Napoles pizza e basta
El sol siempre está presente en Nápoles y la ciudad se alimenta de ello. Se nota en su ambiente y en sus gentes: optimistas, vitales… Gentile napolitani. Cuando un napolitano está feliz, entra a un bar y en vez de pagar un sólo café, paga dos: el suyo y el del cliente que vendrá tras él. Il caffè sospeso lo llaman. ¿Qué se puede esperar de una ciudad así? Bocados generosos, por supuesto.
La pizza
Frita, clásica, creativa, identitaria, innovadora… La pizza napolitana es famosa en el mundo entero y se lo tiene merecido. Cuenta la leyenda que un pizzaiolo inventó una pizza tricolor condimentada con tomate, queso mozzarella y albahaca en honor de Margarita de Saboya. Tanto gustó que hoy en día la ‘pizza Margarita’ es conocida en todo el mundo. Si estás descubriendo Nápoles no te pierdas la pizza frita de La Masardona, un local antiquísimo y familiar a cargo de Enzo Piccirilo que recuerda a una churrería y en el que comerás de maravilla a precios de risa. Si prefieres la pizza clásica pásate por Da Michele cual Julia Roberts en Come, Reza, Ama. Un local histórico y entrañable donde la humilde Margarita es tan jugosa como sabrosa. Si te va lo creativo tienes que entrar en La Notizia del maestro Enzo Coccia, la primera y única pizzería mencionada en la Guía Michelin por sus propuestas fantasiosas y originales. Hablando de la guía de ‘las estrellas’, la pizzería Palazzo Petrucci es de las más nuevas de la ciudad y nace al cobijo del restaurante vecino del mismo nombre, propiedad de Edoardo Trotta y el único estrella Michelin de Nápoles. Pide su ripieno al ragú, impresionante en tamaño y en sabor. También impresionan las colas ante las puertas de 50 kalò, la pizzería de Ciro Salvo. El motivo: la larga fermentación de sus masas y a los productos con Denominación de Origen Protegida con las que son condimentadas.
La Masardona
Via Giulio Cesare Capaccio, 27
Tel. +39 081 28 10 57
Da Michele
Via Cesare Sersale 1/3
Tel. +39 081 55 39 204
Pizzaria La Notizia
Via Michelangelo da Caravaggio, 94
Tel. +39 081 19 53 19 37
Palazzo Petrucci Pizzeria
Piazza San Domenico Maggiore 5/7
Tel. +39 081 55 12 460
50 Kalò
Piazza Sannazzaro 201/B
Tel. +39 081 19 20 46 67
Los dulces
Las delicadas sfogliatelle y el babà empapado en licor son dos de los embajadores del dulce de esta ciudad. Pero hay muchos más. La torta caprese, por ejemplo, originaria de Capri pero popular en toda la región campana. “Babà, sfogliatella, la caprese e il famoso 'ministeriale'. Sinonimo de napoletanità e di dolcezza”. Así venden sus dulces en Giovanni Scaturchio, seguramente la pastelería más conocida de Nápoles. Dicen que ha perdido ‘punch’ pero nadie lo diría, siempre está lleno hasta la bandera. Por cierto que el ministeriale es un histórico medallón de chocolate relleno de una crema de licor de composición secreta. Crostata, cassata… La lista de dulces es interminable e innumerables las pastelerías distribuidas a lo largo y ancho de la ciudad que ofrecen estas delicias. Y eso sin contar con otros templos del mundo dulce que abunda en la ciudad: las heladerías. La última en llegar se llama Rol Gelateria, está en manos de Olga Nigro y Roberta Rubino, y es la primera del Lungomare.
