Bolonia una ciudad para disfrutarla en familia
Bolonia es una de las ciudades más bellas del norte de Italia. Conocida por contar con la Universidad más antigua del mundo occidental, también la caracterizan sus pórticos y las fachadas rojizas que cambian de tono según la luz del sol. Una ciudad pequeña con una gran historia. Algo que la hace cómoda y atractiva a la hora de visitarla, y muy recomendable para una escapada en familia.
El pasado está vivo en sus calles, en el casco antiguo medieval, en los palacios y villas renacentistas, en las iglesias barrocas, y en sus plazas y jardines. En ella se respira una atmósfera joven, revolucionaria y algo bohemia. Lo moderno respeta y convive con lo antiguo, algo de lo que pueden estar bien orgullosos sus habitantes.
El punto de partida para visitar la ciudad es la Piazza Maggiore donde podemos admirar algunos de los monumentos más representativos de la ciudad como el Palazzo dei Banchi, la Basílica de San Petronio, el Palazzo dei Notai, el Palazzo d'Accursio que alberga el Ayuntamiento de Bolonia, y el Palazzo del Podestà. En este último se encuentra la oficina de turismo de la ciudad en la que nos informarán muy amablemente de todas las posibilidades para conocerla en familia. Si no tenemos mucho tiempo, hay dos buenas opciones. Por un lado, la visita guiada family friendly ideada por el colectivo Mammacult de la ciudad. Y por el otro, la Welcome Card de 48 horas que incluye acceso gratuito a los museos, una visita guiada por el centro histórico, o la de 72 horas, que también te permite el acceso a la torre y al bus turístico. Cada una de ellas es válida para un adulto y para un niño menor de 12 años, y la verdad es que merece la pena.
Adyacente a la gran plaza está la Piazza del Nettuno con su fuente dedicada al dios del mar y custodiada por el Palazzo Re Enzo y la Sala Borsa, antiguo centro de la vida económica de Bolonia y ahora transformada en una rica biblioteca pública multimedia. Un lugar para refugiarnos en el caso de cansancio o mal tiempo ya que dentro hay un maravilloso espacio para bebés y niños. Si nos apetece seguir leyendo cuentos para niños y niñas solo tenemos que salir de nuevo a la calle y rodear el Palazzo Re Enzo, en la via Rizzoli está la Giannino Stoppani Libreria per Ragazzi. Y es que en Bolonia se celebra cada año la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil, la más importante del mundo.
Andando por la misma calle en dirección al Barrio Universitario veremos otro símbolo de la Bolonia, las Dos Torres medievales (Asinelli y Garisenda), las más altas de la veintena que quedan en la ciudad. Para los peques que sean algo más mayores y atrevidos es muy divertido subir los 498 peldaños que nos llevan a la cima de la Torre Asinelli y contemplar las hermosas vistas de la ciudad. Si al bajar nos ha entrado hambre podemos pasearnos por las callejuelas comerciales del Área Quadrilatero, el antiguo mercado de la ciudad. Aquí encontraremos unas sabrosas vistas a sus frutas, dulces, embutidos, pasta fresca e incluso pescado fresco.
También os recomendamos las tiendas del área de la T comercial, formada por la via Ugo Bassi, via Rizzoli y la larga via dell’Indipendenza. Caminando por debajo de los señoriales pórticos hay desde tiendas de marcas globales y de moda italiana de toda la vida, cafeterías y dulces pastelerías, colmados y droguerías en los que encontrar lo que se busca, hasta el Mercato delle Erbe, donde comprar todo tipo de fruta y verdura. Además hay toda una ruta de antiguos negocios restaurados con mucho gusto y convertidos ahora en tiendas de estilo vintage. Una de ellas es Les Libellules, un atelier de ropa de sastrería infantil situada en la via San Vitale, cerca de las Dos Torres.
Otro de los rincones que merece mucho la pena de admirar es la ventana sobre el canal en via Piella, entre via Zamboni y via Indipendenza, en la que se nos desvela uno de los secretos más bien guardados de la ciudad, las aguas subterráneas que en su día pasaban por canales a cielo abierto similares a los de Venecia. También recomendamos acercarse a la Piazza Santo Stefano presidida por la basílica del mismo nombre, formada por cuatro (antiguamente siete) iglesias de épocas distintas, una auténtica belleza. En uno de los lados está la Corte Isolani con un pasaje cubierto que une la strada Maggiore con la via Santo Stefano. En esta misma vía encontramos La Gallina Smilza, una tienda muy mona con todo tipo de cositas para decorar la casa y la habitación de los niños. Algo más adelante, en el número 70, está una de las heladerías más famosas y deliciosas de Bolonia, la Cremeria Santo Stefano, hay sabores para todos los gustos.
Si seguimos hacia el sur de la ciudad daremos con los hermosos Jardines Margherita, una muy buena elección para un picnic en familia o para hacer un aperitivo en el Vetro, un viejo invernáculo convertido ahora en un bar-restaurante. Tiene una genial terraza al aire libre con mesas de jardinería y luces dentro de tiestos, una maravilla para relajarse al final del día. Éste forma parte de Kilowatt, un coworking y acelerador de ideas de valor social, cultural y ambiental que autogestiona este espacio gracias al programa público Incredibol del ayuntamiento de Bolonia.
