ROADTRIP POR LA REGIÓN DE NORMANDÍA EN 10 PARADAS
Volamos a París y desde allí ponemos rumbo a la costa de Normandía para un roadtrip lleno de sorpresas que anuncian un viaje inolvidable.
+ infoExcursiones muy cerca de Santiago
El área de influencia de Santiago se expande por una veintena de ayuntamientos, que van de A Coruña a Pontevedra, los cuales se vertebran alrededor del río Ulla, así como de las diferentes variantes del Camino.
A apenas 10 km de la ciudad se encuentra un lugar mágico: el Pico Sacro, un monte mítico para la cultura gallega y la tradición jacobea. Su peculiar silueta se eleva bien visible a 533 metros de altitud al sureste de la ciudad. Desde su pico, a lo lejos, se puede ver Santiago y la silueta de las torres de la Catedral.
Galicia es verde y la ciudad de Santiago está rodeada también de verde. Los amantes de la naturaleza pueden hacer excursiones desde la ciudad a lugares sorprendentes como las Fervenzas do Toxa, o Insua; bosques únicos como la Fraga de Catasós, con castaños de más de treinta metros de altura; o sierras como la de O Candán, con la orografía de viejas montañas y grandes espacios abiertos.
En un radio de apenas cincuenta kilómetros, podemos encontrar la riqueza monumental de villas históricas como Padróno Melide, directamente vinculadas a los caminos de Santiago; de pazos centenarios como el Pazo de Oca, conocido como el Versalles gallego por sus jardines, o el Pazo de Santa Cruz de Ribadulla, donde destacan sus camelias y sus olivos centenarios; e incluso espacios para el descanso y la paz como el monasterio de Carboeiro, rodeado de un paisaje natural privilegiado.
Por supuesto, como no podía ser de otro modo tratándose de Galicia, merece la pena también programar excursiones para probar la rica y abundante gastronomía de los alrededores de Santiago, caracterizada por el uso de productos frescos de temporada. Merece la pena probar los pimientos de Padrón, las truchas y lampreas, el cocido, la ternera, los quesos, los melindres, las filloas, los almendrados, las rosquillas e incluso acabar el viaje brindando con un aguardiente del país.
¿A qué esperas para descubrir todos estos tesoros? Consulta nuestros vuelos aquí.
Para más información sobre Santiago: www.santiagoturismo.com
Para más información sobre los alrededores de Santiago: www.areasantiago.es
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Lago Starnberg
Por Michael Schurmann de easyhiker.co
Mientras disfrutas del Oktoberfest en Munich, no son pocos los destinos cercanos a los que puedes escaparte un día de senderismo. Las mejores rutas, Goldsteig y Altmühl-Panoramaweg, se encuentran a poca distancia en tren y, por supuesto, siempre están los Alpes. Sin embargo, el Lago Starnberg corona la lista de destinos de un día debido a la facilidad con la que se puede llegar a él y por ser el escenario de una de las anécdotas más morbosas de la historia de Alemania. (Si prometes seguir leyendo, te contaremos más).
Se puede ir en tren (el llamado S-Bahn) desde la Estación Central de Munich, y tarda 30 minutos. El viaje de ida y vuelta está incluido comprando el pase diario, que ofrece acceso ilimitado a todo el transporte público de la ciudad (por solo €20 para hasta cinco personas).
Otra de las razones por las que el Lago Starnberg corona esa lista es que no se tarda nada en llegar desde la estación de Starnberg.
En un día despejado pueden verse los Alpes a lo lejos.
Hay que decir que este extremo se encuentra muy alejado. El Lago Starnberg mide unos 20 km y aunque es bastante estrecho (en ningún punto supera los 5 km de ancho), en un tour alrededor del lago pueden recorrerse unos 50 km.
“Carretera que lleva al sendero de Possenhofen, en Starnberger See, cerca de Munich”
De manera que para excursiones de un día, queda descartado. Por suerte hay muchas otras alternativas.
Por ejemplo, en la orilla derecha del lago se encuentran otras dos estaciones del S-Bahn, bajando hacia Possenhofen y Tutzing, en las cuales se puede coger el tren y caminar de vuelta hacia Starnberg (a 7 km y a 14 km, respectivamente).