Giovanni Scaturchio Pasticceria-Gelateria
Piazza San Domenico Maggiore, 19
Tel. +39 081 55 17 031
Rol Gelateria
Via Partenope, 12/m
Tel. +39 081 76 48 393
Bar Pasticceria Il Capriccio
Via Carbonara, 39
Tel. +39 081 44 05 79
Sfogliatella Mary
Via Toledo, 66 (esquina Galleria di Umberto I)
Tel. +39 081 40 22 18
Gay Odin
Via Vetriera, 12
Tel. +39 081 41 78 43
(Varios puntos de venta en la ciudad)
Pintauro
Via Toledo, 275
Tel. +39 081 41 73 39
Las vistas
Las puestas de sol de esta ciudad son irresistibles para cualquier amante de la fotografía. Para tomar las mejores instantáneas, dos recomendaciones. La primera, pasearse por el Castel dell’ Ovo (Castillo del Huevo), una bellísima fortaleza de nombre apetitoso situado en el islote de Megaride, dentro del golfo de Nápoles. Cuenta la leyenda que lo bautizó así el poeta Virgilio quién colocó un huevo mágico bajo los cimientos de piedra de la fortaleza para salvaguardarlo de la destrucción. El truco: siempre que permaneciera intacto, el castillo estaría a salvo. Y allí sigue, por lo tanto “se non è vero, en ben trobato”.
La segunda recomendación para disfrutar de las mejores panorámicas de Nápoles es alojarse en el Grand Hotel Parker's, un cinco estrellas Gran Lujo de corte clásico que, entre sus atractivos, cuenta con una espectacular terraza que mira al mar, un bufet de desayuno con dulces napolitanos caseros hechos diariamente en el mismo establecimiento y una historia enológica que contar. Y es que su propietaria, Maria Ida Avallone, lo es también de la bodega Villa Matilde, elaboradores de vinos que recuperan las variedades autóctonas y que respetan la tradición, el territorio y la identidad napolitana.Grand Hotel Parker's es uno de los 520 hoteles independientes integrados en Small Luxury Hotels of the World ™ (SLH), una selección de establecimientos con encanto en 70 países del mundo, desde hoteles de diseño de vanguardia a palaciegas mansiones del siglo XVII, desde santuarios en el centro de las ciudades a remotas islas privadas, desde casas históricas a idílicos resorts.
Grand Hotel Parker's
Corso Vittorio Emanuele, 135
Tel. +39 081 76 12474
Villa Matilde
S.S. Domitiana, 18
CAP 81030 Cellole (CE)
Tel: +39 08 23 93 20 88
Los vinos y licores
¿Sabías que en Nápoles es tradición beber vino de Marsala para limpiar la boca de pizza? Y eso que existen pocas regiones en el mundo con una historia vinícola tan rica como la Campania. Su tierra volcánica permite el desarrollo de los mejores viñedos y su sol se encarga de darle a las uvas el azúcar natural que necesitan para producir óptimos vinos. Se cultiva la cepa histórica Falanghina, que produce vinos blancos secos y ligeros en la zona de denominación Falerno di Massico DOC. De las DOC de Greco di Tufo y de Fiano di Avellinonac en deliciosos vinos blancos, de la Taurasi DOC, grandes vinos tintos de guarda y de Lacrima Cristi del Vesuvio DOC se obtienen tintos, blancos y rosados tranquilos o espumosos, así como vinos blancos licorosos. El apartado licores también es amplio en Nápoles, cómo no, pero gana por goleada el limoncello y, especialmente, la crema di limoncello de Limonè. No menos apreciado es el nocillo o nocino, un licor que se prepara con nueces. En este campo manda E’Curti de Enzo d’Alessandro y su ‘nucillo’ elaborado de forma artesanal y siguiendo la mejor tradición enogastronómica.
Limonè
Piazza San Gaetano, 72
Tel. +39 081 29 94 29
E'curti
Via G. Garibaldi, 57
Sant’Anastasia (NA)
Tel. +39 081 5312797
La Campania
La mozzarella de búfala es otra de las joyas de la gastronomía campana. Lácteos cómo este, pastas, huevos, tomates, aceite de oliva, refrescos, pannetonne… En esta zona se cuece de todo. Campania Mia. Apunta este nombre si buscas un lugar para conocer a fondo la despensa de esta región italiana. Se trata de una tienda-degustación de productos típicos campanos que, a la vez, es el punto de información del colectivo slow food en Nápoles, presidido por Rino Silvestro. Con cierta periodicidad organizan jornadas de street food en la calle que les aloja. A la hora de planear tu viaje, tenlo en cuenta. Food luxury Napoli!