La ciudad también cuenta con numerosos museos de gran interés y atractivos para visitar con niños. En el centro histórico, en la via dell’Archiginnasio está el Museo Civíco Arqueológico que nos ayudará a entender un poco más el pasado de la ciudad. Un poco más adelante encontramos el Palacio Archiginnasio, primera sede de la universidad más antigua de occidente, fundada en 1088 donde podremos visitar el Teatro Anatómico en el que se daban las clases de anatomía. Bolonia fue reconocida por la Unesco como Ciudad Creativa de la Música, un prestigioso título basado en la riqueza de las propuestas del presente y en las excelencias del pasado plasmadas en su Museo internazionale e biblioteca della musica con una cuidada colección de más de ochenta instrumentos musicales antiguos. Si lo que os apetece es ver arte moderno entonces no os podéis perder el Museo d'Arte Moderna di Bologna (MAMBO) que ofrece una gran variedad de talleres y actividades infantiles.
Para ponerle la guinda a nuestra visita a Bolonia podemos acercarnos con el bus número 87 hasta el Gelato Museum situado en las instalaciones de la famosa compañía Carpigiani, fabricante de máquinas y equipamientos para hacer el inigualable gelato italiano, el más sabroso y cremoso del mundo. Un fantástico espacio dedicado al estudio y análisis de la historia del helado artesanal. Además hacen un workshop pensado especialmente para familias que incluye una visita guiada por el museo y un taller de elaboración de helados siguiendo la receta original. ¡A disfrutar de la experiencia!
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Texto de Mar Domènech
+ infoFlorencia con los 5 sentidos
Por Mariana Calleja de TravelThirst Fotografía por Federico Rojas
Florencia nos hizo felices. Sí, Florencia nos hizo libres, creativos y nos abrumó en algunos aspectos de la vida. Lo primero es lo primero, tan obvio como sería de esperar: la belleza de Il David trajo lágrimas a mis ojos.
Esta majestuosa pieza de piedra tallada en la escultura más impresionante y conmovedora realizada te hace sentir, no pequeño, simplemente humano. Nos hace sentir abrumados por el hecho de lo que somos, de lo que tenemos o por lo que podríamos llegar a ser potencialmente. Nos hizo reflexionar sobre cosas de nosotros mismos. Il David es verdaderamente perfecto, no sólo su cuerpo, ni su figura, sino en todo lo posible y en todo aquello que puede llegar a significar y transmitir a la raza humana.
Sí, me sentí abrumada y me dieron ganas de llorar dulcemente y con ternura. Fue hermoso. Me hizo sentir la belleza.
Fue sólo uno de los muchos aspectos sobre Florencia que me hicieron sentir de una forma diferente. Hemos viajado mucho por Europa durante los tres años que llevamos viviendo aquí. Sin duda, hemos visto lugares increíbles, arte, paisajes, comida, gente, museos, historia. Pero nunca visto y sentido cosas como en esta ciudad, con todos los sentidos al mismo tiempo. ¿A qué fue debido? No lo sé, pero puede que a través de estas palabras encuentre la respuesta cuando llegue al final. Así pues, ¿empezamos?
Florencia es una ciudad construida sobre historia, de principio a fin. Y, sin embargo, hay mucho más allá de lo que simplemente podemos ver. Ningún libro o guía sería suficiente para descubrirnos todo su potencial. Por este motivo, y como nos encanta probar y hacer cosas siguiendo nuestros sentidos, logramos realmente descubrir muchas más experiencias de las que podríamos haber imaginado. Así que, continúa leyendo y descubre algunas de estas experiencias sensoriales. Tú también puedes ser creativo y tomar, de repente y sin más, el próximo vuelo a Florencia.
VER
Además de los obvios, debemos mencionar algunos de nuestros lugares imprescindibles de Florencia.
Una puesta de sol desde la Piazza Michelangeliolo. En lo alto de la ciudad, desde esta plaza Florencia se deja ver juguetonamente. Rincones, tejados y campanarios entonan al unísono una alegre melodía con la puesta lenta y romántico del sol.
Por la noche, Florencia tiene una iluminación muy peculiar. No se de quién fue la idea ni por qué se hizo de este modo, pero nunca he visto una ciudad con tanto sentido de la iluminación, sin cables y con un panorama visual tan nítido. Para nosotros las noches son siempre especiales. Tienes que salir de la habitación de tu hotel y perderte mientras deambulas por las calles, mirando adelante y a lo alto. Gracias a este consejo, descubrirás y disfrutarás de una Florencia diferente.
Y en lugar de subir a la cúpula, ¿por qué no mirar a la propia cúpula? Siempre disfrutarás de las mejores vistas en lo alto. Es algo que debe hacerse en cada ciudad, subir para tener una visión general. En esta ocasión decidimos subir al campanario de Giotto. Y una imponente cúpula apareció ante nuestros ojos. Así, tan enorme y tan pequeña al mismo tiempo. Es una buena forma de apreciar mejor los espacios también. Seguramente, la próxima vez que visite Florencia subiré a la cúpula Santa Maria del Fiore, que merece ser apreciada y no escalada en este primer viaje.
Un lugar muy interesante que descubrimos fue una antigua cárcel convertida ahora en hermosos y prácticos edificios. Difícil de creer, pero desde el exterior, incluso parecían hermosos. Aún conservan las antiguas puertas de hierro y cadenas, sin embargo, era una visión alegre y colorida. ¡No debes perderte esta visita!
PROBAR
Probar los platos tradicionales, por supuesto, como la sopa Ribollita o la carne a la Milanesa. Pero nuestra experiencia más curiosa fue el punto intermedio: ¡Pizza de sopa de Ribollita! Era exactamente una pizza fresca y recién horneada con olor y sabor a sopa de verduras. Una mezcla confusa, pero que ¡merecía la pena!
Durante una noche de mercado, justo en frente de Santa Maria Novella, encontramos un montón de cosas interesantes para probar, muy diferente de la comida tradicional italiana que conocíamos. Todo lo que puedas conseguir allí, seguro será rico. Comimos una deliciosa bola frita del tamaño de una pelota de béisbol, con un relleno compuesto de carne y arroz, servido muy caliente y de corteza crujiente. ¡Un buen bocado! ¿Qué nombre tiene? La primera y única: Frittele. ¡No debes irte sin probar uno de éstos!
