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Ruta hipster por Bilbao

Que los hipster han llegado para quedarse, ya no lo dudamos y que ser hipster está de moda, tampoco. A pesar de que la subcultura que abanderan naciera en los años 40, han llegado para quedarse y están asentándose poco a poco, marcando claramente su terreno.

También saben hasta en la China que Bilbao es la capital del mundo pero, lo que quizás no sepan, es que esta ciudad está sufriendo un proceso increíble de hipsterización. Gracias a la transformación de estos últimos años, Bilbao ofrece un entorno más que propicio para el nacimiento de un fuerte movimiento hipster debido al constante movimiento cultural que cada año va creciendo. No en vano, está considerada como una de las 4 ciudades más hipster de España. Es más, os diré que a modo de apunte curioso, el Athletic Club de Bilbao está considerado un equipo de fútbol hipster dada su condición de rara avis en el panorama futbolístico mundial debido a su filosofía particular.

Si no tienes la suerte de vivir aquí, tranquilo… tienes muchos lugares donde dormir. Una de nuestras elecciones es el Basque Boutique: un pequeño hotel ubicado en el corazón del Casco Viejo que hará que te sumerjas de lleno en la cultura vasca. Cada una de los ocho habitaciones temáticas está dedicada a algún aspecto de la cultura o gastronomía vasca: la Karola, Marijaia, la baldosa de Bilbao…Consiguen una perfecta fusión entre tradición y vanguardia mezclando la decoración vintage con todo tipo de comodidades: tv, wifi, aire acondicionado, baño privado… ¡Una experiencia única que no te puedes perder!

Otro sitio con mucho encanto es la Pensión Caravan Cinema. En pleno Casco Viejo también, esta pequeña pensión es una fusión de diseño, historia, sabor y confort. Cinco habitaciones, cada una de ellas dedicada a algún director de cine contemporáneo español: Almodóvar, Alex de la Iglesia, Amenábar… Un espacio cómodo y con unos precios muy asequibles. ¡Pasarás una noche de cine!

Una vez ya asentados y teniendo en cuenta que Bilbao es famoso por sus pintxos, toca irnos de pintxopote. No puedes dejar de ir a Brass, en Pozas: si quieres desayunar, tomar un brunch o un delicioso pintxo, éste es tu sitio. También tienen sesiones de DJs que harán que no quieras salir nunca… De lo más hipster de la ciudad y con unos precios más que razonables.

En esta misma calle, nuestra querida Licenciado Poza, encontramos un sitio muy especial: la tabernilla de Pozas. De este tipo de bares quedan pocos, pero merecen una visita porque recuerdan al Bilbao de antes. En este local de alta y amplia barra NO hay pintxos sino dos clases de bocadillos: de bonito y de antxoas, que se preparan a petición del cliente en un rincón. ¡Cuidado, no tiene rótulo, por lo que puede pasar desapercibido!

Charlotte, en la calle Heros, tiene desayunos, pintxos, tapas y repostería increíblemente buena. Además preparan unos cócteles que ni en la Gran Manzana. Su decoración americana convierten a este garito en uno de los más agradables de Bilbao.

Tampoco podemos olvidarnos de Mr Marvelous, en la misma calle (la calle Heros está repleta de sitios interesantes). Este maravilloso rincón prepara unas croquetas para chuparse los dedos, un lomo de ciervo increíble y unos huevos a baja temperatura con salsa de trufa y hongos que harán que repitas no una… ¡si no varias veces!

Hecha la ronda de pintxo + pote, ha llegado el momento de sentarnos en un restaurante. Bilbao está plagado de buenos sitios para comer, por ejemplo la Camelia, un sushi bio-vegetal. Este restaurante, ubicado en el Casco Viejo, elabora sushi 100% ecológico y vegetariano, con ingredientes de primera calidad y de modo artesanal. Muy sano e increíblemente rico.

Bascook, en la calle Barroeta Aldamar, es el restaurante de Aitor Elizegi, un cocinero muy reconocido y que puede fardar de tener decenas de premios. Bascook es innovación y tradición, todo en un mismo sitio. La comida es deliciosa y el ambiente muy acogedor. Tienen menú del día (entre semana) a un precio muy tentador.

Si te gusta probar nuevos sabores, tu sitio es Kokken. Este restaurante fusiona gastronomía y arte. Está ambientado en la cocina escandinava y todo recuerda al norte… El local es moderno y funcional pero, sobre todo, muy acogedor.

Por último, puedes irte hasta Rodriguez Arias y comer en Colombo. Aquí podrás degustar platos increíblemente buenos: croquetas, humus, ceviche… todo para chuparse hasta los dedos de los pies. Un ambiente súper agradable y unos camareros atentos y majísimos.

Con la tripa llena, uno ya se siente con ganas de irse de compras. Bilbao tiene tiendas increíblemente geniales. Te desvelamos algunas… en Hitz puedes encontrar ropa, complementos, artículos de papelería y aromas en un local totalmente vintage: decorado con baúles antiguos, máquinas de escribir… ¡hipster total!

Otro imprescindible del shopping es Flamingo Records, un referente de los vinilos en el Botxo. Aquí están especializados en rarezas, vinilos descatalogados y primeras ediciones. Hay muchísima variedad de estilos… ¡no te irás con las manos vacías!

