Ámsterdam a toda luz
Cualquier época del año es buena para visitar la capital holandesa, pues es una ciudad que rezuma belleza independientemente del clima que nos acompañe durante nuestra visita. Entre los múltiples planes a hacer están el de pasear por sus calles, a poder ser en el vehículo estrella del país, la bicicleta, recorrer sus canales en barca, disfrutar de su oferta cultural, entre la que se cuentan museos de la talla del Rijksmuseum o el Museo Van Gogh, y disfrutar de su oferta de ocio y del buen ambiente que reina.
Hay que reconocer que hay algunos eventos a lo largo del año en Ámsterdam que hacen que la ciudad aún luzca mejor cara. El más popular de ellos tiene lugar entre enero y abril, y tiene a todo un símbolo en Holanda como protagonista: el tulipán. Sus colores inundan la ciudad, sobre todo el 17 de enero que se celebra el día Nacional del Tulipán, y que la plaza Dam esté más bella que nunca con su gran mercado de tulipanes.
Otro momento menos conocido, y que cada vez está adquiriendo más fuerza entre los visitantes de la ciudad es el Festival de la Luz de Ámsterdam, que con apenas unos años de existencia –este año se celebra su quinta edición-, ha ido tomando poco a poco los canales y los puentes, y algunos de los edificios de la ciudad, recibiendo la llegada del frío invierno con un bello paisaje de luces. Así pues, del 1 de diciembre al 22 de enero, podrás disfrutar de este maravilloso espectáculo que inunda Ámsterdam de propuestas delight art de artistas tanto nacionales como internacionales.
El festival se divide en dos rutas que discurren en espacios y fechas diferentes. Por un lado está la Water Colors, localizada en los canales y los puentes de Ámsterdam y que está pensada para recorrerla en barco. Existen varias compañías con las que realizar este tour, y en todos lo casos los barcos salen de la Estación Central de Ámsterdam. En funcionamiento del 1 de diciembre al 22 de enero, de las 17 a las 23 horas.
Por otro lado está la ruta denominada bajo el nombre de Illuminade, pensada para ser realizada a pie, y situada en el área cultural del barrio Weesper y Plantage. En este ocasión la biomimética, nueva ciencia que se basa en el estudio de los modelos, sistemas, procesos y elementos naturales con el propósito de imitarlos y así encontrar soluciones prácticas a necesidades humanas, con la condición de que éstas sean sustentables, ha sido elegida como la temática central. La conforman un total de 23 obras que podrás ver del 15 de diciembre al 8 de enero, de las 17 a las 22 horas.
¿Con ganas de una buena dosis delight art? Reserva tu Vueling a Ámsterdam y disfruta de este magnífico festival.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Udo Geisler
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La Confluence la vanguardia de Lyon
Aquellos viajeros inquietos y que en su visita a la capital de la región de Auvernia-Ródano-Alpes no tengan suficiente con ir en busca de su pasado perdiéndose por las calles del Vieux Lyon, recorriendo el bohemio barrio de la Croix Rousse, que tiempo atrás congregara los talleres de seda que dieron fama y proyección económica a la ciudad, o visitando el Museo Lumière, pues es aquí donde dio sus primeros pasos el séptimo arte, y quieran conocer el Lyon “del futuro”, entonces deben de acercarse hasta la Lyon Confluence.
Ubicado en la parte de península en la que confluyen los dos ríos que pasan por Lyon, el Saona y el Ródano, se encuentra el barrio más vanguardista de la ciudad, foco de las últimas construcciones arquitectónicas firmadas por múltiples estudios de arquitectura de procedencia nacional e internacional.
En sus orígenes la Confluence era un área industrial que abarcaba un buen número de almacenes, que con el tiempo fue entrando en desuso, convirtiéndose poco a poco en un espacio en declive. Desde hace unos años esta zona se ha transformado en la “niña bonita” de la ciudad, y para ello se ha creado un importante proyecto de renovación con el que relanzarla, y con ello, abrir una nueva área de interés para los lioneses y los turistas que visitan la ciudad. Con la sostenibilidad y la creatividad como estandarte, se han construido edificios de especial interés y se le ha logrado dar un nuevo aire al distrito, consiguiendo atraer hasta sus tierras a comercios, restaurantes y algún que otro hotel, y eso que aún queda mucho por hacer en él.
