Vueling estrena ruta a El Cairo desde París y Barcelona, una ciudad mágica que nos sirve de puerta de entrada para descubrir un país fascinante.
Si disponemos de unos días por delante y tenemos ganas de cambiar por completo de aires y conocer un lugar fascinante, ha llegado la hora de reservar vuelo a El Cairo. Esta ciudad bulliciosa y frenética, que atrapa desde el primer momento, nos habla todavía de un pasado glorioso, de una historia trepidante que se palpa en cada uno de los rincones de sus ajetreadas y caóticas calles.
Necesitaríamos una eternidad para descubrir todos los secretos de una urbe con más de 20 millones de habitantes (la más poblada de África), pero si nos organizamos bien bastarán 2 o 3 intensos días para descubrir los rincones más interesantes de El Cairo. Así pues, aún nos sobrarán unos cuantos días más para poner rumbo a otros rincones de Egipto igualmente espectaculares, desde Lúxor a Alejandría o el Canal de Suez.
Día 1: Pirámides, necrópolis y más en El Cairo
Empezamos nuestro periplo por El Cairo y lo primero que nos asombra es el caos de tráfico y ruido. Pero no te preocupes: poco a poco, a medida que pasen las horas, nos irá cautivando. Lo mejor para calentar motores es dirigirnos a las Pirámides de Giza, un complejo funerario formado por 3 pirámides que fueron tumbas de los faraones Keops, Kefren y Micerinos. También podremos visitar la Esfinge, esculpida nada menos que en el siglo XXVI a. C.
Es conveniente contratar una excursión de 1 día completo con guía que nos lleve además a la pirámide de Zoser, en Saqqara, considerada la primera del mundo y cuya estructura escalonada nos dejará con la boca abierta. Seguimos la ruta por el Antiguo Egipto desplazándonos a un lugar imprescindible si visitamos El Cairo: Menfis, que fue la antigua capital de Egipto y es un auténtico museo al aire libre que no conviene perderse. De entre todos los monumentos muy bien conservados, destaca la estatua gigante de Ramsés II, de 16 metros de longitud.
Si acabamos la jornada enamoradísimos de las pirámides y tenemos ganas de más, es conveniente saber que a apenas una hora al sur de El Cairo encontramos las de Romboidal y Roja, en Dahshur, igualmente hermosas pero mucho menos turísticas, sin aglomeraciones ni camellos.
¿Nuestra recomendación? Contrata un tour guiado y sácale el máximo partido a tu visita. Así acabarás la jornada con la sensación de haber entendido mucho mejor, no solo la historia de la civilización egipcia, sino también la de toda la cuenca mediterránea. También podrás elegir alguna de las opciones que incluyen montar a camello, ¿te lo imaginas?
Día 2: El Cairo hedonista
La Plaza Tahrir es uno de los enclaves más concurridos de la ciudad, alrededor de la cual encontramos algunos de sus monumentos más importantes. Empezando por el Museo Egipcio, visita obligada que nos permitirá conocer en profundidad la historia del país y que nos cundirá mucho más si visitamos con guía. Conviene reservarle unas cuantas horas, pues su colección es muy amplia y tiene mucho que ofrecer. El bazar Khan El Khalili, el más famoso de Egipto, nos seducirá con sus colorines y sus piezas de artesanía y nos invitará a tomar un té en alguno de sus pequeños cafés y restaurantitos.
Tampoco podemos dejar de visitar la Ciudadela de Saladino, con increíbles vistas de la ciudad, que acoge también la mezquita de Alabastro. Otra visita obligada es la impresionante mezquita-madrasa del Sultán Hassan, ubicada en el centro histórico, cerca de la Ciudadela, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Día 3: Opción A. Rumbo a Alejandría
A unas 2 horas de El Cairo en autobús encontramos la imponente Alejandría, una bella ciudad portuaria en la que podremos contemplar la nueva Biblioteca, que actualmente tiene forma de disco y es un edificio moderno a rabiar. De hecho, en Alejandría hay tanto que ver que conviene madrugar para no perdernos nada, además de que así evitaremos el tráfico feroz para salir de El Cairo en hora punta.