Por supuesto, tenemos que nombrar a la tienda hipster por excelencia: Arizona Vintage Clothing. En esta tienda podrás encontrar ropa y complementos 100% american style. Un indispensable.

Vacas Flacas, ubicada en Bilbao La Vieja, es una tienda de segunda mano espectacular. Tienen una cantidad enorme de ropa y complementos en perfecto estado y con precios 100% anticrisis. Eso sí, no olvides pedir hora antes por teléfono, ¡es un requisito indispensable!

Una de las tiendas más peculiares del Botxo que, sin duda, merece una visita, es La Casa de Atrás. Esta curiosa tienda está en pleno Casco Viejo y ofrece una enorme selección de libros de segunda mano (muchos de ellos descatalogados hace años) y muchísimos vinilos. Aquí incluso puedes hacerte un tatuaje. Es una tienda que merece -y mucho- la pena visitar.

Por último, uno de nuestros preferidos es la conocidísima tienda retro Almoneda Campos. Esta tiendecita está ubicada en la calle Bertendona y, aunque está especializada en lámparas retro, puedes encontrar muchísima variedad de muebles y objetos decorativos vintage. Almoneda Campos te enamorará, estamos seguros.

¿Os apetece tomar algo? La capital del mundo está plagada de locales donde tomar una copa en un ambiente hipster y con mucho buen rollo. El Residence, en la calle Barraincúa y muy cerquita del Guggenheim, es un sitio ideal para tomar un buen gintonic o una cerveza de importación. El ambiente es súper acogedor y, además, suelen tener música en directo.

Otro sitio muy especial es La Catedral de la Cerveza, una visita obligada para los amantes de esta bebida. En pleno Casco Viejo, este maravilloso rincón ofrece un montón de cervezas de procedencias muy variadas: alemanas, austríacas, belgas, escocesas, irlandesas, estadounidenses, holandesas, inglesas, francesas, checas, danesas, italianas, noruegas, suecas, rusas e incluso vascas. Incluso podrás elaborar tu propia cerveza (ofrecen kits con el equipamiento básico para empezar, y otros para elaborar cervezas concretas).

No pasemos por alto el bar Marzana, una tasca con solera, de las de toda la vida, que se ha convertido en una maravillosa fusión de lo antiguo con lo moderno. Seguramente no tendrás mesa donde sentarte pero, no te preocupes, siempre puedes sentarte en la calle y disfrutar de unas vistas increíbles a la ría.

¡Una última copa en La Karola! Este bar, toma el nombre de la famosa grúa de los astilleros Euskalduna que aún sigue en pie. Esa joven, “Carol”, que cruzaba todos los días la ría y dejaba pasmados con su belleza a los trabajadores de los talleres de la zona. Este local, que lleva 40 años abierto, tiene unas increíbles vistas a la ría y una comida que te quita el hipo.

Un imprescindible que no podemos olvidar del ambiente bilbaíno es La Ribera. Este café- teatro se encuentra situado en la parte baja del mercado de su mismo nombre. La Ribera ofrece ‘cocina con música y música cocinada’, lo que se traduce en muchísimos conciertos de música en directo entre los que destacan grupos de jazz o indie. Además, no olvidemos la comida, deliciosa y con una calidad suprema. La Ribera es, sin duda alguna, uno de los locales con mejor ambiente de nuestra ciudad.

Por cierto, si tienes la oportunidad de visitar Bilbao el último domingo del mes, tienes que ir al famosísimo The Sunday Market. Inspirado en los mercados europeos, y tomando como referente los emblemáticos markets de la ciudad de Londres como Brick Lane o Spitalfields, el Sunday Market se ha convertido en una visita obligada. Bajo el lema "Pasión por las cosas bonitas”, en The Sunday Market puedes encontrar de todo: decoración, mobiliario retro, ropa vintage, cupcakes, artesanía, gadgets, arte, flores, tiendas con encanto, gastronomía, música, etc. Otro mercadillo urbano que no debes perderte es el Dos de Mayo que se celebra cada primer sábado de mes. Además es una buena excusa para dar una vuelta por esta zona de Bilbao donde han surgido tiendas muy chulas como Atakontu, Cultto, Trakabarraka, etc… y también aprovechar para tomarte un buen vermut en uno de los muchos bares que hay alrededor del mercado: el ambiente es increíble si sale un buen día.

Y es aquí donde termina nuestra ruta hipsteriana. Estamos seguros que Bilbao te enamorará y, además, disfrutarás de todos y cada uno de los rincones -tan hipster- que esta maravillosa ciudad esconde, pero advertimos que ni están todos los que son, ni son todos los que están, has de sumergirte en la ciudad y bucear por ti mismo ¡No te lo puedes perder, corre a reservar tu vueling!

