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11 PLANES FAMILIARES PARA PASARLO BOMBA CON NIÑOS EN COPENHAGUE

Copenhague es una ciudad ideal para visitar con niños: tiene museos, un parque de atracciones, un zoo, paseos en barco, ¡una sirenita! y una espectacular tienda Lego. Diversión asegurada.

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Nueve museos para volverse loco en Venecia

Nos encanta Venecia. La ciudad italiana es uno de los destinos más apasionantes de Europa. Su ajetreada historia, los canales, los callejones eternos y la grandeza artística de esta capital hacen de ella un lugar perfecto para que cualquier amante del arte se vuelva loco. Y no es para menos. Además de los varios centenares de iglesias que pueblan esta urbe, en plena laguna se levanta una de las redes de museos más importantes del mundo. Museos que, para más inri, no se encuentran en espacios convencionales, sino que invaden edificios góticos, renacentistas y barrocos para presentar, en pleno siglo XXI, unas colecciones que quitan el hipo.

En góndola,vaporetto o a pie, estos son los nueve museos que no te puedes perder en tu próxima visita a la capital véneta. Cominciamo!

1. Accademia: la mayor colección de arte veneciano

Las Gallerie dell’Accademia ocupan tres antiguos edificios religiosos y constituyen la principal colección de arte veneciano del mundo. Aquí se dan cita cinco siglos de arte, desde la época medieval al rococó, con obras fundamentales como la imponente Cena en casa de Leví de Pablo Veronese, la Presentación de la virgen en el Templo de Tiziano el Ciclo de Santa Úrsula de Vittore Carpaccio, el Rapto del cuerpo de San Marcos de Tintoretto o el San Jorge de Andrea Mantenga, además de primeras obras de Lotto, la familia Bellini, Canaletto o Tiepolo.

2. Palacio Ducal: el esplendor de La Serenissima

Aunque no es propiamente un museo, el Palacio Ducal es un lugar imprescindible para entender el esplendor al que llegó la República veneciana. Sede del Gobierno, Palacio de Justicia y residencia del dux, este inmenso complejo gótico es un lugar perfecto para disfrutar de algunas de las principales obras de arte de la historia de la ciudad en el lugar para el que fueron concebidas. Destaca, por ejemplo, la gran pintura del Paraíso que preside la espléndida Sala del Maggior Consiglio y que firmaron Domenico y Jacopo Tintoretto. Otro imperdible son los lienzos de Pablo Veronese de la Sala del Consiglio dei Dieci o la lujosa Scala d’Oro, construida por Sansovino y decorada por Alessandro Vittoria.

3. Colección Peggy Guggenheim: en casa de la gran mecenas

Entrar en este palacio inacabado del siglo XVIII es sinónimo de adentrarse en el universo de la conocida mecenas Peggy Guggenheim. Impulsora de artistas como Klee, Pollock, Calder, Kandinsky, Ernst, Picasso, Moore o Braque, Guggenheim adquirió el palacio del Gran Canal en 1949 y en él fijó su residencia. La colección la forman 200 lienzos y esculturas de los artistas nombrados y también de Dalí, Magritte, Chirico, Balla, Duchamp, Rothko, Picabia, Delauney, Malevich y Mondrian, entre otros. Peggy Guggenheim legó su colección a la fundación de su tío Solomon R. Guggenheim con la condición de que se quedase en la ciudad.

4. Scuola Grande di San Rocco: el mejor Tintoretto

De parada obligada, este antiguo hospital de beneficencia construido en honor a San Roque es uno de los mejores lugares para admirar la obra de Tintoretto. Completado en 1549, en 1564 se encargó a Jacopo Tintoretto la decoración de las paredes y los techos de la Scuola. Sin duda, la obra más monumental del complejo es La crucifixión, que se halla en la Sala dell’Albergo, y en la que el pintor logró unas cotas de sentimiento nunca antes vistas en el arte veneciano. 

5. Museo Correr: la historia de la Reppublica

Ubicado en la plaza de San Marco, es uno de los principales museos de la ciudad. Realizado a partir de la colección que el adinerado Abbott Teodoro Correr legó a la ciudad, es el lugar perfecto para conocer la historia de la República veneciana y el movimiento del Resurgimiento italiano. Además, acoge una importante colección de pintura veneciana, en especial de Vittore Carpaccio.