Campania Mia
Via Belvedere, 112
Tel.+39 32 88 56 24 66
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Texto de Carme Gasull y Belén Parra / Gastronomistas
+ infoPoblenou de barrio industrial a distrito creativo
¡Bienvenidos al Poblenou! El distrito creativo más vibrante de Barcelona. Un barrio de esos de toda la vida, alejado del centro pero próximo al mar, donde el carácter popular se mezcla con las tendencias de última generación. Un espacio en continua transformación, de pasado industrial y presente cosmopolita, que combina a la perfección la modernidad y la tradición de la capital catalana.
Con un paisaje urbano en mutación constante y proyectos vanguardistas que florecen en cada esquina, el Poblenou vive su momento. Recorremos sus calles en busca de sus secretos ¡Empezamos!
Plaça de les Glòries, km 0
Ni la plaza Catalunya, ni las Ramblas, ni el paseo de Gràcia. Cuando en el siglo XIX Ildefons Cerdà ideó el trazado de la Barcelona moderna marcó ‘les Glòries' como su centro geométrico. Allí se han trasladado Els Encants Vells que con más de siete siglos de historia es uno de los mercados de pulgas más antiguos de Europa ¡y donde regatear aún es posible!. A pocos metros se alza ‘La Grapadora’, un edificio de piel gris que alberga el Disseny Hub, parada más que obligada para los amantes del buen diseño.
El pene, el supositorio, el torpedo… No hay motes suficientes para describir la Torre Agbar. Y es que este rascacielos diseñado por Jean Nouvel es motivo de un sinfín de comentarios. Dice Nouvel que sus formas rinden culto a la Sagrada Familia y a las montañas de Montserrat. No sabemos qué hay de cierto en todo ello, lo que está claro es que desde su construcción el skyline de Barcelona es un poco más ‘masculino’.
Arte, diseño, música y mucho más
Desayunamos en el Espai Joliu, una concept store que combina plantas y amor por el buen café; aquí sirven el de Nomad Coffee, tostado a pocos metros y con punto de venta en el Røaster's Home. En el local vecino, una antigua imprenta hace las veces de galería de arte; se trata de La Plataforma un espacio en el que las propuestas artísticas maridan con experiencias gastronómicas de todo tipo.
Los adictos al shopping pueden comprar muebles escandinavos en el Noak Room; renovar el armario con los estampados coloristas de Brava Fabrics, y añadir vinilos a su colección en el Ultralocal Records, punto de encuentro de los melómanos locales especializado en sellos independientes.
Si lo vuestro es el consumo cultural, la Sala Beckett programa lo último en teatro contemporáneo en un entorno modernista de primer nivel. De corte más urbano son las propuestas de La Escocesa, una antigua fábrica destinada a talleres de artista que cada año celebra el festival de murales, inundando con graffitis sus muros centenarios. Las tendencias más innovadoras se concentran en Hangar, un centro vanguardista en artes visuales ubicado en unos de los complejos industriales más destacados de la ciudad.
No podemos terminar el día sin entrar en Razzmatazz. Institución del clubbing barcelonés, cualquier joven que se precie ha pasado más de una noche en sus míticas salas. Sea indie, electrónica o conciertos en directo, en el Razz la buena música nunca cesa.
Y con los beats en la cabeza, abandonamos el Poblenou industrial para dirigirnos al corazón de la vida del barrio. ¡Nos vamos a la Rambla del Poblenou!
La Rambla del Poblenou
Punto neurálgico indiscutible, su ritmo pausado y la gente charlando al sol nos dan la pista de que esto fue y sigue siendo un pueblo. Los fines de semana se llena hasta la bandera con grupos de amigos tomando cañas en sus terrazas y en septiembre, la fiesta mayor invade las calles con verbenas, comidas populares y pasacalles. También aquí se concentran los locales con más solera de la zona y en los que nos detenemos para recobrar fuerzas.