Para nosotros, los gnocchi siempre son y serán una excelente forma de probar Italia. Es uno de nuestros platos favoritos. Y Florencia sin duda tiene una buena variedad para probar cada vez. Los puedes probar en cualquier lugar y a cualquier momento. La mejor opción para mí es probar el plato elaborado de forma sencilla: con una simple salsa de tomate, te permitirá reconocer si la pasta es buena o no.
Y, por supuesto, no olvides nunca empezar el día con un café y un cornetto: el desayuno tradicional italiano. Déjame describir brevemente cómo se siente un cornetto dentro de tu boca. Imagínate el pastel más delicioso, suave y cremoso, espolvoreado con azúcar en polvo. blanca y tierna, que cae traviesamente con cada glorioso bocado al paladar. ¡Nunca vas a llegar a ser más feliz que en este pequeño momento!
OLER
Toda la ciudad nos dio la bienvenida con una serie de olores interesantes, al igual que cualquier ciudad ha hecho antes. Excepto que esta vez era especial, fuerte y formidable.
Era algo así como el limón ahumado, algo entre humo, cítricos y madera de una chimenea. Transmitía una hermosa sensación de viejo y acogedor. Y esto es lo que Florencia nos transmitía. Olía como en casa.
Curiosamente, también encontramos algo especial alrededor de Florencia con el fin de estimular el sentido del olfato: ¡un bar de aromas! Por extraño que pudiera parecer, es sin duda un lugar que no hemos encontrado nunca. Todo sobre perfumes, olores de fantasía de flores y especias, de naturaleza. ¡Muy estimulante! Y relajante para nuestra sorpresa.
¿Alguna vez has estado en una “bar-a-parfums”?
Otro olor característico de Florencia fueron los “lirios”. Hermosas flores de color violeta que cuelgan de las paredes viejas y balcones por toda la ciudad, siendo acariciados por el viento durante todo el día. Probablemente es mejor percibido durante el tiempo de primavera. Pero vaya qué aroma tan dulce que da una sensación tan agradable a todo el lugar. Y sin dejar de lado lo hermosas que se ven estas flores, colgando en una forma relajada en todo momento.
OÍR
Sin lugar a dudas, este lugar tiene el conjunto más destacado de campanarios en toda Europa. Una de las cosas que capturó nuestra atención de inmediato fue la música constante de campanas todas al unísono y entonando diferentes melodías cada vez. Por alguna razón difícil de explicar, fue muy reconfortante escuchar esto. Una vez más, fue algo agradable y acogedor sobre la música de las campanas.
Por ejemplo, asegúrate de coincidir estar en el claustro Brunelleschi durante el mediodía. Probablemente uno de los más relajantes 30 minutos que hemos tenido durante nuestro viaje. Sólo estar allí, sentarse, mirar al cielo y escuchar las campanas en un jardín tranquilo y silencioso, no tiene comparación. No hay un solo turista además. ¿Te apetece pasar unos minutos aquí y disfrutar de la experiencia? Sin duda va a perdurar en tu memoria por mucho tiempo.
Una gran consejo más en nuestra experiencia es subir al campanario de Giotto, no sólo por las vistas. Esta vez en cambio, para escuchar a la ciudad. Después de un arduo camino, encontrarás un rincón muy reconfortante en la parte superior, que te ofrecerá unas vistas increíbles a la ciudad con seguridad.
Pero mejor que las vistas, este es un lugar para visitar con tus oídos más que con los ojos. Un lugar donde tú debes estar parado relajadamente, coloca la cabeza y barbilla sobre tus manos cruzadas, de pie y en una posición semi-flexionada. Luego procede a cerrar los ojos mientras das la cara a la ciudad, al aire.
Quédate ahí, con los ojos cerrados. Respira profundamente y exhala por la nariz lentamente. Enfoca y escucha el sonido a tu alrededor. Escucha Florencia. Escucha la calle, las risas, la ciudad trabajadora y la ciudad turística. Escucha las máquinas, las campanas que repican, algunos coches que pasan. Estás a 80 metros de altura y aún así, llegas a percibir toda la ciudad desde allí. Es relajante, es hermoso. Espera unos minutos hasta que puedas describir cada sonido individual en tu cabeza. A continuación, abre los ojos y sonríe. Hay unas escaleras que te esperan para llevarte abajo y adentrarte en esos sonidos.
SENTIR
El sentido del tacto es siempre el más difícil de describir y, sin embargo, el más rico, divertido y tierno. Porque es abstracto, más allá de lo evidente, más allá de notar el viento en la cara o la frialdad de las paredes de piedra.
¿Y el sentido del tacto en Florencia?
La Galleria degli Uffizi tiene un “touch tour” destinado a los invidentes, que igualmente puedes experimentar tú mismo. ¿Por qué no probar? No es necesario ser ciego para experimentar con nuestras manos y palpar nuevas sensaciones a través de ellas. Y con esta práctica información, esperamos que tengas una exquisita experiencia sensorial la próxima vez que visites Florencia. ¡Una ciudad perfecta para descubrir con los cinco sentidos!
Por Mariana Calleja de TravelThirst Fotografía por Federico Rojas
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10 razones que desconoces por las que quieres ir a Hamburgo
Whitney Richelle es una periodista estadounidense establecida en Florencia, Italia. Escribe artículos, edita videos y trabaja como project manager para studentsville.it. Síguela en Twitter y Facebook.
Hamburgo no se encuentra en tus planes de viaje por Europa. Nunca has visto una foto suya. Tampoco estás completamente seguro de dónde se encuentra. No, realmente no sabes nada sobre esta ciudad alemana – ni siquiera que estás deseando estar allí.
