Edimburgo la capital de las artes escénicas
Edimburgo, la que es posiblemente una de las ciudades con mayor encanto de Europa, cuna de literatos y escenario de varias novelas, acoge desde 1947 uno de los certámenes más importantes del mundo de las artes escénicas, el Festival de Edimburgo (Edinburgh International Festival o EIF). En él la danza, la ópera, la música y el teatro se visten de gala y muestran todas sus facetas posibles, desde la más clásica a la más innovadora, convirtiendo a la capital de Escocia en un auténtico hervidero de creatividad e inspiración capaz de atraer a un elevado número público con ganas de experimentar nuevas sensaciones y de dejarse llevar por tal volumen y variedad de espectáculos.
Como si de una “fiesta mayor de la cultura” se tratase, la programación del festival, además de llenar los principales teatros y salas de conciertos, se expande por toda la ciudad, convirtiendo los bares, las tiendas o cualquier espacio que se precie, incluidas sus calles, en un escenario más. Así pues, un paseo por la popular Royal Mile puede acabar convirtiéndose en toda una aventura en la que nos iremos encontrando con perfomances, conciertos y espectáculos de toda índole.
Esta edición del Festival de Edimburgo tendrá lugar entre los días 5 al 29 de agosto. Debido al elevado número de visitantes que se concentra en la ciudad durante esas fechas, es recomendable hacer las reservas del alojamiento con unos meses de antelación, para evitar quedarse sin lugar donde dormir, o tener que pagar un potosí por ello. En cuanto a la compra de las entrada para los múltiples espectáculos programados -suelen ponerse a la venta en el mes de enero-, puedes hacerlo cómodamente online en la web del propio festival.
¡Y aún hay más!
Sí, aunque parezca increíble, la oferta festivalera de la capital escocesa va más allá de este reconocido evento, expandiéndose a lo largo de todo el verano. Así pues, aquellos que no tengáis suficiente con el Festival de Edimburgo, aquí tenéis los otros festivales con los que podréis saciar vuestras ansias de cultura y de espectáculos:
- Edinburgh Jazz and Blues Festival. ¡Qué mejor previa al Festival de Edimburgo que un festival de jazz! No os perdáis las actuaciones y celebraciones callejeras que tienen lugar la principio de este festival y que durante un día transforman la zona de Grassmarket en una especie de Nueva Orleans en pleno Mardi Grass. Del 15 al 24 de julio de 2016.
- Edinburgh Art Festival. El arte emergente local y las nuevas tendencias artísticas internacionales son los principales protagonistas de este evento que tiene espacio en los museos, galerías de arte y estudios de artistas de la ciudad. Del 28 de julio al 28 de agosto de 2016.
- Edinburgh Festival Fringe. Versión alternativa del Festival de Edimburgo que sirve de escaparate para los nuevos talentos de las artes escénicas. Del 5 al 29 de agosto de 2016.
- Edinburgh International Book Festival. En una ciudad de literatos como es Edimburgo, -fue la primera en ser declarada Ciudad de la Literatura del mundo por la UNESCO-, no podía faltar un festival dedicado al mundo literario. La Charlotte Square es su principal lugar de reunión, donde se congregan los expositores y donde se realizan numerosas actividades (charlas, lecturas públicas, firmas de autores, etc.). Del 13 al 29 de agosto de 2016.
- Edinburgh Mela. Todo tipo de músicas y danzas del mundo tienen cabida en este festival organizado por miembros de las minorías étnicas de Edimburgo, y que llena de color y buen rollo el parque Leith Links. Del 27 al 28 de agosto de 2016.
- The Royal Edinburgh Military Tattoo. Desfiles de bandas militares, conciertos de gaitas y espectaculares fuegos artificiales con un fondo escénico como el que proporciona el Castillo de Edimburgo, ¿se puede pedir más? Del 5 al 27 de agosto de 2016.
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Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
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Kalinka, Kalinka, Kalinka moyá
¡Kalinka, Kalinka, Kalinka moyá! ¿No puedes quitarte la música del Tetris de la cabeza? Es normal, a nosotros nos pasa lo mismo. Es que acabamos de aterrizar en Moscú y vamos a ponernos las botas.
Irse de restaurantes por la capital moscovita puede ser una experiencia sorprendente y muy enriquecedora donde descubrir tanto los deliciosos sabores de su gastronomía como las costumbres de los rusos, que pueden llegar a parecernos algo peculiares.
Los platos de la cocina rusa suelen ser bastante calóricos, debido a los crudos inviernos donde se necesita una mayor ingesta de calorías. Los rusos le dan mucha importancia al ritual de la comida y les gusta hacer vida al rededor de los fogones.
