7 restaurantes para disfrutar aún más de Formentera
Formentera tiene fama de ser cara. Tan cierto es que la cuenta de algunos restaurantes es alta como que muchos más no resultan nada prohibitivos y merecen la visita. Esta es nuestra variada selección tras viajar a esta preciosa isla: frente al mar, en el interior de la isla, dentro de un hotel… ¿Cuál es tu favorito?
Casbah
Me alojé en Casbah, coqueto hostal de tres estrellas formado por pequeñas casitas en un bosque de pinos a cinco minutos de la playa de Migjorn. Su restaurante elabora platos de cocina tradicional con técnicas actuales. No es caro y hay platos reseñables, como las croquetas de pulpo, servidas con mayonesa de aceitunas negras, el tiernísimo pulpo a la parrilla y el pescado del día. Las carnes son apetecibles y no falta el arroz caldoso de bogavante. Su precio medio es de 40 euros y cuentan con un menú degustación de seis platos y postre por 60 euros sin bebidas, 80 con maridaje. Abren de marzo a diciembre.
Caminito
Referencia de la isla por su veteranía (36 años) y por sus carnes llegadas de Argentina, EEUU y Australia. Por eso este local argentino es una pasarela de estrellas (Medem, Ramazzotti, Mariscal, Custo, Iniesta, Messi, Buenafuente, Dalma, Guardiola…) en busca de platos del país sudamericano y propuestas mediterráneas como el delicado canelón de langostino y el huevo a baja temperatura con patata, bacalao y crema de ajos tiernos. Sorprende la piscina interior sobre la que hay varias mesas donde cenar. Abren de mayo a octubre y su precio medio es de 50 euros.
Fonda Platé
En Sant Francesc Xavier, pueblo del interior, está Fonda Platé, emblema que igual sirve para un 'barrido' (desayunar, comer, cenar platos sencillos, tipo burgers o ensaladas) que para un 'fregao' (cócteles, música). Su terraza con hojas de parra tiene encanto y su interior desprende un aire viejuno que recuerda la época en la que se fundó. En los 80, los actuales propietarios cambiaron su velero a los antiguos dueños por el establecimiento. Precio medio 20-25 euros.
Sol Post
El nombre lo sugiere: Sol Post, en el hotel Cala Saona, está en uno de los lugares más bonitos donde disfrutar de la puesta de sol. Durante los mediodías ofrece cocina tradicional balear (atención a los mejillones al vapor y a los arroces, como la insuperable paella delsenyoret, con pescado y marisco, nada caros para los precios de la isla). Por las noches elabora cocina mediterránea más moderna. De mayo a octubre con un precio medio de 30-35 euros (mediodías) y 45 euros (noches, con dos menús degustación sin bebidas por 32 y 58).
Es Jardí des Marès
Todo de buen gusto, sobrio y elegante, delHotel Marès(Sant Francesc Xavier), lleno de obras de arte en exposición, se traslada a su restaurante, con platos elaborados, innovadores y con productos de calidad, siempre con raíces en Formentera. La terraza, antiguo jardín del convento vecino, es el marco donde degustar platos con juego, diversión y modernidad bien entendida: carpaccio de potro, la renovada ensalada payesa, lubina con espárragos trigueros y aceituna kalamata y chips de boniato… Precio medio entre 35 y 40 euros (hay menú degustación de cinco platos, más postre, sin bebida, por 50).
Es Caló
Otra referencia de Formentera. Cocina tradicional de la isla (ensalada payesa,bullit de peix, arroces, bogavante frito con huevos…) con un producto excelente y en unas terrazas (una eschill out) con unas vistas maravillosas sobre el mar azul turquesa y el verde de la montaña de La Mola. El bogavante se fríe con patatas y pimientos verdes; cuando el cliente ha acabado se fríen huevos en el aceite que queda en la paella. Abren desde antes de Semana Santa hasta finales de octubre y su precio medio ronda los 35-40 euros.
Sa Sequi
Para disfrutar de una puesta de sol con vistas a Ibiza. En Sa Sequi se puede tomar una copa y platillos fríos y calientes en elchill outo platos más completos en la terraza del restaurante, que trabaja el pescado fresco con unos precios más contenidos que en la vecina zona de Ses Illetes. De mayo a noviembre. Precio medio 50 euros.
