7 destinos que triunfarán este verano (2023)
Si todavía no sabes adónde ir este verano, te lo ponemos fácil. Aquí tienes unas cuentas ideas de destinos que, más o menos conocidos, darán que hablar este año.
+ info¿QUIERES VIAJAR SOLA (POR PRIMERA VEZ)? 3 IDEAS DE DESTINO
Londres, París y Amsterdam: tres destinos para viajar sola por primera vez a los que querrás volver una y otra vez.
+ infoJulio Cortázar y el París de Rayuela
Aunque muchos entendidos la hayan tachado de “antinovela” es indudable que Rayuela ha marcado a diversas generaciones desde su publicación y que gracias a ella Julio Cortázar se convirtió en un referente literario del que ahora celebramos el centenario de su nacimiento. Si tu también quedaste prendado de Maga y de esta aventura parisina sin igual, nuestra ruta por la capital francesa te ayudará a rememorar los mejores momentos de la historia de Horacio Oliveira.
"¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico"
Quai de Conti: La novela, igual que nuestra ruta, empieza por la rue de Seine, Quai de Conti y el Pont des Arts, lugares donde Horacio y Maga se encontraban y de especial simbolismo para el autor dada su localización céntrica de este recorrido que nos lleva por la orilla izquierda del Sena.Nuestro protagonista también menciona la Biblioteca Mazarine, situada justo al lado del arco y que es la más antigua del país.
Pont des Arts: Como conexión entre el Institut de France y el Louvre (llamado entonces Palacio de las Artes), se encuentra este céntrico puente de hierro que sirve de localización de una borrachera de Oliveira relatada en la primera parte de el libro. Ahora plagado de candados que prometen amor eterno, las panorámicas que ofrece de la Isla de la Cité y los diferentes puentes es una de las imágenes más bellas que nos podemos llevar de la ciudad.
El Museo del Louvre: Aunque Rayuela esté cargada de referencias culturales, cuando hablamos de artes plásticas el museo del Louvre es la única referencia que Cortázar nos da de una ciudad tan importante en este ámbito. El museo de arte más visitado del mundo se cruza en nuestro camino después de pasar por el Pont des Arts. Un imprescindible para todo visitante que se precie gracias a sus extensas colecciones y obras maestras como “La Gioconda” de Leonardo da Vinci y un magnífico edificio al que en los años ochente se le sumó una magnífica pirámide acristalada digna de visitar.
Rue du Jour: Los últimos compañeros de Horacio por la ciudad, los vagabundos, se alimentan gracias al plato de sopa que allí reciben. A los pies de la Iglesia de Saint Eustache, los sin techo todavía reciben alimentos en esta misma calle ubicada en Les Halles, una área ajardinada en pleno centro donde se encuentran dos lugares por los que también pasaremos.
Restaurante "Au chien qui fume": Situado en la rue du pont neuf, este es uno de los cafés que se nombran en el capítulo 132 y sirve también de parada a Etienne y Horacio en su camino al hospital para visitar a Morelli. Se trata de un restaurante típico francés con una decoración elegante y tradicional y una cuidada selección culinaria. Siguiendo por esa misma calle, llegamos a nuestro siguiente destino...
Pont Neuf: A pesar de que se llame puente nuevo es justamente todo lo contrario, el más viejo. Aquí decimos adiós a Horacio y la Maga en este itinerario.Compuesto por arcos, el puente tardaría casi 30 años en ser construido y durante el siglo 18 fue el centro del crimen y el comercio de la ciudad. Así, atravesándolo regresamos a la orilla izquierda del Sena en la que nos quedaremos.
Rue Dauphine: Parte del apartado de capítulo prescindible, Pola, la amante francesa de Horacio vive en esta calle y ya con ello tenemos suficiente para visitarla . Continuación natural de la calle del Pont Neuf, fue nombrada así en honor del delfín de Francia, hijo de Henri IV.
