Erase una vez...una ruta mágica por los cuentos de hadas
Blancanieves, La Cenicienta, Hänsel y Gretel, Juan Sin miedo, La Bella Durmiente o Pulgarcito son algunas de los famosos cuentos infantiles escritos por los Hermanos Grimm. Todos conocemos estos cuentos; los hemos leído o nos los han contado de pequeños, haciendo volar nuestra imaginación hasta tierras lejanas en la que habitan bondadosas hadas, hermosos príncipes y princesas o malvadas reinas.
Ahora puedes vivir realmente tu propio libro de aventuras, recorriendo la Ruta de los Cuentos de Hadas de Alemania, que harán que vuestros sueños infantiles se conviertan realidad.
Son unos 600 kilómetros por un itinerario que va de Bremen a Hanau, atravesando los más encantadores pueblecitos y bosques encantados que nos trasladarán al siglo XIX y a los escenarios en los que pasaban aventuras y desventuras sus protagonistas.
Una ruta pasa por lugares tan emblemáticos como Hanau, la ciudad en la que nacieron Jacob y Wilhelm Grimm, los famosos creadores de cuentos infantiles hermanos Grimm. En el mismo centro de la plaza del Mercado de Hanau, se alza un monumento en su honor. Pasarás también por Kassel, el pueblo principal de la ruta, en el que transcurren muchos de los textos infantiles y donde se encuentra el museo dedicado a los Hermanos Grimm, el Castillo de Sababurg en Hofgeismar -vinculado al cuento de la Bella Durmiente-, Bremen -el hogar de los Músicos de Bremen-, la ciudad de Polle -donde sucede la historia de la Cenicienta- o la ciudad de Hamelin en la que el famoso flautista embelesaba a niños y ratas con su música.
Un itinerario recomendado para recorrer en familia o para adultos que aún conservan el espíritu de su niñez. Empieza a preparar este mágico viaje que siempre empieza con "Érase una vez...".
Imagen de Christoph Runge
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Destino Gambia. Puerta a África.
Por Clara Arnedo
Recién aterrizada de Gambia, aún conservo en la cabeza el arco iris que se forma cada atardecer en la playa de Tanji, cuando llegan los barcos cargados de pescado y todo el pueblo se vuelca a la recogida y venta de la fresca cosecha marina. Es uno de tantos recuerdos de este país pequeño pero perfecto para hacernos una idea de cómo es el continente africano. Ahora Vueling nos facilita el viaje con la nueva línea que conecta Barcelona con Banjul, la capital del país.
El itinerario empieza en la capital, Banjul, pequeña y agradable. Como lo es el país, con 1,6 millones de habitantes. Banjul, a su medida, se trata de una ciudad segura y tranquila, donde merece la pena perderse por mercados de colores abarrotados de gente comprando de todo. El más sobresaliente de ellos es el Albert Market, un gran zoco a lo africano donde la fruta, la verdura y el pescado son los grandes protagonistas. Sus gentes, vendedores, vendedoras, clientes y clientas, se muestran primero reacios a nuestra visita, y evaden las cámaras fotográficas rápidamente. Con el rato, se muestran más amables y dispuestos. Necesitan un poco de tiempo.
Otra de las atracciones de la ciudad es el Arco del 22 de Junio de 1994, dedicado al presidente del país. El que fue guardaespaldas del anterior jefe de Estado subió al cargo ese día. Desde entonces él es el gran protagonista de Gambia: a Yahya Jammeh le vemos en todas partes, en carteles publicitarios que cuelgan de paredes y farolas de cada aldea y ciudad.
Pero Gambia es sobre todo la que se abre ante el océano Atlántico, la de las playas y la costa, y la que penetra como una cuña en medio de Senegal, partida por la mitad por el otro accidente geográfico que articula el país, el río que lo bautiza, el Gambia.
