A 30.000 pies por viajeros para viajeros

5 RAZONES PARA VISITAR SANTIAGO DE COMPOSTELA

Hay muchas maneras de visitar Santiago, muchos puntos de vista desde los que acercarse a una ciudad como hay pocas en el mundo, mágica, pintoresca y repleta de encantos para todos los gustos.

Santiago de Compostela es una de esas ciudades que siempre sorprenden gratamente al viajero. Muchos llegan tras haber recorrido a pie cientos de kilómetros en ese periplo complejo y emotivo por España (y por nosotros mismos, esto es siempre lo más duro) que supone el Camino de Santiago; otros llegan felizmente descansados y vestidos de domingo. Y siempre ocurre lo mismo: ponen los pies en esta ciudad que no se parece a ninguna otra y ocurre que se enamoran.

De sus calles. Que si hace sol imaginas cómo deben ser cuando son lluviosas y grises y te gustan todavía más; de sus habitantes simpáticos y habituados a tratar con viajeros; de sus placitas empedradas, sus tascas de siempre, las iglesias, los museos, los monumentos, de ese halo de misticismo que ha acompañado a la ciudad durante siglos y que, por suerte, parece que sigue gozando de buena salud.

Hay muchos, muchísimos motivos para visitar Santiago e imaginar que dejamos atrás de un plumazo nuestra vida actual. Y es que, ¿para qué están los viajes si no es para imaginar otras vidas?

1. Porque la ciudad entera es Patrimonio de la Humanidad

El legado artístico y arquitectónico de Santiago es espectacular para una ciudad de apenas 96.000 habitantes, que presume de una de las catedrales más bonitas de España. Este templo, que supone uno de los mayores exponentes del arte románico en todo el país, acoge el sepulcro del apóstol Santiago, que fue descubierto en la Edad Media y convirtió a la ciudad en uno de los principales centros de peregrinación del mundo. La fachada en la Plaza del Obradoiro es sobrecogedora, como también lo son otros edificios que encontramos en la misma plaza y sus alrededores, que han hecho de la ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO desde 2015.

Visitar el centro de Santiago es un no parar de reliquias artísticas y arquitectónicas: el Museo Catedralicio, el Convento de San Francisco o el Monasterio de San Martín Pinario son algunos de los imprescindibles. Después, lo mejor es perderse por sus calles empedradas y por sus placitas escondidas, entrar en sus tiendas de artesanía y dejarse llevar por el flow de la ciudad bajo las arcadas de algunas calles de su casco antiguo. Cuando estemos cansados de asfalto (en este caso de piedras), nada mejor que acercarse a uno de los lugares más bonitos de la ciudad, el Parque de la Alameda, desde el que contemplar el ajetreo del casco antiguo entre frondosos árboles y con ese frescor tan característico que nos brinda siempre Galicia, también en verano.

2. Por su rica gastronomía

Los amantes del buen comer siempre disfrutan de lo lindo en Galicia, y ciudades como Santiago son muy representativas de todo lo que ofrece esta tierra en materia gastronómica. Santiago son bares, tascas y tabernas donde conviven felizmente locales y viajeros, personas de todas las generaciones aglutinadas ante una tapa de pulpo o unos buenos pimientos del Padrón. Pese a que hoy en día ha perdido empaque, en su época hubo una ruta llamada París-Dakar, que comenzaba en un bar llamado París y acababa en otro llamado Dakar, y consistía en tomar una copa y una tapa en cada uno de los establecimientos que separaban ambos. La risa, evidentemente, estaba servida, así como el buen comer y beber característicos de la ciudad.

En el casco histórico encontramos gran parte de la oferta gastronómica de la ciudad: Rúa do Franco, Raíña, zona de San Agustín y el tradicional Mercado Praza de Abastos y la Rúa de San Pedro, otra zona muy frecuentada por los compostelanos. Además, en los diferentes barrios de la ciudad se pueden encontrar restaurantes en los que prima el cuidado del producto local.

3. Para pasear por una ciudad universitaria

Que Santiago sea una ciudad universitaria influye decisivamente en ese halo que, sin saber explicarlo, recorre la ciudad desde sus afueras verdes y onduladas a su centro histórico repleto de recovecos. La ciudad huele a libros de viejo y destila ese silencio particular de las bibliotecas pese a su centro abarrotado y es, a nuestros ojos, un lugar en la que todo el mundo es joven aunque no lo sea. Es una de esas ciudades donde sus habitantes vienen y van, donde nadie es de Santiago y a su vez todo el mundo lo es un poco y presume de una agenda de actividades culturales que ya le gustaría a otras ciudades mucho más grandes. Ahí están el Centro Gallego de Arte Contemporáneo o el Museo do Pobo Galego, así como numerosas librerías y galerías donde profesores, estudiantes y, en definitiva, cualquiera que esté dispuesto a entrar en las entrañas de esta ciudad en la que siempre pasan cosas se dan cita alrededor de numerosas actividades artísticas y culturales. La marcha nocturna también está a la altura sea cual sea tu edad (los profesores, en Santiago, también salen).

4. Por disfrutar de una Ciudad Verde

Santiago de Compostela se encuentra entre las ciudades más verdes de España gracias a sus numerosos parques dispersos tanto por la ciudad vieja, la más concurrida, como por la nueva. Los 85.000 metros cuadrados de la Alameda, con la preciosa Carballeira de Santa Susana, así como el Parque de Bonaval, el Parque de la Música o el Parque de Galeras son algunas de las zonas verdes que encontramos en la ciudad, que tiene también en sus alrededores numerosas rutas de senderismo para adentrarnos en la naturaleza más hermosa y verde a apenas unos minutos del núcleo urbano de Santiago. Además podremos caminar por la orilla de los dos ríos que atraviesan la ciudad: el Sar y el Sarela, que hacen de Santiago una ciudad pensada para pasear, para recorrerla a pie sin prisas parando según sople el viento en alguna de sus plazas o sus tiendas.

5. Por su arquitectura contemporánea

Otro de los grandes atractivos de Santiago, sin duda una de las piezas de ese gran puzzle que conforma la ciudad y sin las cuales nunca sería como es, son sus ejemplos de arquitectura contemporánea. Es curioso cómo convive en paz con la historia y la tradición para dar lugar a un resultado fascinante. Los ejemplos de arte, diseño y arquitectura contemporáneos que caracterizan Santiago no solo son bellos por sí mismos, sino también un buen ejemplo del talante de una ciudad que mira al futuro sin dejar de mirar al pasado y que, no sabemos cómo, hace las dos cosas la mar de bien. El Centro Galego de Arte Contemporánea, el Auditorio de Galicia o la Facultad de Periodismo son algunos ejemplos de este talante. Por no hablar, claro, de la joya de la corona: la Cidade da Cultura, un polo cultural de gran envergadura que abarca todas las disciplinas y que cuenta con diferentes instalaciones culturales y que conviene visitar de vez en cuando simplemente para ver qué se cuece.

Así pues, sobran los motivos para poner un pie en Santiago. ¿Volamos?

Más leídos

Los mejores parques naturales de Europa

De Reino Unido a Finlandia pasando por Islandia, Croacia, Italia …

+ info

5 DESTINOS ORIGINALES PARA UN FIN DE SEMANA (MÁS A…

¿Buscas un destino diferente para una escapada? ¿Te apetece descu…

+ info

IDEAS DE DESTINO EN ESPAÑA PARA VIAJAR CON NIÑOS

¿Ganas de una escapada familiar? Te proponemos algunos destinos “…

+ info