De hecho, este era nuestro plan original: caminar hasta Possenhofen, hogar de infancia y retiro favorito de la desafortunada Sissi emperatriz.
Pero la carretera a Possenhofen estaba tan concurrida (incluso por camiones) y tan lejos del lago (prácticamente bordeada por casas residenciales, jardines y casas-barco) que interrumpimos nuestra excursión tras recorrer poco más de kilómetro y medio y regresamos a Starnberg.
Descubrimos, con suerte, que el lado izquierdo (u occidental) del lago ofrece un ambiente mucho más agradable.
El famoso sendero de “König Ludwig Weg” recorre la totalidad de la orilla oeste del lago, lo que debería garantizar, al menos, un camino libre de camiones.
En este lado del lago no hay trenes S-Bahn, pero los ferrys te llevan a muchos de los pequeños pueblos que hay dispersados en los alrededores, como a Seehausen, en el extremo sur del lago. Si dispones del día completo, una idea es recorrer todo el camino hasta Seehausen a pie y allí coger el barco de vuelta.
Nosotros solo tuvimos tiempo para recorrer una parte de este sendero y decidimos andar los 6 km que separan Starnberg del pueblo de Berg.
Una vez fuera de la estación y situado de frente al lago, gira a la izquierda.
Durante los primeros 800 metros atraviesas una mezcla de edificios residenciales y recreativos: casas, jardines, casas-barco y una piscina pública.
Tras los dos primeros puentes de madera, el escenario se torna en un lugar idílico: cisnes en el lago, grupos de robustas mujeres bávaras entrenando Nordic walking (caminata nórdica), jóvenes familias y estudiantes escabulléndose de una aburrida clase.
Al volver a la carretera asfaltada, en las afueras de Berg, descubrirás algunas de las propiedades más caras de Alemania.
El Lago Starnberg, tan bello y tan cerca de Munich, la ciudad más rica de Alemania, puede considerarse la versión alpina de la Cote d’Azur (o Beverly Hills).
Después de 15 minutos andando, encontrarás el embarcadero a tu derecha.
“Señal que lleva al sendero de Koenig Ludwig Weg en Starnberger See, Munich”. Consulta las horas de llegada y salida, porque los trayectos para Starnberg suelen ser poco regulares y si pierdes el barco es posible que tengas que esperar unas horas para coger el siguiente.
Si tienes tiempo, aprovecha para hacer una excursión a la Votivkapelle (sigue las señales) que está a 30 minutos de distancia.
Esta capilla fue construida para conmemorar uno de los mayores misterios sin resolver de la historia de Alemania. Se levanta muy cerca del lugar en el que el Rey Luis II de Baviera, el Rey Loco, (quien construyó el Castillo Neuschwanstein y apoyó generosamente la obra operística de Richard Wagner) exploró verticalmente el Lago Starnberg. (En el agua, hay una cruz de madera señalando el lugar).
¿Fue un accidente? ¿Se suicidó? ¿O hubo algo sospechoso en su muerte? (Pincha AQUÍ para leer la historia completa).
De camino hacia la capilla, encontrarás en una de las casas-barco una placa que reza que a menudo el Rey Luis salía desde allí para reunirse al otro lado del lago con su “alma gemela” Sissi.
Me llama la atención e incluso me estremece ver como después de tantos años, parece que los bávaros siguen sin aceptar el hecho de que a su querido “Kini” no le gustaran mucho las mujeres.
Para una versión menos bochornosa de la vida del Rey, hay que ver Ludwig II, dirigida por Luchino Visconti y con Helmut Berger como el real epónimo, una de las películas más afeminadas de la historia: un Mago de Oz para inteligentes.
Si no tienes tiempo para experimentar la obra maestra de Visconti y sus 247 minutos de languidez Wagneriana, hazte un favor y escucha aquí una muestra de la ambición operística del director.
La última sección muestra también una imprescindible orgía gay de estilo Bávaro con bailes folclóricos, amenizada con música de cítara y mucho manoseo.
No es de extrañar que los locales odiaran tanto la película que trataron de prohibirla cuando se estrenó por primera vez en 1972.
Ahora, regresa al embarcadero en donde, si aún dispones de tiempo, puedes tomarte un café o una cerveza en la terraza del Hotel Berg antes de coger el barco de regreso a Starnberg.