Nos acercamos primero a la costa para descubrir las playa de Banjul, largas y de arena fina. Algunos hoteles se sitúan a su orilla, con maravillosas vistas al mar. Pero, sin duda, la postal marinera inolvidable la ofrece Tanji, con mosaico de color y vida que se forma cada día a la orilla de la playa con la llegada del pescado. Un aparente caos reina en el lugar, pero aquí rige, en realidad, una organización y jerarquía internas, unas leyes que permiten que cada anochecer, con la caída del sol, se forma el mismo espectáculo. Son los hombres, fuertes y musculosos, los encargados de trajinar quilos y más quilos de pescado de las barcas hasta la playa, haciendo equilibrios con las cestas posadas sobre sus cabezas. Una vez en la orilla, algunas mujeres recogen el tesoro, para limpiarlo y dejarlo listo para su venta. Otros muchachos corren más allá, buscando otros puntos para colocar y vender el pescado. Muchas veces les siguen niños, corriendo veloces tras sus pies, esperando que la suerte le deje alguna propina en forma de pescados que se derraman durante su transporte. Este mercado, esta lonja improvisada en la arena de la playa, es la punta del iceberg de un país pequeño pero repleto de vida. Por la mañana, el mismo lugar que al anochecer ocupaba el mercado del pescado, se transforma en un colorido mercado de fruta y verdura, imperio de las mujeres que venden y compran comida. Una de ellas es Ida Cham Njai, una guapa y energética cocinera que ofrece la experiencia única de acompañarla a hacer las compras al mercado, para, después, pasar una agradable jornada cocinando comida local a su lado y en su casa. Es a través de la gastronomía y los productos locales que podemos aprender un poco más de este agradable destino.
Reducto británico en época colonial, es ahora uno de los países más pequeños de África occidental. Y también uno de los que tiene un mayor índice de natalidad. A Gambia la salpican los niños, y las mamás que los llevan atados a su cintura, una postal tan bonita como casi icónica del país. El resto, selva, naturaleza y muchos animales para observar: monos, pájaros e incluso hipopótamos. Cuanto más adentro se mete el río en el país, más salvaje se vuelve la naturaleza, y más rural la población. Aventurarse por el río en dirección a la población de Georgetown es toda una aventura selvática, ya que, si lo que buscamos es alojamiento, por aquí encontraremos pocas posibilidades. Gambia es un país poco desarrollado turísticamente, y, en parte, ese es su encanto. De todos modos, no hace falta ir muy lejos de Banjul para tener un primer contacto con la vida salvaje. Cerca de Serrekunda, la ciudad más grande y bulliciosa del país se encuentra el Bijilo National Park, o parque de los monos, que puede recorrerse por sencillos senderos. También en la zona puede visitarse una piscina de cocodrilos, y ¡hasta alguno se deja tocar! Y esa es la otra cara de Gambia, la del río y los manglares, la Gambia de piel negra y uno de los países menos desarrollados del planeta, con una esperanza de vida de 54 años y el 40% de índice de alfabetización.
Pero el viaje no termina aquí, y, Gambia, aunque pequeña, nos tiene reservadas aún algunas sorpresas. ¿Imagináis remotas aldeas africanas literalmente invadida por el street art y los grafitis? Pues éstas se encuentran en Gambia. Concretamente Bafuloto y Makumbaya son los nombres difíciles de recordar de dos poblachos de casas pequeñas y sencillas y calles de arena y tierra donde juegan niños y niñas al sol. Y es en las paredes de estas chozas donde el movimiento Wide Open Walls encontró uno de sus lienzos favoritos. Imágenes naturalistas de animales de la zona y otros motivos llenan de color estos lugares.
Una manera de conocer Gambia desde otra perspectiva. Otra manera de penetrar a África por esta pequeña puerta de entrada.
Por Clara Arnedo
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+ info¡Vamos a la playa!
La gracia de Gran Canaria es que cuenta con muchas variables dentro de su ecosistema. Eso la hace única. Y un ejemplo claro lo tenemos en sus playas, cuenta con casi 60 kilómetros, en los que encontramos de todo tipo. Las opciones son infinitas, y podrás disfrutar de ellas tanto si vas solo como si lo haces en familia. Sin duda es una característica que encontramos en toda la isla. Su variado paisaje te hace creer que estés en un continente. ¡En serio!. Pero volviendo a su litoral que será donde nos centraremos hoy, diremos que este enclave del Atlántico posee 236 kilómetros de costa, bajo un sol suave que hace que las condiciones sean siempre –incluso en verano-agradables. En My Vueling City vamos a poner el foco sobre sus playas y todo lo que se puede hacer en ellas. Vamos, ¿a qué esperas para coger el bañador?
Nuestro top playero
Para ubicarnos, hemos pensado que lo mejor es hacer un top con las playas que más nos han gustado. En total son más de 120 playas, muy distintas entre si, entre las que puedes encontrar desde largas playas de arena dorada, hasta recónditas calas. Si no encuentras tu playa favorita es que no has buscado bien. También os confesamos que, en gran medida, coincidimos con los canariones– habitantes de Gran Canaria-:
1.- Maspalomas
Las hay muy populares, como la larga lengua de arena de Maspalomas. Una enorme línea de arena blanca que parte de la Playa del Inglés y llega hasta tocar el pie del gran faro de Maspalomas, tras bordear un desierto de dunas que baña la costa sur de la isla.