Primera parada, un clásico entre los clásicos: Can Recasens, una charcutería fundada en 1906 que por la noche se convierte en un restaurante de cocina catalana. Su surtido de quesos, embutidos y vinos es espectacular, y además te puedes llevar a casa los productos degustados durante la cena.
No menos popular es la Orchateria El Tio Che, el palacio de la chufa. Estos horchateros de pura cepa preparan horchata 100% artesana siguiendo la misma receta desde hace 5 generaciones. En verano las colas crecen sin cesar con gente buscando alivio contra el calor en este refresco natural.
Y de la esquina más dulce a la esquina con más historia. Cruzando la calle se alza el Casino l’Aliança del Poblenou, un centro de reunión que nos transporta a los tiempos de los ateneos obreros y las luchas asociativas. Si estás por allí, entra; entre sus paredes se respira un pedazo de la historia reciente de Barcelona.
Los que quieran mojarse las pantorrillas que sigan Rambla abajo y en pocos minutos se plantaran en las playas del Bogatell y de la Mar Bella, las menos masificadas de la ciudad. En verano los chiringuitos invaden la arena y los runners recorren la orilla al ritmo de brisa marina.
El Poblenou marinero
Tomamos rumbo a tierra firme en dirección a la Plaça Prim, lugar de residencia de los pescadores en los siglos XIX y XX, esta pequeña plaza se resiste al paso del tiempo. En una ubicación privilegiada se encuentra Els Pescadors, antigua taberna marinera y unos de los restaurantes de pescado con más historia de la ciudad; aquí las especialidades son los productos del mar traídos a diario de las lonjas vecinas.
Detenidas en el tiempo también permanecen las calles cercanas, donde reina la calma propia de los pueblos costeros. Una calma que contrasta con el ajetreo de la calle Marià Aguiló, eje comercial por excelencia y donde nos topamos con La Pubilla del Taulat, un bar bodega abierto en 1886 (¡el más antiguo del Poblenou!) en el que se puede tapear y tomar unos vinos a cualquier hora del día.
No menos mítico es el bar El Timbal. Situado junto a la antigua fábrica textil de Can Felipa, la fama de sus bravas es conocida en toda la ciudad; las hacen al horno, con su piel y coronadas con unall-i-olipara chuparse los dedos. Las puedes acompañar con platos caseros a precios ajustados mientras tomas unas cañas en su concurrida terraza.
De Palo Alto al Fórum: pasado industrial, presente creativo
Una chimenea de ladrillo rojo nos da la bienvenida a Palo Alto. Esta antigua fábrica textil es una isla urbana única en su especie. Convertida en hub creativo, hoy multitud de diseñadores, arquitectos y artistas ocupan sus naves inyectando nuevas tendencias. Pasea por su selvático jardín y prueba el menú de La Cantina, un restaurante de cocina tradicional que los viernes sirve un arroz buenísimo. Además, Palo Alto es sede del concurrido Palo Alto Market, un mercado mensual donde se reúne la ‘gente guapa’ de la ciudad para conocer las últimas propuestas de los diseñadores locales.
Si las energías escasean, hacemos parada y fonda en el Bar Tras-paso, un local bohemio, colorista y de sabores afrancesados en el que terminar la noche con un magret de pato y charlar hasta las tantas con una copa de vino en la mano.
Pero si todavía os queda aliento, subimos a la Torre de les Aigües del Besòs, testigo del pasado industrial de la zona y donde a mediados de los 90 la banda británica Blur grabó el videoclip On Your Own. Desde su mirador a 60 metros de altura las vistas de la ciudad son impresionantes.
Y desde las alturas, con el mar a pocos metros, los rascacielos de Diagonal Mar, el Tibidabo, Montjuïc y la explanada del Fórum en el fondo, nos despedimos. Hemos llegado a los márgenes de la ciudad y es hora de tomar un nuevo rumbo.
