Tras los pasos de Van Gogh
Situada en el sur de Francia, a una hora de Marsella y a las puertas del delta del Ródano, Arles es una ciudad de imprescindible visita si viajas a la Provenza. Si además eres fan de Van Gogh, tienes aún más motivos para acercarte y reencontrarte con las arquitecturas y los paisajes que inspiraron a este gran maestro de la pintura postimpresionista.
El pasado romano de Arles
Es imposible visitar esta ciudad y no toparse con su pasado romano. En el 46 a.C. Arles fue recompensada por Julio César ya que le ayudó en su lucha contra Pompeyo. Como contrapartida la convirtió en el puerto principal de la zona, quitándole este privilegio a Massilia (la antigua Marsella) que cometió el error de apoyar al bando contrario. Como consecuencia la ciudad vivió una época de esplendor de la que perduran varios monumentos, alguno de ellos en muy buen estado de conservación. Este es el caso de las Arenas, un anfiteatro construido hacia el siglo I para acoger uno de los espectáculos más populares de aquella época, la lucha de gladiadores. En la actualidad sigue en uso, y en él se pueden ver obras de teatro, conciertos, corridas de toros y courses camarguaises (una modalidad de corrida de toros propia de la región). El Teatro Romano es otro de los espacios destacados de la ciudad, que data del siglo I a.C. Como toda ciudad romana Arles contaba con un foro, que era a la vez centro social, político y religioso. Hoy en día, además de la nomenclatura, Place du Forum, conserva en su subsuelo los criptopórticos, que es la red de galerías sobre los que se cimentaba, y cuyo interior se puede visitar (su acceso se encuentra en el Hôtel de la Ville).
Otros puntos de interés de la ciudad
La iglesia de Saint-Trophime, situada en la plaza del ayuntamiento, es un clásico ejemplo de románico y gótico provenzal. Construida entre los siglos XII y XV, no hay que olvidarse de visitar su bello claustro. Otro punto de interés son los Alyscamps, una necrópolis de origen romano que fue adoptada por los cristianos, cuyo uso se prolongó durante toda la edad media. Para aquellos que estéis interesados en conocer el pasado arqueológico de la zona os recomendamos la visita el Musée départemental Arles Antique, del que destacan sus impresionantes mosaicos.
El Arles protagonista de los cuadros de Van Gogh
Además de por sus monumentos, Arles es visitado porque fue una figura capital en la obra de Van Gogh. El artista estuvo un breve periodo de tiempo en la ciudad (desde febrero de 1888 hasta mayo de 1889) en el que no paró de producir, llegando a pintar más de 200 cuadros. Cautivado por su luz y color la pintó en todas sus posibilidades. Curiosamente no queda ninguno de sus cuadros en la ciudad, pero sí todos aquellos rincones que le sirvieron de inspiración. Nuestra recomendación, hacerse con un plano (lo podéis obtener fácilmente en la oficina de turismo) y dejarse llevar. Algunos de los puntos clave del recorrido son:
- La Maison Jaune (la casa amarilla), en la plaza Lamartine;
- El “Café la Nuit”, situado en la plaza del Forum;
- Las Arenes y los Alyscamps;
- El puente de Trinquetaille;
- El muelle del Ródano;
- El “Viejo Molino”, en la calle Mireille;
- El jardín público situado en el bulevar de Lices;
- El jardín del antiguo hospital, conocido ahora como el Espacio Van Gogh (en él le cosieron la oreja cuando se la cortó y fue recluido cuando enfermó);
- El Puente Langlois, también conocido como el Puente Van Gogh.
Pero Arles no fue territorio exclusivo de Van Gogh. Gauguin fue a visitarlo y también pintó alguno de sus rincones. Precisamente fue a raíz de una discusión entre ambos, que tuvo lugar el famoso episodio en el que Van Gogh se cortó la oreja. Picasso, otro genio de otra época, también frecuentó durante años esta ciudad, donde acudía a disfrutar de las corridas de toros y a ver a sus amigos. Fruto de su buena relación con esta ciudad es la donación que hizo de cincuenta siete bocetos, que se pueden ver en el Museo de Bellas Artes de Arles, el Museo Réattu.
