Un viaje por Europa siguiendo los pasos de Banksy
Israel, Palestina, Estados Unidos y ciudades europeas como Londres, Bristol o París son algunos de los enclaves que acogen obras de Banksy, el popular artista de graffiti cuya identidad sigue siendo una incógnita.
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Castillos majestuosos, montañas, grandes playas, una naturaleza salvaje y bien conservada, pueblecitos con encanto y una gastronomía que enamora: así es la Provenza, un destino perfecto para unas vacaciones a lo grande.
+ infoRóterdam, el mejor exponente de la arquitectura contemporánea
Situada al oeste de los Países Bajos, en el tramo final del río Mosa, sorprende la modernidad que transmite Róterdam, muy alejada de la imagen que tenemos de las ciudades europeas. No esperes encontrar el típico centro histórico, con sus calles desordenadas, y sus características casas cargadas de historias del pasado. La organización de las calles y sus elevados edificios son más propios del Manhattan neoyorkino que de otras ciudades holandesas como Ámsterdam o Utrecht.
El bombardeo y la ocupación nazi
La causa de esta peculiaridad, por llamarlo de algún modo, tiene su origen durante la Segunda Guerra Mundial. El 14 de mayo de 1940 los alemanes, en un intento desesperado por invadir Róterdam, la bombardearon hasta tal punto que apenas quedó edificio alguno en pie en el centro de la ciudad. Este ataque no sólo dejó tras de sí viviendas derrumbadas (más de 24.000), sino que también se llevó por delante numerosas vidas humanas (unas 800 personas).
El resurgir de las cenizas
Tras la liberación nazi, y a diferencia de otras ciudades europeas que intentaron en la medida de lo posible reconstruir sus centros históricos, Róterdam optó por empezar de cero. Para ello no dudaron en apostar por las nuevas corrientes de los últimos años, presentes en cada uno de los rincones de la ciudad. Y he aquí el principal interés de Róterdam, una multitud de discursos arquitectónicos contemporáneos conviviendo en armonía.
Lo más destacado
Como es mucho lo que Róterdam da de sí a nivel arquitectónico, y no siempre se viaja con tiempo suficiente, aquí tenéis una selección de lo más relevante:
El puente Erasmo de Róterdam o Erasmusbrug, que une la zona norte y sur de la ciudad, es obra de Ben Van Berkel. Inaugurado en 1996, su imponente estructura sobre el río Mosa es ya todo un símbolo.
Justo al lado del puente de Erasmo se encuentran localizados dos edificios emblemáticos que difícilmente pasan desapercibidos. Por un lado está el KPN Telecom Building, obra de Renzo Piano, que cuenta con una fachada ligeramente inclinada hacia la ciudad, cubierta de luces verdes que generan diferentes figuras o mensajes. Por otro lado está 'De Rotterdam', un conjunto de enormes dimensiones formado por tres torres interconectadas, inaugurado en el 2013, obra de Rem Koolhaas.
De tamaño mucho más pequeño son las casas Cubo (Kubuswoning) del arquitecto Piet Blom, otro de los iconos de Róterdam. La original estructura de estas casas es resultado de girar 45 grados un cubo y emplazarlo sobre pilares con forma hexagonal. El conjunto, compuesto por 32 cubos, tiene una extraña apariencia de bosque. Para los que sientan curiosidad por ver cómo es el interior, una de las casas se puede visitar por dentro.
El centro cultural Kunsthal, diseñado por Rem Koolhaas, merece ser visitado tanto por el continente como por el contenido que alberga en su interior. En sus 3.300 m2 de superficie puede albergar cinco exposiciones a la vez. Sin colección propia ni permanente, es exponente de las últimas tendencias en arte contemporáneo.
El exterior de la Biblioteca Pública, con sus inmensas tuberías pintadas en intensos colores, inevitablemente nos recuerdan al Museo Pompidou de Paris, que es en el que se inspiró el estudio Van den Broek a la hora de diseñar este edificio. Inaugurada en 1983, es la biblioteca más grande de Holanda. Una curiosidad, en su interior cuenta con un tablero gigante de ajedrez.
El deslumbrante color rojo que cubre la espectacular estructura del Teatro Luxor es lo primero que nos llama la atención al verlo. Inaugurado en el 2001, es obra del arquitecto australiano Peter Wilson. Existen visitas guiadas a su interior, y para los que prefiráis ir por vuestra cuenta, no olvidéis subir a la azotea y disfrutar de las vistas.
La estación central (Centraal Station), tiene como principal exponente la cubierta del acceso principal, cuya estructura en forma de boomerang es de acero inoxidable y revestimiento de madera de cedro. Tres equipos de arquitectos, Benthem Crouwel Architects, MVSA Meyer en Van Schooten Architecten y West 8, se han hecho cargo del reciente proyecto de remodelación y ampliación.