2.- San Agustín
En el sur, playa familiar y muy tranquila.
3.-Amadores
Ideal para venir en familia. También está en el sur, y hay buen tiempo prácticamente todo el año.
4.- Puerto de Mogán
Es pequeña e ideal para desconectar de la rutina. Está bien habilitada para venir con niños.
5.- Las Canteras
Reconocida como una de las mejores playas urbanas de España.
6.- Puerto Rico
O si lo prefieres puedes dejarte arrastrar por la animación de este tradicional enclave turístico, uno de los lugares con mejor clima de todo el país.
Te espero en el agua
En Gran Canaria las condiciones de viento y mar son ideales para la práctica de deportes acuáticos como la vela, el windsurf, el surf, o la pesca de altura. Por eso son cada vez más los que se dejan llevar por los placeres de la práctica del bodyboard, en forma de surf y windsurf. Aunque en los últimos años también se ha extendido mucho el kitesurf, deporte de deslizamiento muy recomendable que consiste en el uso de una cometa de tracción -kite, del inglés-, que tira del deportista. La situación geográfica de Gran Canaria es ideal para la práctica de estos deportes ya que gracias a los vientos alisios, las olas son, o bien de tamaño medio –ideales para los que empiezan- o de gran tamaño –ideales para los surferos más experimentados-.
Pero si lo que te gusta es la observación del fondo marino, te recomendamos que practiques buceo bajo sus cristalinas aguas. Hay varios puntos de inmersión por todo el perímetro geográfico, como Pecios de Mogán, Arrecife artificial de Arguineguín, Taliarte o Las Merinas. Pero si quieres disfrutar del buceo de una forma más libre, siempre puedes practicar el snorkel.Os recomendamos que alquiléis un coche y os perdáis por la costa. De todos modos os diremos un secreto: Risco Verde, Caleta Baja y Sardina son ideales para empezar. Toda la información sobre los clubs y escuelas de buceo aquí.
Con niños
Ciertamente Gran Canaria cuenta con muchas posibilidades si te planteas las vacaciones para disfrutarlas en familia. En la isla hay de todo para disfrutar con los niños. Uno de los planes perfectos para ellos, es sin duda la playa. Recomendamos la enorme extensión de dunas de Maspalomas y las calas de la costa de Mogán. Allí, triunfaremos seguro, porque, ¿acaso hay algo mejor que agua con olas y arena infinita para hacer castillos y carreteras para jugar con cochecitos? Pues, aunque parezca mentira, sí. También se puede disfrutar de un paseo en camello; o pasar todo el día en Sioux City, un parque temático dedicado al lejano oeste. ¿Qué niño no ha jugado alguna vez a indios y vaqueros? O si te van las emociones fuertes puedes viajar en submarino, o ir a ver delfines al sur de la isla, o incluso viajar al sorprendente mundo de Palmitos Park, un parque en el que poder admirar especies como marabúes, calaos cariplateados, emúes, ualabis o dragones de Comodo en un entorno de naturaleza tropical.
Otra apuesta segura es hacer un tour por toda la isla, para conocer de primera mano la variedad de su paisaje. El bus turístico de la capital pasa por lugares emblemáticos de la isla como Vegueta, el casco histórico de Las Palmas de Gran Canaria, un barrio de más de 500 años de antigüedad, en el que puedes hacer una parada para reponer fuerzas en alguno de sus bares de tapas. ¡Ah! y no dejes de visitar la que fue casa de Cristobal Colón, en la última parada que realizó antes emprender su mítico viaje hacia Las Américas.
La cita que no te puedes perder
Son días de playa, y un elemento primordial para el remojo es, sin duda, el bañador. Os recomendamos que no os perdáis Gran Canaria Swimwear Fashion Week 2015, evento en el que más de 40 marcas mostrarán sus diseños en tres intensos días de desfiles. Se trata de una pasarela que se ha convertido ya en un escaparate al mundo de la moda de baño para firmas de todo el Archipiélago que comparten escenario con marcas nacionales e internacionales de primer nivel. El evento tendrá lugar en Meloneras (Plaza de las Convenciones s/n), en el municipio de San Bartolomé de Tirajana del 18 al 20 de junio.
¿A qué esperas para disfrutar de las playas de Gran Canaria? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto e imágenes de Turismo de Gran Canaria
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5 cosas que hacer con vuestros hijos en Nantes
Por Valentina Besana de Be Road
He pasado 48 horas en Nantes con mi pareja y nuestro hijo de dos años. Esta encantadora ciudad del Loira ofrece una gran variedad de divertidas opciones que cumplen las expectativas de adultos y niños.