Le Cube Orange (el Cubo Naranja), es uno de los iconos del distrito, y una de las primeras sorpresas con las que se encuentra el visitante. Obra de los arquitectos franceses Jakob + Macfarlane Architects, el edificio lo forma una gran cubo naranja horadado por un gran cono gigante, cuya función, además de estética, es la de dar luz y ventilación. Siguiendo la estela de Le Cube Orange y de los mismo autores es el edificio de Euronews, aunque en esta ocasión es su verde chillón el que llama su atención sobre nosotros, y son dos los agujeros que penetran su fachada rectangular. Otro de las construcciones a tener en cuenta en nuestro paseo por la Confluence es el Dark Point, obra de la arquitecta francesa Odile Decq cuya estructura parece querer abrazar el río.
Contrarrestando esta dosis de nueva arquitectura está La Sucriére, una de las antiguas fábricas que había en la zona, en este caso una azucarera, que ha logrado sobrevivir, siendo reformada y transformada en espacio expositivo, con el arte y la creatividad como principales protagonistas.
Culminando el recorrido está el Musée des Confluences, inaugurado en diciembre de 2014, cuyo edificio basado en la arquitectura deconstructivista es obra de los austríacos Coop Himmelb(l)au. El museo, que por su forma recuerda a una nube, está dedicado a la historia natural y a las sociedades. Su colección permanente procede del Museo de Lyon y abarca desde piezas etnográficas a objetos de ciencias naturales.
Y si con todo esto no hemos tenido suficiente, siempre podemos darnos una buena dosis de shopping en el centro comercial por excelencia del barrio, y por tamaño, de Lyon, el Pôle de Commerces et Loisirs Confluence, en el que además de infinidad de tiendas, hay numerosos restaurantes, cines, gimnasios, etc.
Ahora que ya sabes dónde se encuentra el barrio más vanguardista de Lyon, reserva tu Vueling aquí y aventúrate a conocerlo.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Jean-Pierre Dalbéra, Anthony V.
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Gràcia tiene un color especial
Ningún barrio de la Ciudad Condal tiene el sabor y la personalidad del barrio de Gràcia. En este distrito se unen artistas, vecinos de toda la vida, tiendas de moda y decoración y algunos de los restaurantes y bares de copas más animados de la ciudad. Siempre a caballo entre lo tradicional y el último grito, Gràcia vive al ritmo de los tiempos y sigue manteniendo esa esencia que lo hacen uno de los lugares favoritos de los barceloneses.
Y como nos encanta pasear por el barrio y dejarnos llevar, hemos salido a la calle para descubrir siete lugares entre tiendas, bares y restaurantes que no puedes pasar por alto si quieres descubrir el verdadero latir de Gràcia.
Magnesia
La propietaria de Magnesia, Leticia, recoge el trabajo de artistas locales e internacionales en la que es una de las mejores tiendas de ilustraciones de la ciudad. Además, los prints se mezclan con cerámicas procedentes de Estados Unidos, cojines de Shara Porter y joyería de artesanos barceloneses. De este lugar se sale enamorado y es difícil no llevarse algo bajo el brazo.
Can Tresó
En una de las principales calles de Gràcia, el restaurante Can Tresó pasa casi desapercibido. Pero una vez has comido aquí no se te olvida la experiencia. Las tapas son de gran calidad (excepcionales las patatas bravas) y durante la semana hay un menú de autor que es realmente delicioso.
La Mueblerí
Madre e hijo regentan esta tienda de decoración vintage. Con una cuidadosa selección de muebles y objetos, es fácil perder la cabeza por un aparador escandinavo, una mesa Vitra de los años 70 o una lámpara de Manises. Además, las piezas de firma se combinan con otras económicas y asequibles para todos los bolsillos. El local es amplio y está muy bien decorado. Aquí se respira cercanía, delicadeza y buen gusto. Eso lo hace tan especial.
Viblioteca
Es ya un clásico para los amantes de los quesos, los embutidos, los tartares y el buen comer. Decorado en líneas blancas, este restaurante es, sin duda, uno de los mejores de la ciudad para descubrir nuevos vinos y combinarlos con una selección gastronómica de primera. ¿Nuestro consejo? Preguntar a Yolanda, la propietaria, y dejarte asesorar.
Alzira
Mónica es una de las veteranas del vintage en el barrio de Gràcia. Su gusto exquisito queda plasmado en una combinación de mobiliario industrial y rústico con piezas de diseño y todo bajo una estética bochic que la convierten en una imprescindible del brocant en la Ciudad Condal. En un luminoso local que tiene un patio en el que, de poder, nos relajaríamos durante horas, completa la sección de muebles y decoración un apartado de broches retro que es puramente irresistible.
