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Los lugares (secretos) favoritos de España de la gente de Vueling

¿Quién mejor que la tripulación de Vueling, viajeros frecuentes de profesión, para desvelarnos cuáles son algunos de los mejores rincones de España? Aquí recogemos algunos de los muchos lugares que tienes que visitar al menos una vez en la vida, según los expertos. ¡Toma nota!

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4 fondos marinos que nunca olvidarás

El 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, una efeméride que sirve para recordar el papel vital que tienen en nuestra vida, más allá de su belleza. Son los pulmones de nuestro planeta porque de ellos sale la mayor parte del oxígeno que respiramos y son fuente de alimentos y medicinas. Con motivo de esta fecha tan señalada, repasamos aquí cuatro fondos marinos de Europa que quitan el hipo.

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Descubre el lado modernista de A Coruña

El Modernismo apareció entre finales del siglo XIX y principios del s. XX como un estilo rupturista con todo lo anterior, acorde con la mentalidad cosmopolita y emprendedora del momento.

En 1883 la ciudad necesitó de una ampliación y fue cuando se construyó  su famoso Ensanche, que ocupa las actuales calles de Juana de Vega, Picavia, Feijoo, plaza de Lugo y plaza de Pontevedra.

La burguesía local, enriquecida con el comercio ultramarino, construyó en este espacio lujosas residencias que imitaban las de Viena, París, Praga, Budapest y Berlín, y que mostraban al exterior su prosperidad económica y sus inquietudes culturales. De esta manera consiguieron diferenciarse de la vieja aristocracia herculina, que seguía habitando la Ciudad Alta o Ciudad Vieja en vetustos caserones sin galerías y con habitaciones oscuras y mal aireadas, de espaldas al mar y a la modernidad. 

El Modernismo, propiamente dicho, llega a la ciudad en 1906, gracias al arquitecto cubano Ricardo Boán y Callejas y al arquitecto coruñés Antonio López Hernández, los cuales importan las nuevas ideas constructivas de Austria, Suiza y Alemania. De allí traen revistas, catálogos y fotografías con diseños del austríaco Otto Wagner y del belga Víctor Horta.

Una de las características que más nos llama la atención son los rostros femeninos que adornan algunas de las casas que todavía hoy se mantienen en pie. Éstos se inspiran en su mayoría, en una dama inglesa. Eilizabeth Siddal, esposa del pintor prerrafaelita Dante Gabriel Rossetti. Su belleza lánguida, enigmática y sus largos cabellos la hicieron famosa al morir intoxicada por sobredosis de láudano, una mezcla de opio y alcohol.

El estilo ornamental del inglés Owen Jones (1808-1874) influye en el Modernismo coruñés. Los artistas locales decoran las fachadas y los portales con lirios, hojas de castaños de indias, plantas acuáticas, rosas y camelias en guirnaldas multicolores que salen al encuentro del paseante para dar placer a los sentidos.

La rosa de Glasgow del arquitecto Charles Rennie Mackintosh y plantas de tallos ondulantes que transportan savia se apoderan de las galerías. Entre ellas se extienden las superficies transparentes del cristal como alas de libélulas. Pero también la influencia japonesa se hace patente en forma de lirios repujados, cañaverales y mariposas sobre nenúfares, hojas de acebo estrelladas y flores de loto que enmarcan ventanas y ascensores dando lugar a una arquitectura ecológica. Disfruta de una ruta modernista por la ciudad. Descárgate la guía aquí.

Top-5 del modernismo en A Coruña

1. Casa Rey (1911)

Obra de Julio Galán, condensa en su arquitectura la esencia de la ciudad de cristal. La cornisa rizada, la cerámica vidriada de inspiración mudéjar y los balcones de la fundición Wonenburger la convierten en una auténtica casa de muñecas para las damas de la época adornadas en sus balcones con tocados de gardenias y palmas. El chocolate era otro de los productos exóticos que los barcos traían de las Indias y de otras colonias al puerto de A Coruña. Chocolaterías de aquella época continúan abiertas al público en las calles Riego de Agua, plaza de Lugo y estrecha de San Andrés. De ahí el gentilicio popular que llama a los coruñeses "cascarilleiros" aludiendo a la cáscara del cacao, cuyo olor aromatizaba las calles. Plaza de María Pita, 12.

2. Casa Molina (1915)

Edificio de Rafael González Villar. En este edificio vivió Don Raimundo Molina, representante del Lloyd Real Holandés y cónsul de los Países Bajos. Él fue el padre del conocido alcalde Don Alfonso Molina. Influida por el modernismo italiano de Turín, cierra escenográficamente, con sus guirnaldas y cintas colgantes, la vista de la ciudad antigua. Santiago, 2.

3. Kiosko Alfonso (1912)

Construido también por Rafael González Villar, representa un magnífico ejemplo de la arquitectura de recreo de principios del siglo XX. De planta rectangular, fue café, sala de espectáculos y cine, cuya pantalla central distribuía el espacio en dos salas. Los espectadores veían, desde una de ellas, la película en positivo, y al "revés" o en negativo, desde la otra, con entrada más barata. Convertido en 1982 en palacio de exposiciones, conserva la decoración original modernista, con dragones que envuelven y sumergen al espectador en un mundo de enigmas y fantasías. Jardines de Méndez Núñez.

4. Compostela, 8 (1910)

Otro ejemplo de Julio Galán Carbajal. El vestíbulo de entrada en la calle Compostela, n° 8, es el más atractivo de la ciudad. Paredes, techos y arco de acceso al ascensor lo convierten en un original invernadero de estuco, repleto de plantas acuáticas, con lotos, nenúfares y lirios entrelazados. Los leones del portal, el águila y las cariátides de la cornisa defienden simbólicamente a los moradores de la casa, como en los antiguos palacios persas.