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Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Fotos de bertknot, Franklin Heijnen, Luke Price, Tim van Vliet, Rory Hyde
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Dulces paradas por París
La palabra francesa “gourmand” hace referencia en nuestro idioma a aquellas personas que les gusta el buen comer. Precisamente el próximo mes de mayo quienes os identifiquéis con este término tenéis un buen motivo para visitar París y poner en práctica su significado: el Taste of Paris. En este festival gastronómico que se celebrará del 18 al 21 de mayo en el Grand Palais podrás descubrir las mejores creaciones culinarias y productos de la capital francesa y sus alrededores. Para ir abriendo boca os proponemos un recorrido por las firmas más dulces de la capital. Oh là là!
Para un buen chocolate
Ganador de la copa del mundo del Mejor Chocolate en 1994 y Mejor Artesano de Francia en el 2000, Patrick Roger es, sin duda, el maestro chocolatero más famoso de Francia, y un apasionado de la escultura. Uniendo sus dos pasiones, usa la materia prima en bruto para realizar increíbles creaciones chocolateras a gran tamaño, que vale la pena ir a ver a su tienda. Y de paso, no os podéis perder su praliné con avellanas o almendras torradas, sus trufas o su chocolate negro que recubre con naranja amarga. ¡Una delicia!
Para un buen brunch
Este desayuno-comida también está pisando muy fuerte en París, donde ya son muchos los cafés y pastelerías que ofrecen fórmulas de brunch. Ante la imposibilidad de determinar nuestro establecimiento favorito, en este caso os proponemos dos opciones como son el Biglove Caffè, donde se degustan los mejores pancakes de la capital: regordetes, ligeros y tiernos. Los acompañan con caramelo, mermeladas, chocolate, etc. Por otro lado el Peco Peco es el lugar donde descubrir el brunch japonés. Aquí los tradicionales scones (panecillos individuales de forma redonda originarios de Escocia) y tostadas han sido sustituidos por el sashimi, ensaladas de algas, tatakis… y es una maravilla.
Para un buen Saint Honoré
En la pastelería Hugo & Victor definen sus creaciones como “gastronomía dulce”. En pocos años se ha convertido en uno de los mejores establecimientos de la capital y se ha ganado su fama gracias a sus tartas de frutas, milhojas de crema y, sobre todo, por su Saint Honoré, una especialidad francesa que se elabora con profiteroles montados en una base cilíndrica de hojaldre recubierta con crema y nata montada. Una de las peculiaridades de Hugo & Victor es que adaptan este postre tradicional según los productos de temporada: castaña, fresas e incluso mojito. Oh mon Dieu!
Para buenas bollerías sin gluten
En Noglu son especialistas en todo tipo de bollería casera sin gluten: brioche, escargot (caracola), chouquette (especie de lionesa sin relleno decorada con azúcar perlado), pain au chocolat (napolitana de chocolate), cruasán… Completan el menú del brunch con mermeladas, mantequilla, miel, tés gourmet, sopas frías y zumos naturales. Todo de elaboración artesanal. ¡Ñam!
Para un buen baba au rhum
Sin duda, una de las pastelerías de más alto nivel actualmente en París. Pain de Sucre ofrece repostería con perfectas combinaciones de sabores y una estética muy cuidada que hace que cualquier pieza entre por la vista. ¿Qué recomendamos? Su éclair (pepito) de chocolate con menta, tan intenso como fresco y fino, y, sobre todo, su baba au rhum (una masa más ligera que un bizcocho recubierta de nata montada y mojada con ron), único, que viene con una pipeta de ron para que puedas emborrachar esta creación pastelera a tu gusto.
Para macarons, flan y pain au chocolat
Si viajas a París y eres amante del dulce es muy probable que en tu ruta turística hayas previsto una parada en Ladurée, esta preciosa pastelería de estética clásica conocida por sus famosos macarons que se venden en cajitas y que cambian según las tendencias, la actualidad o la temporada. Y valen la pena, porque más allá de su impresionante despliegue de marketing, con el que la firma ha conseguido fama internacional, sus creaciones son exquisitas. Pero en París hay otro maestro en la materia que muchos aseguran elabora los macarons mejor que su principal rival: se trata de Pierre Hermé. Existen en un sinfín de sabores intensos. Aquí también hay que probar sí o sí el flan de vainilla (que vale los 5 € que cuesta) y su pain au chocolat.
Para un buen cruasán
Parece mentira pero incluso en la capital del cruasán resulta cada vez más difícil encontrar un buen ejemplar artesanal. En Blé Sucré descubrirás su cruasán elaborado por el maestro pastelero Fabrice Le Bourdat, que ha labrado su carrera en las mejores cocinas del mundo. ¿Y por qué es mejor que el de cualquier otro? Su masa hojaldre que parece una superposición de micro hojas luce el más apetitoso vestido doradito y sabe a una intensa mezcla de mantequilla y caramelo. Crujiente primero, desvela a continuación una miga untuosa pero consistente. A degustar con un buencafé au lait en la pequeña y agradable terraza con vistas a un parque para disfrutar del regreso del buen tiempo.
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Texto de Laia Zieger de Gastronomistas.com
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