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Siguiendo las pistas de Indiana Jones en Venecia

Hace ya unos años que se rodaron en Venecia algunas secuencias de la película Indiana Jones y la Última Cruzada; concretamente se realizó un agosto de 1988. Sin embargo, la fascinación que produjeron las escenas del bueno de Indy en la ciudad, todavía perduran en nuestras retinas.

A muchos nos gustaría poder coger el DeLorean de Regreso al Futuro y viajar, no sólo en el espacio, sino también en el tiempo, para asistir a su rodaje y ver a un joven Harrison Ford protagonizando grandes hazañas. Fantasías aparte, sí que podemos plantear actualmente nuestro viaje a Venecia como un juego en el que, tras las típicas visitas a la plaza de San Marco o el puente de Rialto, sigamos las pistas que dejó Indiana Jones en la hermosa ciudad de los canales.

Primera parada: la Salute

Las escenas en Venecia empiezan cuando Indiana y su colega Marcus se encuentran con la arqueóloga Elsa Schneider al bajar de un vaporetto. El vaporetto es un autobús acuático que sirve de medio de transporte público en Venecia y que cubre rutas regulares a lo largo del gran canal y entre las distintas islas de la laguna. Concretamente, ellos bajan en la parada Salute, que pertenece a la línea 1 del vaporetto -la más utilizada- y que se encuentra junto a la iglesia Santa Maria de la Salud. Del nombre de la iglesia viene precisamente el de la parada. Pero estas escenas no corresponden a la actual estación Salute, ya que se rodaron en un embarcadero de la fondamenta della Dogana alla Salute. Desde este lugar podrás apreciar a lo lejos el Campanile di San Marco -ubicado en una esquina de la plaza de San Marcos- tal y como aparece en la película.

Ponte dei Pugni

Una vez han desembarcado, caminan por algunas de las tranquilas calles del barrio de Dorsoduro. El galán de Indiana le entrega una flor a la doctora Schneider mientras cruzan el ponte dei Pugni (puente de los puños), que recibe este curioso nombre porque durante años en él se enfrentaron a puñetazos las bandas rivales de los Nicolotti y los Castellani. Los perdedores solían acabar en el agua ya que, hasta hace poco, el pequeño puente no tenía barandilla.

La Chiesa di Barnaba

Finalmente llegan a la biblioteca de San Barnaba -donde el padre de Indy fue visto por última vez-, y cuya fachada pertenece en realidad a la iglesia de San Barnaba (Chiesa di San Barnaba). Ten en cuenta que, de los escenarios naturales por donde transcurrieron las hazañas de Indiana Jones, los que más han fascinado a los incondicionales de la saga son el Tesoro de Petra, en Jordania, que fue usado como el templo secreto donde se encontraba el Grial, y el de labiblioteca de Venecia, que se ubica precisamente en esta iglesia.

La iglesia de San Barnaba se fundó en el siglo IX pero su aspecto actual se debe a una restauración realizada en 1749. Se encuentra en la plaza del Campo de San Barnaba, donde también Katharine Hepburn protagonizó una escena de la película Summertime en la que se cae en el canal. Indiana Jones aparece por una alcantarilla de esta plaza una vez ha escapado de las catacumbas bajo la biblioteca, exclamando la célebre frase “Ah, Venice!”.

Algunos fondos reconocibles

Perseguidos por miembros de la Hermandad de la Espada Cruciforme salen corriendo hasta la ficticia calle de Santa Lucía. Aquí empiezan unas escenas de persecución en lancha que se filmaron en los muelles de la ciudad inglesa de Tilbury. Los escenarios venecianos continúan por los alrededores del gran canal y el palacio Ducal (palazzo Ducale). Indiana deja a Kazim -un miembro de la hermandad que ha capturado- frente al Palazzo Barbaro, a la altura del Ponte dell'Accademia. Este palacio, también conocido como Ca 'Barbaro, acogió en su día a ilustres huéspedes como Sargent, Henry James, Robert Browning, Whistler y Monet. En la escena también se pueden distinguir dos fachadas más: la del palacio Venier dei Leoni y el palacio Barbarigo.

La aventura de Indiana Jones en Venecia acaba con un plano que representa la más típica estampa veneciana: una góndola que pasea a una pareja por el rio de Malpaga, con el Puente de l'Avogaria de fondo.

Venecia, escenario de cine

Si te gusta descubrir localizaciones de cine durante tus viajes, prueba a hacer lo mismo con alguna otra de las numerosas películas que se han rodado en Venecia, como El Talento de Mr. Ripley, Casino Royale,The Tourist o The Italian Job, por citar algunos de los títulos más conocidos. Es una manera única y divertida de descubrir lugares interesantes de la ciudad. ¿A qué esperas para ir? Consulta nuestros vuelos aquí.

