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Navidades en A Coruña

La Navidad es decoración, regalos, adornos, ritos, celebraciones y muchas más cosas, pero es una época en la que probablemente dispongamos también de un tiempo extra de ocio que este año, si vas hasta A Coruña, podrás aprovechar para disfrutar de la amplia programación que se prolonga hasta la cabalgata de Reyes. Aquí van nuestras recomendaciones para las Navidades. Ah, y también os presentamos dos restaurantes con estrella Michelin, no muy lejos de la ciudad.

Navidad atlántica

Desde principios de diciembre se abrió al público el Poblado de Navidad en María Pita, con actividades infantiles, magia, juegos, música y regalos. Sin duda, aquí los más pequeños se lo pasarán bomba con múltiples actividades pensadas para ellos. También para los niños, los grandes protagonistas de la Navidad, está prevista una nueva edición de Nadaliño, el Salón de actividades lúdicas y educativas que se celebrará en Palexco.

Con la finalidad de disfrutar y también instruir, los Museos Científicos de A Coruña han preparado también programas especiales de actividades para estas fechas. El fin de fiesta para los más pequeños lo pondrá un año más la gran Cabalgata de Reyes, un desfile que pasará por las calles de la ciudad, con muchas sorpresas, en la mágica noche del 5 de enero.

Pero no todo está pensado para niños. Estas fiestas también las disfrutamos los adultos. Así que, si os acercáis a A Coruña, que sepáis que habrá una amplia oferta de conciertos, además del estreno de diversos musicales, incluido un Festival Gospel de música religiosa afroamericana.

Finalmente, una cita señalada en el calendario es la San Silvestre Coruñesa, en la tarde del día 31, con salida en la Plaza de María Pita, y llegada, este año como novedad, en el Obelisco, para aquellos que quieran despedir el año en forma y eliminar alguna caloría de más adquirida a lo largo de la semana de fiestas.

Gastro visita

Y ya que estáis aquí os recomendamos hacer una escapada a dos de los restaurantes de la zona con estrella Michelin:

As Garzas

O Porto de Barizo, Barizo, 15113 Malpica de Bergantiños, A Coruña

Chef: Fernando Agrasar

Situado en plena Costa da Morte, frente a las islas Sisargas, el restaurante está en el hotel del mismo nombre, una edificación con grandes ventanales que parecen asomarse al borde del acantilado. El comedor es un espacio moderno y relajante, con una imponente chimenea y tan solo once mesas alrededor. La cocina de As Garzas tiene sabor a mar, el sabor del Atlántico en estado puro. Su chef, Fernando Agrasar, asegura que no es una cocina de vanguardia, pero sí creativa. Sin imposiciones, sin elaboraciones que no llevan a nada.

Los pescados y mariscos gallegosse imponen en la carta, convertidos enverdaderos bocados de placer. Aun conlas variaciones de temporada, el meroy la lubina, los preferidos del chef,tienen siempre un lugar preferente.También los arroces, sobre todo el debogavante.Además de una impresionantecarta de temporada, As Garzas ofreceun exquisito menú cuidadosamentepensado para “los que no quierenpensar”. En total son entre 12 y 14 platos (teniendo en cuenta que hay dos postres) que cambian en función de latemporada y del mercado, con lo másnovedoso del restaurante.

Retiro da Costiña

Av. de Santiago, 12. 15840 Santa Comba, A Coruña

Chef: Manuel Costiña

Emplazado en una casa señorial a medio camino entre Santiago de Compostela y la Costa da Morte, en Retiro cada espacio está cuidadosamente diseñado para disfrutar del momento. Para el aperitivo, una bodega iluminada por un techo de estrellas. Para la comida o la cena, un espacioso comedor con paredes de piedra. Y para la sobremesa, un elegante salón con chimenea.

Retiro ofrece una cocina de mercado con lo más apetitoso de la temporada. Eso sí, Galicia manda. Así que no es difícil encontrarse con maravillas como navajas de Fisterra, mero de Aguiño, merluza de O Celeiro o unas ostras de O Freixo. Además de las delicias de la carta, Manuel propone dos menús degustación, uno de ellos especialmente maridado por el sumiller. Y aun más: la bodega. Porque a una impresionante carta de vinos se une otra de destilados, cada una con más de 800 referencias. Joyas enológicas como whiskies Macallan de 40 ó 50 años.