Fotos: Fernando Sanz
Texto: Tensi Sánchez de actitudesmgz.com

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El Arte de Comer

Por Ferran Imedio de gastronomistas

Ámsterdam tiene decenas de reclamos para el viajero, pero los más importantes, sin duda, los imprescindibles, los de visita obligada, son los canales (un crucero es inolvidable), el barrio rojo y los museos. La gastronomía por sí sola no ejerce todavía de reclamo, así que si se puede combinar alguno de los ‘must' turísticos, mucho mejor. Nosotros hemos hecho un mix gastronómico-museístico, sin pretensiones culinarias ni precios estratosféricos. Pero lo cierto es que, como dice Miguel Brugman, chef del café-restaurante del Foam, “hasta hace no mucho, en los museos te daban bocatas, pastas y té, y ahora esto está cambiando”. Los propios holandeses son muy fieles a sus museos y lo cierto es que ahora su oferta culinaria es más que digna. Lo hemos comprobado nosotros mismos. Estas son nuestras cuatro recomendaciones.

Foam Café

Está ubicado en los bajos del prestigioso museo Foam, consagrado a la fotografía contemporánea (una colección pequeña pero muy muy interesante que hasta diciembre acoge ‘Under construction’, con obras de jóvenes artistas norteamericanos). Allí no encontrarás nada de cocina complicada. Al contrario, directa, sencilla, reconocible. Aires mediterráneos, muchas ensaladas, mucho aceite de oliva ecológico, muchas verduras y legumbres, pitas, sopas, huevos revueltos… Saludable y económico, ya que ningún plato supera los 10 euros.

Funciona como restaurante de 12.00 a 15.00 horas, aunque antes y después (abre a las 10.00 y cierra a las 18.00) funciona como cafetería que sirve pasteles y el típico ‘saucijzen broodje' (hojaldre con salchicha de cerdo dentro, que en su caso la hacen con ingredientes ecológicos), entre otros.

Los jueves, de 18.00 a 21.00 horas, organizan tours guiados por el museo que acaban con una cena con un menú compuesto por una tapa (hummus, pulpo marinado…) y plato principal (carne, pescado o vegetariano) que cuesta 19,5 euros. Si no se hace el tour, las tapas oscilan entre los 4 y los 6 euros, y el plato principal cuesta 16,5.

Los viernes, también de 18.00 a 21.00 horas, montan los ‘frozen fridays’, en los que sirven snacks fritos (5 euros) y cócteles (6 euros).

Keizersgracht, 609
http://foam.org

Eye Bar-Restaurant

Apabullante. Así se puede describir el edificio del Eye Film Museum por fuera (el museo nacional del cine incluye zona de exposiciones y cuatro salas de proyecciones) y por dentro,ya que el hall alberga un restaurante que parece una sala de cine, con unas gradas escalonadas que miran a un ventanal panorámico que más parece una pantalla en cinemascope y que da a una terraza con vistas al otro lado del río Ij, donde está el centro de la ciudad y la estación de trenes Central, al que se llega en un ferry gratuito.

El restaurante ofrece cocina de influencia francesa aunque con toques europeos. Al mediodía la carta es más sencilla (sopas, ensaladas…) y por la noche, más elaborada: filete de ternera, steak tartare, rodaballo, crema de marisco, risotto de setas…

El precio medio al mediodía es de 20 euros y de noche, no llega a los 40. Abre cada día de 10.30 a 22.30 horas (viernes y sábados, hasta las 23.30), y la cocina solo para entre 17.00 y 17.30 horas.

Ij Promenade, 1
www.eyefilm.nl

De Plantage

Nuevo, recién abierto, destaca por su luminosidad gracias a unos ventanales vintage XXL. En este amplio y cálido local sirven comida mediterránea, más oriental que occidental, a buen nivel y con precios correctos. Está puerta con puerta del zoo (uno de los más antiguos del mundo y la segunda atracción más visitada de Amsterdam), y el edificio contiguo alberga la exposición permanente ‘Micropia’, que exhibe los millones y millones de bichos que pueblan el planeta y que solo se ven por un microscopio. Dentro de unos meses también tendrá al lado el Museo de Historia Natural.

Sus platos bien están presentados, y destacan porque son aromáticos y saludables, ya sean las ensaladas, los raviolis, la terrina de cerdo, las alcachofas fritas, el risotto, el atún… Cada día, la cocina abre de 10.00 a 16.00 y de 17.30 a 22.30 horas, aunque entre horas sirven desayunos y snacks. Tienen carta de mediodía y de noche. El precio medio al mediodía, sin bebidas, se sitúa en 17 euros y por las noches, en unos 35, aunque en otoño ofrecerá un menú cerrado de noche que constará de tres platos y valdrá 32,5 euros, sin bebidas.

Plantage Kerklaan, 36
www.caferestaurantdeplantage.nl

Rijksmuseum

El enorme, majestuoso, hall del que vendría a ser el museo del Prado holandés (desde obras góticas a actuales, ofrece un recorrido que culminará entre noviembre y enero con una muestra de fotografías del siglo XX llamada ‘Modern Times’) cuenta con una agradable y tranquilo espacio para comer. Si pides una cerveza, solo será holandesa, y si pides cualquier plato, casi todos fríos, que sepas que todos los ingredientes son locales. Los bocadillos cuestan entre 5 y 9 euros; las ensaladas, entre 12 y 16, y los pasteles, entre 2 y 5 (atención a la silueta de chocolate de la fachada del museo).

