10 PLANES MOLONES PARA HACER CON NIÑOS EN A CORUÑA
En A Coruña los más pequeños se lo van a pasar en grande sintiéndose guerreros medievales, paseando en bici, descubriendo los secretos del Sistema Solar o viendo cara a cara enormes tiburones. ¿Vamos allá?
+ infoSeis actividades para hacer con niños en Bríndisi
Bríndisi es una población de apenas 90.000 habitantes, muy tranquila y del todo relajante. La ciudad cuenta con un pasado esplendoroso, del cual todavía podemos encontrar una gran cantidad de vestigios. Y es que desde la antigüedad Bríndisi se ha conocido como la “Puerta de Oriente”, debido a su disposición geográfica, lo cual le llevó a convertirse en el atracadero perfecto para las tropas romanas que partían hacia Grecia y Oriente Próximo. Luego fueron los peregrinos, cruzados y comerciantes los que partieron desde este lugar, que además era el final de la Via Appia –calzada romana-. Desde My Vueling City os hemos preparado seis actividades para hacer en familia durante la estancia en este enclave, ideal también para la práctica del slow tourism.
De paseo por la ciudad
La ciudad de Bríndisi en la costa adriática, está situada entre dos profundas bahías, unidas al mar abierto por un estrecho y profundo canal sobre el que se erige el Castillo Rojo, llamado así por el color de la piedra utilizada para su construcción. Sin duda este sería el excepcional inicio para realizar un paseo por la ciudad. Sino se puede optar por la otra fortificación, el Castillo Suevo, el cual se asoma hacia el canal de Poniente en el área portuaria. La fortaleza es de estilo trapezoidal, si bien sufrió cuantiosas remodelaciones con la llegada de los aragoneses. La ruta puede continuar con una visita a la Iglesia de San Juan en el Sepulcro que incluye un espléndido pórtico de mármol finamente decorado. De aquí podemos encaminarnos hacia la Piazza del Duomo y allí visitar la Catedral, luego coger Via Colonne y pararnos delante de la Columna romana, la cual originariamente estaba flanqueada por otra idéntica -actualmente se encuentra en Lecce-. Y nada mejor que acabar el paseo acercándonos hasta el Corso Garibaldi, la avenida rodeada de palmeras que une el puerto con la estación de trenes, y el paseo marítimo.
Parque de animales silvestres más grande de Italia
Sin duda una de las propuestas que dejará más maravillados a los pequeños será la visita al parque de animales silvestres más grande de Italia, situado a pocos kilómetros de Fasano. En Fasanolandia, tigres, leones, osos, elefantes, antílopes, jirafas, bisontes, ciervos, cebras y camellos conviven en absoluta libertad, en los espacios del parque, entre una exuberante vegetación mediterránea. El recorrido se hace en coche, escogiendo entre diferentes itinerarios. En el parque también podemos encontrar una sala ornitológica, una tropical, el metro zoo –jardín zoológico-, y un sector oceánico, cada uno de los cuales dedicado a alojar especies diversas: papagayos, diamantes australianos – especie de ave-, caimanes, serpientes, osos, hipopótamos, delfines, pingüinos, etc. Además del zoo safari, hay un gran parque de atracciones.
Relajación total
Una buena opción para descansar puede ser la de disfrutar de terapias curativas y tratamientos estéticos en las Termas de Torre Canne, situadas en un maravilloso parque de coníferas, que incluye un pequeño lago alimentado por manantiales subterráneos, conocidos por sus propiedades terapéuticas. Aquí toda la familia podrá disfrutar del agua de una forma diferente.
Disfruta de la naturaleza
El oasis de WWF –de la organización conservacionista independiente internacional World Wildlife Fund for Nature- de Torre Guaceto es decididamente el paraje natural más espectacular de la zona. Además cuenta con innumerables posibilidades. Y es que en todo el territorio existen senderos y veredas que sirven de itinerarios ideales para practicar excursionesen bicicleta con los niños o dar largos y relajantes paseos. Si vamos sin niños merece ¿por qué no hacer un poco de yoga?–una práctica habitual allí-, y sumergidos en el silencio de este espléndido paraje natural.