Con la entrada al museo, se puede visitar también los colindantes Museo Archeologico y la Librería Sansoviniana, diseñada por el arquitecto Jacopo Sansovino y de la que Andrea Palladio dijo que era “el edificio más bello desde la Antigüedad”.

6. Museo Fortuny: un español en Venecia

El Palazzo Pesaro, de estilo gótico tardío, fue la residencia del famoso diseñador textil español Mariano Fortuny y Madrazo, quien lo adquirió a principios del siglo XX y donde vivió hasta su muerte. Legado a la ciudad junto a su contenido por la viuda del artista en 1956, las elegantes estancias son el marco perfecto para los tejidos bordados con hilo de oro y plata de inspiración renacentista y para los lienzos, retablos y vestidos plisados de seda de los años 20 de Fortuny. Una delicia.

7. Ca’ Pesaro: colección de arte del siglo XX

Este suntuoso palacio barroco es la sede de la Galleria d’Arte Moderna. Fundada en 1897, de sus paredes cuelgan algunos de los cuadros más famosos de Gustav Klimt y Marc Chagall, además de obras de Matisse, Miró, Klee o Kandinsky, muchas de ellas presentadas por los artistas en la Biennale y adquiridas por la ciudad. En la planta superior, no te puedes perder el Museo d’Arte Orientale, que contiene verdaderas joyas traídas en el siglo XIX por el conde de Bardi durante sus viajes por el Lejano Oriente. 

8. Ca’ d’Oro: la joya del Gran Canal

Obras de Andrea Mantegna, Luca Signorelli, Vittore Carpaccio y Tiziano, así como telas, frescos y esculturas, se dan cita en uno de los mayores tesoros del Gran Canal. El museo, que desde 1984 alberga la Colección Giorgio Franchetti, se encuentra en un palacio del siglo XV que es el mejor y más famoso ejemplo de arquitectura gótica veneciana. Tras sufrir varias modificaciones a lo largo de la historia, en los años setenta se recuperó el esplendor original de su fachada, una de las más bellas de la ciudad.

9. Ca’Rezzonico: un paseo por la Venecia del siglo XVIII

Este palacio barroco no es solo uno de los más lujosos de la ciudad, sino que es uno de los pocos del Gran Canal que están abiertos al público. Famoso en su tiempo por los grandes banquetes, las lujosas fiestas y la opulenta decoración que realizó en él la familia Rezzonico, desde 1934 es la sede del Museo del Settecento, una colección de lienzos, objetos y frescos que reflejan la Venecia del siglo XVIII. No os perdáis el espectacular salón de baile diseñado por Giorgio Massari, que ha sido restaurado y en el que hay muebles de Andrea Brustolon y espectaculares candelabros dorados. Además, en tres salas los techos tienen pinturas de Giambattista Tiepolo.

Texto de Aleix Palau para Los Viajes de ISABELYLUIS

Imágenes de Aleix Palau, QMeuh, Didier Descouens, Basilio Speziari, saragoldsmith, Michele Rienzo

 

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El día nacional del tulipán

Todos tenemos en mente los iconos que representan a Holanda, como las bicicletas, los molinos de viento, los quesos o los canales. También es famosa por sus tulipanes y otras flores, que le han dado al país el cariñoso apelativo de la "floristería del mundo". 

El tulipán se planta a finales de otoño para garantizar una primavera llena de color. Literalmente significa "turbante" y se cultivaba originalmente en países como Turquía, Pakistán o Afganistán, donde tenía connotaciones sagradas y adornaba las residencias de los sultanes.

Fue Carolus Clusius (1526-1609), científico holandés considerado uno de los fundadores de la horticultura, el que llevó esta flor exótica, que no lograba echar raíces en ningún otro lugar, hasta este pequeño país europeo. Aquí se adaptó perfectamente a su clima y su suelo, y enamoró a sus habitantes, que la nombraron símbolo nacional.

El tulipán era por entonces un artículo de lujo, por el que se pagaba grandes sumas de dinero. En el siglo XVII se produjo en los Países Bajos la tulipomanía, un periodo de auténtica euforia especulativa con sus bulbos, llegando incluso a cotizar en bolsa, y dando lugar a la primera burbuja económica de la historia por los desorbitados precios que llegaron a alcanzar.

Ahora, los tulipanes forman parte del paisaje holandés y cubren sus llanuras de una alfombra de colores. Especialmente en el pólder del Noreste y en la región de Kop van Noord-Hooland, con los cultivos más extensos del país, y en Bollenstreek, con el famoso parque de Keukenhof, el mayor parque floral del mundo al aire libre, que se cubre en primavera con hasta 7 millones de sus bulbos.

