos” y gastrobares de suma personalidad. Según el estilo que busques, y en base a tu presupuesto, ahí van cinco líneas culinarias de Estocolmo que demuestran su vigor gastronómico.
La vanguardia de Gastrologik
Nada más sentarte, encontrarás una carta para ti en la mesa. No es la de los platos sino la declaración de intenciones y atenciones de un restaurante detallista hasta el extremo. Cocina de vanguardia en una sucesión de bocados de estricta temporada que exhiben la riqueza del producto local, y que la pareja de chefs Jacob Holmstrom y Anton Bjuhr supervisa desde el origen. Algas, pescados autóctonos y sugestivas rarezas naturales protagonizan una experiencia gastronómica única.
La autenticidad de Ekstedt
Al calor de las brasas, el restaurante del popular Niklas Ekstedt ha conseguido distinguirse y crear una línea personalísima de cocina, que el chef complementa a pocos metros con otro negocio más “casual”. Brillante cocina sobre el fuego en platos que cobran forma frente al comensal, por lo que recomiendo encarecidamente optar por la mesa imperial de la sala aunque haya que compartirla. Ver hornear el pan al momento para llegar calentito a tus manos; encandilarse con las llamas en continuos y sorprendentes flambeados como el de ostra; saborear las particularidades del producto sueco ejecutado con rigor y emplatado con gusto... Todo eso es Ekstedt. Un restaurante auténtico y atípico.
La rotundidad de Lilla Ego
Las colas en la puerta ante los distintos turnos de cada servicio del Lilla Ego son una constante. Gusta por la informalidad de su propuesta basada en contundentes platos de mercado –las raciones de los postres resultan incluso exageradas- y sus presentaciones un tanto alborotadas, pero también por su amplia bodega y sus maridajes. Desde la barra se evidencia la cocina vista y el paso a paso de las elaboraciones al que ya no alcanzan las mesas. A tener en cuenta su ambiente bullicioso tanto al mediodía como de noche.
La calidez de Babette
No hace falta que te inviten a pasar hasta la cocina porque rebasas la puerta y es lo primero que ves y casi pisas. Cocineros con las manos en la masa en pases de ritmo frenético. Pizzas, ensaladas y salteados de producto fresco son los platos más reseñables de este local, donde uno puede sentirse como en casa entre sus libros y sus diferentes acomodos. Como en todo restaurante, conviene reservar para no obviar la terracita. Abre todos los días de la semana, algo poco habitual en la hostelería de la ciudad.
La frescura de Kaffeverket
Hay tantos cafés en Estocolmo que te resultará harto difícil quedarte con uno. Ni siquiera con solo dos o tres. Pero el Kaffeverket tiene esa atmósfera envolvente que acaba por convencerte para echar ahí las horas. Te lo recomendarán incluso los lugareños. En su amplio interior, de mesas altas con taburetes y bajas, y con vistas a un patio interior, encontrarás platos combinados, bocadillos y pastelería casera de calidad, con propuestas también para veganos y celíacos. La amabilidad del personal es otra de sus grandes bazas.
Dónde dormir, desayunar & viceversa:
Miss Clara
Este boutique hotel es idóneo para dormir con vistas a un cielo que parece no apagarse nunca, pero también para desayunar al más puro estilo sueco a dos pasos del meollo comercial. Si apetece y el tiempo no apremia, incluso se puede ‘brunchear’ –esto es, apuntarse a su ‘brunch’- con cócteles y música dj o jazz, o bien tomar una copa en su amplia terraza sobre la acera en pleno centro ciudad.
Este antiguo colegio de monjas conserva sus cimientos de estilo art déco y los combina con un interiorismo elegante y acogedor a partes iguales.
HTL Upplandsgatan
Es ultramoderno y muy funcional. Con la apariencia de un albergue de diseño y el pragmatismo de un B&B, de este hotel valorarás su espléndida localización en el entorno más comercial de la ciudad, su precio y su más que correcto bufé de desayuno.
Reserva tu Vueling a Estocolmo y aventúrate a saborear su variada gastronomía.