Bobby Gin
Las noches de copas en Gràcia no serían lo mismo sin Bobby Gin. Este bar sofisticado sirve algunos de los mejores gintonics de Barcelona. La decoración está cuidada al detalle, con puertas antiguas recuperadas y mobiliario vintage e industrial. Pero lo que hace único a este local es la extensa oferta de ginebras y tónicas premium, que si no sabes con cuál quedarte, el personal (que conoce la carta al dedillo) te asesorará. Y si te apetece picar algo, las mini coques de Llavaneras son una delicia que no te puedes perder.
Casa Atlántica
Vajillas de cerámica pintadas a mano, miniaturas de madera y lámparas retro son algunas de las cosas que podrás encontrar en Casa Atlántica. Un a tienda-taller llena de encanto que abrieron la diseñadora de moda Belén Martínez y el arquitecto de interiores portugués Lester Barreto. Un espacio de innegable aspecto atlántico lleno de detalles preciosos y de muebles diseñados por los propietarios que te transportarán del Mediterráneo a la otra punta de la península.
Reserva tu Vueling a Barcelona y anímate a recorrer Gràcia y dejarte llevar por su encanto.
Texto de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS
+ infoVacaciones en el mar. Las orcas se dejan ver por Tarifa
Desde mediados de julio hasta mitad de septiembre se pueden avistar en la zona de Tarifa y el Estrecho de Gribaltar alrededor de 50 orcas agrupadas en cinco familias, y si sois amantes de estos gigantescos animales, es una aventura extraordinaria admirar a las ballenas, los delfines y las orcas en su medio natural, jugando con las embarcaciones, entrando y saliendo de esa lámina de agua en la que se unen el mar Mediterráneo y el océano Atlántico.
La Asociación para la Conservación, Información e Investigación de Cetáceos (CIRCE)estima que los delfines listados, los mulares, los comunes y los calderones tienen su hábitat en este Estrecho que separa África y Europa, pero entrada la primavera es posible avistar esporádicamente cachalotes y mamíferos tan impresionantes como los rorcuales, con sus 20 metros de longitud y más de 80 toneladas de peso, uno de los animales más grande del planeta.
Las orcas se dejan ver con más facilidad en verano porque van en busca de los atunes que en esta época cruzan el Estrecho de Gibraltar hacia el Atlántico.
Tarifa es el lugar
Pero la diversión no acaba aquí. Tarifa tiene mucho más que ofrecer, ya que es una de las ciudades más atractivas y cosmopolitas de Europa. Es un punto de encuentro de jóvenes de todos los rincones del mundo, atraídos por estas playas tan espectaculares y por el wind y el kite surf y si además le sumáis cómo se puede disfrutar de la naturaleza aquí, la diversión está garantizada.
Para los que prefiráis estar en tierra, podéis optar por otras actividades que seguro que os encantarán. Estando en Tarifa hay que visitar las playas de Valdevaqueros y de Bolonia, con esas dunas inmensas desde las que, en los días claros, se ve el norte de África. Otro de los enclaves imprescindibles es Baelo Claudia, uno de los recintos arqueológicos más relevantes de la península porque nos sirve para comprobar cómo era una ciudad romana típica, con su anfiteatro, calzadas, factorías pesqueras y murallas. Este asentamiento romano fue muy importante ya que desde aquí se exportaban a Roma la famosa salsa garum - era una salsa de pescado a base de vísceras fermentadas, considerada por los romanos como un afrodisíaco-.
Otro de los monumentos emblemáticos de Tarifa es el castillo de Guzmán El Bueno cuya historia os dejará la sangre helada porque prefirió entregar a su hijo a los invasores antes que entregar la plaza de Tarifa.
¡Ah! y no te puedes ir de Tarifa sin comer pescado fresco, en los bares, o en los chiringuitos de la playa; y sin probar los dulces de larga tradición árabe en las pastelerías del centro de la ciudad.
Muchas opciones encontrarás aquí, todas con su encanto; así que coged la mochila, Vueling y volad hasta Jerez para disfrutar de uno de los parajes naturales más potentes del sur de Europa.
Texto de Amparo Ortega y María del Águila Heras (Patronato Turismo de Cádiz)
Imágenes de Patronato Turismo de Cádiz
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