Está abierto de 9.00 a 17.00 horas. Si vas al Rijksmuseum ir a partir de noviembre, tendrás más oferta gastronómica, ya que abrirá un restaurante en el que un chef de renombre llegado de cualquier parte del mundo diseñará una carta con su sello que estará vigente entre dos y tres meses. Cual si fuera una exposición temporal. Eso sí, siempre buscando precios contenidos.

Museumstraat, 1
https://www.rijksmuseum.nl/es

Y si no te convencen estas cuatro propuestas mixtas, siempre puedes ir a restaurantes más o menos convencionales. En Amsterdam, la oferta está muy bien, aunque olvídate de locales de cocina típica. Los holandeses solo la prueban en casa y no la valoran mucho.

Raïnaraï

Agradable y moderno restaurante de cocina tradicional argelina regentado por un tuareg y ubicado en el parque de la Westergasfabriek, una antigua zona industrial con depósito de gas reconvertido en una zona lúdica donde hay una docena de restaurantes, tiendas de ropa, galerías de arte. Este local sirve 14 platos distintos cada día en los que usa ingredientes orgánicos. De martes a domingos, de 12.00 a 22.00 horas. De 30 a 40 euros. Cócteles, a 7,5.

Polonceaukade, 40

REM Eiland

Una plataforma petrolífera que se usó como estación que emitía de radio y televisión de manera ilegal ha acabado reconvertida en restaurante de dos plantas (una de ellas es una terraza que solo abre en verano). Simplemente espectacular. Subir sus empinadas escaleras metálicas o caminar junto a la barandilla produce cierto vértigo. Su cocina es internacional: sencilla y simple al mediodía, de noche ofrece menús de 31 euros (tres platos) y 37 euros (cuatro platos), sin bebidas, con propuestas como tartar de rodaballo; bulgur con pimienta, aguacate y cebolla roja; redondo de ternera a la parrilla; raviolón (rótolo) relleno de calabacín, champiñones, zanahoria, espárragos verdes en salsa de parmesano… Abre cada día. Los mediodías, a las 12, y las noches, a las 17.00 horas.

Haparandadam, 45-2
www.remeiland.com

Sky Lounge

Es la terraza con vistas (planta 11ª) del Hotel Double Tree. De noche vale la pena para disfrutar de uno de los muchísimos cócteles de la carta con toda Amsterdam a tus pies mientras suena la música de un disc jockey. A esas horas, igual que durante el día, sirven los mismos platillos para picar con gastronomía de todo el mundo: nachos, sushi, bocadillos, fish & chips, hambuguesas, pasta, edamame, gyozas… Abre cada día de 11.00 a 1.00 (viernes y sábados, hasta las 3.00).

Oosterdoksstraat, 4
www.skyloungeamsterdam.com

Brasserie Halte 3

Un antiguo taller y garaje de tranvías que llevaba 16 años vacío ha sido colonizado por dos restaurantes (a mediados de octubre abrirá un multiespacio gastronómico con 21 estands que ofrecerán todo tipo de comida cada día entre 11.00 y 20.00 horas a precios entre 4 y 8 euros la ración), un cine, una galería de arte, una librería, una tienda de bicicletas, unos estudios de televisión y un hotel. El nombre del complejo es De Hallen. Uno de los restaurantes, recién abierto, es esta brasería a la francesa cuyo steak tartar es para chuparse los dedos, y cuya carta también ofrece ostras y costillas, entre otros platos. Como la mayoría de restaurantes de Amsterdam, la carta de mediodía es más sencilla y fresca.

Abre cada día de 11.00 a 22.00 horas. Precio medio al mediodía, 10 euros; de noche, 25-30 euros.

Bellamyplein, 51
www.halte3.nl

Meat West

Ubicado también De Hallen, solo sirve cenas, entre 19.30 y 22.30 horas (hasta la 23.30 de jueves a sábado). Los raíles de 90 años decoran el suelo de un espacio especializado en carnes de calidad, básicamente de ternera. Hay de todo: hamburguesas, entrecots, costillas, filetes…
Precio medio sin bebidas, de 40 a 50 euros.

Bellamyplein, 51
www.meatwest.com

Blue Spoon

Restaurante del hotel Andaz, uno de los más interesantes de la ciudad. Cocina de influencia francesa con productos locales y sin sofisticaciones para unos platos con productos de proximidad y de temporada a aderezados con las hierbas que cultivan en el jardín. Si te alojas allí, tienen una sala para huéspedes con vistas al canal donde tomar un snack y una copa de vino al día gratuita. La cocina, a la vista de los comensales, abre cada día. Se puede comer en una mesa junto a los cocineros. El precio medio se mueve entre 35 y 45 euros, sin bebidas. El menú familiar, para seis personas, repasa los mejores entrantes de la casa, con el pescado del día como estrella, y cuesta 56 euros por cabeza. De 12.00 a 15.00 horas y de 18.00 a 23.00.