Ya ves, lo que te espera si vas a A Coruña a pasar las vacaciones de Navidad. Consulta nuestros vuelos aquí.

Texto de Turismo de A Coruña

Imágenes de Turismo de A Coruña, Retiro, As Garzas

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Descubriendo Tesalónica

Rezuma esa belleza de las ciudades que tienen algo de caótico (e incluso decadente). En Occidente pero mirando a Oriente. Alardeando de un pasado marcado por la influencia romana, bizantina y otomana pero cogiendo impulso moderno y contemporáneo.Tesalónica no goza de la popularidad de la capital, Atenas, ni de la tirada de las indudablemente preciosas islas griegas, pero sus calles esconden suficientes encantos como para coger el avión y plantarse a los pies de la Torre Blanca. Os descubrimos sus muchos, muchísimos, atractivos.

Es típico en todo el país pero para los habitantes de Tesalónica el café frappé es una religión. Les verás a todas horas y en todas partes, consumiendo poco a poco, a sorbos, esos enormes vasos bien cargados de esa especie de evolución del capuchino helado culminado por una generosa capa de espuma. Cafeterías, bares, restaurantes, heladerías… lo sirven en todo tipo de locales, pero el mejor de los mejores es el que preparan en Paradosiako, exquisita cafetería y heladería que encontraréis en la plaza Aristóteles, epicentro y corazón de la ciudad.    

Tesalónica es una ciudad de iglesias. Iglesias maravillosas como la de San Panteleimon, la de Panagia Acheiropoietos o la de Agios Athanasios. Pero, indudablemente, el templo más icónico de la ciudad es la monumental Rotonda de Galerio. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1988 junto al Arco de Galerio (a poco más de 100 metros de distancia de Rotonda, otro de los monumentos a ver) es la iglesia más antigua de la ciudad, o como algunas voces apuntan, la más antigua del mundo.

En Grecia el deporte es cosa seria, y en Tesalónica no lo viven con menos intensidad. Volcán de pasiones, siempre es una experiencia acudir al acoquinado estadio de La Tumba y ver un partido de fútbol del PAOK. Si lo vuestro es el baloncesto, trasladaos hasta la Alexandreio Melathron, la bulliciosa cancha del histórico Aris de Salónica.   

Colindante a la avenida de Aristóteles encontraréis el Ladadika, el antiguo mercado del aceite. A medio camino entre los mercados occidentales y los zocos árabes, en este enjambre de callejuelas, encontraréis todo tipo puestos y tiendas, de comida a ropa, de especias a utensilios. En su zona sur, casi tocando al mar, encontraréis algunos de los mejores y más contemporáneos restaurantes de la ciudad.

Paradigma de dieta mediterránea, la comida en Grecia es un orgasmo para las papilas gustativas. Disfrutando de una de las cocinas más reputadas del país, sería pecado acudir a Tesalónica y no zamparse exquisiteces típicas de la zona como xoriatiki salata, melitzanosalata, pastitsio, mousakás, youvetsi, bougiourtí, mydia saganaki… Por toda la ciudad hay restaurantes y tabernas recomendables, pero el Galerios (Apellou, 3) es uno de esos pequeños restaurantes familiares (su versión de nuestros “Casa Pepe”) en el que se come mucho y bien por muy poco.

El año 1917 Tesalónica sufrió un devastador incendio del que solo se salvó el Ano Poli, el barrio alta de la ciudad. Circunvalado por parte de las antiguas murallas bizantina y otomana, este rompecabezas de sinuosas calles empinadísimas y casas de planta baja y patios coloridos, goza de unas vistas privilegiadas sobre la parte baja de la ciudad. Podéis subir andando, pero gastaréis toda la suela de vuestros zapatos. Mejor ir con el 50, el autobús circular que recorre las zonas de interés cultural de Tesalónica. 

