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7 destinos que triunfarán este verano (2023)

Si todavía no sabes adónde ir este verano, te lo ponemos fácil. Aquí tienes unas cuentas ideas de destinos que, más o menos conocidos, darán que hablar este año.

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Xixon Sound

Xixon Sound es el movimiento musical nacido en Asturias a principios de los noventa y una de las escenas que iba consolidando el indie español. Mientras en Granada, Los Planetas empezaban a definir el movimiento musical que se contraponía a otra de las escenas musicales creadas en Madrid en los 80 bajo el nombre de Movida Madrileña, La Buena Vida hacía lo consecuente en San Sebastián o El Niño Gusano en Zaragoza, descentralizando el capitalismo de la música española que había sido característica de la Movida Madrileña.

Muchos recordarán la banda más emblemática de este sonido, Australian Blonde, de quienes se rescató su hit Chup Chup para la película de Montxo Armendáriz, Las historias del Kronen y que incluso llegó a sonar en la radiofórmula de los 40 Principales, pero es sorprendente descubrir que bajo las mismas coordenadas geográficas y temporales se concentraron otras bandas igual de relevantes como Penelope Trip, Manta Ray o Nosoträsh. Penelope Trip ponían el local de ensayo para muchas de las bandas del movimiento o Nacho Vegas de Manta Ray quién solía poner copas en La Plaza, bar que se convirtió en el templo al que acudían todos los indies asturianos. Muchos de los músicos del Xixon Sound estudiaban en la Universidad de Oviedo y pasaban mucho tiempo en el Campus del Milán, cuya cafetería fue uno de los puntos de encuentro más habituales de los grupos de los noventa. Además de los artistas ya citados, hay que reconocer a bandas asturianas como Doctor Explosión que, aunque no sean paladines del sonido indie del Xixon Sound, sí estaban en el sitio y el lugar correcto o las bandas creadas por las novias de los miembros de las bandas del Xixon Sound, Undershakers o Nosoträsh.

Otras bandas menos reconocidas pueden ser Screamin’ Pijas, Las Buges o Babylon Chat de quien hemos incluido un tema en nuestro podcast o los ruidosos Eiminator Jr., banda con nombre de un tema de Sonic Youth del disco Daydream Nation y que se acercan más al noise pop que al sonido del Xixon Sound.

Cabe destacar también en este repaso del sonido asturiano a Paco Loco, el productor de la mayoría de bandas del Xixon Sound, que se ha convertido quizá en el productor más reputado de la música indie patria, al sello discográfico Astro o al Festival Internacional de Cine de Gijón, uno de los festivales de cine de referencia en España y muy ligado a este movimiento. Durante la celebración del FIC se organizan cursos, mesas redondas, encuentros con los directores, así como conciertos diarios o fiestas con música en directo (www.gijonfilmfestival.com).

Os presentamos una ruta por los bares de Gijón donde se movía el Xixon Sound y algunos que todavía conservan el mismo espíritu de antaño y un podcast con temas del Xixon Sound para que escuchéis mientras hacéis la ruta de bares nocturnos que os recomendamos.

Los bares pequeños, con encanto, apretujones y buena música de Cimadevilla son un requisito indispensable para vivir la noche asturiana. Empezamos en la plaza de la Corrada y, concretamente en el bar La Plaza, tierra del Xixon Sound. Muy cerca de La Plaza, nos encontramos con el Soho, música española de la buena hasta las cuatro de la madrugada y, a partir de entonces, británica. El Soho tiene un secreto bien guardado: un pequeño piso arriba al que se sube por unas escaleras y que es de lo mejorcito de la noche gijonesa. No podemos obviar el bar más mítico de la ciudad: el Escocia. Este bar se ha convertido en el refugio de los que rondan la cuarentena y que conservan el espíritu del Xixon Sound. Otro bar de moda es El Patio de la Favorita, con muy buena música y un DJ cada noche. De camino, entre la plaza de El Marqués y El Patio, y si eres amante del buen gin tonic, el Lola Gin es tu sitio para degustar un buen gin tonic con pepino, limón o lima.

1. La Plaza, Travesía de la Corrada con la de Atocha, Gijón


2. Soho, Calle de las Cruces, 33201 Gijón


3. Escocia, Calle de Santa Lucía, 7, 33206 Gijón


4. El Patio de la Favorita, Calle Ezcurdia, 4, 33203 Gijón


5. Lola Rojo Gin, Calle de San Antonio, 5, 33201 Gijón

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Viajar y comer con niños en Marrakech

Marrakech es un caos, y nadie que haya pisado alguna vez esta ciudad marroquí se atreverá jamás a manifestar lo contrario. Un desorden bendito para aquellos a quienes les va la marcha, y un lugar estresante y terriblemente imprevisible para los amantes del orden y para aquellos que necesitan tener todo bajo control. A estos últimos les aconsejamos que cojan un Vueling a Zúrich con su familia y disfruten de la plácida sensación de que todo funciona y donde además hacen unas fondues que están de miedo. Al resto, les recomendamos que nos sigan en esta fantástica aventura.