 

Texto de Scanner FM

Imágenes de Carlos de Paz, Didier Descouens, Frans Persoon, John_k, Bernard-G

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De Vigo al paraíso

Si viajas a Vigo, además de encontrarte con una de las ciudades más bulliciosas del noroeste peninsular, también tendrás la oportunidad de disfrutar de la naturaleza en su estado primigenio si haces, eso sí, una incursión a las Islas Cíes. El archipiélago lo conforman tres islas situadas en la entrada de la Ría de Vigo, que forman parte del Parque Nacional Marítimo Terrestre das Illas Atlánticas de Galicia. Cuentan con un camping y con transporte regular en temporada alta que traslada a los turistas, con varios viajes a lo largo del día -aunque hay que tener en cuenta que hay una limitación de visitantes diarios. Sin duda se trata de un territorio ideal para disfrutar de playas paradisíacas, con una gran riqueza paisajística y una fauna exuberante que incluye gran cantidad de aves marinas.

Illas Cíes ou do Monte do Faro

Si en el pasado las Cíes fueron refugio de piratas, ahora están deshabitadas; y así se conservan como un paraíso natural, lejos del mundanal ruido de la ciudad. Aquí el único tráfico es el de las pequeñas embarcaciones que se acercan a las islas de vez en cuando. Así que los solitarios sonidos los constituyen en exclusiva el rumor de las olas y el viento; nada más. Si quieres disfrutar de unas cautivadoras vistas, nada mejor que encaramarse hasta el Faro. Las vistas desde allí son impresionantes y podrás disfrutar de un espectáculo único: el griterío de miles de gaviotas – puede que sea la mayor colonia de Europa- en los acantilados. Esta torre de señalización luminosa se sitúa en el punto más alto de la isla del Medio, a 178 metros de altura sobre el nivel del mar, y fue construida entre 1851 y 1853. El faro vigila la entrada a la ría de Vigo, y está envuelto en la belleza del único parque nacional gallego. Para visitarlo es necesario ascender mediante un camino de curvas en zigzag, lo que representa todo un reto para el visitante.

Playa de Rodas

Laplaya de Rodases un paraíso de aguas cristalinas y tranquilas, arena fina y dorada, con una sugerente forma de media luna, protegido por un bosque de pinos que invitan al más placentero de los descansos. Esta playa se ubica entre la Isla del Norte o Monteagudo y la Isla del Medio o del Faro. Es la más grande e importante de todo el Parque Natural. Situándonos en el propio arenal nos encontramos de frente con el marco incomparable de la Ría de Vigo, y a nuestra espalda el lago, que se comunica con el mar abierto a través de los orificios del puente escollera, soportando el efecto depurador de las mareas, que llegan a alcanzar los cuatro metros de desnivel entrepleamar–marea alta- ybajamar–marea baja-, lo que permite que las aguas interiores del lago se renueven. En dicho lago abundan todo tipo de peces y crustáceos. Con los temporales y grandes mareas en los meses de invierno el lago se inunda y sus aguas se unen a las de la playa de Rodas, quedando enlazadas las Islas Monteagudo-Faro solamente por el puente escollera. La playa en si tiene forma de concha y se dispone en un entorno rústico. Su arena de grano fino es de color blanco. La playa es abierta y de aguas tranquilas lo que facilita el baño. La única forma de acceso a la misma es mediante la utilización de embarcación. Se presenta aislada y posee una zona de fondeo. El puerto deportivo más próximo es el de Vigo.

Además de las Cíes, el parque de las Islas Atlánticas incluye Ons, Sálvora y Cortegada. En Ons no te pierdas las misteriosas furnas, cuevas marinas esculpidas en granito que como la legendaria Burato do Inferno –pozo vertical- de Ons, se decía que bajaban hasta el mismo infierno, y en las noches de tormenta incluso podían oírse las voces de los difuntos.

Donde comer

Asador Soriano
Y para recuperar fuerzas tras una jornada recorriendo este paraíso del Atlántico nada mejor que saborear el famoso pulpo á Illa –variedad autóctona del clásico pulpo a la gallega, preparado a base de pulpo, cebolla, sal gruesa, pimentón dulce y pimentón picante. La ubicación privilegiada de este asador aporta unas esplendidas vistas a la ría.  Sus instalaciones cuentan con varios espacios diferenciados (salón principal, salón privado, salón chimenea y salón de la bodeguilla, donde se pueden degustar los más exquisitos vinos).