Texto y fotos de Ferran Imedio de Gastronomistas.com
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+ infoLost & Found en Londres
My Vueling City y Mondo Sonoro, unirán fuerzas durante los próximos meses con la publicación de una serie de posts, en ambos medios, que se centrarán en aspectos musicales y de cultura pop de algunos destinos Vueling. Y hemos iniciado esta colaboración, como no podría ser de otra manera, en Londres, la cuna de la música pop. Para esta cita inaugural decidimos acompañar a Joan S. Luna, redactor jefe de esta veterana revista musical, durante un fin de semana. Fueron dos días intensos, en los que hubo tiempo para todo: gastronomía variada, desde española gourmet pasada por el filtro inglés, a cocina fusión -pasando también por fast food de cuestionable excelencia-; cómics; largos paseos por Bankside, Oxford Street y Dalston -el barrio que está apuntando maneras para convertirse en el nuevo Soho de la capital británica-; desorientación con múltiples momentos de pérdidas en su laberíntica red de transportes públicos; y por supuesto algo de fiesta. Vamos a desgranar lo que dio de sí, las apenas 40 horas que estuvimos en Londres.
La previa
Nos plantamos en la mega city el viernes por la tarde, que con el cambio de hora era más noche que tarde. Era un típico día londinense, con frío y lluvia con intensidad variable. Pero todo eso nos dio igual. Íbamos a encontrarnos con el crew Mondo Sonoro en magnífico restaurante Ibérica Victoria, el último en llegar a la familia de los establecimientos Ibérica, que tanto están dando que hablar en Londres y Manchester. Aquí fue donde tuvimos el primer contacto con Joan S. Luna, el protagonista de este post. Para él fue “un verdadero placer disfrutar del fantástico menú que presenta Ibérica. Trato cercano, comida de calidad y una decoración que sorprende desde el primer instante”. La verdad es que el interiorismo llama mucho la atención”. Y es cierto, la barra de recepción está coronada por una especie de nube a base de todo tipo de cachivaches de cocina. El restaurante está diseñado por el arquitecto Lázaro Rosa Violán, de Estudios Contemporain de Barcelona. Aquí se puede comer la mejor gastronomía española, eso sí con un toque inglés. Hay que tener en cuenta que el 95% de los comensales son autóctonos. El chef ejecutivo es nada menos que el dos estrellas Michelin Nacho Manzano. La cocina está dominada por las carnes y sus tapas elaboradas. No te puedes perder sus croquetas caseras -Marcos Fernández, el Managing Director de Ibérica nos dijo que el secreto está en el hecho de tener a un cocinero trabajando exclusivamente en ellas-. También recomendamos el cordero cocinado dos veces (twice cooked lamb), marinado con cerezas, tomates y pimientos rojos de El Bierzo. Con el estómago lleno, lo mejor era retirarse para coger fuerzas de cara a la jornada de sábado que sabíamos iba a acabar a altas horas de la madrugada.
Un día hipster cualquiera
Londres sigue estando en la vanguardia de la cultura popular europea desde los años sesenta. A lo largo y ancho de la ciudad proliferan barrios que actúan de verdaderas incubadoras de tendencias. Aquí se decide que será lo másinen las próximas semanas. Hace poco el estilo de moda consistía en dejarse la barba, volver a la vida tradicional, y rendirse a los interiorismos vintage… Así que, ahora ¿quien sabe?, quizá el coleccionar sellos se convierta en un must de lo más hipster.
Nosotros decidimos empezar con un poco de cultura pop, por lo que fuimos a pasar la mañana a la Tate Modern donde vimos la expo The World Goes Pop. “Más que las obras expuestas en si mismas, fue toda una sorpresa descubrir la cara más o menos oculta de lo que fue el boom del Pop Art o cómo su onda expansiva dio frutos en países como España, Polonia o Japón”, comenta Joan tras salir del impresionante edificio, antigua central de energía construida en los años cuarenta. Luego nos dimos un paseo por Bankside, donde nos topamos con uno de los múltiples mercados navideños de la ciudad. “Bankside me resulta un barrio de lo más atractivo. Uno se pierde en sus calles y piensa en si realmente está en una gran ciudad o en una pequeña población costera”.
