Un paseo por Verona
Situada en la región del Véneto, en el Norte de Italia, Verona es una ciudad de imprescindible visita si se viaja al norte de Italia. Sus monumentos y sus calles son capaces de transportarnos a las múltiples épocas vividas, desde la Roma Imperial (fue lugar de descanso de Julio César), pasando por la medieval, la renacentista, la de dominación francesa y austríaca, hasta llegar a la actualidad. Todo un pasado histórico que ha dejado huellas en forma de edificios, calles y plazas que bien le han valido ser considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Una ciudad ligada a un río
Verona se encuentra encajada en un meandro del río Adigio, atravesado por puentes como el de Pietra, el único de origen romano que queda en la ciudad, o el puente Scaligero, con sus características almenas. Precisamente este último forma parte de Castelvecchio, antiguo castillo medieval que en la actualidad acoge uno de los museos más importantes de la ciudad.
Verona y su pasado romano
Entre los vestigios de la Verona romana destaca la Arena, anfiteatro construido en el siglo I para la realización de combates entre gladiadores. Desde 1913 acoge otro tipo de espectáculo más adecuado para nuestros tiempos, como es la ópera, que se programa entre los meses de junio y septiembre. Las grandes dimensiones de este espacio, con un aforo de 30.000 personas, permiten unas escenografías espectaculares, así que no perdáis la oportunidad de vivir esta experiencia. También os recomendamos la visita del teatro Romano, situado en el margen derecho del río Adigio, que en la actualidad forma parte del Museo Arqueológico Nacional. Igual que en la Arena, en verano se convierte en un espacio en el que se programan espectáculos, pero en este caso se trata de obras de teatro.
Piazzas llenas de vida, amores imposibles y espacios para la oración
Presidiendo el centro histórico de la ciudad está la Piazza delle Erbe. Construida sobre el antiguo foro romano, con su características sombrillas blancas cubriendo los puestos del mercado, es un auténtico hervidero de gente y un espacio único. En ella se encuentran edificios tan relevantes como el Palazzo Maffei, de estilo barroco, la Torre dei Lamberti, desde cuya azotea se pueden obtener buenas vistas de la ciudad, o las fachadas de las Casas Mazzanti, decoradas con magníficos frescos.
El Arco della Costa nos lleva a la Piazza dei Signori, también conocida como la Piazza Dante, que es donde tenía lugar la vida política de la ciudad durante el siglo XVI. En ella se conservan, entre otros, el Palazzo della Ragione y el Palazzo di Cansignorio, sede del poder político de los Scala y de los venecianos.
No muy lejos de estas magníficas plazas, en la Via Capello, se encuentra uno de los lugares de visita obligada, cuyo encanto reside en formar parte de uno de los obras más populares de Shakespeare, y que ha convertido a Verona en destino para los más románticos. Sí, estamos hablando de el archiconocido drama protagonizado por Romeo y Julieta. La casa de Julieta bien merece la pena ser visto, aunque suponga una dificultad moverse por tan pequeño patio con tal volumen de turistas, pero como tal, tiene su encanto.
En el apartado religioso no hay que perderse la Basílica de San Zeno Maggiore, que es una de las obras maestras de la arquitectura románica del norte de Italia, y el Duomo, también de origen románico (del siglo XII), cuyo interior alberga la Ascensión de Tiziano.
Tiempo para la gastronomía
No todo va a ser caminar y ver monumentos, también hay que retomar fuerzas y disfrutar de la gastronomía de la zona. Os recomendamos probar la pastissada, un guiso realizado con carne de caballo, cuyos orígenes estarían en la antigua Roma.
Para los que prefiráis una pausa rápida y más refrescante podéis hacer una parada en la Gelateria Zeno Gelato e Cioccolato, situada en la Piazza San Zeno, y probar alguno de sus magníficos gelatos.
¿Listo para hacer una escapada a Verona? Anímate a conocer esta joya del Véneto, consulta nuestros vuelos aquí.
Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Spencer Wright, Lorenzo Blangiardi, Elescir, Kosala Bandara, FotoCla., Jorge Cancela, Allie_Caulfield, Son of Groucho
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Reikiavik una pequeña gran ciudad I
La primera parte de este post la centraremos en el contexto de una escena musical tan rica como la de la capital islandesa. Veremos como es esta ciudad encantadora, llena de contrastes, y acogedora para el visitante.
En cierta manera, visitar Reikiavik no supone visitar Islandia, sino descubrir su cara más abierta al mundo, la más cercana y amigable, la que nos permite sentirnos cómodos estando a miles de kilómetros de casa. Porque una vez abandonadas las acogedoras calles del centro de la capital islandesa, que es la ciudad más poblada de toda la isla (unos 130.000 habitantes -215.000 sumando la periferia- de un total de 335.000 personas en todo el país), las distancias entre edificaciones va creciendo exponencialmente, distribuyéndose la población como si estuviésemos en Estados Unidos. Aunque si algo manda más allá de los límites de Reikiavik es la naturaleza, pero esa es otra historia de la que ya hablaremos en otra ocasión.
Aunque las frías temperaturas invernales no permiten el turismo que nos gustaría a los mediterráneos, visitar Reikiavik durante primavera, verano y principios de otoño puede ser una experiencia fantástica. A principios de octubre las temperaturas en la ciudad resultan todavía muy aptas para visitantes españoles, con temperaturas entre los diez grados como máxima y los dos como mínima. Vamos, frío, pero todavía soportable. Por ello, y por las horas de luz, apetece pasear caminando arriba y abajo por la calle, echando un vistazo a las tiendas que se suceden una tras otra en el centro de la ciudad. Establecimientos de artesanía, tiendas de ropa de lo más diverso (se recomienda visitar las que venden jerséis de coloridas cenefas hechos a mano), restaurantes, bares musicales, galerías de arte e incluso tiendas de discos, se van alternando hasta convertir el centro en un núcleo comercial importante, pero muy alejado de la locura de los centros de las grandes urbes europeas. En Reikiavik todo el mundo piensa con la cabeza, pero también con el corazón. Las tiendas buscan su propia personalidad, su trato es cercano y no vamos a encontrarnos con hilos musicales atronadores, colas masivas o campañas invasivas que nos corten la respiración. También podremos pararnos a comer, desde comida local de sabores fuertes a pizzas de estilo italiano como las de Primo Ristorante, pasando por apetitosas sopas de estilo nórdico y eslavo de carne –no dejes de ir a Svarta Kaffi, en Laugavegur 54, donde las sopas las ofrecen dentro de un pan -o los populares perritos calientes de Bæjarins Beztu Pylsur (Tryggvagata 1), el puesto callejero en el que según George Clinton se hacen los mejores hot dogs del mundo. Y no se preocupen por el servicio. Al margen de que nos podamos encontrarnos con gente de diversas nacionalidades (entre ellos bastantes españoles), los islandeses son de trato agradable, pero discreto. Ah, y tampoco se sorprendan si los camareros o camareras que les sirven son muy jóvenes para el estándar español. Si alguna vez fue cierto aquello de que el trabajo ennoblece, en Islandia parecen aprenderlo antes que en otros países europeos.
De todas formas, que nadie se preocupe, porque si caminar no apetece, Reikiavik cuenta con diversas líneas de autobuses que nos ayudarán a movernos por el casco urbano y las inmediaciones.
Un verdadero viaje a Islandia debe empezar con las calles de la capital y extenderse luego sin excusa posible a lo largo y ancho de una de las islas más preciosas del mundo para los amantes de la calma, lo mágico y la naturaleza más atractiva. En la ciudad los colores de los edificios se combinan, permitiéndose libertad suficiente como para que un edificio tenga sus paredes azules y el contiguo prefiera un blanco señorial marcado por el paso de los años; en la naturaleza, el blanco de la nieve y el hielo, el verde brillante de la vegetación, el marrón y el gris volcánicos y los mil y un matices de las aguas que fluyen libres se combinan para crear una paleta de colores que no hace sino subrayar la majestuosidad de una naturaleza que los islandeses siempre han defendido desde lo más profundo de sus corazones.
