Si buscas un destino para celebrar la navidad, con o sin niños, aquí van algunas ideas.
Si hay una época del año que nos tiene robado el corazón, no cabe duda de que es la navidad. Gastronomía, tradiciones, felicidad, decorados llenos de magia, reencuentros… se dan cita en estas fechas. Y aun más en algunos destinos, que son auténticos place to be en esta época del año. No nos referimos solo a las ciudades con los mejores mercados navideños, que nos encantan también, pero es que hay muchos lugares más a los que poner rumbo para celebrar una navidad única e inolvidable.
Bruselas (Bélgica)
Durante las semanas previas a las festividades de final de año, el centro de Bruselas se adorna con sus iluminaciones más hermosas y se convierte una capital de placer gourmet y festivo. Es entonces cuando el espectáculo de luz y sonido transforma la Grand-Place, la pista de hielo y la noria a los pies de la iglesia de Santa Catalina en una gran feria, repleta de pequeños puestos que ofrecen deliciosos productos belgas a degustar. Tradicionales, artesanales, gourmet y acogedores, los mercadillos navideños de Bruselas son lo más para los amantes del mágico período invernal. Tanto es así que el mercado navideño de Bruselas fue votado como el tercer mejor mercado de Europa por la asociación "Best European Destination".
Alsacia (Francia)
No cabe duda de que Francia, y en especial la región de Alsacia, es una visita muy recomendable en estas fechas. Esto se debe no solo a la belleza arquitectónica de la zona y su naturaleza, que se convierten en la viva estampa de una postal navideña sino, sobre todo, a los tradicionales mercados navideños que tienen lugar en las ciudades y pueblos de Alsacia durante todo el mes. Si bien el de Estrasburgo, con sus maravillosas iluminaciones, es el más famoso, por ser uno de los más antiguos del mundo (¡se celebra desde 1570!), ciudades y pueblos como Colmar, Ribauvillé o Kaysersberg son igualmente mágicos.
Londres (Reino Unido)
Viajar a Londres en Navidad significa pasar un poco de frío, pero también poder patear la ciudad para dar con la bufanda y el gorro más cool del momento y pasear nuestras mejores galas por esta capital tan fascinante. La oferta es interminable. Podemos empezar la ruta visitando el gran árbol de Navidad de Trafalgar Square, continuar con un paseo por la Winter Wonderland de Hyde Park (con la obligada visita a la noria), patinar sobre hielo en el Museo de Historia Natural e ir de compras por las calles engalanadas de Oxford Street, Carnaby Street y Regent Street, entre otras. Por si esto fuera poco, la oferta cultural de la ciudad se dispara en estas fechas: podemos ir a ver desde el ballet El Cascanueces hasta visitar los estudios de Harry Potter y ver Hogwarts nevado. Y si no sabes por dónde empezar, apúntate a un tour para ver las luces de la ciudad.
Múnich (Alemania)
El mercado navideño de Múnich es famoso por estar especializado en los belenes. Aquí se puede encontrar todo lo necesario para crear un auténtico belén con decorado, figuritas, plantas… El mercado histórico de Múnich se celebra desde mediados del siglo XVIII. Ir a Múnich durante las vacaciones también es una buena oportunidad para realizar excursiones a la campiña bávara o visitar el castillo de Neuschwanstein. Bajo la nieve, es todavía más bello.
Roma (Italia)
Desde la misa de medianoche el día de Nochebuena hasta la bendición papal, pasar las navidades entre creyentes católicos del mundo es una experiencia religiosa (nunca mejor dicho). El gigantesco árbol de 25 metros de altura instalado en su centro y su belén a tamaño natural, bendecido por el Papa el 24 de diciembre, son de visita obligatoria en estas fechas. Además, la capital italiana se viste con los colores navideños, y las plazas de la ciudad son tomadas por los mercados (el de Piazza Navona es uno de los más famosos de Roma con sus bonitos juguetes de madera, sus castañas calientes, su famosa Ciambella Romagnole, una tarta tradicional navideña, o incluso el incomparable panettone). Por lo tanto, el poder de atracción de Roma es incomparable durante la temporada navideña.