Tesalónica es la capital cultura del Grecia, más cuando nos referimos al mundo del cine. El majestuoso cine Olympion, en la bella plaza Aristóteles, acoge el festival de cine de la ciudad, el más importante del país. A menos de cinco minutos, el viejo puerto, que, en parte, ha sido remodelado y destinado a actividades culturales. Una de sus viejas atarazanas ahora acoge el Museo del Cine de Tesalónica. El resto de antiguos astilleros remodelados albergan festivales como las ediciones locales de los barceloneses In-Edit (festival de cine documental del música) y OffsideFest (festival de cine documental de fútbol).

Símbolo de la ciudad, la Torre Blanca es ese monumento que posee toda ciudad que todo visitante, aunque no quiera, tiene que visitar. Utilizada tanto de fuerte como de prisión, la construcción que vemos actualmente fue erigida en época de dominio turco por Solimán el Magnífico, seguramente sobre las bases de otra más antigua medieval. La Torre Blanca puede servir como punto de partida de una caminata por los varios kilómetros del Nikis, el paseo marítimo que traza el perfil costero de la ciudad.

A unas tres horas de distancia de Tesalónica encontramos el Monte Athos. Montaña sagrada para los fieles de creencia ortodoxa erigida sobre una península rocosa al borde del mar Egeo, en ella se esconden una veintena de monasterios (entre los que figuras algunos de los más antiguos y remotos del planeta) refugio espiritual de alrededor de 1.500 monjes. Zona con autonomía propia, visitar el Monte Santo no es fácil. Las mujeres tiene prohibido el acceso, y entre los hombres las excursiones están limitadas a 200 griegos y 10 extranjeros por día.

Texto de Oriol Rodríguez para Los Viajes de ISABELYLUIS

Fotos de L'imaGiraphe, Tilemahos Efthimiadis, Stella Vardaki, Dmitry Artyukhov

 

 

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La huella de Miró en Palma de Mallorca

Una de las cosas que más nos llamó la atención de Palma fue la fuerte presencia del arte, y no solo en los centros artísticos. Por doquier hay esculturas diseminadas; así que os recomendamos que estéis atentos ya que por sus calles y parques os podréis topar con obras de artistas de renombre como Chillida (al final de la Rambla), Calder (S’Hort del Rei), u Oppenheim (increíble su “iglesia invertida” situada en la Porta de Santa Catalina).

Pero el Rey, en cuanto a arte se refiere, es sin duda, Joan Miró. Todo el mundo sabe que fue uno de los artistas fundamentales del s. XX. El artista catalán estuvo fuertemente ligado a Palma de Mallorca. En la isla pasó los últimos 27 años de su vida, y de allí procede una tercera parte de su producción artística. Su presencia en Palma es todavía palpable, 34 años después de su desaparición. Y en muchos de los casos nos encontramos con creaciones suyas incluidas en contextos arquitectónicos modernos como Es Baluard, La Fundación Pilar i Joan Miró y el Parc de la Mar. Pasamos un fin de semana en Palma rastreando su huella, y la verdad es que quedamos fascinados con su vasta obra, todavía presente en la capital balear.

Miró: Más de 50K followers al año

Sin duda, la joya de la corona, en cuanto a obra del fantástico autor, es la Fundación Pilar y Joan Miró, por la que pasan al año más de cincuenta mil visitantes. El espacio es un lugar único donde poder percibir la atmósfera creativa de Joan Miró transmitida por su colección, sus talleres y un entorno natural inspirador. Joan Miró también pasará a la historia por sus colaboraciones con arquitectos de altos vuelos, como Josep Lluís Sert. El arquitecto perteneciente a la segunda generación de arquitectos del Movimiento Moderno Catalán, coincidió con él en París durante su exilio tras la Guerra Civil Española. En 1956 Miró se estableció en Mallorca, concretamente en Son Abrines, donde dispuso por primera vez de un magnífico estudio diseñado por su buen amigo Sert. La sede actual de la fundación es obra de Rafael Moneo.

El otro centro donde se puede admirar la obra del genial autor es Es Baluard, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo de Palma. Aquí encontrarás obras de los principales artistas y movimientos que han confluido y confluyen en las Islas Baleares desde inicios del siglo XX hasta la actualidad, y los pone en relación con otros contextos artísticos nacionales o internacionales. 