1. Te encanta el agua
Situada en el río Elba, en Hamburgo se encuentra el puerto más grande de Alemania. Eso significa mucho más que barcos, muelles y grúas – hablamos también de canales, lagos y playas. Puedes embarcarte en un crucero por canales cruzados por más de 2.300 puentes, y aunque no sea en góndola, son más que en cualquier otra ciudad del mundo – incluso Venecia. Entre las agujas de las largas y estrechas iglesias del centro de la ciudad y techos de cobre de color turquesa, los lagos rodean sus palacios. En Chicago-esque Alster, puedes deslizarte en hidropedal, kayaks, velero o en un barco turístico hacia las poblaciones costeras, balanceándote entre sauces llorones que hace difícil creer que te encuentres en el centro de una ciudad.
Más información: Parada de metro para Alster Lake & Boat Tour: Jungfernstieg Boat Rental Company List Alstertouristik Canal & Lake Boat Tours Playas de arena: Övelgönne beach, Falkensteiner Ufer, Wittenberge beach, Blankenese beach
2. Tu color favorito es el verde
Parques, jardines, reservas naturales y zonas recreativas constituyen el 20% de Hamburgo, por lo tanto tienes una posibilidad entre cinco de encontrar una zona de picnic, tumbarte en sus céspedes o pasear a lo largo de una orilla bordeada de árboles. El parque más popular es Planten un Blomen (Plantas y Flores), con 47 acres de paraíso botánico. La entrada gratuita te permite el acceso al jardín japonés y casa del té más grade de Europa; zona tropical e invernaderos de cactus; jardines de rosas; y los fantásticos espectáculos de su fuente que, con 99 inyectores, proyectan los chorros del agua hasta 36 metros de altura. Los mejores espectáculos son los Wasserlichtspiele (juegos de luz acuáticos), con los conciertos que después de anochecer, cuando todo el conjunto se ilumina con colores calidoscópicos y al ritmo de la música clásica – estilo de Bellagio.
Más información: Planten un Blomen Parada de metro: Stephansplaz Espectáculos de agua: diariamente a las 14:00 horas, 16:00 horas y 18:00 horas, desde finales de abril a mediados de octubre Water & Light & Music Shows: Nightly at 22:00 from the end of April to the end of August, and at 21:00 from September to mid-October Contact Email: plantenunblomen@hamburg-mitte.hamburg.de
3. Tómatelo con calma
Hamburgo es una de las ciudades más prósperas de Europa, pero esta riqueza no se traduce en ropas de marca o coches de lujo; más bien en el simple arte de disfrutar de la vida. Los habitantes de Hamburgo descansan a menudo en el césped con un café y parece que se encuentren siempre de vacaciones. Del mismo modo se explican los bares de playa del centro de la ciudad. No importa que realmente no se encuentren en la orilla del mar. Han traído las palmeras, los parasoles y las tumbonas para engañarte. ¿Y qué es lo que ves entre los dedos del pie? ARENA. Tómate un mojito con los pies descalzos mientras te preguntas si has subido al avión correcto. Más información: Locales de playa (entrada libre): Hamburger del Mar (mi local favorito, con excelentes vistas del puerto), Central Park (masaje con tu bebida), Strandperle (en la ribera), Strandpauli (lo más cercano a Reepherbahn, con vistas sobre el puerto).
4. Te gusta regatear
El mercado más famoso de Hamburgo que se celebra una vez a la semana. Algunos se sienten atraídos por la volatilidad del Fischmarkt (el Mercado de pescado) y sus buenos precios, otros, por el frenético movimiento de gestos de sus vendedores, pero todos se quedan por la misma razón: su brunch. En la cercana Fischauktionshalle (el hall de las subastas del pescado), apriétate entre los lugareños en una mesa compartida para el gran banquete de pescado fresco, la carne, los huevos, quesos, frutas y pastas. Con bandas de música tocando en directo, parece como si la noche del sábado no hubiera terminado (precisamente porque la mayoría de la gente ha continuado de fiesta desde entonces). A pesar de ser uno de los mercados más grandes de Europa, Isemarkt continúa siendo relativamente desconocido por los turistas. Embutidos tradicionales, marisco, pan, productos de la huerta, dulces, flores, cocina internacional, especias, artesanías y ropa repartidos en casi un kilómetro de largo que te proporcionan una gran aventura sensorial.
Más información: Isemarkt Horario: Tuesdays & Fridays 8:30 to 14:00 Parada de metro: Entre las paradas de Eppendorfer Baum y Hoheluft Fischmarkt Horario: Sunday mornings, 5:00-9:30 from mid March to mid November, 7:00-9:30 from mid November to mid March Parada de metro: Repeerbahn or Landungsbrücke (10-minute walk from either) Fischauktionshalle
Dirección: Große Elbstraße 9 Horarios de Brunch: 05:30 horas hasta el mediodía de abril a septiembre, de 06:00 horas hasta mediodía de octubre a marzo . Precio: entre 16.50€ y 21.50€ por persona. Mail de reserva: info@fischauktionshalle.de
5. No eres vegetariano
En una ciudad donde la gente se llama “Hamburguesas”, puedes apostar que encontrarás carne en el menú. Algunos dicen que la empanada de carne de vaca estadounidense se originó en Hamburgo con el nombre de Frikadelle, más grueso y sin pan, preparada del mismo modo que todavía puedes encontrar hoy en día en restaurantes y mercados de la ciudad. Labskaus es el primo de la hamburguesa, una especialidad regional elaborada con cecina, remolacha, patata y cebolla, generalmente coronada con un huevo frito. En toda Alemania, el cerdo, desde el Birnen Bohnen und Speck (judías verdes con peras y tocino) al currywurst (un perrito caliente condimentado con salsa de curry en polvo), está de moda. Pero lo que más destaca de la cocina de Hamburgo es el Pannfisch (pescado frito), muy común gracias a la fuente que provee el río de especies como la carpa, el lucio, la perca y la trucha; y pescado del mar como caballa, atún, salmón y arenque (éste último lo puedes encontrar fresco o en vinagre en prácticamente cualquier lado).
