Florencia es una de las ciudades más hermosas del mundo, gracias a su riqueza monumental y arquitectónica y a la belleza de sus calles y plazas.
Dicen que el bueno de Stendhal casi enloquece la primera vez que llegó a Florencia, ya que experimentó una serie de síntomas físicos –conocidos ahora como estrés del viajero o Síndrome de Stendhal– al entrar en contacto con tantas obras de arte de extraordinaria belleza. Lo cierto es que cuando uno aterriza en la ciudad italiana es fácil ponerse en la piel del escritor francés, ya que tenemos la sensación de que la belleza nos persigue, de que en cada rincón encontramos detalles que nos recuerdan el pasado majestuoso de una ciudad que no ha perdido ni una pizca de su magia.
Florencia es un destino perfecto para escaparse un fin de semana, puesto que además es pequeña y fácil de recorrer, se come estupendamente y presume también de una frenética vida nocturna. Hay mucho que ver y recorrer, pero para empezar aquí van 10 imprescindibles.
1. Duomo
La iglesia de Santa Maria del Fiore es una de las catedrales más bellas de Italia (con permiso de la de Milán). La experiencia de llegar a la placita que la acoge y tenerla ante nuestros ojos es difícil de igualar, tanto si nos interesa el arte como si no, pues es de una belleza sobrecogedora. Es, además, una de las más grandes de Europa y recorrerla por dentro no tiene precio: no hay que abandonar la ciudad sin subir a la cúpula de Brunelleschi y contemplar la ciudad desde lo alto. Completan el complejo monumental el Campanille de Giotto y el Battistero de San Giovanni.
2. El David, de Michelangelo
Pese a que hay un David fake en la Piazza de la Signoria que también merece una visita, el verdadero David de Michelangelo se encuentra en la Galleria de l’Accademia. Pese a que esta icónica escultura es el hit de este museo, visitarlo por dentro es todo un placer, ya que acoge importantes obras, desde El Rapto de las Sabinas, de Giambologna, hasta otras de Perugino o Botticelli. Sus imponentes salones son también todo un reclamo por sí solos.
3. Piazza de la Signoria
Una de las plazas más importantes de Florencia es la de la Signoria, perfecta para detenerse a tomar un cappucino y contemplar sus numerosos palacios y monumentos. El Palazzo Vecchio, el Uguccioni, la fuente de Neptuno y diversas estatuas de Bandinelli son algunos de los principales puntos de interés.
4. Galleria degli Uffizi
A pocos pasos de la Piazza de la Signoria, encontramos este espectacular museo ubicado en un palacio acristalado con bonitas galerías, las cuales acogen obras de arte que forman parte de nuestro imaginario colectivo. Desde Boticelli (La Primavera y El nacimiento de Venus se encuentran aquí) a Velázquez, El Greco, Caravaggio, Da Vinci, Raffaello o Michelangelo son algunos de los grandes nombres que encontramos en la Galleria degli Uffizi.
5. Iglesia y Plaza de la Santa Croce
Tanto la Basílica de la Santa Croce como la plaza que la acoge (con el mismo nombre) son un derroche de belleza que abruma al viajero. Es la iglesia franciscana más grande del mundo y acoge, entre otras cosas, un imponente panteón con más de 300 tumbas. En el conjunto de iglesia, claustros y museo se pueden admirar obras de Arnolfo di Cambio, Cimabue, Giotto, Brunelleschi, Donatello o Vasari, entre otros.
6. Ponte Vecchio
Si hay una imagen icónica de la ciudad italiana es, sin duda, la del puente medieval sobre el río Arno, que fue construido bajo el mandato de Carlomagno. En los siglos XV y XVI sus casas colgantes estuvieron ocupadas por carniceros y matarifes pero, cuando la corte se mudó al Palacio Pitti, Fernando I ordenó cerrar las tiendas por el mal olor. Actualmente están ocupadas por joyeros y orfebres y es toda una experiencia recorrer sus puestecillos mientras se disfruta del atardecer en la ciudad.
7. Giardini dei Boboli
Diseñados (como casi todo en Florencia) por los Medici, los Giardini dei Boboli no solo son perfectos para alejarnos del barullo del centro y disfrutar de un rato de paz y naturaleza, sino también para seguir disfrutando de obras de arte de excepción. A sus numerosos jardines, grutas y fuentes, hay que añadir la belleza del Palazzo Pitti, otra visita imprescindible. Para acceder a ellos hay que atravesar el Ponte Vecchio y acceder al barrio de Oltrarno, muy interesante para pasear lejos de la Florencia más turística.
8. Mercato Nuovo
Este mercado al aire libre se conoce también como Mercato del Porcellino (por la estatua del jabalí que acoge) y data del siglo XVI. En la actualidad se venden flores, souvenirs y artículos de cuero a buen precio.
9. Piazzale Michelangelo
Esta plaza (a la que se puede acceder en autobús) tiene el honor de acoger las mejores vistas panorámicas de la ciudad. Lo mejor es visitarla cuando se pone el sol y disfrutar del atardecer entre numerosas obras de homenaje a Michelangelo: encontremos, entre otras cosas, una copia del David. Si tenemos tiempo, nada mejor que continuar ascendiendo hasta llegar a la Basílica de San Miniato, un buen ejemplo del románico florentino.
10. Santa Maria Novella
Junto a la estación de tren encontramos esta iglesia, una de las más importantes de la ciudad, declarada Patrimonio de la Humanidad. Su fachada de mármol se encuentra entre las obras más importantes del Renacimiento florentino y en uno de sus nichos, Boccaccio ambientó uno de los relatos del Decamerón.