Rue de la Huchette: Otro de lo lugares en lo que Horacio imagina que su amada puede estar. Imprescindible calle peatonal con numerosos lugares de interés como el Teatro de la Huchette y el Caveau de la Huchette. Lo atravesamos desde el Bulevar Saint-Michel hasta llegar a la rue du Petit-Pont antes de dirigirnos a la Catedral de Notre-Dame.
Notre Dame: La casualidad vuelve a unirles en este emblemático lugar de la ciudad, una de la catedrales francesas de estilo gótico más bellas y visitadas cuya construcción se completó en 1345 y que está situada en la pequeña isla de la Cité. ¿Quién no conoce a Notre Dame y a su famoso jorobado? Ya sea el Quasimodo de Victor Hugo o el de Disney, sus gárgolas están grabadas en el imaginario colectivo.
Rue du Sommerard: La calle donde vive Horacio Oliveira y una de la más antiguas de la capital a través de la cual ya en la época romana se accedía a la termas de Cluny. Dando al famoso boulevard de Saint- Germain, Sommerand es sin embargo relajada y perfecta para pasear tranquilamente.
Rue Valette: Lugar mágico para nuestra pareja, ya que en uno de sus hoteles se consumó su relación por primera vez y dónde Horacio llevaría también a Pola. Rue Valette está en el barrio de la universidad de la Sorbona y es una prolongación de la Rue de Carmes y centro neurálgico de la vida estudiantil de la ciudad.
Rue Monge: Uno de lo lugares donde se cree que vive la Maga una vez separada y con su hijo Rocamadour muerto. Se trata de una importante vía ubicada en la zona universitaria de 5 distrito de París.
Rue Monsieur Le Prince: El incomprensible azar pasa también por esta calle que solía ser un camino y que acaba en la Plaza Edmond Rostand junto al bulevar Saint-Michel. Cabe resaltar también este emplazamiento ya que aquí está el restaurante Polidor en el que se desarrolla el inicio de "62 Modelo para armar" de Cortázar además de ser imprescindible en la ruta si queremos llegar a Odeon.
Rue l’Odéon: Recordamos con Horacio parte de su relación con la Maga comiendo en el Carrefour de l’Odeon y paeando con bicicleta por Montparnasse.El imponente teatro de l’Odéon da nombre a esta calle y barrio de agitada vida diurna y nocturna en el que encontramos bares, cafés y restaurantes para todos los gustos. Desde aquí cogemos ahora la calle Saint-Sulpice que nos lleva a nuestro siguiente destino.
Rue de Tournon: Lugar donde hacemos el paseo completo volviendo a su casa de Madame Trépat acompañada por Horacio.Aunque tradicionalmente esté compuesta de antiguas librerías, numerosas tiendas de moda de alta gama se han ido estableciendo en los últimos años.Es una de la más prestigiosas, presidida por el miso Senado y que cruza la calle Saint- Sulpice por dónde llegamos al final de la ruta. Mario Vargas Llosa vivió también aquí.
Cementerio de Montparnasse: Nuestra última parada lo es también en el último capítulo de Rayuela, donde Horacio tira un papelito y donde también fue enterrado el mismo Julio Cortázar. Acabamos de esta manera en el corazón del barrio de Montparnasse, en este romántico lugar que fue inaugurado en 1824 convirtiéndose en el segundo de la ciudad con innombrables personajes descansando en sus tumbas como Simone de Beauvoir, Samuel Beckett o Jean Paul Sartre.
Imagen de Henri Marion
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+ infoUna ruta por Lille
Mencionar que te vas de viaje a Lille [Lil] y que pregunten dónde está es una consecuencia inevitable. Cerca de la frontera de Bélgica, no puede estar mejor comunicada: a 20 minutos de Bélgica, 1 hora de París y 1h20’ de Londres. Lille es la unión perfecta entre lo francés y lo flamenco.