Prinsengracht, 587
amsterdam.prinsengracht.andaz.hyatt.com/en/hotel/dining/Bluespoon.html

The Lobby

Uno de los restaurantes más recomendables de Amsterdam por ubicación (a dos minutos a pie de la monumental plaza Dam), por calidad y por precio. Cada día, de la cocina trabaja de 12.00 a 16.00 horas y de 18.00 a 22.00 horas (viernes y sábados sirven cócteles hasta las 3.00), aunque se puede desayunar a partir de las 7.00. No hay que dejar pasar la ocasión de pedir un flammkuchen, típica pizza alsaciana de masa muy fina y crujiente que allí versionan con todo tipo de ingredientes. Trabajan el producto local para hacer platos de cocina internacional. A la hora de la cena ofrecen un menú con entrante, plato principal y postre a elegir por 34,5 euros, sin bebidas. Los platos de pescado los trabajan de maravilla, como la elegante corvina, el excitante pulpo con panceta de cerdo y el definitivo cuello de cerdo hecho a baja temperatura.

Nes, 49
www.thelobby-amsterdam.nl

Gebr. Hartering

Los hermanos Paul y Niek Hartering regentan este coqueto restaurante de cocina creativa a orillas de un canal. Tiene dos pisos, uno a ras de agua, e incluso una barca para cuando hace buen tiempo, a modo de terraza. Solo hacen dos menús degustación: uno de seis platos (50 euros sin bebidas) y otro de nueve (75 euros sin bebidas), con propuestas que se sirven en medio de la mesa para compartir. Trabajan con productores locales bajo la influencia de la cocina clásica francesa, sin fuegos de artificio. Para maridar, claro, muchos, muchísimos vinos franceses.
Abre de martes a domingo, de 18.00 a 23.00 horas.

Peperstraat, 10
www.gebrhartering.nl

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Caminos con magia

Los paisajes de estas tierras son variados y nos ofrecen lo mejor del Cantábrico, con sus turbadoras líneas de costa, pero también la naturaleza del interior en estado puro. Hoy nos vamos a centrar en dos vías por las que atravesar la provincia, en las que descubriremos su extraordinario legado histórico y cultural (cuenta con un gran número de iglesias románicas de gran valor). Ambos han sido declarados por la Unesco, Patrimonio de la Humanidad.

El Camino Santiago del Norte

Conocido también como Camino de la Costa, con 936 kilómetros de recorrido total, sirvió como eje vertebrador del norte de la Península durante la Edad Media. El camino costero coincide básicamente con actuales trazados de carreteras, desde el extremo oriental de la región hasta el occidental.

Desde el descubrimiento de forma milagrosa, en el 813 del sepulcro de Santiago, comenzaron las peregrinaciones a Santiago de Compostela situada en el extremo occidental del mundo conocido. Poco a poco, este centro de peregrinación irá adquiriendo más importancia, en competencia únicamente con Roma, Jerusalén y Liébana. Los peregrinos utilizaban los caminos antiguos que se dirigían hacia Occidente, generalmente calzadas romanas todavía en uso. Además del camino principal, que discurría por el Norte de la Meseta, había otros caminos alternativos, entre los que destacaba el costero, parte de cuyo trazado discurría por las comarcas costeras de Cantabria, atravesando los principales núcleos de población de la costa, como Castro Urdiales, Comillas, Laredo, Santander, Santillana del Mar y San Vicente de la Barquera, todas ellas con importantes edificios religiosos medievales, tanto románicos como góticos.

Lo más recomendado es realizarla en nueve etapas:

Etapa 1. El Haya de Ontón – Castro Urdiales (21 kms.)
Esta es la primera etapa del Camino del Norte por Cantabria. Esta etapa pasa por: Baltezana, Otañes, Santullán y Sámano. Se trata de una ruta cómoda, con todos los servicios de restauración, fuentes, áreas de descanso y sin grandes desniveles.

Etapa 2. Castro Urdiales – Guriezo (12,9 kms.)
Es una etapa corta. Merece la pena dedicar un tiempo a visitar la iglesia gótica de Santa María, sobretodo destaca su interior. Pasaremos por las localidades de Allendelagua, Cérdigo, Islares y Nocina. Destacan los tres últimos kilómetros gracias a unas preciosas vistas del mar Cantábrico.

Etapa 3. Guriezo – Laredo (23,1 kms.)
Pasamos por Rioseco, Tresagua, Lugarejos, Iseca Nueva, Sopeña, y de camino a Laredo por Iseca Vieja, Las Cárcobas y Valverde. Lo más destacable de la etapa es el paseo por el monte antes de divisar el valle de Liendo, la maravillosa estampa en torno a la playa de San Julian entre Liendo y Laredo y, esta última, con sus piedras recuerdo de la historia medieval y moderna de la Villa.

Etapa 4. Laredo – Güemes (36 kms.)
Las localidades por las que pasamos son Santoña, Argoños, Helgueras, Noja, Soano, Isla, Bareyoy Güemes. En Laredo, destaca el edificio del ayuntamiento del siglo XVI. Luego continuamos dando un paseo por las playas de la Salvé de más de 4 km, y más tarde la de Berria. Al llegar a Bareyo, no hay que perderse su iglesia, joya del arte románico en Cantabria.

Etapa 5. Güemes – Santander (18 kms.)
Etapa corta que nos da la posibilidad de conocer más a fondo la capital de Cantabria. Localidades de esta etapa son: Galizano, Somo, Pedreña y Santander. En la capital os recomendamos el centro histórico y el Paseo de Reina Victoria. Caminamos por los Jardines de Pereda y desde detrás del edificio de correos llegamos a la Catedral, bajo ella la Iglesia del Cristo donde obtenemos las credenciales, tanto del Camino de Santiago como del Camino Lebaniego.

