Coge un avión y escápate a cualquiera de estos 7 destinos para explorarlos a bordo de una furgoneta camper. Pocas experiencias igualan la de despertarse en un acantilado frente al mar o irse a dormir bajo un techo de auroras boreales.
Si disfrutas de los viajes sin prisa por llegar al destino, es hora de regalarte una experiencia para saborear cada kilómetro de carretera. Con total libertad de movimiento, las paradas que quieras y tu equipaje encima… ¡como un caracol! Viajar con camper es una manera extraordinaria de recorrer el mundo y Europa está llena de destinaciones brutales para que tu GPS saque humo.
Para ahorrarte kilómetros de carretera (y de paso, gasolina), lo más práctico es volar al aeropuerto más cercano de inicio de tu ruta y alquilar ahí mismo la furgoneta camper. A partir de ahí, tendrás tiempo de sobra para aventurarte a dar vueltas por pueblecitos costeros que parecen sacados de un cuento, montañas con colores y vistas que quitan el aliento o castillos y fortalezas que te atraparán en una película Disney. Lo mejor de todo es que tú eliges dónde quedarte y por dónde perderte. ¡Arranca motores y traza tu ruta por alguno de estos 7 destinos que te proponemos!
1. Francia: de castillo a castillo
Recorrer los castillos del Loira no es solamente visitar fortalezas renacentistas y transportarse a momentos cruciales de la historia del país. También es recorrer decenas de pueblos con encanto, degustar múltiples bodegas, explorar paisajes de viñedos y visitar ciudades tan asombrosas como Saumur, Amboise u Orleans. ¡Oh la la, qué bonita es toda Francia! Aunque no hay una lista oficial de castillos del Loira, se considera que hay unos cuarenta y todos ellos valen mucho la pena. Qué mejor que en camper para poder visitarlos de cerca o desde la carretera. Traza una ruta que pase por aquellos más variados, como el castillo de Cheverny (dicen que es el más elegante) o el castillo de Villandry, con unos jardines preciosos.
Un imprescindible: visita tantos castillos como te apetezcan, pero sobre todo no te pierdas el castillo de Chambord. Es de estilo renacentista, el más grande de todos y, si el exterior ya es impresionante, vas a alucinar con el interior.
¿Adónde volar?
Los aeropuertos que te quedan más cerca son los de París (1h 50 minutos al Castillo de Sully-sur-Loire para hacer la ruta de este a oeste) y Nantes (a 30 minutos del Castillo de los Duques de Bretaña, para hacer la ruta de oeste a este).
2. Cinque Terre: pueblecitos italianos con mucho color
Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore… mamma mia, ¡no sabría decirte cuál me gusta más! Los 5 pueblecitos que forman Cinque Terre (de ahí su nombre) son una explosión de colores, arte y, como no podía ser de otra manera estando en Italia, sabor. Si aterrizas en Génova, baja por la bota hasta el primer pueblo con el mar siempre en paralelo y empieza a descubrir el encanto de los puertos, barcas de colores y callejuelas de cada uno de los pueblos. En todos ellos encontrarás miradores excepcionales, rutas de senderismo teñidas por aguas turquesas y muchas (¡muchas!) escaleras. Si dicen que los viajes te cambian, este será para ponerte en forma.
Un imprescindible: el paisaje también se saborea y en Cinque Terre te esperan muchísimos restaurantes donde relamerse los labios con lo mejor de su tradición pesquera. ¡Que aproveche!
¿Adónde volar?
Tienes muchas opciones para elegir, según dónde encuentres mejores ofertas de vuelos y alquiler de camper. Puedes elegir entre volar a Génova (1hora y media de distancia), a Pisa (1 hora y 45 minutos), a Florencia (2 horas) o Milán (3 horas y media).
3. Andalucía: patrimonio maridado con atardeceres
Empezando por Almería (y sin dejar que las garras del Cabo de Gata te atrapen durante muchos días), continúa la ruta por un enclave excepcional de nuestro país: Granada. ¡La visita a la Alhambra, patrimonio mundial de la UNESCO, será obligada! De tapa en tapa y tiro porque me toca llegarás a Granada, donde te espera una impresionante Alcazaba para seguir con la huella musulmana de la península ibérica, y la calle Larios, llena de vida y esa energía tan característica de los malagueños. Para terminar el viaje con un paisaje totalmente distinto, gira el volante hacia la desembocadura del río Guadalquivir, el más largo de España, en Sanlúcar de Barrameda, Cádiz.
Un imprescindible: los atardeceres en Cádiz son otra historia. Acompáñalos de un paseo con los pies descalzos por La Caleta. Sus colores son hipnóticos.
¿Adónde volar?
Si quieres hacer la ruta tal como te proponemos, el punto de inicio sería Almería. De todas formas, si te conviene más volar a Sevilla o Cádiz, puedes perfectamente hacer la ruta al revés.