Arras
Estuvimos 3 días de viaje y nos dio tiempo hasta de visitar Arras. Llegamos un martes y directamente (con un conductor camicace que corría más que Fernando Alonso) nos llevaron a Arras. Una ciudad (pequeñita) que durante 4 años fue destruida por la guerra (como está en el norte y la frontera) y está restaurada entera. Nos llevaron por los túneles donde durante 10 días estuvieron miles de soldados, el museo donde tienen las carrozas del Palacio de Versalles,… Ohhh, eran espectaculares (los ricos, aunque fuera hará 600 años, ya vivían como auténticos reyes y privilegiados del s. XXI).
Las carrozas estarán hasta noviembre de 2013 en el museo de Bellas Artes de Arras: trineos esculpidos con forma de animales, sillas de mano y arreos de caballos, como los coches del cortejo de la boda de Napoleón I, la carroza de la coronación de Carlos X o el impresionante carro fúnebre de Luís XVIII. Impresionante literalmente: estábamos fotografiando la carroza más grande del museo (tuvieron que entrarla por piezas), al girarnos y ver la carroza fúnebre, nos asustamos. ¿Una curiosidad? Las carrozas de los niños iban tiradas por… ¿ponis? No. Por cabras. Una maravillosa exposición que jamás dejaríamos de recomendar.
El campanario del ayuntamiento es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y no nos extraña. No dejéis de subir y, además de contemplar la panorámica, daros la vuelta y palpad el campanario con el inmenso reloj. Si tenéis la suerte de que las campanas repiquen justo cuando estáis bajando la escalera de caracol, veréis qué intenso y ensordecedor es. Es aquí donde están los túneles de piedra donde los soldados se escondieron. Lo interesante es la historia y lo que emana un lugar así.
Para ver todo esto habréis pasado por la Gran Plaza. Destruida en la Primera Guerra Mundial, esta plaza de estilo barroco-flamenco es una maravilla arquitectónica. Cada miércoles y sábado por la mañana podemos disfrutar del mercadillo. Además, si llueve no hay problema: los arcos que dan la vuelta a toda la plaza hacen que el mercadillo se pueda trasladar a una zona cubierta.
Lo interesante es que no sólo lo exterior de la plaza es llamativo. Cuenta con dos pasos subterráneos en el que, el primero estaba reservado en su día a las caballerizas y, el segundo, servía de despensa, refugio y enfermería durante los bombardeos de 1944. Cinco horas dieron para bastante, ¿no creéis?
Transporte
Al día siguiente ya amanecimos en Lille. La ciudad cuenta con dos líneas de metro. No las cojáis, no hace falta. Recorred las calles y disfrutad, para empezar, de su arquitectura. No es necesario gastar tiempo y dinero en el metro. Podréis ver que tienen un sistema de bicing como en muchas ciudades. Os aconsejamos que alquiléis una antes que utilizar su bicing, es muchísimo más barato. Si alguien quiere hacer la ruta del bus turístico, mejor que no. Casi 1 hora en la que, de lejos, ves todo. Pero que con una mañana a pie ya puedes disfrutar de cada uno de esos rincones. Eso sí, comprobamos la paciencia de los ciudadanos de Lille: a las 10:15 de la mañana un camión descargando; después de casi 15 minutos no había pitado ni un coche; pero ni un ligero intento, nada. Santa paciencia.
Salir (comer y beber)
Comer bien en Lille y que sea barato cuesta. Lo mejor que se puede hacer es ir a una de sus típicas tabernas en las que ofrecen la comida a sus trabajadores y, en cada una de ellas, elaboran su propia cerveza. ¿Os gusta la cerveza? Las tabernas de Lille os encantarán.