Tarde variada
Tras la comida, fuimos a satisfacer una de las grandes aficiones de Joan: el manga, los cómics y la ciencia ficción. Así que nos plantamos en la estación de Tottenham, y tras perdernos por enésima vez (esta vez en Oxford Street), conseguimos llegar a ese templo del entretenimiento de culto, la tienda friki por excelencia, Forbidden Planet. “Éste es, sin duda, uno de los puntos clave a visitar por cualquier aficionado a los cómics o la literatura fantástica. Referencia ineludible en su momento, quizás haya perdido parte de su importancia al haber nacido tiendas de características similares en otras ciudades del mundo, pero pese a ello, una cita divertida y en la que el tiempo pasa volando”. Y ciertamente así fue. Seguidamente pasamos por Denmark Street y alucinamos con las numerosas tiendas de instrumentos musicales -incluso había especializadas en bajos-. Luego pusimos rumbo a Dalston, el nuevo barrio canalla de la ciudad. Dalston es una calle fea, no esperéis nada bonito. Está lleno de restaurantes turcos que hacen shawarmas a la brasa. Pero es conocido por su movida nocturna, y como por ser una de las zonas gay. “Dalston fue una sorpresa descubrir cómo un barrio periférico (¿o una pequeña ciudad satélite de Londres?) empieza a crecer y a ofrecer una oferta nocturna y cultural a tener en cuenta”. Tiene mil antros de mala muerte, que consisten en sótanos estrechos y colas muy largas para entrar. Tras darnos una vuelta, decidimos refrescar el gaznate en The Victoria. “Fue toda una sorpresa enclavada en pleno Dalston. Programación de lujo a base de DJs de estilos diversos y conciertos underground a tener muy en cuenta. Añádanle a eso su oferta de cervezas de tirador de países diversos”. Asimismo estuvimos genialmente atendidos por David García, responsable de sala.
Viviendo la noche londinense
De allí, nos fuimos a cenar a The Richmond, “un restaurante en el que nada falla, desde el inicio de la cena con cócteles de lo más agradable hasta una oferta de platos curiosos y muy bien elaborados”. Efectivamente. Y llamó la atención que algunos de los cócteles jugasen con el nombre de grupos. El que más nos gustó fue el Sage Against the Machine a base de Wolfschmidt Kümmel, Cocchi Americano, lima fresca y savia. De los platos que probamos os recomendamos el de ternera de Galloway madurada durante 35 días con aros de cebolla en escabeche y médula ósea. Tras el festín y el excelente trato por parte de Vanita Prasad, el metre del local, nos fuimos corriendo hacia The Scala, “una de las multi salas más emblemáticas de Londres en las que los ambientes se complementan a la hora de ofrecer programaciones diversas. Allí he visto conciertos que todavía recuerdo”. Rememora Joan. El caso es que se celebraba la última Mega Spanish Party del 2015, organizada por Rock Sin Subtitulos Productions Ltd., una promotora especializada en llevar a Londres, artistas españoles. Precisamente Joan S. Luna iba a pinchar en la fiesta los mejores hits alternativos de aquí y de allí. La noche acabó bien, con la sala abarrotada y con la satisfacción de haber exprimido al máximo nuestra breve estancia en Londres.
Recomendaciones
Te aconsejamos sobre todo que lleves a mano un mapa (preferiblemente analógico, sino quieres desesperarte buscando zonas de free Wi-fi para seguir la APP de google Maps desde tu móvil). Londres es una ciudad megalítica que sigue un planteamiento urbanístico, digamos que particular. Si te mueves a través de su red de transporte público, deberás sacarte una licenciatura previa, porque su usabilidad es solo para avanzados. Os aconsejamos ir sin prisas a los sitios, porque es muy probable que os perdáis en algún momento, o que consumáis algo de tiempo tratando de ubicaros. Si vais para un fin de semana o pocos días os recomendamos comprar la tarjeta Oyster. Es un billete recargable, que sin duda es la manera más rápida, cómoda y rentable de pagar por viajes sencillos en autobús, metro, DLR, tranvía, Thames Clippers, el Emirates Airline y la mayoría de los servicios ferroviarios de National Rail a precio barato. Otra manera económica y eficaz de moverte por la city es mediante Uber London, una alternativa a los taxis, que ofrece una mayor flexibilidad. Con la aplicación para móvil es posible localizar a los vehículos más cercanos calcular el tiempo estimado de recepción del mismo, así como la tarifa de la carrera y su tiempo de realización. Además queda constancia de todo, por si fuera necesaria una reclamación.