Más información *Prueba un restaurante de comida tradicional, Deichgraf (web en alemán), con sus recetas celestiales en un ambiente elegante sobre el canal: -Reservas -Address: Deichstrasse 23 -Hours: Mon – Fri, 12:00-15:00 and 17:30-22:00; Saturdays, 12:00-22:00; Sundays (July, August, and September only), 12:00-21:00 -Parada de metro: Rödingsmarkt *Para comida fusioón e un espacio moderno pruebaFillet of Soul Reservas: Dirección: Deichtorstraße 2 Horario: Lunes, 11:00-15:00; El martes – el sábado, 11:00 – 24:00 (cocina cierra a las 22:00); Domingo, 11:00-18:00 Parada de metro: Steinstraße
6. Estás cansado de los museos tradicionales
Si no te gustan los museos, vamos a ver si visitar alguno de estos te hace cambiar de opinión. Más de 5 millones de europeos zarparon desde Hamburgo destino a América y en el Museo de la Emigración BallinStadt, no sólo puedes buscar en las listas de pasajeros algún pariente lejano, puedes descubrir todo este período hablando con los maniquíes disfrazados, que tienen muchas historias que contar. En Spicy’s, puedes oler, probar y sentir más de 50 condimentos del Museo de las especias, un museo único en el mundo. Y cómo no apreciar el arte con una versión en rosa y rubio del David de Miguel Ángel en el centro de arte contemporáneo y fotografía, Diechtorhallen – el mayor de toda Europa en su estilo. Una última curiosidad, la alucinante Miniatur Wunderland, el museo del ferrocarril más grande del mundo con más de 12 km (7,5 millas) de pistas. Aquí no encontraremos únicamente trenes; literalmente hay todo un mundo en pequeña escala. Si no conoces Las Vegas, Austria, Escandinavia, o el Gran Cañón, esta es tu oportunidad de verlos en miniatura.
Más información: Parada de metro BallinStadt: Veddel Parada de metro Diechtorhallen: Steinstraße Parada de metro Miniatur Wunderland: Baumwall Spicy’s -Direccíon: Am Sandtorkai, 34 -Tickets: €3.50 -Horario: de martes a viernes, 10:00-17:00; también abre los lunes de julio a octubre -Booking: mail@spicys.de -Parada de metro: Baumwall
7. Estás listo para el siguiente nivel de ocio nocturno
Existe una calle donde la vida nocturna de la ciudad se codea con un auténtico barrio rojo y explota en una Meca de rebelde libertinaje. Se llama Reeperbahn de Hamburgo. Bares junto a clubs de striptease. Clubs de baile entre cabarets y sex-shops. Las luces de neón que con sus destellos intermitentes atraen a jóvenes y viejos, solteros y solteras (ciervos y gallinas para los ingleses), turistas y lugareños. No tienes que ser un asiduo de la vida nocturna para disfrutar de Reeperbahn, aunque ayuda a tener un amigo en el barrio. La oficina de Turismo de St. Pauli ofrece tours en inglés realizados por guías locales que comparten la inusual historia del barrio, revelan sus lugares ocultos, y te recomienda los lugares imprescindibles a los que debes ir, lo que es mejor hacer sola y te llevar a su bar favorito para tomar una copa (o tres) juntos.
Más información Parada de metro Reeperbahn: Reeperbahn St. Pauli Tourist Office Tours en inglés (viernes y sábados a las 21:30 horas)
8. Eres un Beatlemaníaco
Con el tiempo, John Lennon dijo, “he nacido en Liverpool pero me crié en Hamburgo”. Y es que una parte muy importante de los inicios en la carrera de los Beatles se desarrolló nada menos que en el barrio rojo de la ciudad. Entre 1960 y 1962, la banda realizó un total de 281 conciertos en el barrio San Pauli. Puedes visitar los lugares en los que el grupo actuó, como el Top 10 Club, el club Star, el Indra y el famoso Kaiserkeller – los dos últimos todavía funcionan como clubs de música hoy en día. En The Beatles Plaz, una plaza de la ciudad en forma de un gigantesco vinilo, ningún auténtico fan puede resistirse a tomar su foto enmarcada en el molde de los integrantes de la banda (la figura extra es la de Pete Best). Asegúrate de dar la vuelta a la plaza para que salga la colorida Reeperbahn de fondo, no los aburridos escaparates de la calle.
Más información Parada de metro Beatles Platz: Reeperbahn Todos los lugares donde tocaron los Beatles se encuentran calle Reeperbahn o cerca.
9. Crees que, casi siempre, lo grande es mejor
Entonces, te gustan las grandes ciudades, pero ¿no son un poco peligrosas, sucias y complicadas de recorrer? En Hamburgo, te sorprenderá lo abiertos que son sus ciudadanos con los extraños y la habilidad que tienen con el inglés, la única basura que verás será en la parte inferior de los contenedores de reciclaje, y te costará entender cómo recorres de forma tan rápida una ciudad que es siete veces más grande París y dos veces más que Londres. El autobús y metro siempre llegan a su parada a la hora exacta. Y aquellos que viajen sin destino fijo, pueden hacer visita turística por los barrios más populares de Hamburgo a bordo del Die Roten Doppeldecker (autobús de dos plantas). Desde los asientos del segundo piso o parando en alguna de sus 27 paradas, tendrán una visión general de esta ciudad XL en tan sólo 90 minutos.