La Ciudadela de Qaitbay fue construida con las piedras que quedaron tras la destrucción del faro de Alejandría por un terremoto, mientras que las Catacumbas de Kom el Shoqafa nos permiten empaparnos sobre los complejos ritos funerarios que tenían lugar en el Antiguo Egipto. El Pilar de Pompeyo, el anfiteatro romano o el Museo Nacional de Alejandría son otros de los imprescindibles de esta visita a la que dedicaremos una completa jornada. Si hace buen tiempo siempre es recomendable visitar sus multitudinarias playas, donde los locales se agolpan bajo sus sombrillas para pasar una jornada a remojo cuando aprieta el calor.
Día 3. Opción B: Lúxor
No podemos hablar de Egipto sin mencionar Lúxor, ubicada al sur del país, a casi 8 horas de El Cairo por carretera. Pese a que está algo lejos y muchos no tendrán ganas de coger un avión, lo cierto es que existen numerosos vuelos desde El Cairo a Lúxor, una ciudad espectacular ubicada en la orilla oeste del río Nilo, que fue la capital de los faraones en la cúspide de su poder. En Lúxor hay tanto que ver que conviene quedarse al menos un par de días: las tumbas reales del Valle de los Reyes y el Valle de las Reinas, el templo de Karnak y el de Lúxor y los colosos de Memnón son solo algunos ejemplos de la riqueza monumental que todavía hoy encontramos en esta ciudad edificada sobre las ruinas de Tebas.
Día 4: Canal de Suez
Una buena excursión de un día es la que separa El Cairo del Canal de Suez, a poco más de 2 horas por carretera. Se trata de una de las grandes obras de ingeniería del mundo, una construcción faraónica que ha cambiado la historia de la navegación en el mundo. Se encuentra en la localidad de Ismailia, donde podremos visitar también la casa de Ferdinand de Lesseps, la iglesia de la Virgen María, la mezquita de Abbas Elmi y mucho más.
Si no tenemos cuerpo para más autobuses, siempre podemos destinar el día a pasear por El Cairo, descubrir en profundidad algunas de sus bazares y restaurantes o adentrarnos en alguno de sus museos o galerías de arte. Otro buen plan para hacer en El Cairo si disponemos de un rato es subir a la famosa Torre de El Cairo, una torre de comunicaciones a 186 metros de altura. Si queremos conocer un lugar representativo de la ciudad, debemos intentar ocupar una mesa (aunque no siempre es posible, ya que suele haber mucha gente) en el popular Café de los Espejos.
Día 5: Bye bye, El Cairo
Tras varios días frenéticos de excursiones y visitas, conviene reservar la última jornada a callejear por la capital egipcia. Empezando por el elegante barrio de Zamalek, ubicado en la isla de Gezira, en el Nilo, una suerte de Manhattan a la egipcia que acoge boutiques, hoteles y restaurantes, así como galerías de arte y edificios singulares. Por su parte, en el barrio de Gezira, al sur de la isla, encontramos la ópera de El Cairo o el Museo Egipcio de Arte Moderno. Otro rincón con encanto es el barrio Copto, el lugar donde se asentaron en el siglo IV los primeros cristianos, repleto de iglesias, sinagogas, museos y otros monumentos. Si seguimos callejeando por El Cairo, cosa que podemos hacer por nuestra cuenta de forma totalmente segura, es obligatorio acercarnos también al barrio de Dokki, una de las zonas más occidentalizadas de la ciudad repleta de comercios y restaurantes.
También podemos dedicar unas horas a hacer un crucero por el Nilo, una actividad inolvidable que nos acompañará en el recuerdo el resto de nuestras vidas. Hay propuestas para todos los gustos: desde rutas de 4 horas con cena y espectáculo hasta empresas que ofrecen cruceros de varios días, que nos llevarán incluso hasta Lúxor.
El Cairo es todo esto y muchísimo más, pero sobre todo es una ciudad fascinante que no se parece en nada a ninguna otra, una gran urbe rebosante de vitalidad y energía que nos robará el corazón desde el primer momento. ¿A qué esperas para reservar tu vuelo?