Estaminet es un ejemplo de taberna buena, bonita, barata. ¿Sus ensaladas? Las individuales son como para dar de comer a 3 personas. ¿Su plato típico? Carne cocinada con su cerveza de elaboración artesanal y patatas es una delicia a prueba de los más comilones. Además, tienen un plato que se servía (aún hoy también) frío y en gelatina: con varios tipos de carne, es un plato para reponer fuerzas seguro. De postre, como en cualquier restaurante de la ciudad (tenedlo en cuenta), o pides un café o un café gourmet: te ponen el café y una tabla con 4 mini postres. Mmmmm… Definitivamente es algo que hemos de importar ipso facto. Chicorée es el lugar ideal para beber cerveza y probar su crème brûlée. Deliciosa.
Si su café gourmet no os es suficiente, no dudéis acercaros a Meert: una de las pastelerías más antiguas del país, funciona desde 1761 haciendo que pasar por delante sea irresistible. No se ve, pero dentro tiene dos salones en los que poder tomar a cualquier hora del día cualquier de sus dulces. ¿Lo típico? El gofre de vainilla y caramelo. Pero avisar que no es tal cual lo conocemos nosotros, sino más fino y siendo dos los gofres los que envuelven a la vainilla y al caramelo.
La rue Solferino es la calle donde están la mayoría de pubs y discotecas de Lille. Pasearse por el barrio de Vieux y no tomarse una de sus cervezas en cualquier de los lugares que encontraréis es casi imposible.
Visitar
Respecto a lo que no os podéis perder y que es una muestra de saber aprovechar un espacio es Le Piscine. Una piscina que iban a derrumbar transformada en museo: escultura, pintura y colecciones de ropa son ordenadas y estructuradas con tal orden lógico que es impresionante. Un lugar que, aunque no lo hubieran convertido en museo, es digno de visitar: su enorme piscina, los baños de hombres y mujeres, el primer jacuzzi y las salas de ducha transmiten la historia de todo lo que se vivió dentro. Una maravilla.
Lo mejor de todo es que, en el centro, podréis encontrar: la Ópera, la Bolsa, la arquitectura francesa y flamenca (la distinguiréis por sus colores típicos, el dorado y el ladrillo rojo) y su fuente y estatua de mujer que preside la plaza.
Antes de llegar al Museo del Hospicio Comtesse de Lille (hospicio y orfelinato del s.XV), un museo intacto y al que os aconsejamos una hora antes de su cierre (sino, se molestan y sólo te dejan ver dos habitaciones), os aconsejamos entrar a la catedral Notre-Dame de la Treille, situada en el barrio antiguo de Lille, es la fachada principal más poco agradable que hemos visto en mucho tiempo. Seguramente no os decidáis a entrar. Mal. El interior de la catedral esconde una vista de la fachada que no os vamos a desvelar. Vale la pena entrar. Os sorprenderá cómo una fachada más propia de una industria puede llegar a ser sorprendente.
Tiendas y mercadillo (el más grande de Europa)
En la Gran Plaza, Furet du Nord se encuentra la librería más importante de Europa. Chafardeadla. Es difícil no encontrar un libro que ni siquiera conocíais.
Ombre Portées es una perfumería muy especial. Para los sibaritas de los olores, es la perfumería más exclusiva del norte de Francia: todo aquello que no se incluye en el circuito comercial, aquí lo tienen. Una atención personalizada y una selección de olores y perfumes que, si os gusta este mundo, pasad y preguntad. No os quedéis con las ganas.
Philippe Olivier es una quesería que pasa inadvertida. A 30 segundos de la pastelería Meert, una calle pequeñita hace que pases por su lado y sea inadvertida. Pequeña y con la mejor selección de quesos de Lille, nada como entrar, dejarse aconsejar y llevarse un queso de vicio.
En la Plaza del Concert cada domingo por la mañana se puede disfrutar de un mercado típico de la zona. Ciudad universitaria en invierno, si con todo lo que os hemos explicado no tenéis suficiente, el primer fin de semana de septiembre Lille acoge el mercadillo más grande de Europa. Sí, sí. El más grande con 100 km de extensión, 10.000 vendedores y una tradición: comer mejillones con patatas. Sin duda, en septiembre estaremos.
Por Elisa G Martin
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