Más información The HVV: Hamburg’s Public Transportation (Metro & Bus) Die Roten Doppeldecker Sightseeing Tour All Die Roten Doppeldecker Tours Los guías hablan tanto alemán como inglés. Diles que no hablas alemán y te lo traducirán.
10. Te gustan los precios reducidos
Hamburgo puede salirse del presupuesto de un viajero del Este de Europa, pero para ser un gran ciudad del Oeste, los precios son bastante reducidos. En comparación con otros destinos populares como París, Londres, Roma y Barcelona, el dinero te dura más y la calidad es mayor. Además, si te gusta comer marisco y beber, puedes disfrutar de ello en el centro de la ciudad a precios ridículamente bajos: unos 3,50 € por un sándwich de pescado del día en el muelle y unos 2,50 € por una cerveza en un bar. Otra gran idea es comprar la Hamburg Card; un billete de autobús con pase ilimitado durante 26 € para metro y autobús por 8,90 € y descuentos adicionales de hasta el 50% en 130 restaurantes, tours y atracciones.
Más información *Brücke 10 tiene un patio para sentarse en el muelle, posiblemente el mejor sandwich de pescado de la ciudad (web en alemán) Dirección: St. Pauli landing bridges / bridge 10 Horario: Lun – Sab: 10:00 horas-22:00 horas, domingos 09:00 horas-22:00 horas Parada de metro: Baumwall
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+ info15 ‘hotspots’ gastro de Munich
Por Laura Conde
Tienes tres días libres y algunos ahorrillos. Ya conoces las grandes capitales europeas y aunque te encantaría repetir Londres o París no estás en ese momento en la vida de una persona en que se puede permitir pagar 4 € por un café. ¿Qué se hace en estos casos? ¿Compro un vuelo a Múnich? Para responder a esta pregunta estamos nosotros, que nos plantamos en Múnich con tres días por delante para descubrir los encantos de esta ciudad, la tercera más grande de Alemania tras Berlín y Hamburgo, la capital de Baviera, donde la gente se despide con un alegre ‘ciao’, desayuna cerveza con salchichas, e idolatra a partes iguales a Guardiola y al duque Guillermo IV, que allá por 1516 aprobó una ley que iba a marcar el destino de Alemania, la llamada Ley de Pureza, que establecía que a partir de ese momento la cerveza solo podría elaborarse con agua, lúpulo, levadura y malta. ¿El motivo? Parece ser que Guillermo IV perdía súbditos a mansalva, los cuales fallecían a causa de la gran cantidad de variopintos conservantes que se añadían a aquella letal cerveza homemade.
Beber cerveza ha sido y será siempre, como demuestra su célebre Oktoberfest, una costumbre fuertemente arraigada en Múnich, una de las ciudades que vieron nacer los populares biergarten (jardines de cerveza), jardines al aire libre, con mesas largas para compartir y música bávara de fondo en los que uno puede llevar la comida y pasar el día tomando cerveza hasta la extenuación. Cuando hace buen tiempo los biergarten se convierten en los lugares más concurridos por muniqueses y turistas, pero suelen estar cerrados en los meses de invierno. Los amantes de la cerveza tienen, además, una cita obligada, del 21 de marzo al 6 de abril, con el Starkbierfest, la llamada “fiesta de la cerveza fuerte”, una especie de Oktoberfest menos masivo pero igualmente divertido en que los muniqueses se lanzan a las calles con un único propósito: beber mucha cerveza.
Otro Guillermo ilustre en la historia bávara fue Guillermo V de Wittelsbach, cuyo bodorrio dio lugar a unos festejos que no han tenido parangón en la historia de la ciudad y, con ellos, al nacimiento de uno de sus mayores reclamos turísticos: el famoso carrillón del ayuntamiento, que puede verse dos veces al día y es realmente un espectáculo curioso. Algo del espíritu fiestero de aquel Múnich del siglo XVI que paró máquinas para entregarse en cuerpo y alma a aquella boda, está agradablemente presente todavía en el Múnich contemporáneo, una ciudad hermosa y sorprendentemente viva, donde la gente es alegre, amable, muy alejada del tópico del seriote alemán medio tan asentado en nuestro imaginario colectivo. Hemos recorrido el precioso centro histórico de la ciudad, los barrios ‘trendy’ y esas nuevas zonas en auge fruto de la gentrificación que afecta cada vez más al extrarradio de las ciudades bienestantes para detectar lo que, a nuestro parecer, son los 15 hotspots de Munich. Y después de hacerlo no nos queda la menor duda: id.
EL MUNICH ‘TRENDY’
1. Un ‘brunch’ en Cotidiano
En la zona de Gärtnerplatz, el barrio trendy por excelencia y una de las zonas más efervescentes de Múnich, encontramos este flamante café siempre bullicioso y concurrido ideal para hacer el brunch dominical o simplemente echar la tarde ante un tazón de café con leche (decimos literalmente tazón: te lo sirven en un bol) e hincar el diente a alguno de sus bocadillos, pasteles artesanos o ensaladas. Completan la oferta de este lugar de visita obligada, en plena plaza, un surtido de ensaladas y otros platos que te entran deliciosamente por los ojos. Gracias a su gran cristalera que da a la calle, es una delicia en los días luminosos, que, por desgracia, en invierno son pocos. Pero es parte del encanto de Múnich. No tienen Wi-Fi.
Gärtnerplatz 6
2. Una parada para comprar ropa en Kauf Dich Glücklich.
A dos pasos de Cotidiano nos topamos con una tienda de ropa de hombre y mujer muy interesante, que cuenta en su interior con una pequeña barra en la que sirven cafés. Fuera, una pseudoterraza formada por unas cuantas mesas y sillas recicladas se convierte en el lugar ideal para hacer una parada entre tanta caminata y hacerse con alguna prenda sofisticada, urbana, estilosa y a muy buen precio.