Una comida típica rusa empieza con unos zakuski (entremeses) que pueden ser ensaladillas, o pequeños platos de encurtidos, pescados como el Seliódka pod shuboi (arenque con abrigo) o unos pirogi (empanadillas) de carne con verduras, y siempre regados de unos buenos chupitos de vodka.
Como primer plato son típicas las sopas, tanto calientes en invierno como frías en verano. Las sopas rusas son muy contundentes y, más que un primer plato, para nosotros son casi una comida completa, ya que todas llevan verduras, carne, pollo, pescado... Las más populares son el borsch, hecha de remolacha, col, patata y carne; y la solianka, de carne o pescado, con un toquecillo ácido debido al limón que le ponen. También la sopa shi, hecha de col y la ujá, de pescado.
Los segundos platos pueden ser la carne stroganoff, los shasliki (unos pinchitos de carne típicos del Cáucaso), los golubtsi (hojas de col rellenas de carne) o el plato que más nos gustó: los pelmeni (una especie de ravioli ruso rellenos de carne, de patata o de verduras).
Casi todos los platos se pueden acompañar con smetana, una salsa de crema agria de sabor particular que nos gustó mucho.
La bebida más popular en Rusia, en contra de lo que piensa la mayoría de la gente, no es el vodka sino el té. De postre, junto con el té, podemos degustar unos ricos blini (creps) o una tarta Marlenka, algo parecida a una milhojas
My-My
Los restaurantes Mu-Mu son una cadena donde sirven comida típica rusa. Es un self-service con raciones pequeñitas, así que es ideal para probar diferentes platos. Son muy populares entre los moscovitas y están bien de precio.
Jachapuri 10 Bolshoi Gnezdnikovsky per.
Es un local agradable y céntrico de comida georgiana. La comida es muy buena y no es demasiado caro. Totalmente recomendable.
Café Pushkin Tverskoy bulvar, 26A
Está considerado el mejor restaurante de Moscú. Es un bonito café de época, muy bien conservado donde se pueden se pueden degustar platos de primer nivel de la gastronomía rusa. Buen servicio y precio medio-alto pero razonable.
Un par de peculiaridades a tener en cuenta a la hora de aventurarse a comer o cenar en Moscú: sirven cenas hasta el mismo minuto de cerrar el local, pero no esperarán a que la terminéis, así que si no queréis tener que engullir todo en cinco minutos, os recomendamos no llegar muy tarde. A los rusos no les gusta que les pagues con monedas, así que si estás pensando gastar esos últimos rublos sueltos en una cena, mejor hazlo comprando souvenirs en la Plaza Roja, o recibirás la mirada reprobatoria del camarero.
Приятного аппетита!!
Por Nadia Polo
solianka por Шнапс | stroganoff por Pittaya Sroilong | zakuski por Timothy Post | pelmeni por Bernd Hutschenreuther
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+ infoSubmarinismo en Menorca. Un mundo de sorpresas
Con la llegada del verano, muchos son los que se animan a la práctica del submarinismo. Nada es comparable a la agradable sensación de calma que produce bucear en cristalinas aguas y entre especies únicas mientras descubres toda las maravillas que los fondos marinos esconden. Una emocionante experiencia que está al alcance de todo el mundo.
Si ya eres un consumado experto, descubrirás en Menorca una amplia variedad de posibilidades. Si te inicias ahora, en los centros de buceo y submarinismo que se encuentran repartidos por toda la isla, te enseñarán las técnicas y procedimientos para hacer un desarrollo progresivo, poniendo a tu disposición los mejores medios.
El descenso a las maravillosas profundidades marinas de Menorca es una experiencia única. Sus aguas cálidas y transparentes y sus coloridos entornos, nada tienen que envidiar a las playas del Caribe.
En el norte de la isla de Menorca, en el tramo comprendido entre Cap Gros y Sa Punta des Morters en la Mola des Fornells, se encuentra la Reserva Marina, una zona muy cercana a la costa que no supera los 30 metros de profundidad. Un paisaje espectacular con especies marinas únicas, cuevas y galerías naturales y restos de naufragios.
En esta Reserva Marina hay zonas de especial interés para la inmersión submarina, como S'Illa des Porros (o illa de Sanitja), con una costa sin edificaciones y un fondo marino en el que abunda la fauna, como los grandes meros, barrucadas, dentones y falsos abadejos. También restos de embarcaciones que han sucumbido a sus aguas. Accesible para todos los niveles ya que, su parte menos profunda no llega a los 8 metros y la más profunda llega a los 30 metros.