Ahora bien, eso no significa que, por estar en la capital, debamos darle la espalda a las oportunidades de acercarnos a la Islandia más libre y salvaje. Sin ir más lejos, en el puerto de la ciudad hay infinidad de propuestas que nos invitan a embarcarnos durante tres o cinco horas para poder ver a diversos tipos de cetáceos nadar en total libertad en las frías aguas árticas, ballenas de tamaños distintos o variedades inimaginables de delfines. Eso sí, que nadie se lleve un chasco. Los animales no están ahí esperándonos, con lo que la suerte de encontrarse con ellos o el riesgo de que nuestro viaje sea infructuoso están en manos de la madre Gaia. De ahí que quizás la excursión que nos brindará mejores resultados será la de visitar las zonas en las que los frailecillos atlánticos, conocidos en Islandia como puffins, anidan y desarrollan su vida. Se calcula que hay entre ocho y diez millones en todo el territorio.
Pero hay mucho más que hacer en una ciudad como Reikiavik. Podrían ustedes ver las fantásticas auroras boreales (si tienen suerte coincidirán con una de las marcadas ocasiones en las que la ciudad apaga sus luces para que todo el mundo pueda disfrutar de esa maravilla de la naturaleza), visitar la Hallgrímskirkja Church, de colores grises en su exterior, pero de formas e interiores sorprendentes, o sumergirse en las aguas calientes de los diversos baños termales tanto dentro como fuera de la ciudad.
En la siguiente parte pasaremos a desgranar la que es una de las escenas musicales más prolíficas e interesantes del planeta. ¿A qué esperas para descubrir la capital más al norte del mundo? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto de Joan S. Luna (Mondo Sonoro)
Imágenes de Los Viajes de ISABELYLUIS
+ info¡Vamos a la playa!
La gracia de Gran Canaria es que cuenta con muchas variables dentro de su ecosistema. Eso la hace única. Y un ejemplo claro lo tenemos en sus playas, cuenta con casi 60 kilómetros, en los que encontramos de todo tipo. Las opciones son infinitas, y podrás disfrutar de ellas tanto si vas solo como si lo haces en familia. Sin duda es una característica que encontramos en toda la isla. Su variado paisaje te hace creer que estés en un continente. ¡En serio!. Pero volviendo a su litoral que será donde nos centraremos hoy, diremos que este enclave del Atlántico posee 236 kilómetros de costa, bajo un sol suave que hace que las condiciones sean siempre –incluso en verano-agradables. En My Vueling City vamos a poner el foco sobre sus playas y todo lo que se puede hacer en ellas. Vamos, ¿a qué esperas para coger el bañador?
Nuestro top playero
Para ubicarnos, hemos pensado que lo mejor es hacer un top con las playas que más nos han gustado. En total son más de 120 playas, muy distintas entre si, entre las que puedes encontrar desde largas playas de arena dorada, hasta recónditas calas. Si no encuentras tu playa favorita es que no has buscado bien. También os confesamos que, en gran medida, coincidimos con los canariones– habitantes de Gran Canaria-:
1.- Maspalomas
Las hay muy populares, como la larga lengua de arena de Maspalomas. Una enorme línea de arena blanca que parte de la Playa del Inglés y llega hasta tocar el pie del gran faro de Maspalomas, tras bordear un desierto de dunas que baña la costa sur de la isla.
2.- San Agustín
En el sur, playa familiar y muy tranquila.
3.-Amadores
Ideal para venir en familia. También está en el sur, y hay buen tiempo prácticamente todo el año.
4.- Puerto de Mogán
Es pequeña e ideal para desconectar de la rutina. Está bien habilitada para venir con niños.
5.- Las Canteras
Reconocida como una de las mejores playas urbanas de España.
6.- Puerto Rico
O si lo prefieres puedes dejarte arrastrar por la animación de este tradicional enclave turístico, uno de los lugares con mejor clima de todo el país.