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Textos de ISABELYLUIS Comunicación
Fotografías de Joan Sorolla, Tristan Taussac, Anne Jacko, Shadowgate, Phillip Capper, Claude Valette
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Florencia para principiantes
Como muchas ciudades italianas, el capital artístico y cultural de Florencia es tan amplio que, por muchas veces que visitemos la ciudad, es casi imposible verlo todo. El Ponte Vecchio, los Uffizi, la Galleria dell’Accademia, las iglesias o el Palazzo Pitti son atracciones que no puedes perderte si quieres empaparte de las bellezas de la capital toscana. Pero atención. Intentar verlo todo de golpe puede producir síndrome de Stendhal (también denominado síndrome de Florencia) o una saturación mental que termine por arruinarnos el viaje.
Por eso, para que vayas tranquilos y disfrutes con calma, te proponemos 6 lugares imprescindibles que te ayudarán a conocer lo mejor de Florencia sin perder los nervios.
Galería de los Uffizi: el clásico imprescindible
Es una de las mejores pinacotecas del mundo y, sin duda, su colección de arte renacentista italiano no tiene parangón. Ubicada en unos edificios administrativos del siglo XVI, los Uffizi reúnen algunas de las mejores obras de Sandro Botticelli, Giotto, Leonardo da Vinci o Miguel Ángel. La visita al museo puede durar entre tres y cuatro horas y merece la pena detenerse en las salas que no están masificadas para descubrir autores menos conocidos pero igualmente interesantes. Para evitar más de una hora de cola en taquilla, te recomendamos que reserves tu entrada.
Grande Museo del Duomo: un museo del siglo XXI
Es una de las nuevas atracciones de la ciudad. Este museo acoge los tesoros del Duomo, el campanario y el baptisterio. Aquí podemos encontrar desde las puertas originales del Baptisterio, hechas por Ghiberti, a los relieves originales del campanario o las esculturas de la antigua fachada del Duomo. De hecho, en la Sala de la Primera Fachada hay una reconstrucción a tamaño natural de la antigua fachada con esculturas de Arnolfo di Cambio y Donatello. Otros platos fuertes del museo son la Piedad que Miguel Ángel esculpió con 80 años y la máscara mortuoria de Brunelleschi. En definitiva, un museo moderno que da mucha prioridad a las obras y que está concebido para mostrar el pasado con la tecnología del futuro.
Basilica di Santo Spirito: eclosión quattrocentesca
Aunque amamos las iglesias de Santa Maria Novella y de la Santa Croce, si no tenéis mucho tiempo en Florencia y queréis ver un templo plagado de capillas con retablos del quattrocento, la Basílica del Santo Espíritu es vuestro lugar. En el corazón del animado barrio del Oltrarno se alza este templo de Brunelleschi, que cuenta con 38 capillas y obras tan importantes como la Virgen del relieve de Domenico di Zanobi y la Virgen con Niño y santos de Filippino Lippi.
Giardino di Boboli y Giardino Bardini: un paseo romántico
Una de las pinacotecas más fascinantes y tranquilas de visitar en Florencia es la que se encuentra en el Palazzo Pitti. Pero hoy no entraremos en el famoso palacio proyectado por Brunelleschi, sino que pasearemos pos sus suntuosos jardines. El Giardino di Boboli, del siglo XVI, fue el lugar de recreo de los gobernantes de la ciudad. Se extiende a lo alto de la ladera del Palazzo Pitti y destaca, en la parte alta, una rosaleda desde la que hay una espectacular vista de la campiña toscana. A cinco minutos andando, podemos utilizar la misma entrada para acceder al Giardino Bardini. Desde este lugar se observan unas vistas privilegiadas de la ciudad. En concreto, desde el restaurante del jardín, La Leggenda Dei Frati, una galería de piedra ofrece una panorámica de la ciudad que jamás podrás olvidar.
Capilla Brancacci: solo para expertos
Sin movernos de Oltrarno, en la Basílica di Santa Maria del Carmine encontramos una de las capillas más fascinantes de la ciudad, la Capilla Brancacci. En pocos metros, la capilla conserva, en perfecto estado, pinturas de Masolino da Panicale, Masaccio y Filippino Lippi. Los frescos de Masaccio, con la vida de san Pedro, están considerados entre sus mejores obras y muestran la ruptura definitiva entre el arte gótico y el primer renacimiento. Solo se permite el aforo de 30 personas al mismo tiempo, pero la espera merece la pena.
Palazzo Vecchio: descubriendo la Florencia nocturna
En verano, el Palazzo Vecchio abre hasta media noche de viernes a miércoles. Una gran opción para realizar una visita tranquila y alternativa a uno de los edificios más significativos de la ciudad. Proyectado por Arnolfo di Cambio, fue la sede del poder municipal. Destacan sus salas, con frescos en las paredes, o el impresionante Salone dei Cinquecento, de gran tamaño y opulenta decoración. En la Camera Verde el techo está pintado por Ridolfo del Ghirlandaio, mientras que también es posible visitar las estancias del cardenal Juan de Médici, hijo de Lorenzo el Magnífico y futuro papa León X.