Cómo llegar

Fuera de la temporada estival, la única manera de visitar las islas es a través de una embarcación privada. Desde Vigo se pueden alquilar sin problemas. Es imprescindible, eso sí, contar con un permiso de navegación – y si se quiere, también de fondeo- para el día del viaje. Durante el verano y las fiestas de Semana Santa existe la posibilidad de coger una naviera que hace el trayecto desde los puertos de Cangas y Vigo hasta las Islas.

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Texto: Isabel y Luis Comunicación

Fotos: Tour Galicia

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Transilvania más allá de Drácula

Estamos acostumbrados a oír la palabra Transilvania y automáticamente pensar en Drácula. Es un hecho, para bien o para mal. Seguro que Bram Stoker no era consciente de la que iba a liar inspirándose en la compleja figura del príncipe de Vlad Tepes a la hora de escribir Dracula, la novela que le haría pasar a la historia. Tampoco debía imaginarse que iba a convertir la región de Transilvania, donde se desarrolla parte de la historia, en destino turístico para los aficionados a los vampiros, y eso que escribió sobre ella basándose en fuentes literarias, ya que nunca llegó a visitarla.

Pero a la hora de plantearnos un viaje a Transilvania debemos quitarnos el velo gótico de delante e ir un poco más allá. Evidentemente la huella de Vlad Tepes está presente, pero también nos esperan magníficos paisajes, ciudades medievales con preciosas casas de colores, gentes amables y algún que otro castillo medieval que con la imaginación nos pueda llevar al algo más terrorífico, pero sólo con ella.

Brasov

Conocida por ser una de las ciudades medievales mejor conservadas de Europa, no debes dejar de visitar su centro histórico en el que encontrarás espacios llenos de encanto. En el centro de la ciudad destaca la gran plaza Sfatului donde se puede visitar el Museo de Historia, situado en el antiguo Ayuntamiento. Tampoco olvides ver la Biserica Neagră o Iglesia Negra, denominada así a causa de un incendio sufrido en 1689. Esta gran catedral gótica, de las mayores en el sudeste de Europa, cuenta en su interior con una importante colección de alfombras turcas que cuelgan de sus galerías.

La iglesia fortificada de Prejmer

A unos 18 km de Brasov se encuentra esta original monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Situada en Prejmer, lugar marcado por los constantes conflictos bélicos durante la Edad Media, debido a su proximidad con la frontera. Huella de este pasado es esta iglesia fortificada del siglo XIII, que cuenta con murallas de hasta 12 metros de alto y 4 de grosor que la convirtieron en imbatible, pese a ser atacada unas 50 veces. Este espacio servía de refugio a la población en caso de ataque, donde contaban con habitaciones donde alojarse, y torres donde guardar el avituallamiento además de defenderse del enemigo.

El Castillo de Bran

Entre los montes Bucegi y Piatra Craiului, a unos 30 km de Brasov, se encuentra uno de los lugares más visitados de Transilvania. Este castillo se suele asociar a la figura de Vlad Tepes, del que se dice, erróneamente, que fue su lugar de residencia. Esta confusión se la debemos a Bram Stoker que lo convirtió en el domicilio de Dracula en la ficción. Es por ello que a nivel popular es conocido como el castillo de Dracula. Dejando de lado el mundo vampírico, merece la pena hacer una visita a este monumento construido por los sajones en 1382, y que conserva gran parte de su esplendor en la actualidad.  

Castillo de Poenari

Aquellos que quieran conocer el verdadero lugar de residencia de Vlad Tepes deberán acercarse hasta este castillo. Fue construido a comienzos del siglo XIII y abandonado a mediados del siglo XVII. A diferencia del anterior, se encuentra más derruido, y el acceso es bastante más complicado ya que hay que subir la friolera de 1.500 escalones para llegar. Eso sí, las espectaculares vistas a los Cárpatos están aseguradas y compensan más que de sobras tanto ejercicio.

Sighisoara

Situada en el centro de Rumania, en los Cárpatos transilvanos, es un popular destino turístico, y no sólo por el hecho de ser la ciudad natal de Vlad Tepes. Sighisoara cuenta con una ciudadela medieval fortificada en tan buen estado de conservación, que bien le ha valido ser declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad. Todavía conserva nueve de las catorce torres defensivas con las que contaba la muralla. No debes perderte la visita a la Torre del Reloj, donde merece la pena subir para disfrutar de las vistas de la ciudad. Y cómo no, los más morbosos pueden acudir hasta la que se supone que es la casa en la que nació nuestro héroe maldito, Vlad Tepes.