El edificio, diseñado por Lluís García-Ruiz, Jaume García-Ruiz, Vicente Tomás y Ángel Sánchez Cantalejo, está dividido en tres plantas que se relacionan con el exterior, con las murallas y entre sí mediante rampas, claraboyas y grandes balcones interiores, buscando la idea de calle interior. Pero lo que nos llamó la atención fue que los espacios exteriores son concebidos como lugares de exposición y paseo, trazando un espectacular recorrido por el perímetro de la muralla. El gran aljibe se mantiene también como espacio expositivo, a la vez que acoge actos diversos.

En Mallorca Miró se lleva la palma

Pero la presencia de Miró va más allá. En las calles de Palma te puedes topar con tres piezas del maestro de las vanguardias: dos esculturas (una en Avenida Jaume III, cerca del Passeig Mallorca, y la otra ubicada a los pies del Palacio Real de la Almudaina) y un mosaico (Parc del Mar). Además, en el Museo Fundación Juan March podrás admirar dos obras suyas (“Peinture (Femme, Tige, Coeur)” y “Le Perroquet”, ambas del periodo de entreguerras. El Museo es de visita obligada si quieres echarle un pulso al arte contemporáneo español, en un increíble palacio del s. XVII, ubicado en el número 11 de la calle Sant Miquel. Por último, y tan solo a 200 metros se encuentra el Hotel Joan Miró. Se trata del único hotel temático del célebre artista contemporáneo. Las estancias y el resto de espacios están inspirados en su obra. Además alberga 28 originales de Joan Miró expuestos en diferentes ambientes del hotel.

La creatividad se extiende a otras disciplinas

La presencia permanente de arte en la ciudad hace que la creatividad brote por doquier. Incluso en espacios sacros como la Catedral, donde encontramos presencia de artistas modernos y contemporáneos, como Gaudí (baldaquino y púlpito modernistas) y Barceló (Capilla del Santísimo). El diseño es uno de los grandes beneficiados por este impulso creador. Numerosos estudios surgen y se establecen a lo largo del centro histórico. Los hoteles también se suman. Os recomendamos el Nakar Hotel, miembro de la selecta red internacional Design Hotels, ubicado en la Avenida Jaume III (epicentro del shopping de la ciudad), y muy cerca del Pg. Mallorca, zona estratégica por su inmediación con barrio de Santa Catalina. El diseño y conceptualización del interiorismo se debe a la diseñadora mallorquina Marga Rotger, que ha apostado por un estilo racionalista sobrio en líneas y formas. El Hotel destaca también por contar con el Restaurante CUIT en su 8ª planta. Desde allí las vistas de toda Palma de Mallorca son espectaculares. Y además se come de fábula. Su chef Miguel Calent está en plena forma y su apuesta se fundamenta en la tradición gastronómica mallorquina con influencias mediterráneas, con un filtro, eso sí, del todo renovado.

¿A qué esperas para sumergirte en el genial universo de Joan Miró, en Palma de Mallorca? Consulta nuestros vuelos aquí.

Texto e imágenes de Los Viajes de ISABELYLUIS

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Una Roma de cine

La Ciudad Eterna también es una ciudad de cine. Del paseo en Vespa de Gregory Peck y Audrey Hepburn al baño en la Fontana di Trevi de Anita Ekberg y Marcello Mastroianni, Roma ha devenido escenario de algunas de las secuencias más iconográficas de la historia del séptimo arte. Recorremos la capital italiana en clave de celuloide recordando las mejores películas que han tenido en Roma una de sus más bellas protagonistas.

A Roma con amor(Woody Allen, 2012)

Woody Allen siempre será destacado como uno de los cineastas que mejor ha captado la esencia de Nueva York. Sin embargo, en los últimos años el imprescindible director norteamericano ha emprendido un peregrinaje que le ha llevado a filmar en Londres, Barcelona, París y Roma. Despuntando como uno de los títulos más elogiados de sus periplo europeo, A Roma con amor tiene como epicentro Monti, barrio histórico que ha dejado atrás su mala fama para convertirse en una de las zonas más vivas de la ciudad. También capta la belleza de otros rincones como la Via dei Neofiti, la Piazza della Madonna dei Monti o la popular Bottega del Caffè.