Oderberger Straße 44
3. Pastel XXL en Kochspielhaus.
El tamaño de absolutamente todo lo que encontramos en este céntrico café es realmente estremecedor. Su concepto de ración nada tiene que ver con el nuestro, cosa que hará felices a todos aquellos turistas con buen saque. Kochspielshaus no es, sin embargo, uno de esos lugares horteras de raciones gigantes y gente chillando: es un precioso café impecablemente decorado similar a Cotidiano, con panadería en el interior, repleto de jóvenes profesionales, muchos de ellos en compañía de sus perros (si hay una ciudad dog friendly esa es Múnich), donde todo, absolutamente todo es bonito y gigantesco a partes iguales. Te reciben en la entrada una serie de pasteles enormes, deliciosos, que puedes maridar con un cafe latte del tamaño de la Torre Eiffel, o un zumo que te tapará la luz cuando te lo planten delante. El local, revestido en madera, es de visita obligada para conocer el Múnich más cool.
Rumfordstraße 5
4. Una cena italiana en Sarfati.
Nos resistíamos a incluir un italiano en la lista, porque estamos en Múnich y aquí la gente desayuna salchichas con cerveza (damos fe) y cuando el hambre arrecia se cocina un codillo del tamaño de tu cuarto de baño. Pero la influencia italiana es tal en esta ciudad bávara que difícilmente consideraríamos a este flamante Sarfati, ubicado en pleno epicentro de hipsters con posibles, un restaurante de cocina internacional. En Múnich son muchos los que hablan italiano y cualquier restaurante de cualquier barrio cuenta con varios platos de cocina italiana en su carta, desde tiramisú a ensaladas o pasta. En este contexto encontramos este restaurante-vinatería que cuida la pasta hasta límites insospechados: traen todos los ingredientes de Italia (pedid su burrata si está en la carta), la pasta se elabora manualmente con una materia prima excelente y cuentan con una peculiar oferta de vinos. El vino de la casa, un Asinoi italiano, es delicioso. Y se cena estupendamente por 25 € por cabeza.
Kazmairstraße 28
5. A cualquier hora en Café Marais.
Es, probablemente, nuestro restaurante favorito de Múnich, tanto por la calidad de una carta deliciosa y sencilla que funciona durante todo el día como por la belleza de un interior de cuento de hadas, en una zona rodeada de pequeñas y encantadoras boutiques de diseñadores autóctonos. No muy alejado de Sarfati, la calidez es la seña de identidad de un local con grandes pasteles y mesas a compartir, repleto de elementos vintage y con un aire muy bien logrado entre retro y naif. Ver nevar desde sus cristales es una experiencia que nadie debería perderse. Ojo, no hay Wi-Fi.
Parkstraße 2
6. La parrilla interior más grande de Alemania en Brenner.
Como decíamos, la influencia mediterránea en general e italiana en particular es una constante en Múnich. Lo demuestra la carta de uno de los restaurantes de moda en la ciudad, el céntrico Brenner, un amplísimo y efervescente establecimiento ubicado en un antiguo establo cuyo precio medio de carta, pese a su aire indudablemente sofisticado y estiloso, no superará los 25 €. Cocina de inspiración mediterránea con claras influencias italianas y platos tradicionales alemanes revisados es lo que encontramos en un local en el que es prácticamente obligatorio pedir una pieza de carne, servida con verduras, que se cocina al momento en la parrilla interior más grande de Alemania. Tienen un mostrador de pasteles que hará las delicias de los más golosos. Tampoco tienen Wi-Fi.
Maximilianstraße 15
7. Un café con los niños en el San Francisco Coffee Company.
Es una cadena de cafeterías muy agradable, y nosotros escogimos el establecimiento que se halla en frente del flamante Verkehrszentrum, el museo del transporte, para hacer una parada y ¡por fin! conectarnos a su red Wi-Fi y fardar un poco de nuestro viaje en Instagram (los locales con Wi-Fi son escasos en Múnich). Café de muy buena factura y pastelería en un local moderno, bonito y declaradamente kids friendly, amplio y repleto de familias con niños, con zona de juegos.
Consultar direcciones de todos los establecimientos en: www.sfcc.de
EL MUNICH TRADICIONAL
8. Una cerveza de litro en Hofbräuhaus
El horror tiene un nombre y se llama Hofbräuhaus. Dicho esto, ni se te ocurra abandonar la ciudad sin dejarte caer por este singular espacio de visita obligada. Esta macrocervecería fue fundada en 1589… ¿a que no adivinas por quién? Sí, por Guillermo V, el mismo cuya boda duró una semana y dio lugar al carrillón del ayuntamiento, y es el paraíso del turismo de masas, un gran templo donde circulan cervezas de un litro como si fueran agua y la gente cena codillo XXL con puré de patatas a las 5 de la tarde. Hofbräuhaus es el Cheer’s de Munich, un lugar repleto de personajes pintorescos que van desde inmensos señores rubios con grandes bigotes ataviados con el traje tradicional bávaro a camareras enormemente malencaradas vestidas de igual manera. Un detalle: fijaos en el nudo del vestido. Si lo llevan a la derecha están casadas, si lo llevan a la izquierda solteras y si lo llevan detrás son viudas.
Platzl 9
9. Una cena bávara en Augustiner.
Una de las cervezas más populares de Múnich, también conocida como el champán de las cervezas, se fabrica desde el siglo XIV en un monasterio muy céntrico, que cuenta con un flamante restaurante en el que degustar una cena bávara de calidad, en un ambiente igualmente tradicional pero mucho menos informal que el del establecimiento anterior y también mucho menos turístico. Aunque cuentan con una gran cantidad de platos bávaros, también encontramos cocina internacional.
