Descubre el lado modernista de A Coruña
El Modernismo apareció entre finales del siglo XIX y principios del s. XX como un estilo rupturista con todo lo anterior, acorde con la mentalidad cosmopolita y emprendedora del momento.
En 1883 la ciudad necesitó de una ampliación y fue cuando se construyó su famoso Ensanche, que ocupa las actuales calles de Juana de Vega, Picavia, Feijoo, plaza de Lugo y plaza de Pontevedra.
La burguesía local, enriquecida con el comercio ultramarino, construyó en este espacio lujosas residencias que imitaban las de Viena, París, Praga, Budapest y Berlín, y que mostraban al exterior su prosperidad económica y sus inquietudes culturales. De esta manera consiguieron diferenciarse de la vieja aristocracia herculina, que seguía habitando la Ciudad Alta o Ciudad Vieja en vetustos caserones sin galerías y con habitaciones oscuras y mal aireadas, de espaldas al mar y a la modernidad.
El Modernismo, propiamente dicho, llega a la ciudad en 1906, gracias al arquitecto cubano Ricardo Boán y Callejas y al arquitecto coruñés Antonio López Hernández, los cuales importan las nuevas ideas constructivas de Austria, Suiza y Alemania. De allí traen revistas, catálogos y fotografías con diseños del austríaco Otto Wagner y del belga Víctor Horta.
Una de las características que más nos llama la atención son los rostros femeninos que adornan algunas de las casas que todavía hoy se mantienen en pie. Éstos se inspiran en su mayoría, en una dama inglesa. Eilizabeth Siddal, esposa del pintor prerrafaelita Dante Gabriel Rossetti. Su belleza lánguida, enigmática y sus largos cabellos la hicieron famosa al morir intoxicada por sobredosis de láudano, una mezcla de opio y alcohol.
El estilo ornamental del inglés Owen Jones (1808-1874) influye en el Modernismo coruñés. Los artistas locales decoran las fachadas y los portales con lirios, hojas de castaños de indias, plantas acuáticas, rosas y camelias en guirnaldas multicolores que salen al encuentro del paseante para dar placer a los sentidos.
La rosa de Glasgow del arquitecto Charles Rennie Mackintosh y plantas de tallos ondulantes que transportan savia se apoderan de las galerías. Entre ellas se extienden las superficies transparentes del cristal como alas de libélulas. Pero también la influencia japonesa se hace patente en forma de lirios repujados, cañaverales y mariposas sobre nenúfares, hojas de acebo estrelladas y flores de loto que enmarcan ventanas y ascensores dando lugar a una arquitectura ecológica. Disfruta de una ruta modernista por la ciudad. Descárgate la guía aquí.
Top-5 del modernismo en A Coruña
1. Casa Rey (1911)
Obra de Julio Galán, condensa en su arquitectura la esencia de la ciudad de cristal. La cornisa rizada, la cerámica vidriada de inspiración mudéjar y los balcones de la fundición Wonenburger la convierten en una auténtica casa de muñecas para las damas de la época adornadas en sus balcones con tocados de gardenias y palmas. El chocolate era otro de los productos exóticos que los barcos traían de las Indias y de otras colonias al puerto de A Coruña. Chocolaterías de aquella época continúan abiertas al público en las calles Riego de Agua, plaza de Lugo y estrecha de San Andrés. De ahí el gentilicio popular que llama a los coruñeses "cascarilleiros" aludiendo a la cáscara del cacao, cuyo olor aromatizaba las calles. Plaza de María Pita, 12.
2. Casa Molina (1915)
Edificio de Rafael González Villar. En este edificio vivió Don Raimundo Molina, representante del Lloyd Real Holandés y cónsul de los Países Bajos. Él fue el padre del conocido alcalde Don Alfonso Molina. Influida por el modernismo italiano de Turín, cierra escenográficamente, con sus guirnaldas y cintas colgantes, la vista de la ciudad antigua. Santiago, 2.
3. Kiosko Alfonso (1912)
Construido también por Rafael González Villar, representa un magnífico ejemplo de la arquitectura de recreo de principios del siglo XX. De planta rectangular, fue café, sala de espectáculos y cine, cuya pantalla central distribuía el espacio en dos salas. Los espectadores veían, desde una de ellas, la película en positivo, y al "revés" o en negativo, desde la otra, con entrada más barata. Convertido en 1982 en palacio de exposiciones, conserva la decoración original modernista, con dragones que envuelven y sumergen al espectador en un mundo de enigmas y fantasías. Jardines de Méndez Núñez.
4. Compostela, 8 (1910)
Otro ejemplo de Julio Galán Carbajal. El vestíbulo de entrada en la calle Compostela, n° 8, es el más atractivo de la ciudad. Paredes, techos y arco de acceso al ascensor lo convierten en un original invernadero de estuco, repleto de plantas acuáticas, con lotos, nenúfares y lirios entrelazados. Los leones del portal, el águila y las cariátides de la cornisa defienden simbólicamente a los moradores de la casa, como en los antiguos palacios persas.