5. Plaza de Lugo, 13 (1912)

Por último, esta residencia burguesa ideada por Antonio López Hernández, vinculada a la familia del actor coruñés Fernando Casado D'Arambillet (conocido como Fernando Rey), expresa hacia el exterior, con su desbordante decoración, el poder económico de sus moradores. Una gran guirnalda de rosas la adorna teatralmente y conduce nuestra mirada hacia la gran cariátide femenina que domina el conjunto. Su gramática decorativa la convierte en la casa más hermosa de la ciudad.

¿A qué esperas para descubrir estas joyas arquitectónicas del modernismo en A Coruña? Consulta nuestros vuelos aquí.

Turismo A Coruña

 

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La Barcelona románica

Pese a ser una ciudad moderna y cosmopolita es fácil seguir el trazado medieval de Barcelona. Sus edificios son el testigo de un pasado glorioso en el que se mezclaron cruzados, mercaderes italianos, nobles y un clero poderoso. Entre construcciones barrocas, neoclásicas y modernistas, son muchos los edificios góticos que permanecen en pie, como la catedral, la basílica de santa Maria del Mar o el Palau de la Generalitat. Pero lo que muchos barceloneses desconocen es que la vieja Barcelona mantiene un buen número de conjuntos románicos de primer nivel que han llegado a nuestros días en un estado de conservación verdaderamente envidiable.

Románico en plena plaza de Catalunya

Pocos barceloneses saben que junto a la céntrica plaza de Cataluña se alza uno de los principales monasterios románicos de la ciudad. Se trata de Santa Anna, una iglesia y antiguo monasterio del siglo XII con claustro y sala capitular que todavía hoy sigue ofreciendo servicio a los feligreses. Las obras las inició Ramón Amadeu, pero siguieron durante tres siglos, por lo que la amalgama de estilos románico y gótico es muy notable, si bien el primero es el que más destaca. Al templo puede accederse desde la plaza de Catalunya a través de la calle Rivadeneyra (junto al Hard Rock Cafe) o por la calle de Santa Anna.

El Raval del siglo XII

Para seguir nuestra ruta, tomaremos la calle de Santa Anna en dirección a La Rambla y bajaremos este colorista boulevard para llegar hasta la calle del Hospital. A través de esta calle nos adentraremos en el multicultural barrio del Raval, lugar en el que se encuentran edificios tan relevantes como el MACBA, el Palau Güell o la Biblioteca de Catalunya, hasta dar con la plaza del Pedró. Esta plaza es importante porque, en el medio, tiene la fuente de Santa Eulàlia, considerado uno de los monumentos más antiguos de la ciudad, y también por ser la sede de la iglesia románica de Sant Llàtzer (s. XII). La capilla en cuestión formó parte de un antiguo hospital para leprosos que funcionó entre los siglos XII y XV. Tras su desacralización en 1913 y varias intervenciones, tiene uso civil.

Sin movernos del Raval, la calle de la Riereta nos llevará hasta la calle de sant Pau, donde nos encontramos con uno de los mejores ejemplos de románico en Barcelona, el monasterio de Sant Pau del Camp. El conjunto es del siglo XII, aunque se cree que el recinto fue fundado a finales del siglo IX por Wifredo II, quien está enterrado en él. El monumento cuenta con un pequeño claustro del siglo XIII del que destacan sus capiteles con escenas de caza, guerreros, sirenas, animales o motivos vegetales. Además, en el jardín del monasterio todavía se encuentra la antigua casa del abad, construida entre los siglos XIII y XIV y ampliada en el XVIII. Antes de entrar, no dejéis de fijaros en la fachada, cuya portalada está enmarcada con dos columnas con capiteles visigóticos. En el tímpano, Jesús rodeado por San Pedro y San Pablo y una antigua inscripción nos invitan a entrar.

Hacia Sant Pere de les Puel·les

Tras recorrer el Raval, regresaremos a La Rambla por la calle Nou de la Rambla, donde se encuentra el Palau Güell, obra de Antoni Gaudí. Dando un paseo llegamos a la catedral de Barcelona, junto a la cual se halla la capilla de Santa Llúcia. La capilla está situada en un ángulo del claustro con entrada exterior. Se construyó en la segunda mitad del siglo XIII en estilo románico tardío y, en su origen, fue la capilla del Palacio Episcopal de Barcelona. Este es un buen momento para visitar la catedral gótica, sentarse en uno de sus bancos y relajarse.

Nuestro itinerario sigue ahora para el barrio del Born, uno de los más animados de la ciudad y con una oferta cultural muy interesante, con el Palau de la Música Catalana o el yacimiento arqueológico del Mercado del Born. Cruzando Via Laietana entramos por la calle de la Bòria y llegamos a la plazoleta de Marcús, donde se alza la capilla de Marcús, un pequeño templo del siglo XII que fue construido junto al antiguo camino romano que salía de Barcelona y conserva gran parte de los elementos de su fachada original, como los arcos lombardos. Y callejeando un poco llegaremos a nuestra última parada, el Real Monasterio de Sant Pere de les Puel·les, del que actualmente solo se conserva la parroquia. Fundado en el siglo X, ha sufrido grandes alteraciones a lo largo del tiempo, si bien conserva parte de la estructura de cruz griega y los capiteles corintios utilizados bajo la cúpula del siglo XII. El campanario, llamado de los pájaros, es también de la época románica. Y, sin duda, es una parada obligada para entender el devenir de la Barcelona medieval.

Anímate a conocer la faceta románica de Barcelona, reserva tu Vueling aquí.

Texto e imágenes de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS

 

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