Neuhaustraße 27
10. Un queso de wasabi (y más) en el biergarten del Viktualienmarkt.
El Viktualienmarkt es uno de los hotspots de Múnich y sólo por visitarlo ya merece la pena volar a la ciudad. Es un enorme mercado de productos delicatessen al aire libre, en el que durante los meses de verano se monta un biergarten muy frecuentado por los muniqueses, que suelen comprar la comida en los puestos del mercado y comerla en el biergarten acompañada de una gran cerveza. Pese a que el biergarten sólo funciona en verano, el mercado está abierto todo el año. Además del mercado al aire libre, el Viktualienmarkt tiene un flamante pabellón cubierto repleto de productos delicatessen en el que encontramos numerosas tiendas y puestos de comida.
Viktualienmarkt 3
11.Souvenirs en la tienda Milka.
En el interior del mercado cubierto, donde no recomendamos parar a comer pese a que la oferta, damos fe, entra por los ojos, se encuentra uno de los puestos de souvenirs más frecuentados de la ciudad: la tienda Milka. Un lugar en el que una simpática dependienta nos obligó en un perfecto italiano, ya en caja dispuestos a pagar, a devolver unos pins que habíamos decidido adquirir aduciendo que eran muy caros y que a quién se le ocurre gastarse el dinero en eso (“troppo caro, amici”). Fue probablemente en ese punto, aunque tal vez fuese un poco antes, cuando se inició nuestro idilio con este lugar repleto de todo tipo de entrañables objetos, desde trajes de bávara en lila Milka a zapatillas de estar por casa, bombones o, uno de nuestros hits, ¡un toblerone de 4,5 kg!
Viktualienmarkt 15.
12. De litro en litro en el Oktoberfest.
Es una vez al año pero su recuerdo perdura durante los once meses siguientes. Unas carpas habilitadas para la ocasión junto al río acogen numerosos puestos destinados exclusivamente al disfrute de la birra, que, al parecer, se bebe a litros. Todo Múnich, además de la cantidad de visitantes que todos los años acoge la ciudad con motivo de esta festividad, se lanza a las calles a disfrutar del placer de beber cerveza: desde familias con niños a parejas de abuelitos, pasando por grupos de estudiantes, hombres de negocios… Y se empieza de buena mañana, lo que indica que hacia el mediodía la felicidad emana de todos los rincones de Múnich, la timidez da paso al desenfreno y se inician amistades inolvidables que duran, al menos, lo que dura el Oktoberfest.
13. El Oktoberfest primaveral: Starkbierfest.
Dos semanas completas dura este homenaje a la cerveza fuerte que tiene lugar en diversos puntos de Múnich y que los propios muniqueses suelen calificar como “un Oktoberfest sin turistas”. El centro neurálgico de los festejos, con música bávara y cerveza a destajo, es la sede de la cervecería Paulaner en Nockherberg, donde al parecer se fabricó la primera starkbier (cerveza fuerte), llamada Salvator, para sobrellevar mejor el ayuno parcial al que se sometían los monjes en Cuaresma.
ARTE Y SNACKS
14. Ella.
En el museo de arte moderno, el Lenbachhaus, ubicado en la llamada “zona de los museos”, que agrupa los más importantes de la ciudad, encontramos un bonito café restaurante acristalado que nos ofrece cocina internacional con especial atención a las propuestas italianas. Sólo por hacerse una foto frente a su bonito letrero setentero merece la pena una visita, aunque recomendamos visitar su colección de pintores muniqueses de los siglos XVIII y XIX. Que no todo va a ser comer.
Luisenstraße 33
CON ESTRELLA MICHELIN
15. Cena tradicional con estrella en Pfistermühle.
Múnich cuenta con varios restaurantes con estrella Michelin, algunos de cocina internacional tan interesantes como el prestigioso Toshi, japonés, pero nosotros nos detuvimos en este local ubicado en un antiguo molino ducal del siglo XVI para probar una cocina estrellada, cuyo precio de carta no superará los 60 €, en pleno centro de la ciudad y un entorno de ensueño, que ofrece fundamentalmente especialidades bávaras revisitadas.
Pfisterstraße 4
Y MAS
Dormir en el Schiller 5.
Nosotros escogimos este céntrico hotel de cuatro estrellas por diversos motivos: está a dos pasos de la estación, lo que facilita mucho los desplazamientos al aeropuerto, a cinco minutos de la céntrica Marienplatz, y además se halla en una zona repleta de hoteles, con lo cual encontramos restaurantes abiertos a todas horas y en general todo tipo de servicios. El hotel es sobrio, moderno y confortable, con cocina en las habitaciones, y su dueño, un entrañable ancianito, se acerca todos los días durante el desayuno a cada una de las mesas a preguntar a sus huéspedes si son felices en su hotel.
Schillerstraße 5
Visita obligada (y más con niños) al Deutsches Museum
Un apunte extragastronómico para el museo más visitado de toda Alemania, al que conviene acceder dando un paseo a lo largo del río, que, por cierto, tiene una flamante zona de baño muy concurrida en verano. Se trata de uno de los museos de la ciencia y la tecnología más importantes de Europa y cuenta con una zona dedicada al transporte (barcos, aviones y complejos artilugios motorizados de toda índole), espacio, instrumentos musicales, cerámica, farmacia, metales, física y así hasta completar una serie de secciones que tardaríamos unos 8 días en recorrer si quisiésemos visitar al completo. Un buen lugar para parar a tomar un café, en su cafetería ubicada en la misma tienda.
Museumsinsel 1
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Por Laura Conde
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