Un mar de calma
Si hay un sitio que les guste a todos los niños este es, sin duda, la playa. El litoral en Bríndisi es bajo y arenoso a lo largo de toda la costa. Aquí la temporada de vacaciones es dilatada gracias al clima suave que se prolonga hasta los meses otoñales. Las aguas de color verde esmeralda y azul intenso del mar son tan cristalinas que son ideales para practicar el buceo. Impresiona la rica flora mediterránea y la vegetación de los fondos marinos que alternan con zonas de arena y otras más rocosas. Se trata de un hábitat ideal para agachadizas comunes –especie de ave-, patos, ruiseñores, y diferentes tipos de anfibios; pero también especies vegetales marinas como praderas de posidonia oceánica, de gorgonácea y de coral.
Regreso al pasado
A mediados de agosto, en Ostuni, a poco más de media hora en coche, al norte de Bríndisi, en un clima de fiesta y con numerosos eventos musicales y folclóricos, tiene lugar la feria popular Sagra Vecchi Tempi, donde se rinde homenaje al pasado. Caminando por los callejones del burgo, se podrán revivir escenas de la vida rural, ambientadas en los talleres fielmente reconstruidos, así como también degustar deliciosos aperitivos de la tradicional gastronomía local. En este sentido destaca la producción de quesos -frescos y curados-, realizados por ganaderías locales como la ricotta, el cacioricotta, y el pecorino -queso de oveja-. Y como manda la tradición, también se pueden encontrar varios tipos de pan: focacce, frise, y taralli. Mención especial merecen el dulce típico mandorla riccia -almendra rizada-, y la galleta cegliese, con almendras tostadas, mermelada de cereza, y limón.
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Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Fototeca ENIT-Turismo Italiano, Freshcreator
+ infoSiete ideas para disfrutar de Tel Aviv con niños
Famosa por su silueta blanca y por ser la ciudad que acoge más edificios inspirados en la arquitectura Bauhaus -más de 4.000-. Por su luz mediterránea. Por su matiz multicultural, cosmopolita y su elevado nivel de vida. Lo que no saben muchos es que la joven Tel Aviv (fundada en 1909) es un fantástico destino familiar donde grandes y pequeños tienen el disfrute garantizado. ¿La razón? La alta natalidad -más de tres hijos por familia- ha configurado una urbe con muchos atractivos para niños. Aquí algunas ideas.
1. Quizá a los niños les aburra la piedra, la gran protagonista del viejo puerto de Yafo, creado en el año 700 a. C. y alrededor del cual nació la actual Tel Aviv. Pero seguro que les conquistas si les cuentas que fue aquí donde atracó el arca de Noé cuando el diluvió finalizó. Hoy, este rincón ha lavado la cara con una restauración exquisita. Y reina como un entramado de callejuelas retorcidas bien conservadas. Repletas de tiendas de artesanos, galerías de arte, cafés y estudios de artistas, entre ellos el local donde ensaya Mayumaná, grupo conocido por su peculiar forma de hacer música con objetos que no son instrumentos musicales como contenedores de basura, objetos reciclados... Si durante el paseo escuchas “ruidos” raros es que están en pleno ensayo. No te vayas sin hacer alguna de las fotos más divertidas en Yafo, por ejemplo sujetando el olivo “colgante” o ante la ballena que “engulló” al profeta Jonás. Si tu paseo coincide con el atardecer, atento al skyline de Tel Aviv y a los pescadores que despiden el día en el muelle.