En Cala en Morts se encuentra el llamado Queso Suizo, que recibe su nombre por las numerosas galerías que lo forman y que se comunican entre sí. Una bonita inmersión por los rayos de luz que penetran hasta ellas y que crean un hermoso juego de luces y contraluces.
Es Pont d'en Gil es el nombre de un puente natural que queda colgado en los acantilados en medio del mar. Se encuentra cerca de Ciutadella y puedes adentrarte en sus aguas para llegar a Sa Cigonya, una preciosa cueva, de unos 200 metros, llena de estalactitas y estalagmitas. A través de ella se accede a una bóveda con una playa de arena fina.
Al sur del puerto del Maón existe un paraíso para el buceo. Son los fondos que rodean la Illa de l'Aire con sus rocosos arcos y abundante fauna. A unos 20 metros, bajo el islote de Cagaires descubrimos todo un sistema de galerías naturales con paredes recubiertas de coral, anémonas y esponjas en los que se refugian los meros, congrios y morenas. Las aguas de La Illa de l'Aire han acumulado algunos de los restos de desastres de siglos de navegación. En sus arenas y rocas todavía se pueden apreciar algunos de estos objetos como anclas, balas de cañón y otras piezas de artillería.
Si quieres conocer más sobre las posibilidades que ofrece Menorca para la práctica del submarinismo, con excursiones para todos los gusto y niveles, échale un vistazo a esta guia.
Imágenes de buenaventuramenorca.com
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Imprescindibles de la gastronomía alicantina
Alicante es sinónimo de cocina mediterránea y no es en balde que uno de los mejores cocineros del planeta como Ferran Adrià diga que Alicante es sin duda la provincia de España donde mejor se come.
Nos encanta la cocina mediterránea y es por eso que os queremos ofrecer una selección de los 5 productos que hay que probar en Alicante, además de deciros dónde probarlos. Como siempre, no están todos los que son ni son todos los que están pero valga esta aproximación a la gastronomía alicantina para abrir boca. Como diría un buen alcoyano “anem a fer una picaeta” (tradición del pueblo alicantino de Alcoi que se basa en una ronda de taps, tostas y pequeños bocadillos)
Arroces: El arroz en Valencia crece y en Alicante se cuece, o así reza un dicho popular. Si queremos conocer la cocina levantina en su plenitud, tendremos que comer una paella en Restaurante Casa Riquelme. En las paellas caben todo tipo de ingredientes desde pescados y mariscos, a productos frescos de una de las mejores huertas del país acompañados por pollo, conejo o incluso caracoles. Comer en Casa Riquelme en la calle Vázquez de Mella 17 cualquier mediodía de miércoles a domingo es sinónimo de buena mesa. Os dejamos más info en este link
Vinos: Con denominación de origen propia desde mediados del silo XX. En Alicante podemos degustar un vino que mezcla dos uvas propias de la región: la monastrell y la moscatel. Es propio de esta tierra el vino de mistela. En la Bodega de Meyos en la Avenida Condomina 40 de Alicante podemos degustar el vino a copas y acompañarlo de buena comida por un precio más que interesante. También podemos comprar botellas, de hecho estaba pensada como tienda de vinos.
Horchata: Cuando el calor aprieta es habitual ver a los alicantinos saborear una horchata en cualquier terraza. La preciada bebida a base de chufa es una de los productos más exportados de la tierra. No te olvides de pasar por la Horchatería Azul en Calderón de la Barca 36 a tomarte una bien fresquita y acompañarla con fartons o su deliciosa coca de almendras. Cierra en invierno pero es para muchos la mejor horchatería de Alicante Un sitio típico de toda la vida.
Turrones: Otro de los productos por los que conocemos Alicante. El producto estrella de las navidades españolas está presente en cualquier mesa que se precie con las variedades propias de la tierra: el turrón de Jijona o el turrón de Alicante. Si estás por Alicante, pruébalos en Espí en el número 4 de la Avenida Alfonso X el Sabio y si quieres quedar como un señor, compra algunos para regalar las próximas navidades.
Cocas: Las cocas de tonyina (empanada fina de ventresca de atún) son una comida propia de las Hogueras de San Juan. Sea verano o no, podremos comerlas en Alicante en La Ibense en la calle de Portugal 38. En este establecimiento además de la conca de tonyina, se pueden comer unas porciones de pizza excelente e incluso la tradicional coca de mollita con chocolate.
Podríamos seguir con otro producto típico de la tierra como la universalmente famosa oliva rellena típica de Alcoi o el chocolate Valor, pero eso lo dejaremos para posteriores visitas gastronómicas Como dirían en Alicante, “que aprofite”!!!!
Imagen de Les Haines
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