Sankt Pauli un barrio lleno de tentaciones
Hamburgo, pese a estar a orillas del gélido Mar del Norte, es una ciudad efervescente siendo Sankt Pauli su barrio más caliente. Con la avenida Reeperbahn como eje central, crápula y parrandero, el distrito rojo de la segunda ciudad más grande de Alemania esconde un sinfín de tentaciones abiertamente recomendables. Del icónico teatro de variedades Schmidt Tivoli al estadio Millerntor-Stadion, hogar del entrañable FC St Pauli, te revelamos todas las atracciones que ofrece el picante Sankt Pauli.
Angie’s Nightclub
En la planta superior del Schmidt Tivoli se encuentra el Angie’s Nightclub, uno de los clubes más populares de la vida nocturna de Sankt Pauli. Fundado por la cantante de soul Angie Stardust a finales de la década de los 90, cada noche la banda residente de la sala cuenta con un vocalista invitado diferente, no siendo extraño que sea una figura relevante de la escena musical alemana o incluso internacional. Podéis continuar la noche en el Mojo Club, sala de música en directo escondida en el subterráneo de las icónicas Dancing Towers de Sankt Pauli, o en el Klubhaus o el Golem, dos multiespacios con una siempre interesante programación cultural repleta de conciertos, películas, u obras de teatro. Para terminar la velada, el Golden Pudel Club (ahora en fase de remodelación tras haber sufrido un incendio). A orillas del Elba, no muy lejos del Fischmarkt, por fuera parece una inocente casita de cuento, dentro es un templo de la electrónica en el que bailar hasta el amanecer.
Davidwache
En la confluencia entre Spielbudenplatz y Davidstraße, muy cerca de Reeperbahn, se encuentra Davidwache, probablemente la comisaría de policía más famosa de Europa (¡tiene un club de fans!) e, indudablemente, por estar donde está, una de las que más faena tiene de Europa. Erigida en 1840, el edificio ha aparecido en infinidad de películas y series de televisión, y por sus calabozos han pasado desde granujillas de medio pelo a celebridades del calibre de Paul McCartney y Pete Best.
Landungsbrücken
Junto al río Elba se halla Landungsbrücken, la antigua terminal portuaria de Hamburgo. Puerta de salida hacia al Nuevo Mundo desde el norte de Europa, se calcula que desde aquí más de cinco millones de personas salieron rumbo a una nueva vida en América. No muy lejos está el Fischmarkt, mucho más que un mercado de pescado. En invierno abierto a partir de las 7h, y en verano a las 5h, desde primera hora, cuando se realiza la bulliciosa subasta del pescado, está a rebosar de autóctonos, turistas y faranduleros. El brunch que sirven los domingos en diversos de los restaurantes que hay en el Fischmarkt es sencillamente espectacular.
Millerntor-Stadion
Reflejo del espíritu del barrio y último reducto de fútbol popular, el modesto pero grande FC St Pauli tiene como principios la lucha contra la xenofobia, el fascismo y el sexismo, siendo uno de los equipos más queridos no solo de Alemania sino también de todo el mundo. Con la Jolly Roger pirata como enseña, cuando los once jugadores saltan al campo suena el Hell Bells de AC/DC y cuando marcan, el Song 2 de Blur; definitivamente un partido en el Millerntor-Stadion es una experiencia que va más allá de lo meramente deportivo.
Reeperbahn
Es la arteria principal del barrio de Sankt Pauli y una de las avenidas más crápulas del mundo. Como Dr. Jekyll y Mr. Hyde, tiene dos caras. De día la gente se agolpa para ir de tiendas o sentarse a tomar un café; por la noche, se encienden los neones de sus discotecas, clubes nocturnos, cabarets y sex shops. A medio camino entre Las Ramblas de Barcelona a inicios de los 80 y Las Vegas, lo que sucede en Reeperbahn, se queda en Reeperbahn. Entre las curiosidades que hallarás está la Beatles Platz, plaza que conmemora el paso de los Beatles por la ciudad en sus primeros años, donde actuaron en locales del barrio como Star-Club, Kaiserkeller, Top Ten o Indra. Además cada año desde 2006, a finales del mes de septiembre acoge el The Reeperbahn Festival, con centenares de conciertos programados, siendo cita de referencia de la industria musical a nivel internacional.