Etapa 6. Santander – Santillana del Mar (40 kms.)
Peñacastillo, Santa Cruz de Bezana, Puente Arce, Requejada , Barreda y Queveda son los núcleos urbanos por los que pasaremos. Desde el punto de vista cultural, lo más destacable, el puente del XVI de Arce y Santillana del Mar un museo medieval en sí mismo.

Etapa 7. Santillana del Mar – Comillas (24,6 kms.)
Esta es una etapa bellísima que al igual que la anterior se puede dividir en dos. Una parte hasta Cóbreces y otra hasta Comillas. La razón es por la importancia de ambos Conjuntos Históricos. Y no os perdáis la villa de los Marqueses de Comillas con importante presencia del modernismo catalán.

Etapa 8. Comillas – San Vicente de la Barquera (12,5 kms.)
Lo más destacable, sin duda, son las dos Villas y el paisaje junto al mar Cantábrico, que las une. Rubárcena, La Rabia, Guerra, Rupuente y La Braña es la ruta a seguir en esta etapa. Ten la cámara de fotos o el móvil a mano porque pasaremos por el Parque Natural de Oyambre y algunas playas de ensueño.

Etapa 9. San Vicente de la Barquera – Unquera (16,4 kms.)
Se mire hacia donde se mire, hacia delante o hacia atrás, lo que nos rodea es espectacular. Hacia atrás la Villa de San Vicente y hacia delante los impresionantes Picos de Europa. En esta etapa pasamos por La Acebosa, Hortigal, Estrada, Serdio y Pesués. Por cierto, desde San Vicente de la Barquera hasta Unquera, nos podemos desviar en Muñorrodero si queremos, para hacer el Camino Lebaniego.

El Camino Lebaniego

Sin duda es uno de los caminos santos más importantes y hermosos. De hecho en 2017 será el año santo en Liébana. El Camino Lebaniego discurre entre San Vicente de la Barquera y el Monasterio de Santo Toribio, atravesando además los municipios de Val de San Vicente, Herrerías, Lamasón, Peñarrubia, Cillorigo, Potes y Camaleño. Por aquí se pasa por  parajes naturales de gran belleza jalonados de ejemplos capitales del patrimonio arquitectónico de Cantabria. Permite igualmente unir los Caminos Norte (o de la Costa) y Francés del Camino de Santiago a partir de las rutas leonesa y palentina que recuerdan los lazos históricos de la diócesis de Liébana con los reinos de León y Castilla. Son muchos los peregrinos que dirigen sus pasos hacia Santo Toribio, enlazando después los dos caminos de Santiago con el fin de ganar ambos jubileos. Se aconseja hacerlo en tres etapas:

1ª Etapa) San Vicente - Cades (28 km):

San Vicente de la Barquera es una de las localidades más turísticas e importantes de Cantabria y tiene, aunque fuera del camino, otros puntos de interés como el Castillo del Rey del s. XIII, El Convento de San Luis del s. XV donde se hospedó Carlos V en 1517 para ser coronado rey; el Puente de la Maza y el Santuario de la Barquera, ambos también del siglo XV. De allí partimos hacia Serdio, y luego la pista de montaña que conduce a Muñorrodero. La senda finaliza en Camijanes. Luego pasamos por Cabanzón donde destaca su Torre Medieval, y finalizamos en Cades.

2ª Etapa) Cades - Cabañes (30.53 km):

Una vez hemos salido de Cades nos dirigimos hacia La Fuente. Allí podremos admirar La Iglesia de Santa Juliana, una de las joyas del arte Románico en Cantabria, declarada Bien de Interés Cultural. Llegaremos a Cicera, y de allí nos iremos a Lebeña donde discurrimos por un bosque de robles, hayas con ejemplares milenarios y, en temporada, setas de todo tipo. Finalmente llegaremos a Cabañes, tras salvar, eso sí, un último desnivel.

3ª Etapa) Cabañes – Santo Toribio (13.7 km):

La primera parada es en Pendes, donde sería imperdonable si no pruebas el típico quesuco de Liébana. De allí seguimos el camino que conduce a Tama. Luego seguimos hasta Potes. Allí se puede ver la impresionante Torre del Infantado, el edificio más simbólico de la villa, y uno de los más destacados de Cantabria, formando una preciosa estampa con los Picos de Europa de fondo. Finalmente llegamos al Monasterio de Santo Toribio, para por fin venerar el Lignun Crucis. El monasterio es del s. XIII y s. XVIII, de estilo gótico clásico y barroco. Éste alberga la puerta del perdón, del s. XV, y que el Vaticano abre cada año Santo Lebaniego, es decir, cada año que el 16 de abril coincide con Domingo, día del aniversario del monje Santo Toribio, personaje histórico y conocido por traer El Lignum Crucis a Liébana, reliquia que es considera el resto más grande de la Cruz de Cristo.

Toda la información sobre el Camino la podéis encontrar aquí. Además de la información, noticias y rutas, veréis un enlace a un mapa del camino.