Concluyó pues la primera de las experiencias conjuntas entre My Vueling City y Mondo Sonoro. La próxima parada la tendremos en 2016. Sin duda la música volverá a ser la excusa del próximo post. Pero ¿adonde iremos? París, Manchester, Berlín, Ibiza… Mantente atento, que pronto lo sabrás.
¡Ah! y si quieres disfrutar de todos estos lugares de Londres, no esperes un minuto, y consulta nuestros vuelos aquí.
Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de ISABELYLUIS Comunicación, Wikipedia Commons, Ibérica Food & Culture Ltd.
+ infoFormentera en cinco bocados
Parecerá pequeña, pero Formentera no te la acabas en dos días. Ni siquiera en cuatro o cinco. Complementaria para muchos; única para tantos, es de esos destinos que concentra una gran –de grande, pero también de calidad- oferta gastronómica, más allá de parajes idílicos por los que merece la pena perderse y perder literalmente el tiempo. La isla se puede por tanto disfrutar a bocados. Diversos, sugestivos y prácticamente al alcance de todos los bolsillos. Aquí van algunas propuestas para saciar el apetito a partir de diferentes reclamos gastro:
Ensalada Payesa
Es el plato más representativo de la isla. Sencillo, ligero y sabroso, incluye pescado secado previamente al sol y a la brisa de la isla. Ideal para abrir boca. Lo sirven en cazuelita de barro en Can Forn, local de referencia para degustar la mejor cocina tradicional. Para buenas frituras caseras a pie de playa, decántate también por Vogamarí donde probarás buenísimas croquetas y calamares a la bruta (en su tinta).
Arroz
Probablemente no haya propuesta más recurrente en la carta de casi todos los restaurantes de la isla. Entre los mejores –uno negro y otro caldoso con bogavante-, los de Can Rafalet, un clasicazo venido a más en Es Caló de Sant Agustí. Su terraza es de las más codiciadas porque las vistas son espectaculares. Para paellas multitudinarias y tiradas de precio, vete mejor al chiringuito Pelayo, de lo más alternativo de la isla en la playa de Migjorn.
Bocadillo
Nada mejor que un buen Yango con los pies en la arena mientras esperas la puesta de sol en la playa de Ses Illetes. El plan ideal es salir a la mar con Sa Barca de Formentera, recorrer todo el norte marítimo hasta S’Espalmador, pegarse un buen baño y, ya de vuelta, recalar junto a la lancha del Beso Beach Club, el chiringuito con cocina de mercado y los exóticos bocadillos del chef Carles Abellán.
Pizza
Si aún rodeado de italianos lo que te apetece es una buena pizza, las mejores están en Macondo, en pleno núcleo urbano de Sant Ferran. El listado es interminable y conviene ir con hambre porque el tamaño de las pizzas y el del resto de platos –como los de pasta- es importante. Déjate sorprender por la Macondo y procura llegar también a los postres, que son caseros. En la sobremesa, pásate por la vecina Fonda Pepe, centro del movimiento hippie de la isla, para tomarte un mitjanet (versión chupito) de gintonic o pomada.
Marisco y pescado
Te hartarás de ver sitios en los que ofrecen platos de marisco y pescado fresco. Los más selectos están en la zona de Ses Illetes, pero si prefieres enclaves más auténticos y sin tanto bullicio, apuesta por las parrilladas con producto recién pescado del día en Conxita i Xicu, en La Mola (Avinguida la Mola 36), que antiguamente era una pastelería (¡prueba sus tartas!); o por el bogavante con huevos estrellados del restaurante Des Arenals, en la playa del mismo nombre. No te defraudarán. Y hablando de huevos, tampoco lo harán los de corral de Can Dani, el único estrella Michelin de la isla.
Entre tanto bocado, nada mejor que un buen trago del vino autóctono de la bodega Terramoll o un cóctel en el Piratabus al atardecer.
Dónde dormir. El coqueto Hotel Maisy, en la playa Des Arenals, destaca por su impecable servicio de trato familiar y por su emplazamiento junto a la playa de Migjorn y el Caló des Mort. Sus habitaciones con vistas han sido recientemente remodeladas, así como el entorno de su piscina exterior. Tiene también restaurante propio y servicio de alquiler de bicicletas para moverse por sus alrededores.
¡Vamos! No pierdas un solo segundo en conseguir tu billete de Vueling para volar hasta esta maravillosa isla.
Texto de Belén Parra, de Gastronomistas
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