Schmidt Tivoli
Con el encanto de lo antiguo con un punto decrépito, el Schmidt Tivoli es el teatro de variedades por excelencia del barrio rojo de Hamburgo. Comprad entradas para los espectáculos de medianoche, cuando el tono es un poco más picante que el de las funciones de tarde-noche. Si os quedáis sin tickets, entre los muchos teatros y cabarets que hay en Sankt Pauli podéis optar por el Operettenhaus, especializado en musicales, el más convencional St. Pauli Theater, en funcionamiento desde 1841, o el Imperial Theater.
Superbude Hotel Hostel
Con coloridas habitaciones de diseño y mobiliario totalmente reciclado, el Superbude es el hotel hipster de Hamburgo para aquellos que quieran dormir fardando de ser turistas modernillos. Algo más convencional es el EAST. Ubicado en una antigua fábrica, de él destaca una imagen que, sorprendentemente pero con acierto, combina trazos del Lejano Oriente con la estética industrial occidental. Obligado comer o cenar en su restaurante, uno de los mejores de Sankt Pauli.
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Texto de Oriol Rodríguez
Imágenes de Heiko S, Wojtek Szkutnik, Itti, Reading Tom, David Coggins, abbilder
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Róterdam, capital del cine
¿Qué tienen en común ciudades como Cannes, Berlín, Venecia, San Sebastián o Locarno? Pues que en todas ellas se realizan festivales de cine con mucha historia a sus espaldas que durante varios días ofrecen proyecciones y actos paralelos diseminados por toda su geografía que celebran el séptimo arte. Acudir a esas localidades cuando los certámenes están en marcha supone descubrirlas de otra manera. Escapar del lado más convencional y turístico, para vivir culturalmente la ciudad como un ciudadano más. A los enclaves antes citados habría que añadir Róterdam, famosa por tener, dentro de su área metropolitana, uno de los puertos marítimos más grandes del mundo. Ahora bien, más allá de ser un núcleo industrial y una capital futbolística -tiene tres equipos en la primera división holandesa: Feyenoord, Sparta y Excelsior-, Róterdam tiene el privilegio de acoger un festival de cine potentísimo que durante doce días convierte la ciudad en uno de los centros cinematográficos mundiales.
Esta edición del Festival Internacional de Cine de Róterdam (ese es su nombre oficial) se celebrará del 25 de enero al 5 de febrero de 2017, y su programación va encaminada al cine de autor, tanto europeo como internacional, y a los grandes nombres del cine independiente. Este año dedican una retrospectiva a Jan Němec, uno de los realizadores más importantes de la cinematografía checa, que falleció hace solo unos meses. Su figura será recordada con el rescate de sus filmes más conocidos y de su película póstuma, The Wolf from Royal Vineyard Street. Dentro de la sección oficial del festival, se podrán ver las últimas películas de Jim Jarmusch, Paterson y Gimme Danger, o la última y esperadísima cinta de Pablo Larraín protagonizada por Natalie Portman, Jackie.
El epicentro del festival está en De Doelen, un espacio con mucha historia situado en el centro de Róterdam que, dada su localización, te dejará tiempo para callejear y descubrir la ciudad entre película y película. De Doelen lleva en pie desde 1966, y actualmente es un centro de convenciones que funciona como la sede oficial de la Orquesta Filarmónica de Róterdam. El resto de cines que ofrecen proyecciones también se encuentran por el centro, en teatros con encanto como Oude Luxor y el Pathé Schouwburgplein. Estos espacios quedan relativamente cerca de algunos museos de la ciudad que merece la pena visitar, como es el caso del Maritime Museum, que repasa los diferentes aspectos y la importancia de la cultura de la navegación en el mar. Además de un recinto de exposiciones, dispone de un canal cerrado de agua en sus aledaños que ofrece todo tipo de actividades paralelas. El Museo Boijmans Van Beuningen, el espacio de arte estrella de Róterdam, con una colección de obras excepcional, el sueño húmedo de cualquier fan de la pintura, que reúne cuadros de Salvador Dalí, Tintoretto, Hubert van Eyck, Willem Heda y Pieter Bruegel, entre otros. Y no solo eso, el museo también apuesta por otras disciplinas artísticas (diseño industrial, instalaciones, graffiti), y exposiciones itinerantes que cambian cada mes. Por cierto, el Boijmans Van Beuningen está a un tiro de piedra del Museumpark, uno de los parques públicos más bonitos y uno de los pulmones de la ciudad.