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Texto de Núria Gurina
Fotos de: Matt Cornish, filippsh, Adrià Goula, Joanbrebo, Espai Joliu, Santmarti.info, Selbymay/Wikicommons, Mathieu Thouvenin
+ infoEl mejor pescado y marisco de Vigo
Cualquier visita a Vigo tiene premio: su gastronomía. Además de comer ostras en la calle de la Pescadería o ir de vinos y tapas por la plaza de la Constitución (en el casco viejo), hay restaurantes que trabajan muy bien y con muy buenos ingredientes (sobre todo pescado y marisco), alguna que otra receta original y sabrosa, y precios contenidos. Hemos visitado cinco locales de la ciudad y, tras una interesantísima escapada a la fábrica de conservas La Brújula, en Ribadumia (a media hora larga de Vigo y Santiago de Compostela), hemos encontrado un establecimiento cercano en Oubiña para chuparse los dedos.
The Othilio Bar
Toda la informalidad que respira el interiorismo de este restaurante (esa bici presidiendo el restaurante desde lo alto, esas raquetas vintage colgadas de la pared) se convierte en pasión y seriedad en la cocina y en la sala, siempre exactas, impecables. De ahí que siempre esté lleno. Y no porque a los clientes les haga gracia ver a dos gemelos, Carlos y Pablo, en acción, sino porque su trabajo es espectacular: qué decir de los tacos de salmón marinado, del delicado carpaccio de lubina, de la vieira de Cambados con carabinero a la plancha, del lechazo hecho a baja temperatura durante 10 horas... Producto top elaborado con técnicas modernas que Carlos aprendió en El Celler de Can Roca cuando estuvo comostage. Y todo a precios populares, lo cual tiene aún más mérito. Si fueran a por la estrella Michelin, seguro que la conseguirían. Tienen talento, conocimiento y ganas. Y son hermanos, ¡como los Roca y los Torres! Pero casi mejor que sigan así porque nuestro presupuesto nos permitirá disfrutar de ellos más veces.
María Manuela
A quien le guste sentirse como en casa pero probando cosas que nunca será capaz de probar en su dulce hogar, que vaya a María Manuela. Una vinoteca pequeñita, elegante, cálida, donde le servirán tapas que han ganado el concurso de Mejor Tapa de Vigo dos años seguidos, catará buenos e interesantísimos vinos y le tratarán con un cariño nada empalagoso. Imprescindibles: la crema de langostino y pimiento de piquillo asado con reducción de cítricos, las anchoas de Málaga, el tartar de atún con aguacate y manzana y el saquito de pollo con crema de queso (una empanada redonda). Imaginación, pasión y buen producto, a menudo gallego, pero también de otras zonas, en raciones generosas. Plaza de Compostela, 31.
Detapaencepa
Si visitas Vigo en plan turista será difícil que pases por delante, ya que está en una zona de oficinas a un cuarto de hora del casco viejo. Pero merece la pena hacer un alto y sentarse a comer en Detapaencepa, ya sea en la planta baja, con mesas altas, o en el primer piso, más tranquilo y con mesas bajas. Es difícil no encontrar algo que no te guste porque tiene una carta extensísima, en la que sobresalen las tapas que casi son raciones para dos o tres personas. Platos que vale la pena pedir: pulpo con espuma de cachelos, más ligeros que los tradicionales a feira ya que la patata se convierte en crema; hojaldre de sardina ahumada y pisto; minisandwich de foie y manzana, y almejas al vapor con aceite de oliva. Tienen, atención, 300 referencias de vinos, de los cuales una decena se pueden beber a copas.
Las Barricas
Uno de los restaurantes más populares de una de las zonas de ocio más concurridas de Vigo, las playas de Bao. Allí a menudo se forman colas de gente en busca de sus empanadillas, que además de ser enormes probablemente están entre las mejores de la ciudad. Las hay de pulpo, de chorizo, de carne, de setas con jamón, de atún, de calamares, de lomo… Pero no solo de empanadillas viven Las Barricas y sus fieles clientes. También de platos divertidos y populares, como la tosta de bacalao con confitura de tomate, la de pulpo con queso tetilla y las miniburgers con queso brie y cebolla caramelizada que vienen acompañadas de salsa de ketchup y de salsa miel mostaza. Atención a la carta de vinos, con muchas referencias gallegas (un par de albariños los elabora el dueño del restaurante, Pablo Rey). El nombre Las Barricas está más que justificado y si alguien tiene dudas, que mire al suelo, hecho con cajas de madera de los vinos.