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Texto de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Christine und Hagen Graf
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Una ciudad de música y color
Dakar es un ciudad vibrante, capital de Senegal y hasta hace poco punto final del Rally Paris-Dakar. Un punto de encuentro de las culturas africanas y europeas pero, a pesar de los evidentes vínculos con Francia, con un rico patrimonio cultural inequívocamente africano.
Dakar se extiende a lo largo de Cabo Verde, una península en forma de cuña de origen volcánico, llena de pueblos y ciudades coloniales francesas, que llega hasta Pointe des Almadies, el punto más occidental del continente africano y un lugar excelente para la práctica del surf.
Las bulliciosas calles de Dakar discurren por su Medina y los animados mercados con puestos improvisados que ofrecen gran variedad de productos. Uno de los principales es el de Kermel, un edificio de vivos colores en el que descubrirás el día a día de los senegaleses, el mercado de pescado Soumbedioune donde venden frutas y verduras, carne, pescado y crustáceos o el mercado típico de Sandaga, el más grande de la ciudad. Visitando sus mercados y disfrutando de su animada vida nocturna te sumergirás de pleno en la cultura senegalesa.
Uno de los aspectos más interesantes de su cultura es la música y danza, que acompañan a las actividades diarias y que escucharás por todos los rincones. Es curioso como un país relativamente pequeño como Senegal tiene tanta diversidad musical y grandes nombres de la música como el cantante y compositor Youssou N’Dour. Además, ha influenciado a otros estilos. En Dakar se escucha el Yela, la música de las mujeres que imita el sonido que se produce al golpear el grano. El músico jamaicano Jimmy Cliff, escuchó está música en su visita a Dakar, y se dice que influenció en el desarrollo del reggae en el Caribe. Y gracias a Jimmy Cliff, el reggae se popularizó por todo el mundo.
Prueba su gastronomía. Ten cuenta que la comida senegalesa se sirve en porciones generosas, con lo que un plato del día durante el almuerzo, que puede consistir en pollo yassa, cheb-bu-jen, tieboudienne o el contundente maffe con arroz, pollo y salsa de cacahuete, será suficiente para continuar tu visita durante horas.
Algunas interesantes excursiones que puedes hacer desde Dakar
El lago rosa
Una auténtica maravilla. El lago rosa es uno de los patrimonios naturales de Senegal. Se encuentra a unos 30 kilómetros al norte de Dakar. Su verdadero nombre es Lago Retba, pero la combinación única de minerales salinos depositados durante años le otorga un intenso color rosa, por lo que es más conocido popularmente por este nombre. Al igual que el Mar Muerto, su alta concentración de sal hace que los objetos floten en sus aguas. Es precisamente la sal uno de las materias que permiten la subsistencia de la zona, que descargan en el borde del lago para su secado.
Hasta el lago Rosa acuden multitud de turistas por lo que existe diferentes tipos de alberques y campamentos para pernoctar, y excursiones en 4×4 por las diferentes aldeas Peulhs, que te permitirán conocer a fondo su cultura y forma de vida. También porque cerca se encuentra un magnífico bosque de baobabs y una zona de blancas dunas y palmeras.
La isla de Goree
Patrimonio de la Humanidad desde 1978, la isla de Goree se encuentra a 2 kilómetros del puerto de Dakar y se puede acceder a ella en ferry en un trayecto de unos 30 minutos de duración. Famosa por su asociación con el comercio de esclavos durante el siglo XVII, en la isla de Goree se puede visitar la antigua casa de esclavos ahora convertida en el museo de “La Maison des Esclaves” para conocer el horror de la trata de esclavos visitando sus celdas.
El pueblo de Kayar
A este pueblo, situado a unos 10 kilómetros del lago rosa, se le conoce como el pueblo de las canoas. La mayor parte de su población son pescadores y su costa se llena de canoas de vivos colores. Podrás observar la llegada de los pescadores al atardecer, cuando vuelven con sus canoas a la playa cargados con el pescado, langostas y camarones que allí mismo venden.
