A 30.000 pies por viajeros para viajeros

Resultados

8 razones para visitar Menorca este verano

La viajera empedernida, Nani Arenas, nos cuenta en la charla #TravelTime cuáles son sus 8 razones para planear una escapada a Menorca este verano. Si te apetecen unas vacaciones de sol y playa, esto te acabará de convencer.

+ info

Mucho más que playas: cultura y gastronomía en Menorca

Menorca es más que calas paradisíacas, pueblos de pescadores y senderos de ensueño frente al mar. La isla presume de una gastronomía de excepción y de una efervescente vida cultural durante todo el año.

+ info

Ruta por la Menorca británica

No, no es que nos hayamos puesto el objetivo de persigáis a todos los británicos que viajan a la isla, que son unos cuantos, o visitar los locales que frecuentan, que seguramente daría para otro post, sino que lo que queremos es adentraros en una pequeña parcela del pasado de Menorca que ha dejado múltiples huellas en ella. Y es que esta isla balear además de bellas playas donde relajarse, tiene en su haber una situación estratégica en el mar Mediterráneo que bien le valió en el pasado ser la niña bonita codiciada por todos en el baile por el control comercial en el Mare Nostrum. Fenicios, griegos, cartagineses, romanos, vándalos, normandos, árabes, españoles, británicos y franceses lucharon por tener esta pequeña parcela en el mar.

En esta ocasión nos vamos a centrar en la corona británica que durante poco menos de un siglo, desde 1708 hasta 1802, que se firma el Tratado de Amiens, ocupó Menorca, y dejó buena impronta de ello en sus gentes, la arquitectura, la lengua, la gastronomía, entre otras muchas cosas.

Un primer aspecto que llama la atención es lapresencia de anglicismos en el menorquín,con palabras como fáitim(fight him- pégale), joques (joke- bromas), o fingles (fingers- dedos),o con expresiones como quatre mens i un boi (men, boy, para decir que había pocas personas), o fer un trinqui (drink,echar un trago).

La gastronomía es otro de los aspectos culturales de Menorca en los que ha quedado su huella. En las recetas más antiguas se usa la manteca de cerdo en lugar de aceite; uno de los postres típicos de la isla, la greixera dolça, no deja de ser una reinterpretación del pudding inglés; y la pomada, un de los combinados más populares de Menorca, presente en todas sus fiestas, contiene gin, la ginebra menorquina, que como bien habrás podido deducir, fue introducida por los británicos.

También son numerosos losrestos arquitectónicosrelacionados con la época de la ocupación británica y a los que os recomendamos acercaros en algún momento de vuestra visita a la isla. A continuación os hemos hecho una relación de algunos de los más relevantes:

Los alrededores del puerto de Mahón. Durante la estancia de los británicos en Menorca se realizó un especial esfuerzo en defender el puerto de Mahón mediante la construcción de una serie de fuertes y torres con los que protegerlo del enemigo. Es el caso del Fuerte de Marlborough, situado en la cala Esteve, al sur del puerto, construido entre 1720 y 1726 en honor a Sir John Churchill, duque de Marlborough. Hoy en día es un museo dedicado a la historia de Menorca y a la historia de Europa durante el siglo XVIII. No olvidéis recorrer su foso y disfrutar de las vistas de la zona histórica del puerto de Mahón.

También ubicado en la orilla sur de la bocanada de acceso al puerto se encuentrael castillo de San Felipe, construido en el siglo XVI por los españoles para protegerse de los turcos, y tras la ocupación británica su exterior sería reforzado. Lo que llama la atención en la visita a este monumento son sus galerías subterráneas, un auténtico laberinto de pasillos que sirvió de refugio tanto a españoles como a británicos de los ataques del enemigo.

Muy cerca del castillo de San Felipe está la población de Es Castell que fue fundada por los británicos en 1771, siendo bautizado con el nombre de Georgetown. Construida siguiendo un trazado ortogonal, destaca su gran plaza de la Explanada en la que se encuentra el ayuntamiento. Con la vuelta de los españoles a la isla, sería rebautizado como Villacarlos, en honor a Carlos III.