5. Plaza de Lugo, 13 (1912)
Por último, esta residencia burguesa ideada por Antonio López Hernández, vinculada a la familia del actor coruñés Fernando Casado D'Arambillet (conocido como Fernando Rey), expresa hacia el exterior, con su desbordante decoración, el poder económico de sus moradores. Una gran guirnalda de rosas la adorna teatralmente y conduce nuestra mirada hacia la gran cariátide femenina que domina el conjunto. Su gramática decorativa la convierte en la casa más hermosa de la ciudad.
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Gran Canaria paraíso de contrastes a dos ruedas
Gran Canaria en los últimos años se ha convertido en el destino favorito de los ciclistas, que llegan a la isla atraídos por su favorable climatología y por la exigencia de sus recorridos. Por ella han pasado ciclistas profesionales de la talla de Alberto Contador, equipos de carretera al completo como Tinkoff, triatletas campeonas del mundo como Daniela Ryf o la corredora suiza de mountain bike del Stockli Jolanda Neff. Que esté llena de profesionales no la convierte en territorio exclusivo para ellos, también los aficionados pueden marcarse el placer de recorrerla sobre dos ruedas. En las próximas líneas te explicaré qué tiene de especial esta isla y cuáles son mis recomendaciones.
¿Qué ventajas tiene Gran Canaria como destino ciclista?
- La temperatura media anual es de 21º
- Acceso directo desde la mayoría de los aeropuertos europeos
- Las carreteras están bien asfaltadas, con poco tráfico, y con conductores prudentes y habituados a los ciclistas
- La elevación del terreno es cercana a los 2.000 metros (1.949m.) en el Pico de las Nieves, considerado uno de los puertos más duros de Europa junto con Mortirolo, Angliru o Stelvio. Lo positivo aquí es que la temperatura es mucho más cálida que en Asturias o en los Alpes.
- Paisajes llenos de contrastes que van desde las dunas de arena blanca de Maspalomas al jardín tropical del norte de la isla, pasando por el oasis del barranco de Fataga.
Consejos prácticos
Alojamiento. Si lo que buscas es tranquilidad y vegetación, la mejor opción es alojarse en el norte. Un buen sitio es el Bandama Golf Resort que está situado en el campo de golf más antiguo de España, en la Caldera Bandama, lugar con evidente presencia volcánica. Muy cerca de allí están los viñedos del Bodegón Vandama, donde merece la pena probar sus deliciosos platos. En el caso de que quieras obtener más servicios, sol y disfrutar de atardeceres más largos, el Barceló Margaritas en Maspalomas es una buena elección, con mayor variedad gastronómica en el propio hotel. Recuerda que si vas a pedalear tendrás que descasar y comer bien.
Rutas y sitios imprescindibles. La cantidad de lugares a visitar dependerá en parte de los días que tengas previsto quedarte. En la comunidad ciclista Strava puedes encontrar descripciones detalladas y tiempos de las rutas. A continuación te dejo los puntos clave y qué encontrarás en ellos en función de tu nivel, para que puedas planificar mejor tu recorrido.
Pico de las Nieves. Es el punto más alto de la isla, situado justo en el centro de la misma, y desde donde en los días claros se puede divisar el Teide en Tenerife y el Roque Nublo. Se puede acceder a él por diferentes puntos. El más duro y que no recomendaría si no tienes mucho nivel es el del Ingenio por Cazadores, donde se alcanzan desniveles del 23%; le sigue la subida desde Ayacata, viniendo de Maspalomas; y el acceso más fácil sería desde el norte, por Cueva Grande. Es imprescindible tomarse la subida con la calma. Arriba, además de las buenas vistas, hay un puesto de comida que te asegurará el avituallamiento.
Tejeda. Es un pueblo montañero con excelente oferta gastronómica. Si planeas una ruta de día no competitiva éste es un sitio ideal para detenerte a repostar y disfrutar de los platos populares de la isla.
Tres grandes presas (Soria, Las Niñas, Chira). Sorprende encontrarse tanta agua en el sur de la isla. Todas están unidas por carreteras comarcales apenas transitadas. Si buscas calma y paz, ésta es una buena ruta.
Dunas de Maspalomas. Para la gente que no ha visto dunas en su vida, este es un lugar de indispensable visita, ya que nada tienen que envidiar a las del Sahara. Mi consejo es ir al atardecer, pues es cuando encontrarás la mejor iluminación.
Barranco de Fataga. Empieza justo después de la Degollada de las Yeguas, pasando de un paisaje desértico al “Valle de las Mil Palmeras”. El que haya visitado Marruecos puede que tenga la sensación de estar en el valle del Draa.