Te espero en el agua
En Gran Canaria las condiciones de viento y mar son ideales para la práctica de deportes acuáticos como la vela, el windsurf, el surf, o la pesca de altura. Por eso son cada vez más los que se dejan llevar por los placeres de la práctica del bodyboard, en forma de surf y windsurf. Aunque en los últimos años también se ha extendido mucho el kitesurf, deporte de deslizamiento muy recomendable que consiste en el uso de una cometa de tracción -kite, del inglés-, que tira del deportista. La situación geográfica de Gran Canaria es ideal para la práctica de estos deportes ya que gracias a los vientos alisios, las olas son, o bien de tamaño medio –ideales para los que empiezan- o de gran tamaño –ideales para los surferos más experimentados-.
Pero si lo que te gusta es la observación del fondo marino, te recomendamos que practiques buceo bajo sus cristalinas aguas. Hay varios puntos de inmersión por todo el perímetro geográfico, como Pecios de Mogán, Arrecife artificial de Arguineguín, Taliarte o Las Merinas. Pero si quieres disfrutar del buceo de una forma más libre, siempre puedes practicar el snorkel.Os recomendamos que alquiléis un coche y os perdáis por la costa. De todos modos os diremos un secreto: Risco Verde, Caleta Baja y Sardina son ideales para empezar. Toda la información sobre los clubs y escuelas de buceo aquí.
Con niños
Ciertamente Gran Canaria cuenta con muchas posibilidades si te planteas las vacaciones para disfrutarlas en familia. En la isla hay de todo para disfrutar con los niños. Uno de los planes perfectos para ellos, es sin duda la playa. Recomendamos la enorme extensión de dunas de Maspalomas y las calas de la costa de Mogán. Allí, triunfaremos seguro, porque, ¿acaso hay algo mejor que agua con olas y arena infinita para hacer castillos y carreteras para jugar con cochecitos? Pues, aunque parezca mentira, sí. También se puede disfrutar de un paseo en camello; o pasar todo el día en Sioux City, un parque temático dedicado al lejano oeste. ¿Qué niño no ha jugado alguna vez a indios y vaqueros? O si te van las emociones fuertes puedes viajar en submarino, o ir a ver delfines al sur de la isla, o incluso viajar al sorprendente mundo de Palmitos Park, un parque en el que poder admirar especies como marabúes, calaos cariplateados, emúes, ualabis o dragones de Comodo en un entorno de naturaleza tropical.
Otra apuesta segura es hacer un tour por toda la isla, para conocer de primera mano la variedad de su paisaje. El bus turístico de la capital pasa por lugares emblemáticos de la isla como Vegueta, el casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria, un barrio de más de 500 años de antigüedad, en el que puedes hacer una parada para reponer fuerzas en alguno de sus bares de tapas. ¡Ah! y no dejes de visitar la que fue casa de Cristobal Colón, en la última parada que realizó antes emprender su mítico viaje hacia Las Américas.
La cita que no te puedes perder
Son días de playa, y un elemento primordial para el remojo es, sin duda, el bañador. Os recomendamos que no os perdáis Gran Canaria Swimwear Fashion Week 2015, evento en el que más de 40 marcas mostrarán sus diseños en tres intensos días de desfiles. Se trata de una pasarela que se ha convertido ya en un escaparate al mundo de la moda de baño para firmas de todo el Archipiélago que comparten escenario con marcas nacionales e internacionales de primer nivel. El evento tendrá lugar en Meloneras (Plaza de las Convenciones s/n), en el municipio de San Bartolomé de Tirajana del 18 al 20 de junio.
¿A qué esperas para disfrutar de las playas de Gran Canaria? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto e imágenes de Turismo de Gran Canaria
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8 coctelerías para beberse Ibiza
Con el fin de conocer de primera mano qué hace de Ibiza un lugar tan especial, hemos recorrido la isla en busca de los bares con las vistas más privilegiadas. Su singular geografía y naturaleza hacen que cualquier cóctel sepa mejor al pie del Mediterráneo. Y es que a veces las cosas más simples de la vida son las más maravillosas.