El ladrón de bicicletas(Vittorio de Sica, 1948)

Incunable del neorrealismo italiano, estilo que, a través de historias de un costumbrismo sin maquillaje, durante la primera mitad del siglo XX brindó algunas de las mejores referencias en la historia del cine. Lamberto Maggiorani, un obrero de la construcción en paro y sin experiencia previa en el mundo de la interpretación, dio vida a Antonio Ricci, personaje al que en su primer día de trabajo enganchando carteles de cine le roban su bicicleta. En la persecución del ladrón, Lamberto recorrerá las calles de barriadas populares como Trastevere y Porta Portese.

La Dolce Vita (Federico Fellini, 1960)

Una de las cimas creativas de Federico Fellini y una de las películas que mejor retrata la personalidad de Roma, especialmente de aquella ciudad de la década de los 50 en la que se entremezclaban glamour y costumbrismo de posguerra. Marcello Mastroianni es Marcello Rubini, un paparazzo italiano que persigue allí donde va (especialmente en sus salidas nocturnas) a Sylvia, una mesmerizante Anita Ekberg en el papel de una gran estrella del cine. Aunque en La Dolce Vita aparecen la Plaza del Popolo, Via Veneto, Plaza Barberini… siempre será recordada por la escena en la Fontana di Trevi.

La gran belleza (Paolo Sorrentino, 2013)

Reconocida con un Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 2014, La Gran Belleza de Paolo Sorrentino es La Dolce Vita del siglo XXI. Envuelta en una fascinante pátina surrealista, pocas veces Roma ha relucido tan exuberante en el celuloide. Imposible no enamorarse de la capital italiana a través de la mirada de Sorrentino de escenarios como la Plaza Navona, las Termas de Caracalla, Villa Medici, Palacio Colonna, el Coliseo, el Gianicolo, el Tempietto de Bramante o el Jardín de los Naranjos. 

Noche en la Tierra (Jim Jarmusch, 1991)

Roberto Benigni es el excéntrico taxista que protagoniza el capítulo romano del quinto largometraje de Jim Jarmusch, Noche en la tierra. Colección de cinco historias con Los Ángeles, Nueva York, París, Helsinki y Roma como telón de fondo, en el episodio localizado en la Ciudad Eterna Benigni recoge de madrugada a un cura al que conduce por algunos de los pasajes más conocidos de la ciudad, como el Coliseo, mientras le hace hilarantes confesiones de su vida sexual.

Roma, ciudad abierta (Roberto Rossellini, 1945)

Otro título imprescindible del neorrealismo italiano de mediados del siglo XX. Inspirada en la historia real del sacerdote (Don) Giuseppe Morosini, torturado y asesinado por los nazis por ayudar a la resistencia partisana, Roma, ciudad abierta, rodada en el barrio de Prenestina el mismo año en que terminó la II Guerra Mundial, muestra sin disimulo las heridas físicas y morales que el conflicto dejó en las aceras de la Ciudad Eterna y en el ánimo de su gente. Y entre tanto dolor, una Anna Magnani pluscuamperfecta.

Querido diario (Nanni Moretti, 1993)

El Woody Allen transalpino firmó con Querido diario una de sus películas más aclamadas. Comedia de corte autobiográfico con apariencia de documental, recoge las vivencias del director a través de tres capítulos: En mi Vespa, Islas y Médicos. En el primer de ellos, Moretti se sube a su moto y se acerca a la cotidianidad de Roma durante el mes de agosto ofreciendo una mirada diferente de la capital italiana. Un momento inolvidable: Moretti bailando sobre su Vespa en marcha.

Vacaciones en Roma (William Wyler, 1953)

Pero para recorridos iconográficos en Vespa por Roma, el de Gregory Peck y Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma. Un momento sublime de la historia del cine al que habría que añadir la escena de las escaleras de Trinità dei Monti o la secuencia en la Bocca della Verità. Ganadora de tres Oscar, fue la película que hizo de la capital italiana una ciudad de cine.

Reserva tu Vueling a Roma aquí, y déjate hechizar por tan cinematográfica ciudad.

Texto de Oriol Rodríguez para Los Viajes de ISABELYLUIS

 

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