Ruta milenaria pero también moderna

El Camino Lebaniego es la primera ruta de peregrinación que contará con conexión a internet por wi-fi, gracias al proyecto llamado "Camino Lebaniego en Red". La conexión se realizará gracias a un sistema de balizas que ofrecerán conectividad durante todo su recorrido y una tecnología mediante la que los viajeros podrán interactuar, acceder a todo tipo de información y compartir su experiencia con otros caminantes. Además, ofrece sus contenidos adaptados a las personas con discapacidad, con el objetivo de facilitar una experiencia completa a lo largo de sus 72 kilómetros para todas las personas que deseen vivirla. Más información aquí.

¿Verdad que te han entrado ganas de coger la mochila y un buen calzado para caminar? ¿A qué espera para vivir tu experiencia de El Camino? Consulta nuestros vuelos aquí.

 

Texto e imágenes de Turismo de Cantabria

 

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10 cafes Frankfurt

Por Silvia Artaza de Gastronomistas

Que Frankfurt es un lugar de contrastes es algo que se entiende a primera vista cuando uno aterriza en esta ciudad alemana. Unskylineque se levanta tras edificios de otra época; un ajetreado restaurante turco lleno de ejecutivos en traje a la hora del almuerzo; unapâtisseriejapo en la que tanto puedes comprarmacaronscomo sentarte a la mesa de susushibar.

Nos escapamos a Frankfurt tres días con el objetivo de encontrar pistas más allá de las afamadas salchichas que deben su nombre a la ciudad. Y las encontramos.

Partimos del NH City como centro de operaciones. Un hotel muy bien situado, a un paso de la Plaza Konstablerwache, de la que nace la zona peatonal comercial (Zeil). Allí mismo hay una parada de tren de igual nombre que tiene línea directa con el aeropuerto, una gran ventaja a tener en cuenta cuando planeas un viaje. Además, si te gustan los mercados, esta plaza acoge un interesante mercado de productos de la región los fines de semana, donde puedes probar un montón de cosas que ofrecen pequeños productores.

En Navidad, como en muchas otras ciudades de Alemania, los mercados tomar protagonismo en las calles, y es una época muy recomendable para visitar Frankfurt. Pero sin lugar a dudas, si se conoce esta ciudad alemana por una cita de impacto internacional esa es su Feria del Libro. Se celebra en octubre y es la más grande y más importante del mundo; un escaparate editorial que cuenta con más de 250.000 visitantes cada año.

No es octubre, pero nos hacemos con un buen libro y nos lanzamos a la calle para encontrar esos diez cafés donde pasarías las horas en compañía de la lectura.

1- Iimori Pâtisserie & Restaurant. Macarons y Sushi Bar.

Muy cerquita de la catedral, en pleno centro de Frankfurt, dos discretas japonesas nos dan la bienvenida en esta original pâtisserie. Un encantador café donde acomodarse en compañía de cualquiera de los dulces bocados que están tras el cristal del mostrador:macarons, bollería, finas tartas como la de té verde, tartaletas de fruta fresca… Si te gusta el té no puedes dejar de venir. Y si te gusta la cocina japonesa, tampoco. Porque para sorpresa, la planta de arriba acoge un sushi bar donde no faltan opciones de mediodía y noche, además de take away.

Todos los días hay desayuno en forma de buffet con pasteles, croissants, pan, fruta fresca con yogurt, mermeladas, crema de chocolate, embutidos o quesos. Y los sábados y domingosbrunch, donde la parte más dulce de Iimori se combina con un gran surtido de sushi y otras especialidades japonesas. (Braubachstraße 24)

2-Bitter & Zart. El placer del chocolate.

Sin movernos de esa calle, pasamos del té y la repostería al chocolate en todas sus versiones. Bitter & Zart empezó siendo un espacio de tienda, donde acudir en busca de buen chocolate. Tabletas, pralinés, bombones, trufas, cacao… de todas las intensidades posibles y de variedad de sabores (almendras tostadas, canela de ceylan o caramelo, entre otros).

Pero en 2012 abrió un salón anexo que, como ellos dicen, es la “sala de estar”. Una zona acogedora que, sin duda, invita a tomarse un café, té, chocolate o zumo y acompañarlo de cualquiera de las piezas saladas o dulces que hay tras el mostrador. Imperdonable visitar este lugar y no probar el pastel de chocolate Bitter & Zart. (Braubachstraße 14)

3-Café bar del Frankfurter Kunstverein.

Frankfurter Kunstverein es un centro de arte pionero en la producción y exposición de artistas jóvenes y experimentales, situado en pleno corazón de Frankfurt junto a la plaza del Römer. Su café bar, como no podría ser de otra manera, es punto de encuentro de mentes creativas, artistas, publicistas, donde es común encontrarlos junto a su portátil y una taza de café.

La cocina es casera, fresca, comprometida con la temporada y los productos de la región. Hornean el pan allí mismo y los zumos naturales se exprimen al momento. Es una gran opción si buscamos un sitio donde desayunar o tomar un cóctel en un buen ambiente. (Steinernes Haus am Römerberg. Markt 44).

4-Café Metropol. Un imprescindible.

También a un paso de la catedral, Café Metropol es otro de los puntos de encuentro más habituales de la ciudad. Buen ambiente y buen precio. Tiene grandes mesas de madera donde tomar un café, una de las mejores tartas caseras de Frankfurt, sándwiches, pasta o ensaladas.