Laponia (Finlandia)
No se puede estar más cerca de Santa Claus que en su Laponia natal. Jóvenes y mayores quedarán deslumbrados por una experiencia única, ya que no hay mejor lugar que Finlandia para experimentar plenamente la "magia de la Navidad". Descubrir su casa y dar un paseo en trineos tirados por perros o renos, en uno de los paisajes montañosos más fabulosos de Europa, es uno de los principales atractivos de Laponia. También es un buen momento para admirar la majestuosa aurora boreal en la región de Ivalo, con paisajes nevados en el horizonte. ¿Y por qué no probar la pesca en hielo y explorar las tradiciones y artesanía laponas? Montar una moto de nieve y enamorarse de la belleza del paraíso blanco finlandés también forma parte del programa de una navidad de cuento de hadas. Y en el pueblo de Santa Claus, justo al lado del Círculo Polar Ártico, ¡incluso se puede visitar la escuela de elfos u hornear junto a Santa Claus!
Montreux (Suiza)
Si no quieres ir hasta Laponia para ver a Papá Noel, tienes otra opción: ¿sabías que también le puedes encontrar en Suiza? Es que claro, Papá Noel es mágico y puede estar en muchos lugares a la vez. En la pequeña localidad de Montreux, junto al Lago Léman, puedes coger un cremallera que te llevará hasta su casa en la cima de Rochers de Naye. Te lo contamos en este otro post.
Barcelona (España)
No cabe duda de que la Navidad es una de las épocas del año favoritas de los más pequeños. No solo por la magia de sus luces y colores, ni por el aluvión de regalos, sino también porque es un momento de vacaciones y de tiempo de calidad para disfrutar en familia. Un planazo en estas fechas es disfrutar de una estancia en un parque de atracciones, uno de los lugares preferidos por los pequeños de la casa. A una hora de Barcelona, aproximadamente, se encuentra uno de los mejores parques temáticos de España, PortAventura World. A partir de finales de noviembre y hasta el mes de enero, este se engalana para ofrecer una experiencia inolvidable llena de magia en todos y cada uno de los puntos del parque. Desde los espectáculos hasta los desfiles y muchas otras sorpresas, todo está pensado para añadir aún más magia a esta época del año.
Estocolmo (Suecia)
Es imposible no enamorarse de Estocolmo en Navidad. Es todo un placer disfrutar de una ciudad que invita al tiempo al recogimiento y al disfrute, a verlas venir sosteniendo un chocolate caliente entre las manos mientras, acto seguido, lo damos todo haciendo compras y recorriendo sus calles iluminadas. Los dos mercados más concurridos son el mercado de la plaza Stortorget –en el corazón de Gamla Stan– y el mercado de Skansen. La fiesta está servida, y es que el buen gusto escandinavo no conoce, de momento, competidor en el mundo. No podemos dejar de patinar sobre hielo en Kungsträdgården y debemos, sí o sí, acercarnos a un restaurante típico a probar el julbord (el bufé de Navidad sueco). Por último, es fundamental visitar el árbol de Navidad más alto del mundo: se encuentra en Skeppsbrokajen y tiene 38 metros de altura.
Amsterdam (Países Bajos)
¿Hay algo más navideño que pasear entre canales rodeados de luces navideñas y tentadores escaparates? Amsterdam es una ciudad perfecta para una escapada navideña que nos invita a patinar sobre hielo (Rembrandtplein y Museumplein son nuestras pistas preferidas), visitar mercados de cuento de hadas (Funky Xmas Market y Winter Paradise, con atracciones para todos los públicos), ir de shopping y hacer un crucero por los canales, entre otras actividades. Su árbol de navidad, situado en Dam Square, es una visita obligada, igual que el popular Amsterdam Light Festival, un evento que tiene lugar todos los años en la ciudad, en el que diversos artistas nacionales e internacionales transforman la ciudad en un espectáculo de luz que vale la pena contemplar al menos una vez en la vida.