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4. Dinamarca: un país pequeño para recorrer de punta a punta
Dinamarca es un tesoro desconocido de las rutas en camper. Su tamaño es tan pequeño (¡más grande que Extremadura y menos que Aragón!) que la hace perfecta para descubrirla entera en cuestión de días. Empezando desde Copenhague y sus espectaculares fachadas de colores, tienes a tu disposición un montón de acantilados fascinantes de tiza blanca: desde Klintebjerg Klint a Stevns Klint, pasando por Mons Klint, al que llegarás después de pasar por un bosque frondoso y húmedo. Aprovecha la experiencia camper al máximo y quédate por una noche en Grenen Strand: te levantarás delante de una inmensa costa blanca (siempre con viento) donde se unen los mares Báltico y del Norte.
Un imprescindible: si te ha gustado Copenhague, la ciudad de Roskilde también te enamorará por su gran oferta cultural y gastronómica. Es ciudad de estudiantes y eso lo dice todo.
¿Adónde volar?
¡A Copenhague! No tiene pérdida.
5. Portugal: surfeando por su costa
Si tienes ganas de dominar una buena ola, en Portugal te esperan kilómetros y kilómetros de playas que hacen las delicias de los surferos. Entre Faro, en el sur, y el Parque Nacional de Peneda-Gerês, en la frontera con Galícia, encontrarás una infinidad de caminos preciosos con los que hacer peregrinaje con tu camper: desde Sintra y sus palacios rodeados de verde y gran belleza hasta puntos más urbanos y culturales como Lisboa, donde podrás parar a tomar una copa de vino frente al río Tajo, con la torre de Belém dándote sombra. ¡Irse de las tierras portuguesas sin haber probado sus dulces natas sería todo un pecado!
Un imprescindible: una ruta surfer por Portugal tiene que hacer parada en Nazaréé, donde las olas llegan a los más de treinta metros. ¿Sabías que son las más altas del mundo?
¿Adónde volar?
Todo dependerá de cómo quieras hacer la ruta, si de norte a sur, empezando en Oporto, o de sur a norte, volando a Faro. ¿O quizás a medio camino, desde Lisboa?
6. Noruega: los paisajes que inspiraron a ‘Frozen’
Ver el sol a medianoche o contemplar las auroras boreales son experiencias que solamente podrás disfrutar en rincones del mundo como este. Empezando tu ruta en Oslo y acabándola en Bodø, al norte del país, llenarás tus días de glaciares, fiordos y casitas de colores. Con el frío punzante del invierno o las buenas temperaturas del verano, cualquier época del año es ideal para dejarse llevar por más de 2.182 km de recorrido. De Jostedalsbreen a Rondane, a Noruega no le faltan parques nacionales donde sacar fotos de paisaje increíbles. ¡Nada como hacerse pasar por reportero/a de National Geographic!
Un imprescindible: las islas Lofoton serán el único lugar desde donde explorar todo lo que ofrece la parte norte del Círculo Polar Ártico.
¿Adónde volar?
Tienes 3 opciones, según la que te ofrezca mejor precio o combinación: Oslo, Bergen o Stavanger.
7. Dolomitas y Eslovenia: naturaleza en estado puro
Las Dolomitas italianas esconden un sinfín de paisajes alpinos de gran belleza: montañas, lagos de ensueño o pequeños pueblos con encanto que nos trasladan a un universo paralelo donde la naturaleza es la gran protagonista. Y para poder acceder a algunos de sus rincones más remotos, qué mejor que hacerlo en furgoneta camper. Aunque la escapada a Dolomitas ya justifica el viaje (¡necesitaríamos mínimo una semana!), completar el roadtrip en camper visitando Eslovenia (incluido en la lista de los 25 destinos inspiradores para visitar este 2023) hará de esta aventura un viaje realmente inolvidable. ¿Suena bien? Te contamos más en este post.
Un imprescindible: ¿solo uno? Las Dolomitas y Eslovenia ofrecen tantos paisajes, montañas y lagos que es prácticamente imposible elegir, pero vamos a intentarlo: el lago di Sorapis en Dolomitas y Velika Planina en Eslovenia.
¿Adónde volar?
Para comenzar la ruta desde el Lago di Como y adentrarte en los Dolomitas (noreste de Italia), la mejor opción es volar hasta Milán (a unas 2h hasta el lago), ciudad donde también pondremos punto final a esta aventura. En Milán, además, puedes aprovechar para alquilar y recoger la furgoneta camper.
8. Túnez: del desierto a la playa
Al otro lado del mar mediterráneo te espera un mundo totalmente nuevo y perfecto para empaparte de las costumbres árabes. ¡Solo apto para los más aventureros! Porque en este recorrido que va de la puerta del desierto en Tozeur hasta la maravillosa isla de Djerba te esperan kilómetros de carreteras asfaltadas, terrenos de guijarros y caminos con mucha tierra. Es un viaje diferente entre ruinas como las de Sbeitla, rincones increíbles como el lago salado de Chott el Djerid o escenarios que te parecerán muy familiares, como los olivos y las palmeras de Djerba, una zona turística donde no os faltará de nada.
Un imprescindible: no llegues a tu destino sin antes pasar por Chenini, un antiguo puerto fortificado con viviendas enclavadas en las rocas.
¿Adónde volar?
A Túnez, por supuesto.