El Festival Internacional de Cine de Róterdam, más allá de las películas y ciclos que hemos mencionado un poco más arriba, también ofrece una serie de proyecciones especiales que se salen un poco de lo normal. Una de las más sonadas es el día casi íntegro que el certamen dedica a los niños. Este año la cita será el domingo 29 de enero con una selección de películas que los más pequeños de la casa podrán disfrutar acompañados de sus padres. Más eventos que vale la pena destacar: las dos maratones de cortos que se celebrarán el 4 de febrero (seis horas de duración cada una) en el Kino Rotterdam, un cine el que también, si quieres, podrás cenar o tomar una copa. Consulta el resto de evento del festival aquí.
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Texto de Xavi Sánchez para Los Viajes de ISABELYLUIS
+ infoMarsella pura provenza francesa
Si estás planeando un viaje donde mezclar ocio, cultura y relax, Marsella, al sur de Francia, es tu ciudad. Su agradable clima, su entorno y su luz han sido fuente de inspiración de célebres artistas como Braque, Cézanne, Derain o Marquet. Fundada por los griegos, es una de las ciudades más antiguas de Europa y la segunda en Francia. Además, esta ciudad es la segunda más poblada del país galo. Su riqueza histórica y la gran cantidad de monumentos, localizaciones y museos la han convertido en un destino más que destacado entre el turismo internacional.
Dado a que es el tercer puerto más importante de Europa, tras Rotterdam y Amberes, ha sido lugar de paso obligado para muchas embarcaciones internacionales, lo que ha favorecido la actual mezcla cultural que se respira en sus gentes, sus barrios y sus edificios, convirtiéndola en una urbe de lo más cosmopolita.
Una escapada de cinco días es suficiente para vivir esta ciudad. La mejor opción es dividir las visitas por zonas. El transporte es muy bueno y puedes desplazarte en metro, autobús o ferry. Lo ideal es optar por el Citty Pass; es económico y sirve tanto para entrar en museos como para el transporte y las visitas a las islas.
Elegir un hotel bien situado es un buen comienzo para facilitarte el desplazamiento por esta maravillosa ciudad. El Beauvau Marsella Viejo Puerto es una perfecta elección, ya que cuenta con un excelente servicio y está a dos pasos de la estación de metro de Vieux Port (Puerto Viejo), uno de los puntos neurálgicos de la ciudad. En las calles colindantes al puerto, se encuentran un montón de puestos callejeros donde comer ostras o comprar todo tipo de especias a precios verdaderamente interesantes.
En la misma zona se encuentran cantidad de restaurantes donde poder degustar un exquisito pescado fresco o una soberbia sopa Bullabesa. De entre ellos destacaremos estos dos:
Une Table au Sud: Este restaurante posee unas magníficas vistas al puerto y nos ofrece una cocina moderna y creativa para chuparse los dedos. Entre las especialidades destaca su deliciosa sopa de castañas y erizos de mar.
Le Miramar: Dicen de él que es el mejor restaurante de la ciudad en el que tomar la famosa sopa Bullabesa. Déjate seducir.