1. Las máquinas de la isla
Un museo único que fascinará a padres e hijos de todas las edades. Este proyecto cultural está basado en la fusión de los mundos fantásticos imaginados por Julio Verne (autor de Veinte Mil Leguas de Viaje Submarino y La Vuelta al Mundo en 80 Días, nacido en Nantes), el universo mecánico de Leonardo da Vinci y la historia industrial de Nantes.
Una de las características más sorprendentes de la exposición es el elefante mecánico gigante que se mueve por el museo y sobre el que es posible dar paseos de media hora, aunque creo que es igualmente interesante verlo caminar desde el suelo. ¡Ah! Tened cuidado si os acercáis demasiado al elefante, ya que pulveriza agua por la trompa y podéis acabar dándoos una ducha inesperada. En el interior del museo hay otros animales mecánicos con unos detalles muy cuidados: orugas, pájaros y varios insectos.
También es fascinante el gran “tiovivo del mundo submarino” situado en el exterior (a unos 25 metros del suelo) y al que podéis subiros con vuestros hijos. Frente al museo hay un parque con columpios y toboganes. El museo se encuentra en la antigua zona de los astilleros, a la orilla de río Loira, y podéis llegar rápidamente desde el centro de la ciudad en tranvía (número 1) o dando un agradable paseo.
Si tenéis hambre, en lugar de comer algo en la cafetería del museo, que no tiene mucho que ofrecer, mi sugerencia es que caminéis un poco hasta la zona llamada “Hangar à Bananes”, donde encontraréis varias cafeterías con deliciosos crepes y pasteles.
2. Centro histórico de la ciudad con chocolate y juguetes de madera
Es muy agradable pasear por el precioso centro histórico de Nantes, que puede recorrerse por completo a pie. Recomiendo pasar por la calle peatonal Rue de Verdan, donde encontraréis una distintiva panadería (“Boulangerie Simon”, en el número 19) en la que podréis adquirir saludables tentempiés para vuestros hijos y, unos pasos más adelante, en el número 23, una típica chocolatería francesa que os pondrá de buen humor (Lambert Chocolaterie). Los que deseen comprar ropa de bebé de diseño no deben perderse “Drom”, una preciosa tienda en el número 31 de Rue de Verdan que vende peleles, vestidos y todo tipo de accesorios.
Y si vuestros hijos se aburren, frente a la tienda de ropa está “Le Bonhomme de Bois”, una maravillosa juguetería repleta de ideas originales y juguetes de madera.
3. Chateau des Ducs de Bretagne
Un precioso castillo de estilo medieval-renacentista construido entre los siglos XIII y XVI. Cuando empieza a oscurecer, la fachada brilla con magníficos espectáculos de luz. Durante el día es posible recorrer el interior del castillo, pero también está bien pasear por el patio, mirar por el gran pozo y dar de comer a los numerosos patos que han hecho de esta zona su hogar. El castillo está situado en el centro, cerca del barrio de Bouffay, el lugar ideal para comer algo (punto 5).
4. Le Nid, aperitivo con vistas
Este lugar no es específico para niños, pero a nuestro hijo le gustó. Se encuentra en el último piso (trigésimo segundo) de la Torre de Bretaña, con unas impresionantes vistas de 360° de la ciudad. El nombre no es una simple coincidencia, en el interior se encuentra una gran escultura de una cigüeña y sillas en forma de huevo que hacen las delicias de los visitantes más jóvenes. Nuestra sugerencia es que disfrutéis de la vista y toméis algo para beber, pero no para comer: probamos los bagels… ¡y estaban muy fríos!
5. Crepes dulces y salados en Bouffay
Viajar al extranjero con niños y decidir qué darles de comer puede ser bastante complicado. ¿Pero qué puede ser mejor que un delicioso crepe? Es un plato equilibrado y nutritivo con un relleno de nuestra elección. En Nantes, la mezcla que se utiliza para los crepes salados está hecha de harina de trigo sarraceno (se llaman Galettes). Por ello, son más oscuros que los que estamos acostumbrados a ver, pero igualmente deliciosos. Los crepes dulces están hechos con la mezcla tradicional, son muy finos y también pueden rellenarse con lo que queráis. Hay muchas creperías en el barrio de Bouffay, en el centro de Nantes, y no es fácil decidirse por una. Nosotros probamos la Creperie Jaune por casualidad, y nos quedamos muy contentos con nuestra elección.
Por Valentina Besana de Be Road
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