Imagen de Myriam Louviot
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8 claves para conocer Birmingham
1. Victoria Square, el corazón de la ciudad
En esta plaza y sus alrededores se encuentran localizados los principales edificios históricos de la ciudad, entre los que destacan el Council House, cuya torre del reloj es conocida como el Big Brum, el Birmingham Town Hall (el ayuntamiento), y la Catedral de Birmingham. La propia plaza acoge eventos culturales, como el Frankfurt Christmas Market, un mercado navideño al más puro estilo de los que se realizan en Alemania.
2. En busca del pasado industrial
Birmingham fue el principal motor del Reino Unido durante la revolución industrial, lo que bien le valió ser conocida como “La fábrica del mundo" o la "Ciudad de los mil negocios". De aquella época es la extensa red de canales con los que cuenta la ciudad. Una buena manera de descubrirlos es dando un paseo en alguna de las coloridas barcazas que los navegan, y disfrutar así del patrimonio industrial que ha sobrevivido al paso del tiempo. También se han convertido en una importante área de ocio, con pubs y restaurantes donde hacer una pausa antes de continuar visitando la ciudad.
Una buena manera de conocer cómo era la vida de los trabajadores durante el siglo XIX es acercarse al Back to Backs, una antigua área de viviendas que ha sido restaurada, y en la que se realizan tours y talleres donde conocer mejor esa época.
3. Arte y museos, prerrafaelismo y mucho más
El Birmingham Museum & Gallery Art (BMAG) cuenta con la mayor colección en el mundo de arte prerrafaelista, con más de 2.000 obras en su haber. En su interior también hay espacio para la arqueología, la historia social y para el arte de otras épocas. Los amantes de la vanguardia contemporánea y de las últimas tendencias artísticas encontrarán su lugar en la Ikon Gallery, alojada en un edifico neo-gótico de 1877 obra de John Henry Chamberlain.
4. Algo más que libros en la Biblioteca de Birmingham
Ya sólo por la obra arquitectónica que hace de contenedor de esta biblioteca merece la pena desplazarse hasta la Centenary Square, que es donde se encuentra ubicada. La que es la mayor biblioteca del Reino Unido puede jactarse de contar en su haber con más de 40.000 objetos relacionados con la vida y obra de Shakespeare. También se puede ver la colección Parker de libros para niños, la colección del político británico Benjamin Stone, con magníficas fotos, una de las mayores colecciones de música para películas mudas del Reino Unido, y muchas piezas más.
5. Cadbury, más que una fábrica de chocolate
En el sur de Birmingham se encuentra Bournville, uno de los barrios más bellos de la ciudad. Entre sus atracciones más destacadas se encuentra este lugar soñado por todo niño: la fábrica de chocolate de Cadbury. En su interior conocerás la historia de uno de los más importantes fabricantes de chocolate del mundo. Imprescindible si viajas con niños.
6. Jewellery Quarter, ¡joyas para todos!
En el Jewsllery Quarter se encuentra concentrada la mayor parte de la producción de joyas de la ciudad, con la presencia de más de 100 joyeros y especialistas en el sector. Este barrio tiene sus orígenes en el siglo XVIII y en él se conserva la única plaza de época georgiana de la ciudad. Os recomendamos la visita del Museum of the Jewellery Quarter, una antigua fábrica y taller transformada en museo donde, entre otras cosas, podrás ver cómo se elaboran las joyas.
7. Bullring Shopping Center, el templo de las compras
Una de las joyas arquitectónicas de la ciudad y uno de los lugares de imprescindible visita para los amantes de las compras. Alberga la friolera de 160 tiendas donde poder darse a uno de los deportes favoritos del Reino Unido después del fútbol, el shopping. No debes marcharte de él sin hacerte un selfie en la popular estatua del toro que alberga en su interior.
8. Sarehole Mill, el lugar que sirvió de inspiración aJ.R.R. Tolkien
A unos cinco kilómetros del centro de la ciudad, en Hall Green, se encuentra el Sarehole Mill, que es uno de los dos últimos molinos de agua que quedan en la región de Birmingham. Se puede visitar su interior, en el que aún se conserva la antigua maquinaria. Los fans de J.R.R. Tolkien tienen un motivo extra para acercase a este lugar, ya que a escasos metros de éste se encontraba su antigua casa, y tanto el molino como sus alrededores le sirvieron de inspiración para crear algunas de las localizaciones de El Señor de los Anillos.
Ahora que ya tienes algunas de las claves para conocer Brimingham sólo te falta una cosa, buscar tu Vueling aquí y aventurarte a conocerlo.
Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Tony Hisgett, David Merrett, ozz13x, Fotorus, Tim Parkinson, Elliott Brown
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