2. Yafo es el punto de partida de un agradable paseo marítimo, la Tayelet. La ruta de catorce kilómetros de recorrido, atraviesa Tel Aviv desde el viejo puerto milenario hasta el norte. Se puede hacer a pie, corriendo, patinando, en skate o en bicicleta -se pueden alquilar bicis municipales por toda la ciudad. Sólo necesitas la tarjeta de crédito, ¡y listo!-. Si pedalear cansa, no importa. Os recomendamos hacer una parada en alguno de los cafés que hay delante de la playa. O a tomar un helado sentado en alguno de los bancos que hay dispersos por todo el camino, disfrutando del sol y contemplando el ambiente.
3. Tel Aviv es una ciudad costera con playas donde disfrutar del cálido clima Mediterráneo. Son animadas y limpias, con todos los servicios como vestuarios y duchas, zonas de juego y ¡columpios! Todo pensado para el disfrute de la zona playera, y con razón ya que presumen de tener mas de 300 días de sol al año. Las preferidas por las familias son sobre todo dos: La playa de Met zitzim, al norte -quizá la más popular entre los locales-. Y la playa de Jerusalem, desde la que se ve perfectamente la silueta de Yafo. Como curiosidad, Hadatiyim es la playa de la gente religiosa y Hilton Beach, la de los surferos -y la preferida por los homosexuales-. Para integrarte compra unas markot -raquetas de madera típicas- y prepárate para pasar horas y horas jugando en la playa.
4. Pasear por el céntrico Boulevard Rothschild es tarea obligada. Una vez allí, parada recomendada en el número 45, donde reina el Max Brenner Chocolate bar. La Meca del chocolate, en todas sus formas, colores y texturas. Uno de esos dulces peajes que hay que pagar. La carta es tan tentadora y la tienda tan golosa que seguro que la familia entera caerá en la tentación de pecar a cualquier hora del día.
5.Hablando de comidas... Menos tradicionales son los productos que encontrarás en el mercado de Carmelo, el mejor lugar donde empaparse con sabores y olores exóticos y descubrir frutas, verduras, dulces, especias de mil colores, pescados frescos, carnes que cuelgan de ganchos gigantes y comidas preparadas desconocidas ante los ojos de muchos occidentales. Que conviven rodeadas de olores extraños, ruidos de voces y aparatos electrónicos, músicas y bullicio. La pregunta más repetida está clara ¿qué es eso? La cara de “pavor” ante los nuevos sabores está garantizada. Y la sonrisa asegurada al descubrir que en ¡Israel también hay chuches! Eso sí, son un poco más raras. ¡Ah! Y no te vayas del Carmelo sin tomar un zumo de granada y naranja. Mmm
6. El Ramat Gan Zoological Center es una reserva natural, y es un destino habitual para los lugareños, perfecto para contemplar animales exóticos como jirafas y leones en semi libertad. El recorrido se hace en coche, simulando un pequeño safari a lo largo de un kilómetro cuadrado. ¡Ojo! las dimensiones engañan. La ruta está tan bien diseñada que parece una extensión mucho mayor. Si no tienes vehículo propio, aquí puedes alquilar uno.
7. El parque de Hayarkon es la réplica del Central Park neoyorquino en todos los aspectos, tanto en extensión -abarca más de cuatro kilómetros cuadrados- como en aspecto. Recomendable es darte un paseo en bicicleta a la orilla del río y hacer un picnic, con partida de cricket, juego muy practicado en Israel, como postre. No falta un lago artificial donde alquilar barcas, estanques varios con patos y hasta un rocódromo donde hacer tus pinitos como escalador.
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Texto e imágenes de Nani Arenas
+ info“¿LOS NIÑOS Y BEBÉS PAGAN BILLETE DE AVIÓN?” Y OTRAS DUDAS
¿Es tu primer viaje en avión con tu bebé o tu peque? Estas son algunas de las preguntas más habituales que nos hacemos los padres primerizos (y no tan primerizos). ¡Te las resolvemos todas para que viajes con toda tranquilidad!
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