A 30.000 pies por viajeros para viajeros

Resultados

5 imprescindibles de San Sebastián

1- Unos pintxos por el casco viejo

Eso sí, acompañados por un zurito y tomándonos nuestro tiempo, porque lo requiere. Paseando desde el puerto hasta la plaza de la Constitución podremos probar cualquiera de estas deliciosas miniaturas como buñuelos de bacalao, croquetas de calamar en su tinta, berenjenas rellenas,… La lista es interminable y hay para todos los gustos.

2- Palacio de Miramar

Situado en uno de los lugares más bellos de la ciudad, en este antiguo edificio de estilo inglés que solía alojar a la realeza española podremos gozar de una de las mejores vistas de la bahía de San Sebastián, además de sus verdes jardines.

3- Kursaal

El emblemático edificio de la ciudad donde (entre otros eventos) se celebra el famoso Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Un impresionante edificio de cubos translúcidos frente al mar obra de Rafael Meneo. Está situado en Gros, el barrio surfero, así que si eres más de olas siempre puedes bajar con tu tabla a practicar

4- Playa de la Concha

Una de las playas más famosas del país lo es por algún motivo. Sea verano o no, contemplar la isla de Santa Clara mientras paseas, vas en bici, o incluso surfeas con los locales es otra de las delicias que San Sebastián ofrece. No te resistas, acabarás enamorándote de ella.

5- Monte Igueldo

Con un entrañable funicular de madera que podemos coger muy cerca de El Peine del Viento, en este rincón mágico podremos ver la mejor panorámica de la ciudad la bahía de la Concha y la isla de Santa Clara.
 Además de disfrutar de la belleza de este entorno natural, su parque de atracciones y el antiguo faro que vigila la ciudad son algunos de los secretos mejor guardados del lugar.

Imagen de  Mikelo

Por Isabel Sánchez

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Cultura y coches

En una ciudad en la que se fabrican vehículos de fama mundial, se puede soñar con las cuatro ruedas. Y es que en Stuttgart, la cultura automovilística es de gran importancia, más que en cualquier otro lugar. Aquí iniciaron sus inigualables trayectorias Daimler-Benz y Porsche, y en honor a estas marcas encontramos sus dos espectaculares museos.

Por un lado, el ultramoderno Museo Mercedes-Benz, que cuenta la historia completa del automóvil desde los inicios, sin saltarse ninguna de sus etapas. En su edificio de diseño futurista, encontrarás más de 1.500 piezas repartidas en nueve plantas que documentan su historia.

Por otro lado el Museo Porche, que se encuentra en la localidad de Zuffenhausen. El edificio crea gran admiración por su arquitectura, ya que al estar sostenido únicamente por tres puntos de apoyo, parece flotar en el aire. En su interior, completamente blanco, encontramos vehículos raros y una gran variedad de modelos históricos.

Además, si tu visita a Stuttgart es en marzo, durante el mes se celebra la Retro Classics, una de las ferias del automóvil más bonitas de toda Alemania, a la que acuden coleccionistas de vehículos clásicos de todo el mundo.

Pero no sólo de la industria automovilística vive la ciudad; su ballet, el teatro y la ópera gozan de gran fama mundial. La gran orquesta de Stuttgart, los clubes de jazz o los dos teatros musicales ubicados en el SI-Centrum Stuttgart proporcionan exquisiteces musicales a todos los visitantes. En las calles Königstrasse y Calwer Straße disfrutarás de más de un kilómetro de tiendas de primera categoría mundial donde realizar tus compras. Y reserva tiempo para otro de los grandes atractivos que ofrece Stuttgart: elparque Wilhelma, uno de los jardines botánicos y zoológicos más bonitos de Europa.

Imagen de RudolfSimon

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8 terrazas imprescindibles de Marrakech

La más top

La Mamounia es uno de los hoteles más míticos del planeta, donde se han hospedado actores, la realeza, políticos y un sinfín de rostros famosos. Con sus aires de palacio majestuoso y sus jardines imperiales de más de 8 hectáreas, es un enclave de ensueño que parece sacado de Las mil y unas noches. Aquí encontrareis lujo y esplendor en estado puro, un espacio dedicado a la gastronomía y a la coctelería y un trato exclusivo. Atreveos a cruzar su puerta, eso sí, elegid vuestras mejores galas para no parecer un bicho raro entre tanto glamour, y disfrutad de la terraza del bar, con vistas a un majestuoso oasis natural. La mejor hora para disfrutar de un cóctel (rondan los 15 euros, pero vale la pena el capricho) es cuando finaliza la tarde y la temperatura y luz del atardecer hacen aun más agradable este instante que enamorará a los más hedonistas.