Un agradable paseo por el puerto te conduce hasta el Fort Saint-Jean, construido durante el reinado de Luis XIV, donde se encuentra el Museo MuCEM, el primer museo nacional dedicado a las civilizaciones del Mediterráneo en el siglo XXI. Un lugar multidisciplinar en el que se entrecruzan la antropología, la historia, la arqueología, la historia del arte y el arte contemporáneo. El museo se compone de tres emplazamientos unidos por el Fort Saint- Jean, lo que invita al público a deambular por un agradable jardín al estilo mediterráneo. Cuenta, además, con una segunda pasarela que lo une al barrio de Le Panier, que parte desde la puerta real del fuerte hasta la iglesia de Saint-Laurent. Pese a su antigua mala reputación, a día de hoy en este barrio se mezclan los edificios y plazas más tradicionales con tiendas de nuevos diseñadores, restaurantes y museos, lo que le aporta un aire de lo más bohemio. No puedes dejar de visitarlo.
Cours Julien es otro de los barrios interesantes. Un jardín ocupa el centro de la plaza que alberga tiendas de moda, teatros y terrazas. Las calles Bussy l'Indien, Pastoret y Vian destacan por su estilo alternativo, con numerosos clubs, cafés y tiendas. ¡Atención a los graffitis callejeros!
Dada la situación geográfica de Marsella, es perfecta para hacer excursiones en barco. Desde el Vieux Port puedes acceder al ferry urbano. Un imprescindible que no puedes dejar pasar por alto es la visita al Castillo de If, donde se puede ver todavía el agujero que cavó el primer prisionero en el muro de una de las celdas. Alejandro Dumas se basó en él para dar vida a su famoso Conde de Montecristo.
Desde aquí puedes seguir con una visita a las islas Frioul; pasar la tarde en una de sus numerosas calas, playas o criptas arenosas es un plan perfecto para rematar el día. La sensación de libertad y relax es absoluta.
Dos visitas irremplazables son la de la Basílica de Notre-Dame de la Garde y la del Palacio Longchamp. La basílica es una figura emblemática de la ciudad. Situada en lo alto de la colina, con unas impresionantes vistas a 360º, vela por los marineros, los pescadores, y todos los marselleses. Su estilo romano-bizantino responde a la perfección al programa de las grandes construcciones emprendidas por Napoleón III en Marsella. Para acceder a ella se puede tomar un autobús que sale desde el mismo Vieux Port. El palacio, monumento inaugurado en 1869, conmemora la llegada de las aguas del canal del Durance a Marsella. Reúne en un mismo emplazamiento el museo de Bellas Artes, el museo de Historia Natural y un parque botánico.
Los improvisados mercadillos callejeros abundan por toda la ciudad. Es muy frecuente ver mercados de todo tipo: fruta, pescado, ropa, antigüedades, etc. Déjate llevar por la vida marsellesa y mézclate, seguro que descubres algún capricho que comprar.
¡Y no puedes irte sin conocer el famoso jabón de Marsella! Su interesante historia se remonta al siglo XVI. Puedes, así mismo, visitar alguna de sus siete fábricas.
La oficina de turismo se encuentra situada muy cerca del Vieux Port. Allí podrás obtener el City Pass y recabar mucha información para organizar tu estancia en Marsella.
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Texto : Tensi Sánchez de www.actitudesmgz.com
Fotografía: Fernando Sanz
Guía por la Bruselas de Tintín
Sabemos que Tintín viajó por América, la Unión Soviética, China, Suramérica… ¡incluso llegó a pisar la Luna! Pero, ¿dónde vivía el entrañable periodista creado por Hergé? Aunque el dibujante nunca lo expuso abiertamente, es incuestionable que Bruselas, la ciudad en la que vivió a lo largo de toda su vida, se asoma a las viñetas siempre que el irónico reportero y su fiel Milú están en casa. Nos adentramos en las aventuras de Tintín y descubrimos los palacios, museos, hoteles, teatros y parques de la capital belga que Hergé transformó en imágenes de cómic.
Al regresar de sus primeras aventuras en el país de los soviets, Tintín y Milú son recibidos como héroes por una multitud en la Estación del Norte, copia exacta de la antigua Gare du Midide Bruselas. En la actual terminal reluce un mural inspirado en una viñeta de Tintín en América que celebra el centenario del nacimiento de Georges Remi “Hergé”.