Por último, en el puerto de Mahón está situada la isla del Rey, también conocida como The Bloody Island, (La Isla Sangrienta) ya que fue en ella en la que desembarcó el rey Alfonso III en 1287 camino de la conquista de Menorca a los musulmanes. Además de los resto de una iglesia paleocristiana, están los del hospital militar construido por los británicos.  

El camino d’en Kane. Sir Richard Kane gobernó Menorca durante los dos primeros períodos de la ocupación británica. Entre las múltiples medidas que tomó está la construcción de un camino comunicando Mahón con Ciutadella. En la actualidad queda el tramo que une Mahón con Mercadal. Os recomendamos recorrerlo, a poder ser en bicicleta, y disfrutar del paisaje del interior de la isla. En el camino encontraréis un pequeño obelisco en homenaje a la labor de Sir Richard Kane.

Torres de vigilancia. Son múltiples las torres construidas por los británicos con el objetivo de alertar de la llegada del enemigo. La más grande de todas es la Torre de Fornells, pero encontrarás muchas otras en el perímetro de la isla: la Torre des Castellar (Ciutadella), la Torre de Sa Mesquida, la Torre Cala Molí (Mercadal), etc.

Por último lugar, y siguiendo con la estela británica, os recomendamos dos casas de estilo colonial donde podréis hospedaros: el Hotel Son Granot, construido en 1712, y con unas vistas magníficas al puerto de Mahón, y el Hostal El Almirante, de 1809, situado en Es Castell.

Te animamos a que entre cala y cala aproveches para ir en busca del pasado de la isla, ¡consulta tu Vueling a Menorca aquí!

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de jorapa , Fundació Destí Menorca

 

+ info

Menorca desde la Torre d’en Galmés

Por Iñaki Makazaga de Piedra de Toque

Las Islas Baleares cuentan con más posibilidades que sus propias calas. En la sección Rutas Urbanas con My Vueling City viajamos de la mano de Isabel Sánchez a lugares prehistóricos que acoge la isla de Menorca para descubrir rincones diferentes en los que recuperar el atractivo de las capitales europeas. Hoy nos lleva por la Torre d’en Galmés donde se controlaba el tráfico de las aguas del Mediterráneo.

Para conocer al pueblo menorquín y a sus orígenes, necesitamos irnos al interior y hacer al menos una excursión a uno de los parajes prehistóricos de la isla, que son muchos, como por ejemplo, la Torre d’en Galmés, que es el poblado prehistórico más importante de las Baleares, donde se calcula que pudieron vivir hasta 900 personas. La verdad es que observar y pasear entre sus ruinas es fascinante, podemos transportarnos a través del tiempo hacia este poblado que se cree que ejercía una supremacía estratégica sobre otros poblados de la isla. Además de la Torre d’en Galmés, Menorca conserva varias estructuras megalíticas. El periodo talayótico, que proviene de talayot, estructura de piedra, con taulas y navetas que constituye una herencia arqueológica excepcional. Solo pensar que aquí vivieron nuestros antepasados confiere a la tierra una fuerza y encanto especiales.

Continuando por nuestro recorrido costero, aunque sea de las más concurridas y haya un hotel en la parte este, Son Bou es el litoral más largo de la isla, con 3 km de arena blanca y agua de color turquesa, transparente y cristalina, de la que podremos disfrutar al 100% si seguimos hasta Sant Tomás, donde sí hemos de pararnos. En Sant Tomás hay una hilera de bahías, cada una más bonita que la anterior. Rodeadas por una vegetación que alcanza la costa, rojizas rocas, con algas, blancas playas, azuladas aguas.

Imagen de Bestiasonica

Por Iñaki Makazaga de Piedra de Toque

¿Te han entrado ganas de ir a Menorca? ¡Consulta aquí nuestros vuelos!

+ info