Por Belén Parra de Gastronomistas.com
+ infoEstocolmo, locos por el diseño
Algo deben de tener el frío y nevado invierno, con sus escasas horas de sol, o los eternos días de verano, con sus templadas temperaturas, para que haya un volumen tan elevado de creatividad en los países escandinavos. O serán sus grandes y frondosos bosques, y sus múltiples lagos los causantes de tanta inspiración. Sea cual sea la clave de su secreto, la cuestión es que cuando uno viaja a Estocolmo no deja de sorprenderse con el volumen y la calidad del diseño que ahí se lleva a cabo. Presente en la arquitectura, la ropa, la decoración de tiendas, bares y restaurantes, los interiores de hoteles y en la intimidad de los hogares, lo envuelve todo, y no deja de fascinar al visitante. Uno se queda maravillado con su capacidad para crear entornos reconfortantes basados en las líneas simples y a la vez cálidas. Moderno, sencillo y funcional, esas serían las tres palabras que vendría a definirlo.
Stockholm Furniture & Light Fair
Como no podía ser menos, Estocolmo cuenta con una de las principales ferias de diseño de Europa, la Stockholm Furniture & Light Fair, donde se dan a conocer las últimas tendencias en el diseño escandinavo. Esta edición se celebrará del 9 al 13 de febrero y en ella se sucederán todo tipo de actividades en torno al sector. Como en años anteriores, el diseño del lounge de la entrada principal del recinto recaerá en manos de un estudio o diseñador internacional. En esta ocasión dicho honor ha recaído en manos de los británicos Edward Barber & Jay Osgerby, que a su vez darán un seminario multitudinario para todos los asistentes en los Stockholm Design Talks. Entre las novedades de esta edición está el Established, una sección orientada a la promoción de estudios o diseñadores que elaboran líneas de producción a pequeña escala, también conocidos como makers. Los jóvenes diseñadores y las escuelas de diseño también tienen cabida en esta gran feria, contando con un espacio propio, el Greenhouse cuyo concepto expositivo correrá a cargo del estudio Form Us With Love.
Stockholm Design Week
Coincidiendo con la Stockholm Furniture & Light Fair tiene lugar la Stockholm Design Week. Del 8 al 14 de febrero se sucederán todo tipo de actividades relacionadas con el diseño, como charlas, presentaciones, eventos, inauguraciones, entre otras cosas, en múltiples espacios y showrooms de la ciudad. Puedes consultar la totalidad del programa aquí.
¡Y aún hay más diseño!
Si aún te quedan energías tras tanta actividad, o no llegas a tiempo a esta feria, siempre puedes darte una buena dosis de diseño recorriendo alguno de sus principales barrios, e incluso llevarte alguna pieza de recuerdo. A continuación te damos algunas pistas:
Östermalm, es el barrio más exclusivo de Estocolmo, y el lugar idóneo donde encontrar las principales y más destacadas marcas. Aquí todo está distribuido por zonas. Si buscas las mejores marcas de moda suecas, lo mejor será que te acerques a Biblioteksgatan y Bibliotekstan. Si por el contrario estás a la caza de las mejores marcas internacionales y tiendas especializadas en diseño, moda y joyería, mejor ve a Birger Jarlsgatan y los arededores de Stureplan. Si lo que te gustan son las antigüedades lo mejor es dejarse caer por Arsenalsgatan y Nybrogatan, allí también se encuentran algunas de las casas de subastas más importantes de la ciudad. Por último, la zona que queda rodeada por Sibyllegatan, Östermalmstorg, Karlavägen, Stureplan y Strandvägen tiene, sin duda, algunas de las mejores tiendas de diseño de interiores de la ciudad.
Luego tenemos Södermalm, en la isla sur, que más que un barrio es como una pequeña ciudad hipster. Como no podía ser de otra manera, aquí lo que se lleva es la moda y el diseño vintage, las barbas largas (pero bien arregladas, eso sí) y la gastronomía ecológica. Está todo concentrado en Götgatan, Skånegatan y el área que se conoce como SoFo, que es la forma corta de South of Folkungagatan (sur de Folkungagatan). Luego, también podemos encontrar tiendas de artesanía cerca de Slussen y en Hornsgatan.
Por último, y como contrapunto, no te olvides de pasar por Gamla Stan, para descubrir como era la ciudad antes de la fiebre del diseño. Gamla Stan, el casco antiguo, es uno de los centros de las ciudades medievales más grandes y mejor conservados de Europa, y una de las principales atracciones de Estocolmo. Aquí es donde Estocolmo fue fundada en 1252. La verdad es que todo el núcleo pertenece a otra época. Vale que te encontrarás con todos los turistas que están de visita, pero si no te dejas llevar por la corriente y te fijas con atención puedes encontrar alguna grata sorpresa en forma de tienda de artesanía típica sueca.
¿Listo para empaparte de buen diseño en Estocolmo? Elige tu vuelo aquí.
Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Stockholm Furniture & Light Fair
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