Es muy luminoso y te puedes quedar mirando horas a través de su gran ventanal que da a un jardín, algo que, junto a la sencillez del lugar, lo convierten en uno de los sitios más agradables que hemos encontrado para disfrutar de una lectura. Eso sí, en las cenas (carta de cocina internacional) y los desayunos de fin de semana está a tope así que lo mejor es reservar. (Weckmarkt 13-15)

5-Desayunos en Café Karin

Otro lugar que es habitual encontrar lleno es Café Karin, donde recomendamos pasar a desayunar. La variedad es increíble. La carta presenta los desayunos con los nombres de los distintos barrios de Frankfurt y van desde un clásico croissant con mantequilla y mermelada a un contundente plato con quesos, embutidos, dulces… Como no puede ser de otra manera, también zumos naturales, cafés, müsli, y la posibilidad de personalizar tu desayuno con un montón de extras. Llamémoslo desayuno o mejorbrunch, porque está disponible hasta la tarde. (Grosser Hirschgraben 28)

6-Café Albatros. Afterwork con ambiente

Nos hablaron de Bockenheim, barrio al que llegamos atravesando una zona más residencial. Con menos movimiento que el centro, pero con lugares interesantes como este Café Albatros, lleno de gente joven tomando una cerveza tranquila tras el trabajo.

Al igual que Café Metropol, cierra pasada la medianoche entresemana, por lo que el ambiente es animado en las cenas. Y por supuesto los domingos debrunch, con unos 50 platos entre fríos y calientes, dulces y salados. La carta es internacional, desde pastas italianas oensaladas, hasta unas ricas Samosas con salsa de yogurt y menta. (Kiesstrasse 27)

7- Roseli. Una café de media tarde

Un poco escondido. En un callejón a medio camino entre la zona comercial (Zeil) y la plaza principal (Römer) se encuentra esté café. Nos gustó porque es pequeño, íntimo y muy agradable. Y porque tiene una coqueta terraza alejada del tráfico para los días en que el tiempo lo permita.

Tés orgánicos, cafés y unas tartas irresistibles. Pero también opciones saladas como quiches, focaccias, paninis o ensaladas. Donde se encuentra Roseli hay otros locales alternativos y urbanos que también merecen parada como Brot und seine Freunde (una panadería casera con cafés, sándwiches y dulces) o Souper! (con un montón de sopas buenísimas para tomar o llevar). (Weißadlergasse 9)

8-Historia en las mesas de Café Liebfrauenberg

Sin duda, una parte de la historia de Frankfurt está en este lugar. Fundado hace más de 120 años, ha sido y es un punto de encuentro social en el centro. Tiene un aire nostálgico de otro tiempo, y es imprescindible en una lista como esta, que recorre los cafés de esta ciudad alemana.

Cafés, tés, chocolates a la taza y una variedad de dulces que vuelven loco. Tortitas, crepes o waffles, pero también, tartas caseras preparadas con fruta de temporada. No te pierdas su pastel de nuez. (Liebfrauenberg 24)

9-Cócteles y más en Moloko +

Ni en el libro de Anthony Burgess ni en la posterior adaptación cinematográfica de Kubrick se desvela su receta, pero recordamos Moloko Plus como el cóctel que tomaban los protagonistas de La Naranja Mecánica. Su homónimo local de Frankfurt también empezó siendo coctelería, pero ahora ha evolucionado a un concepto non stop donde puedes desde desayunar a tomar un mojito por la noche. El interiorismo ya es excusa suficiente para dejarte caer por allí. (Kurt-Schumacher-Straße 1)

10- Café Süden. Parada entre dulces y tés

Nos encanta salirnos de las guías y una tarde acabamos en el barrio de Bornheim. Nos comentan que es una zona que frecuentaban los locales y eso nos encanta aún más. Como esté pequeño café. Apenas cuatro pequeñas mesas y una barra al fondo llena de tartas. Muy agradable, una atmósfera de velas donde rendirse a un buen té. Para nuestra sorpresa ¡es el hermano pequeño de un restaurante de cocina española en la ciudad! (Berger Strasse 239)

Y no dejes de…

Operación “Frankfurt más allá del frankfurt” conseguida, pero confesamos que también los probamos. Por eso, junto a todas estas recomendaciones, te animamos a que no dejes de…

Conocer una tradicional sidrería (Apfelwein) como Apfelwein Wagner en el barrio de Sachsenhausen, probar el vino de manzana/sidra, la milanesa (Schnitzel) con salsa verde (Grünen Soße) -que preparan con las “siete hierbas” (borraja, perifollo, berro, perejil, pimpinela, cebollino y acedera)- o un típico queso cremoso con paprika que se sirve como entrante para untar (Spundekas). (Schweizer Straße 71)

Y también pasar por el mercado diario Kleinmarkthalle, hacer parada en el puesto Schreibery comerse cualquiera de las variedades de salchicha que tienen. A media mañana es habitual encontrar una larga cola de locales esperando su turno, pero si buscas una auténtica frankfurt en Frankfurt este es el lugar. (Hasengasse 5)

Dan ganas de ir verdad? Anímate! Consulta nuestros precios aquí!

 

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