Marrakech es ese lugar donde cada tres pasos alguien te para por la calle con el objetivo de venderte algo, llevarte a la tienda de alguien, hacerte una ruta guiada por la ciudad, colocarte una serpiente en los hombros, tatuarte, prepararte un zumo de naranja, pasear contigo y su mono –al que pretenderán que cojas de la mano– o llenar tu bolsa de perfumes, especias, jabones y hermosos objetos decorativos que parecen salidos de Las mil y una noches. Todo ello mientras esquivas carros tirados por caballos al grito de “Calesa, María, barato”, burros y demás fauna que puebla la ciudad, te haces una foto con un camaleón, visitas palacios que hasta el momento solo existían en tu imaginación y comentas con los hombres de todas las edades que irrumpen en tu camino las últimas hazañas del Barça.

Esta ciudad marroquí es pura magia, un delicioso caos fascinante en el que huele a especias y té con menta –un poco, a veces, a caca de caballo también, pero y qué– y en el que cualquier amante de la aventura va a divertirse de lo lindo. Y nadie mejor que un niño para apreciar esta ciudad que no se parece a nada antes visto, para entregarse al disfrute de la retahíla de personajes y situaciones fuera de lo común que van a protagonizar la estancia en Marrakech y que la harán inolvidable.

El primer lugar del que van a enamorarse los más pequeños es de la plaza Jemaa El-Fna, el centro neurálgico de la medina, donde al caer la tarde empieza uno de los festivales gastronómicos más maravillosos del mundo. De todos esos puestos callejeros comienzan a emerger deliciosas carnes especiadas, hummus, cuscús, tajines, ensaladas y otras delicias a precios de risa. Hay quien no se atreve a ocupar mesa en este mercado callejero por temor a la intoxicación, a la contaminación del agua y los posibles efectos adversos para nuestro aparato digestivo, pero simplemente con asegurarnos de que los cubiertos están limpios y secos y evitando los alimentos crudos disfrutaremos de un espectáculo que ni en el Sublimotion.

En la misma plaza hay también numerosos restaurantes con vistas que nos permiten disfrutar con cierta perspectiva del jolgorio constante de Jemaa El-Fna. Uno de nuestros preferidos es Aqua (Jamaa El Fna, 68), cuya terraza en la planta superior ofrece unas vistas privilegiadas de la plaza y donde ofrecen una cocina casera marroquí bastante correcta y donde también tienen pasta, pizza, bocadillos y otros platos internacionales perfectos si deseamos abandonar por un día la cocina local.

Seguimos la ruta gastronómica en familia por Marrakech ocupando mesa en un espacio fascinante por ser absolutamente inclasificable: Clock Cafe, uno de los pocos locales hipsters de la ciudad, un sitio que bien podría estar en Londres o Berlín y que, sin embargo, no pierde su esencia árabe. Aquí los precios ya rozan los europeos, el hilo musical emite indie pop, las sillas son amarillas, hay graffitis en las paredes y tienen un cuscús con pollo y cebolla caramelizada de escándalo, aunque los peques probablemente escojan la hamburguesa de camello, uno de los productos estrella de la casa. Si hace frío –cosa que también ocurre en invierno en Marrakech–, su chimenea será vuestra mejor amiga.

Otra opción recomendable es hacer un alto en el camino es Nid'Cigogne (Place des Tombeaux Saadiens, 60), un amplio restaurante de tres plantas al lado de las tumbas saadíes, donde los más pequeños se divertirán con los gatos que habitan la terraza y podrán disfrutar de platos sencillos, que van desde sándwiches a guisos marroquíes, y descansar durante unas horas del bullicio constante que es Marrakech. El servicio es muy amable y, como ocurre sin excepción en todas partes en esta ciudad de cuento, los niños son siempre bienvenidos, acogidos con cariño y tratados con respeto y afabilidad.

Por último, aunque las opciones son infinitas, vale la pena pararse a tomar un té en el bonito Marrakech Henna Art Cafe, donde podremos hacernos un tatuaje de henna y, mientras esperamos, degustar unas pastitas. También podemos atacar un tentempié en forma de delicioso hummus y cuscús vegetal a precios bastante ajustados, y comprar alguno de los souvenirs que venden en su interior.