Artenara. Dentro del Parque Natural del Tamadaba, donde encontrarás una vegetación totalmente diferente al resto de la isla, con pino canario autóctono.
Puerto de Mogan y playa de Güi-Güi. El puerto de Mogan está cerca de la ruta de las grandes presas. A la playa de Güi-Güi sólo se puede acceder a pie, pero merece la pena acercarse hasta ella.
Si todavía hace frío y mal tiempo en tu ciudad, ¿a qué estás esperando para escaparte a Gran Canaria y descubrirla pedaleando? Reserva tu billete en Vueling.
Texto de Raúl Casañas
+ infoEl pueblo más bonito de Inglaterra
Está claro que añadir "el más" delante de un adjetivo siempre trae cierta controversia. Más aún si se trata de escoger las localidades más bonitas de un país. En su eleción, se tienen en cuenta diversos factores, como el patrimonio artístico e histórico y el paisaje que las envuelve. Para ello, se esmeran sus ciudadanos, asociaciones e instituciones, que ponen todo su empeño en embellecerlas, ya que repercutirá positivamente en atraer el turismo y en su desarrollo.
En España, la asociación de Los pueblos más bonitos de España hace su selección, escogiendo entre los ques encuentran más aislados, en la montaña, los históricos o los bonitos pueblos bañados por el Mediterráneo o el Cantábrico. Poblaciones como Ronda en Málaga, Vejer de la Frontera en Cádiz, Cangas de Onís o Cudillero en Asturias, Altea en Alicante, Albarracín en Teruel, Úbeda en Jaen, Priego de Córdoba, Comillas en Cantabria, Laguardia en la Rioja o Alquézar en Huesca, no suelen faltar en ningún ránking.
En Francia, la asociación de Les plus beaux villages de france tiene su propia lista, entre los que destacan pueblos como Pesmes, Eguisheim, Yvoire, la Grave, Saint-Suliac, Parfondeva, Josselin, Monte Saint-Michel o la Roque-Gageac.
En Italia tenemos multitud para escoger, entre pueblecitos repartidos por la Toscana, las coloridas poblaciones del sur del país, Vernazza o Manarola en Cinque Terre, San Gimignano o Tropea en la costa calabresa. Por no hablar de las encantadoras villas de cuento que salpican Alemania o Suiza.
En Inglaterra también existe ese interés por conseguir declararse el pueblo más bonito. De por sí, la pintoresca campiña inglesa es un excelente marco, con bellos paisajes y hermosos pueblos medievales de inmenso valor histórico.
En el área de Cotswolds existen un montón de ellos, por lo que es complicado decidirse. Uno de los que parecen llevarse tan preciado título parece ser Knaresborough. Es un pueblo de origen medieval que durante mucho tiempo fue ciudad balneario para la burguesía, en el condado de North Yorkshire, al noreste de Inglaterra.
Conserva magníficos monumentos históricos, como el Castillo de Knaresborought, el viaducto sobre el río Nidd, callejones que te envuelven de misterio y sus casas, plazas y escaleras de piedra, que tejen un camino por el río y hasta la cima de la colina.
También nos podemos acercar hasta Shanklin, un pequeño pueblo en la costa este de la Isla de Wight, que fue destino de playa habitual durante la época victoriana. Lo que la hace especial son sus tejados vegetales, que le dan gran encanto y un cierto aire rústico.
Sus playa de arena que continúan más allá de Shanklin, el muelle victoriano, el pintoresco desfiladero que lleva hasta la playa y su casco antiguo, en el que se han conservado estos antiguos métodos de construcción en sus tejados, hacen de este pueblo un firme candidato al pueblo más bonito de Inglaterra.
Pero, al paracer, la palma se la reparten a partes iguales Bibury y Castle Combe. El secreto del encanto de Bibury, en el condado de Gloucestershire, son sus casas de piedra y sus empinados tejados. También el entorno natural del pueblo, rodeado de riachuelos y estanques.
Así lo creía el poeta y artesano William Morris, que lo bautizó hace años como"el pueblo más bonito de Inglaterra". También el Huffington Post, que lo nombró en la lista de "Los pueblos más encantadores de Europa que querrás visitar lo antes posible".
Por otro lado, Castle Combe ha sido escenario de rodaje de numerosas películas, como War Horse de Steven Spielberg o Stardust de Matthew Vaughn, entre otras producciones. Y no es por casualidad. Castle Combe se encuentra muy cerca de la capital de los Cotsworlds -Cirencester-, una serie de colinas que cruzan la zona sudeste y oeste de Inglaterra.
Toda la zona destaca por su belleza natural y esta población se ha hecho acreedora de ser una de las localidades más bonitas. Sin un solo elemento discordante en su arquitectura, y por su encanto y la tranquilidad que se respira, conquista a todos los que la visitan.