El sábado 17 de enerose celebra el Día Nacional del Tulipán, con el que se da inicio oficialmente a la temporada del tulipán, que va de enero hasta finales de abril. Realmente se celebra por todo el país pero es en Ámsterdam y en su centro neurálgico, la plaza Damm, donde tiene mayor vistosidad.

Hasta aquí llevan los cultivadores holandeses miles de sus tulipanes, convirtiendo la plaza Damm en un mosaico de colores. Turistas y locales acuden para contemplar este hermoso jardín y también para conseguir los ramos que se reparten gratuitamente. ¡Todo el mundo está invitado a recoger su propio tulipán con el que adornar después sus casas o para regalar!

El día nacional del tulipán es tan sólo el preludio de lo que vendrá después, con los más de 1.700 millones de tulipanes que Holanda prevé vender cada temporada. No en vano es uno de sus principales productos de exportación.

Si eres un tulipomaníaco y quieres conocer más sobre esta flor, puedes visitar el Museo del Tulipán de Ámsterdam, dedicado a la historia del tulipán en Holanda y a su contexto histórico. Se encuentra en el barrio de Jordaan, justo al otro lado del puente que sale de la casa-museo de Ana Frank.

Texto de Scanner FM

Imagende Kang-min Liu

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Los seis imprescindibles de Nantes

Situada en la región francesa del País del Loira, aunque bretona de corazón, Nantes es una ciudad vibrante en la que tienen lugar un gran número de eventos culturales a lo largo del año. El más destacado es sin duda El Viaje a Nantes, un festival en el que los artistas promocionan sus obras en las calles de la localidad. Si viajáis a Nantes no os debéis perder estos seis lugares que son emblema de la antigua capital de la Bretaña.

El Castillo de los Duques de Bretaña. Empecemos con un monumento histórico, el Castillo de los Duques de Bretaña, el último ubicado a orillas del río Loira antes de llegar al Atlántico. Este elegante palacio es en la actualidad la sede del Museo de Historia de Nantes.

La Plaza Graslin. En este lugar, cercano a la explanada verde de Cours Cambronne, son de obligada visita la ópera, un edificio neoclásico con estatuas dedicadas a Molière y Racine, y el bar-restaurante La Cigale, de estilo art nouveau.

El Lugar Único. Este edificio, que fuera antaño la antigua fábrica de las famosas galletas LU, tiene varios espacios como un restaurante, una sala de espectáculos, un espacio de exposición y un hammam, entre otros lugares. Desde su característica torre se tienen unas buenas perspectivas del castillo de los Duques de Bretaña y de la ciudad en general.

La isla de Nantes. En la llamada Isla de Nantes destacan varias obras contemporáneas de grandes arquitectos como Nouvel, Buren o de Portzamparc. Una de las construcciones más destacadas es el Palacio de Justicia de Jean Nouvel, situado en el Muelle François Mitterrand, que da la bienvenida a todo aquel que visita este lugar.

Las Máquinas de la Isla y el Carrusel de los Mundos Marinos. En donde se encontraban los antiguos astilleros de Nantes se hayan ahora las llamadas Las Máquinas de la Isla un proyecto artístico y, a su vez, turístico muy peculiar. Consiste en un animalario de esculturas urbanas resultantes de la fusión de la imaginación de Julio Verne, que nació en Nantes en el año 1828, las máquinas del visionario Leonardo da Vinci y la propia historia industrial de la ciudad. No hay que perderse el Carrusel de los Mundos Marinos, un tiovivo de tres pisos dedicado al mar. Esta atracción recibió en 2014 el galardón de los Thea Awards, uno de los premios más prestigiosos de la industria del ocio temática.

El Memorial de la Abolición de la Esclavitud (quai de la Fosse). En el año 1998, con motivo del 150 aniversario de la abolición de la esclavitud, el artista Krzysztof Wodiczko y el arquitecto Julian Bonder crearon un monumento conmemorativo a lo largo de los muelles del Loira. La obra está formada por 2.000 placas de cristal que recuerdan las expediciones negreras que partieron de Nantes no hace tanto.

Aparte de estos seis lugares, Nantes cuenta con otros encantos que se pueden descubrir perfectamente en un fin de semana. Consulta nuestros vuelos aquí.

 

Texto de María Jesús Tomé
Fotos de  María Jesús Tomé / Nantes Tourisme

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