O Rei Pescador
Quien vaya en busca de buen pescado y marisco, quien quiera recetas gallegas con productos gallegos, que se asome a O Rei Pescador, en la bonita plaza de Compostela, junto al puerto y el casco viejo. Allí disfrutará a rabiar con un rape a la gallega canónico, que se le deshará en la boca, y con los pescados al horno (rodaballo, lubina, palometa roja…); pedirá otra ración de croquetas de choco, tan gruesas y crujientes por fuera como densas por dentro; aplaudirá el pulpo a feira, tiernísimo y sabrosísimo, y preguntará si se puede llevar a casa alguna de las finísimas empanadas -atención a la de mejillones, que llevan un poquito de chorizo, y a las de souba (sardina pequeña), bacalao y zamburiña-.
Fábrica La Brújula (Ribadumia)
Y si sales de Vigo o Santiago de Compostela en busca de un plan gastronómico, ¿por qué no hacer 'conservaturismo'? Coge el coche con rumbo a Ribadumia, a media hora larga de ambas ciudades, y visita la flamante y modernísima fábrica de conservas gourmet La Brújula, abierta a principios de 2016. Durante el recorrido gratuito por sus instalaciones descubrirás el trabajo y el mimo que ponen en cada lata, aprenderás 'palabros' como líquido de gobierno (el que se pone para que el producto se conserve mejor) y esmocado (el corte y limpieza de cada pieza), y entenderás que las almejas están más ricas cuantos más años pasan enlatadas, aunque cueste creerlo. La mejor manera de comprobarlo es degustándolas, así que os recomendamos llamar para concertar día y hora de visita y acordar una cata que, en este caso, será de pago. Con ese sabor de boca se puede deambular luego por el casco antiguo de la vecina Cambados y/o visitar alguna de las bodegas de la zona, que pertenecen a la DO Rías Baixas.
Casal do Umia (Oubiña)
Apunta una escapada para disfrutar de un pulpo que en la comarca de Solnés, a media hora de Vigo y Santiago de Compostela, está considerado casi de leyenda. Por allí se acerca hasta el presidente de la Xunta, así que poca broma con este sencillo restaurante que forma parte de una casa rural en Ribadumia, el rincón donde Mariano Rajoy veranea y camina rápido. Cocina casera la que hace Lourdes, que antes trabajaba de pescantina (vendía el pescado en la plaza), y que sirve el bueno de Emilio, antes pescador. Cuesta arrancarle la receta del pulpo, que se cuece con una patata que se oscurece por compartir olla con el octópodo, así que mejor concentrarse en su sabor y ternura, y acompañarlo con muxicu, una especie de pulpo a feira muy especial, con patatas vacías y fritas con su piel, y rellenas de salsa fina de allioli y pulpo con pimentón de la Vera. Si te queda sitio para un plato más, mejor unas empanadas con bonito de La Brújula. Para acompañar el ágape, un vino que elaboran ellos mismos con uvas de sus viñas. De postre, flan casero, sin duda. ¡Qué espesura y qué sabor!
Texto de Ferran Imedio de Gastronomistas.com
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BILBAO: CÓMO RECONOCER UN BUEN MARMITAKO CON SOLO MIRARLO
Es pronunciar la palabra “marmitako” y trasladarse a la costa vasca. Puedes hacerlo mentalmente, claro, es fácil (dilo así, con los ojos cerrados, “marmitakooooo”), pero jamás tendrá punto de comparación con hincarle el diente en algún restaurante que lo sepa preparar como hacen los arrantzales (pescadores, en euskera).
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