Blue Marlin Ibiza
Si lo tuyo es tomarte un cóctel en primera línea de playa y luego alargar tu estancia hasta bien entrada la noche, Blue Marlin es tu sitio. Tras 13 años de actividad se consagra como uno de los beach club más vanguardistas del panorama ibicenco. Cuenta con una programación semanal de eventos muy completa, un menú gastronómico que apuesta por los productos locales y la alta cocina y una amplia selección de cócteles de la casa. Escoge una de sus confortables tumbonas y déjate mimar por un día.
Nassau Beach Club
Nassau es el único beach club de Ibiza incluido dentro de la prestigiosa lista internacional de The World Finest Clubs. Un espacio donde la exclusividad y el entretenimiento están asegurados durante toda la jornada. Ya sea en el lounge o en la misma playa, el cóctel siempre es una buena elección para acompañar esos ratitos de relax frente al mar. Date un capricho y déjate llevar por esta experiencia inolvidable en uno de los enclaves más de moda en la isla.
Nikki Beach Ibiza
Imagínate tumbado en una cama balinesa, con la piscina y la playa a pocos metros de ti y un selecto surtido de cócteles a degustar. No pinta nada mal, ¿verdad? Nikki Beach Ibiza se ha hecho un hueco entre los beach club de la isla gracias a su excelente servicio y un menú gastronómico de inspiración internacional. La oferta de ocio es otro de sus grandes platos fuertes del verano, con eventos temáticos programados a lo largo de toda la semana.
Guaraná Salinas Beach Club
Rodeado de naturaleza virgen en la Reserva Natural de Ses Salines, Guaraná tiene una ubicación excepcional. Desde tu hamaca podrás ver Formentera en el horizonte al tiempo que desconectas y te relajas con música de ambiente de fondo. Dispones de servicio de restaurante de estilo mediterráneo con pescados frescos del día, arroces y carnes que maridan a la perfección con todos sus cócteles.
Cotton Lounge
Si prefieres no alejarte de la ciudad pero sin perder el placer de la brisa del mar rozando tu piel, la mejor opción es Cotton Lounge Club, un elegante y sofisticado establecimiento con una terraza al aire libre y unas vistas panorámicas de la isla de Formentera y la costa sur de Ibiza, ¿qué más se puede pedir? Pues desde un tradicional Bloody Mary a un Margarita de Guayaba, tienes muchas opciones a elegir. La decisión es tuya.
Kumharas
Punto de encuentro clave para ver una de las mejores puestas de sol de todo el mundo, Kumharas es un bar&restaurante a pie de playa con un encanto sin igual. Su esencia hippy y el respeto e inclusión de culturas alternativas en su programa de actuaciones hacen de él un gran atractivo. Otro aspecto que sin duda destaca en su decoración es la torre de defensa contra los piratas, símbolo de la historia de Ibiza, que se puede encontrar a lo largo y ancho del territorio insular.
Golden Buddha
El color anaranjado del atardecer cubre el cielo de la extensa terraza de Golden Buddha. Un chill out frente al mar, muy acogedor, con sofás y camas balinesas desde las que contemplar la bella puesta de sol y en el que se pueden probar un gran abanico de platos exóticos de procedencia internacional. Junto con uno de sus reconocidos mojitos, claro, premiados como los mejores de Ibiza.
S’Escalinata
¿Quieres tomarte un cóctel elaborado con fruta fresca en el interior de la mágica Dalt Vila, la ciudad amurallada de Ibiza? S’Escalinata es totalmente diferente a lo que hemos visto hasta ahora. Es más informal, casual y desenfadado que el resto de los bares y tiene algo que encandila. Puede ser el hecho de que no hay sillas, sino que a base de cojines y pufs se adapta a la propia estructura de este espacio declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Desde las escaleras podrás observar la ciudad a tus pies.
Reserva tu Vueling a Ibiza aquí y anímate a disfrutar de la belleza natural de la isla cóctel en mano.
Texto de Maricarmen Cruz de Gastronomistas.com
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