Sibiu

Fundada por colonos sajones en el siglo XII, es uno de los principales centros económicos y culturales de Transilvania. Situada a orillas del río Cibin, cuenta con un centro histórico lleno de callejuelas empedradas, casas medievales, grandes plazas, cafeterías y restos de parte de la muralla. Sibiu se divide en la Ciudad Baja y la Ciudad Alta, que es donde se encuentran localizados los edificios de mayor interés. No debes de dejar de visitar la Piaţa Mare o Plaza Grande, donde se encuentra uno de los principales monumentos barrocos de Rumanía, el palacio Brukenthal. Tampoco debes perderte la Piaţa Mică o Plaza Pequeña, y la Plaza Huet, rodeada de edificios en su mayoría góticos y en la que destaca la Catedral Evangélica Luterana.

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Texto de ISABELYLUIS Comunicación

Imágenes de Dennis Jarvis, Camil Ghircoias, Alexandru Panoiu, Daniel Tellman

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Carcasona inspiración medieval

Situada en el centro del triángulo que conforman las ciudades de Toulouse, Montpellier y Barcelona se encuentra esta espectacular ciudad amurallada que hace las delicias de todo aquel que la visita. No en vano, en 1997 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y es uno de los principales atractivos turísticos de la región del Languedoc, y por extensión de Francia, llegando a atraer unos 4 millones de turistas al año. A continuación te desvelamos las claves que han convertido a Carcasone en un lugar a visitar.

Importante enclave estratégico

Su estratégica ubicación, en una colina sobre el valle del río Aude que le permitía la vigilancia de rutas tan importantes como la que unía la Península Ibérica con el resto de Europa, y el Atlántico con el Mediterráneo la convirtió en lugar clave durante siglos. Ya en época preromana era un importante centro de intercambio comercial, que con el tiempo sería codiciado por galos, romanos, encargados de construir la primera muralla de la ciudad antigua, visigodos, musulmanes, hasta acabar transformándose en cuartel del ejército real francés.

Recorriendo la Cité

La huella de todo ese pasado como centro estratégico se encuentra localizado en la zona alta de Carcasona, en lo que se conoce como la Cité, y en el que está emplazado el antiguo recinto amurallado. Y es en el recorrido por el interior de este espacio donde el visitante se verá totalmente transportado a otra época. La Cité se encuentra protegida por una doble muralla, la interior de época gala, romana y visigoda, y la exterior, mucho más robusta y coronada por catorce torres, edificada a partir del siglo XIII. Una vez dentro, lo mejor es perderse por sus calles y dejarse llevar por el espíritu medieval que emanan. Entre los lugares más destacados se encuentran el Castillo Condal, situado en el oeste de la ciudad, adosado a la muralla, cuyo interior se puede visitar, y la Basílica de Saint-Nazaire, de época románica. Tampoco dejéis de recorrer el antiguo puente (Pont-Vieux) que atraviesa el Canal du Midi, uniendo la Cité con la zona baja de Carcasona.   

Algunos extras por el camino

Este viaje al pasado que supone pasear por las calles de la antigua Carcasona quedará perfectamente complementado con una parada gastronómica en alguno de los locales que hallarás en tu camino. Tomarse un buen vaso de vino, a poder ser de Corbieres, que es la denominación local, acompañado de confit de pato o de cassoulet (guiso de alubias típico de la zona) es el extra perfecto que redondeará tu visita a esta ciudad.

Viollet-le-Duc, el otro gran protagonista de Carcasona

Gran parte del atractivo de Carcasona versa en la figura del arquitecto, arqueólogo y escritor francés Viollet-le-Duc, y de la singular a la par que polémica  “restauración” que llevó a cabo de la Cité a mediados del siglo XIX. Hay que tener en cuenta que la zona amurallada de Carcasone, tras el Tratado de los Pirineos en1659 quedó totalmente abandonada, siendo lentamente corroída por el imparable paso del tiempo. Tal era su estado de degradación que se llegó a plantear su destrucción, pero finalmente, y por petición popular, se procedió a su remodelación, y para ello se recurrió a una de las figuras más importantes en ese momento, Viollet-le-Duc.   

Más que ante una restauración como la entenderíamos en la actualidad, lo que el visitante se encuentra es con una reconstrucción de la ciudad antigua a la que se le ha incorporado algún que otro retoque de carácter romántico ideado por el propio Viollet-le-Duc. En realidad hizo lo que estaba en boga en ese momento en lo que al campo de la restauración se refiere, aunque con posterioridad han sido muchos los expertos que han criticado dicha labor. Aún así, hay que reconocer que el resultado no desentona tanto, y logra sumergir al visitante en esa época que el arquitecto intentó plasmar con su interpretación del pasado medieval.

Reserva tu Vueling a Toulouse, que se encuentra a apenas 100 kilómetros de Carcasona, y aventúrate a viajar en el tiempo tras las murallas de esta maravillosa ciudad fortificada del Languedoc.

Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Tournasol7

 

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