Y así, con una cesta cargada de artesanía, especias, jabones, babuchas multicolores y miles de recuerdos inolvidables, disfrutaremos de una experiencia en familia que nos habrá dado anécdotas maravillosas y muchas horas de risas. Y es que, ¿en qué otro país del mundo alguien muy serio ataviado con chilaba va a parar a tu hijo por la calle al grito de “Hola, pequeño Nicolás”? Reserva tu Vueling a Marrakech y anímate a vivir esta experiencia en primera persona.

Texto y fotos de Laura Conde de Gastronomistas.com

 

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Bruselas por Absynthe Minded

Hablamos con Bert Ostyn y Jan Duthoy, voz y teclados respectivamente de Absynthe Minded, grupo belga que acaba de editar su trabajo As It Ever Was sobre su ciudad.

1. St. Jans-Molenbeek

La primera canción As It Ever Was y que da título a su último trabajo está inspirada en el trabajo de un artista Jeroen Peters. Este artista que vive en Bruselas, una ciudad grande y pequeña a la vez, ha creado un jardín único en las afueras de la ciudad. El jardín de St. Jans-Molenbeek está situado en un lugar donde antes había una zona gris e industrial en una zona de Bruselas no demasiado bonita y done se concentra mucha pobreza y personas desfavorecidas, muchos camellos por el barrio y muchas otras cosas de las que hablan en la canción. Peters alquiló una gran espacio de tierra que pertenecía a una industria, un espacio en el que no pasaba nada desde los años 70 y consiguió convertir esos terrenos grises en espacio verde construyendo allí un jardín con sus propias manos para ofrecérselo al barrio para su uso y disfrute. Es un jardín conceptual donde todo el mundo es bienvenido y es algo muy bueno para el barrio, una obra de arte que Peters creo con sus propias manos y ha invitado allí a políticos y otras personalidades para que vean lo bueno que es el jardín. Este es el jardín del que habla la canción As It ever was.

2. Overpoortstraat, Ganthe

Hay otra canción en el álbum llamada Crosses que pasa en una calle llamada Overpoortstraat, una zona de Gante donde están todos los bares y clubes, y donde está toda la movida nocturna. La canción habla de una chica que actúa irresponsablemente y de forma un tanto peligrosa. Habla del tipo de chicas que no deben ir con cierto tipo de personas a su edad, no deben confiar en todo el mundo o actuar de un modo tan ingenuo. Han querido reflejar en esta canción con el sonido del bajo que asemeja a una chica joven atrapada en el pánico. Crosses va de los peligros de la noche y de quizás beber demasiado.

3. Music Mania, Gante

Absynthe MInded compran discos en Gante en la tienda Music Mania, una tienda especializada en lo nuevo y en discos de segunda mano. Una tienda my popular donde acuden muchos jóvenes a comprar vinilos. Los propietarios son increíbles y tiene mucha pasión por la música. Little Rascal es una canción con gran presencia de samplers de una vieja compañía discográfica egipcia llamada KayuFone.

Music Mania, Walpoortstraat 3, 9000 Gent

4. Botanique

En Bruselas existen lugares como Botanique que es un jardín botánico que, además, tiene sala de conciertos donde acuden a tocar infinidad de bandas de la Bélgica francófona.

5. Werchter Festival

El festival más grande de Bélgica es el Werchter Festival, un grandísimo festival donde descubrir siempre bandas nuevas pero hay además muchos más festivales en Bélgica parece a día de hoy que cada ciudad tiene el suyo propio.

6. L’Archiduc

Hay un famoso cóctel bar no muy lejos de la Ancienne Belgique, a la vez que una de las más reconocidas salas de conciertos, llamado L’Archiduc. Es un lugar de moda con unos combinados espectaculares y donde puedes encontrar caras famosas de Bélgica. “Bruselas es una ciudad perfecta, caótica que siempre ofrece grandes inspiraciones para nuevas canciones. Bruselas es la ciudad de Bélgica. Gante es muy pequeña y Amberes está a medio camino. Bruselas es muy internacional y es la capital de nuestro pequeño país Bélgica”, nos cuentan.

L’Archiduc, Antoine Dansaertstraat 6 1000 City of Brussels

7. Gante

Gante es una ciudad muy acogedora, una ciudad preciosa con muchos restaurantes y nada caótica, con muy buenas vibraciones. Nadie del grupo es originario de allí pero todos han ido. En Gante, hay muchos estudiantes, muy buen ambiente y muchos clubs de rock donde empiezan infinidad de bandas. También hay muchos bares de jazz, muchos conciertos y mucha actividad cultural. Es una ciudad llena de vida, una ciudad muy joven.

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