En la segunda de sus 24 aventuras, el icónico reportero y su fiel amigo viajan hasta el Congo, en un volumen que, seguramente, Hergé empezó a imaginar tras diversas visitas al Museo Real de África Central. Entre muchos otros guiños, el hombre-leopardo que amenaza a Tintín en el cómic imita la estatua de Paul Wissart expuesta en el museo.
El 26 de la calle del Labrador es una dirección de sobras conocida por los tintinófilos. Citada por primera vez en La oreja rota, no la busquéis en el callejero de Bruselas. Mejor os acercáis hasta el 26 de la rue Terre-Neuve. Ahí os toparéis con un edificio muuuuy parecido al que esconde el piso del joven periodista.
Erigido a finales del siglo XIX en la zona sur del Parque Real, el Palacio Real reluce como uno de los puntos más representativos de Bruselas. Edificio majestuoso, sirvió de modelo a Hergé para dar forma al Palacio Real de Muskar XII, rey de Syldavia, en El Cetro de Ottokar.
El Marché aux Puces de la Place du Jeu es desde 1873 el paraíso de coleccionistas, anticuarios, cazadores de tesoros, y buscadores de baratijas de Bruselas. Fue en este mercadillo de pulgas donde Tintín descubrió la maqueta del viejo velero con la que se inicia El secreto del Unicornio.
Las 7 bolas de cristales, muy probablemente, la historia en la que Hergé robó más imágenes del trazado arquitectónico de Bruselas. En la decimotercera entrega de las aventuras de Tintín aparece, por ejemplo, el Metropole, uno de los hoteles más emblemáticos de la ciudad. También podemos reconocer el teatro La Monnaie, en el cómic renombrado como de Palacio de Music-Hall. Y la mansión en la que reside el profesor Bergamotte es un calco exacto de la fastuosa villa del número 6 de la Avenida de Delleur.
En Las 7 bolas de cristal también nos encontramos con el personaje de Rascar Capac, momia inspirada en una de las reliquias que se exponen en el Museo del Cincuentenario. Galería habitualmente visitada por Hergé en busca de ideas, donde también descubrió el fetiche que le inspiró la figura Arumbaya que centra la trama de La oreja rota.
Otro de los epicentros tintinófilos por excelencia es Uccle; al sur de Bruselas, una de las 19 municipalidades que conforman la capital belga. En Uccle encontramos el Planetarium de Bruselas, observatorio que Hergé dibujó en La estrella misteriosa. Destacar que en el Centro Cultural d’Uccle hay una estatua de Tintín y que en el cementerio de la localidad, a escasa distancia de la casa en la que vivió hasta su muerte, está la tumba del dibujante. En el33 de la rue Philippe-Baucq, en el mucho más céntrico barrio de Etterbeek, una placa recuerda que allí nació Georges Remi “Hergé” (la vivienda no se puede visitar).
En Louvain-la-Neuve, a menos de 30 minutos del centro de Bruselas, hallamos el Museo Hergé. Diseñado por el arquitecto francés Christian de Portzamparc, repartidas entre sus tres plantas y 8 salas de exposiciones, el museo atesora 80 planchas originales, 800 fotografías e infinidad de documentos y objetos varios relacionados con la vida y la obra del padre de Tintín y Milú.
Igual de recomendable para los amantes de Tintín en particular, y del noveno arte en general, es la visita al Museo del Cómic de Bruselas (Rue des Sables 20), donde se exponen miles de creaciones originales de algunos de las más relevantes creaciones del mundo del tebeo con denominación de origen belga: Los Pitufos, Lucky Luke, Spirou, Tintín…
El inmenso dragón de El Loto Azul pintado en el suelo en la entrada del 13 de la rue de la Collineos anunciará que habéis encontrado la Boutique Tintín. Sin duda alguna, la tienda ideal en la que abasteceros de todo tipo de objetos y recuerdos relacionados con nuestro reportero favorito y su entrañable tropa de compañeros de viñetas.
Anímate a adentrarte en el mundo de Tintín, reserva tu Vueling a Bruselas aquí.
Texto de Oriol Rodríguez para Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Oscar W. Rasson, Julien, Andrea Carrozzo, CTJ71081, Dustin Hackert, Laurence Livermore, Su-Lin, Stephane Mignon
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