La más popular

Una escalera roja empinada (agarraros a la barandilla para no tropezar y cuidado con la cabeza) lleva de la plaza Bab Ftouh a la azotea del edificio nº 21. Chez ZaZa es un garito popular y de buen ambiente, frecuentado por los marrakechíes. En su pequeña y colorida terraza podréis probar platos tradicionales sabrosos y bien presentados: pastilla de pollo, carnes a la brasa, tajines variados y ensaladas de verduras calientes condimentadas, por un precio medio que no llega a los 10 euros. De día, la terraza os permitirá descubrir desde arriba la divertida agitación del zoco; de noche, disfrutaréis de la puesta de sol sobre las azoteas de la Medina.

La más internacional

Si lo que buscáis es un paraíso en plena agitación, este es el lugar. El Palais Lamrani es un riad rehabilitado por una pareja de franceses que acoge a los visitantes en un entorno exclusivo. Los bonitos jardines de su patio interior son una de las más encantadoras terrazas de la ciudad, donde podréis disfrutar de una comida relajada, romántica y llena de encanto entre plantas y el agradable sonido de la fuente central. Sirven comida internacional y marroquí elaborada con productos frescos (la carta cambia cada semana). También podéis acudir a tomar un café, un cóctel o una copa. Este local es conocido como La Table du Palais y os enamorará.

La más auténtica

La plaza Jemaa-el-Fna se convierte cada noche, y especialmente los viernes, sábados y domingos, en un hervidero. Un inmenso escenario en el que se dan cita los autóctonos y los turistas para disfrutar de un rato festivo, escuchando y viendo los grupos de música y de danza folclórica; comprando ropa y todo tipo de objetos a los vendedores ambulantes; participando en familia en juegos improvisados; o rindiéndose con los cuentacuentos, encantadores de serpientes, curanderos... Pero también para pegarse el festín semanal entre amigos y familiares, alrededor de grandes mesas compartidas entre desconocidos. Hay decenas de puestos de comida donde probar especialidades nacionales como la cabeza de cordero a la barbacoa, entrañas a la brasa, sopa de legumbres, mariscos o repostería árabe. Pero ojo, aunque este lugar seduce por su buen ambiente y su autenticidad, requiere de un estómago todoterreno.

La más solidaria

La Asociación Amal es una organización sin ánimo de lucro que lucha por la integración profesional y la autonomía de las mujeres marroquíes que se encuentran en condiciones precarias. Su sede en Marrakech, en el barrio de Semlalia, sirve de escuela de hostelería a las mujeres que integran su programa, donde aprenden a cocinar y servir de forma profesional. Cuenta con una bonita terraza con jazmines y naranjos cuyas flores desprenden un perfume embriagador, donde probar creaciones marroquíes (mechoui, tajin, couscous…) y de inspiración internacional. ”Todo es casero menos el agua”, según explican. El precio es de 8 euros por persona.

La más famosa

El Hôtel de France es una auténtica institución en la ciudad. Desde su terraza, donde se dan cita locales y turistas, hay magnificas vistas panorámicas a la plaza Jemaa-el-Fna y al conjunto de la Medina. Sentaos aquí, sin prisa, y tomad uno de sus tés a la menta dulcísimos, mientras observáis con toda la tranquilidad el fascinante ambientazo de la plaza, acompañado del son de los tambores y de los cantos coránicos que suenan a la hora del rezo.  

La más íntima

En esta terraza, con piscina y tumbonas incluidas, solo pueden acceder los huéspedes del Riad Abracadabra, tanto para desayunar como para tomar una copa o descansar. Y solo por ello vale la pena alojarse en este establecimiento cuyo interiorismo podría protagonizar una editorial de revista de diseño. Todo es paz y buen gusto. Una dirección imprescindible en plena Medina.

El más relajante

Frente a las Tumbas Saadíes, en un marco típicamente marroquí, la terraza del Café Kasbah es perfecta para disfrutar de una agradable comida al aire libre con vistas al impresionante Minarete de la Koutoubia. Simpática y cercana, la atención recibida en este local os dejará tan buen recuerdo como su gastronomía, simple, ligera y tradicional. El lugar ideal para hacer una pausa entre las distintas visitas a los lugares de interés cercanos: el palacio de la Bahía, el de El Badi, las Tumbas Saadíes o el barrio judío.

Anímate a recorrer las azoteas, jardines y patios de Marrakech, consulta tu Vueling aquí.

 

Texto y fotos de Laia Zieger de Gastronomistas

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2 DÍAS EN MÁLAGA Y 14 IMPRESCINDIBLES

Con una ubicación ideal en el sur de España, Málaga es la Costa del Sol, esta magnífica región mediterránea de Andalucía que cuenta con kilómetros de playas, permanentemente bañadas por el sol. Una ciudad vibrante con un ambiente acogedor, animado, alegre y creativo, llena de patrimonio y de riquezas increíbles.

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