Pero, como para gustos colores, lo mejor es acercarse hasta Inglaterra, echar un vistazo y decidir por uno mismo.
Imagen de Castel Combe por Saffron Blaze
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+ info6 restaurantes para comerse Gijón
Gijón no tiene la fama turística de otras ciudades españolas, pero merece una visita. Y no solo por esa coqueta y pequeña Plaza Mayor que tanto contrasta con la grandiosidad y monumentalidad de la Universidad Laboral, casi en las afueras, por ese paseo marítimo amplio y agradable o por el parque del Cerro de Santa Catalina, coronado por la escultura de Eduardo Chillida ‘El elogio del horizonte’.
Caminar 10 minutos desde el centro tiene premio: la Mejor Fabada del Mundo 2015, escogida entre las que presentaron unos 80 restaurantes de toda España. Hecha con fabes de la Granja, enormes y tiernas, porque han pasado casi cinco horas haciendo chup-chup con morcilla, chorizo, lacón, panceta y tocino 100% ibéricos de bellota. Un sabor largo, un puntito picante y en absoluto pesada, porque no usan sofritos. Tiene también unos calamares en su tinta que quitan el sentido, unas ricas croquetas de queso emmental y coliflor, así como pescado y marisco fresco por el que muchos gijoneses peregrinan hasta allí.
Una taberna de vinos con cocina asturiana e internacional, porque a Mariano Mier, el chef, le encanta viajar (ha visitado unos 50 países). Su Gwao Bao, bocata hecho con pan taiwanés al vapor con carrillera de cerdo de la raza astur-celta Gochu, cacahuete y cilantro, ha ganado el Campeonato de Españade Tapas de Madrid Fusión2016, y el Okonomiyaki, una tortilla hecha con cinco verduras y siete especias, fue finalista en el 2015. El Quinto, que dedica menús temáticos a varios países, ha sido finalista también del concurso de pinchos de Asturias 2016 con la ensalada hawaiana Ahi Poke, elaborada con tartar de atún marinado, aceite de sésamo, soja, salsa sriracha y cebollino.
Para aprender todo de las sidras. Ubicada en Lavandera, a 10 kilómetros de Gijón, viendo su lagar se sabe cómo prensan las manzanas (una botella de 0,75 litros equivale a un kilo de manzanas), cómo dejan fermentar el mosto de 4 a 6 meses en barricas de madera de hasta 40.000 litros y de acero inoxidable en un túnel construido para transportar carbón… En el restaurante, productos de su huerta: cebollas rellenas de bacalao o carne y ‘arbeyinos' (guisantes) servidos con huevo escalfado. También hay guisos de ‘cucharina' (fabada, pote...) y platos como chuletón de buey, tortilla de bacalao y tacos de bacalao.
Quien quiera buen pescado, este es el lugar. Lo selecciona a diario JoséLuis Camacho, alma máter de El Candil, cuya obsesión es dar un producto excelente sin ser caro. Además de los platos de pescado de la carta (lubina, besugo, rey, lenguado...), tiene siempre salmón ahumado porélmismo con serrín de roble, carnes de gran calidad, platos de cuchara, como fabada y cocido de garbanzos, verduras y hortalizas. En este restaurante del centro, que abre de lunes a sábado, se respeta el producto de temporada y se enriquece cada mes la carta de vinos con cinco novedades que se ofrecen a copas, en jarras de medio litro y en botella.
La Boleraes uno de los mejores asadores de España. Su responsable, Cuco, estudioso de la carne de vacuno, aplica su sabiduría como genetista y cocinero con piezas de Black Angus, frisona alemana y holandesa, simmenthal alemana, parda suiza, holstein holandesa... De su parrilla de carbón vegetal con marabú cubano salen platos que provocan sincera emoción en los comensales, que se acaban los chuletones de 350-400 gramos en un pispás, guarnición incluida (las patatas fritas y pimientos rojos son para enmarcar). Otros platos destacables son el bacalao, el arroz de capón y setas y los puerros rellenos con jamón ibérico y queso.
Una opción interesante para alojarse en Gijón es este 3 estrellas funcional, moderno, luminoso, asequible y ubicado en una céntrica pero tranquila calle peatonal, a tres minutos a pie de la plaza Mayor, de la playa de San Lorenzo y del puerto deportivo. En su bar-cafetería sirven los desayunos para sus clientes y, ya como restaurante de mediodías laborables, un menú con platos de puchero (6,9 euros con un plato y 9,90 con dos platos, ambos con postre, pan, bebida y café) y una carta variada con pasta, sándwiches, pizzas, hamburguesa y platos combinados que nunca superan los 8 euros y se pueden llevar a casa. Tiene wifi gratuita de alta velocidad y parking opcional.
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Texto y fotos de Ferran Imedio de Gastronomistas.com
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