Si comenzaste tu aventura antes de las 12:00 de la mañana, posiblemente estés de vuelta a tu carpa de cerveza favorita en el Oktoberfest antes de que comience el bullicio nocturno y no te habrás perdido nada.
Un sitio que merece la pena descubrir! Consulta nuestros vuelos aquí.
Escapada a Rabat
Rabat es un destino poco conocido y escasamente frecuentado por los turistas que viajan a Marruecos. Y es aquí donde radica una de las principales ventajas a la hora de visitar esta ciudad, la posibilidad de disfrutar de sus monumentos y de espacios llenos de magia, sin el agobio de otras ciudades como Marrakech, Casablanca o Fez.
Situada en la desembocadura del río Bu Regreg, a orillas de la costa atlántica, la capital de Marruecos es una curiosa combinación de lo antiguo con lo moderno. La antigua medina y las murallas contrastan con la parte nueva de la ciudad dedicada a los aspectos administrativos del país. No es excesivamente grande, por lo que se puede visitar en un par de días. A continuación hemos hecho una selección de esas cosas que no debes perderte si visitas Rabat.
La Torre Hassan, el esplendor truncado
La Torre de Hassan es uno de los principales monumentos de Rabat, fruto inacabado de la época de mayor esplendor de la ciudad. En el siglo XII el Sultán Yacub Al-Mansur decidió construir la mezquita más grande de Occidente, y para ello contó con el mismo arquitecto de la Koutoubia de Marrakech y a la Giralda de Sevilla. Desgraciadamente el sultán falleció antes de que finalizase el proyecto y quedó inconclusa. Lo más destacado de este espacio es el minarete/torre con su decoración geométrica, que estaba previsto que midiese 86 metros, pero del que sólo se llegaron a construir 44 metros. El resto del conjunto lo forman las columnas sobre las que se sustentaban las 21 naves de las que se componía.
Justo al lado de esta antigua mezquita se encuentra el mausoleo de Mohammed V, donde descansan los monarcas alauís Mohamed V y Hassan II.Construido entre 1961 y 1971, es un destacado ejemplo de arquitectura contemporánea marroquí. El proyecto fue encargado al arquitecto vietnamita Vo Toan, que supo captar la esencia de la tradición arquitectónica y decorativa del país.
En busca de los orígenes: la necrópolis de Chellah
La Chellah es un espacio fortificado, que se encuentra situado a unos 2 kilómetros de la ciudad, en cuyo interior se encuentran, entre otras cosas, los restos de la ciudad romana, que tras los fenicios y los cartagineses fueron los primeros en asentarse en la zona. En este núcleo originario de Rabat se conservan los restos del foro y del templo de Júpiter. También hay restos de la primera época islámica. En el siglo XV este espacio fue convertido por los árabes en necrópolis, de la que quedan restos de las tumbas y la mezquita.
Kasbah des Oudaias, el rincón mágico de Rabat
Sólo por la visita de este barrio amurallado compuesto de laberínticas calles repletas de casas pintadas en tonos azules y blancos merece la pena viajar a Rabat. La Kasbah fue construida en el siglor XVII por los Udayas sobre un risco situado en el margen sur de la desembocadura del río para defender la costa de una posible invasión de los españoles. De ahí su aspecto de fortaleza y que cuente con numerosos miradores y atalayas en los que asomarse, y que en la actualidad permiten al visitante disfrutar de las vistas. Además de perderos por sus calles disfrutando de cada uno de sus rincones, debéis aprovechar para visitar el Museo de los Udayas, situado en el Jardín Andaluz, que contiene una de las mejores colecciones de joyas de Marruecos.
La ciudad de los jardines
Rabat también es conocida como la “ciudad de los jardines”, de ahí que sea imprescindible darse un paseo y relajarse en alguno de ellos. Los más destacados son el Jardín Nouzzah Hassan, situado frente a las murallas y diseñado por el general francés Lyautey; el Jardín Botánico de Les Essais, donde abundan los árboles de frutas exóticas, ornamentales y del Mediterráneo; El Jardín Zoológico, para aquellos que quieran ver además de plantas, animales.
De compras por el zoco
La palabra zoco y tranquilidad para un turista en Marruecos puede sonar a ciencia ficción, pero ese es el caso del de Rabat. Sin apenas ser incordiado por los vendedores podrás recorrerlo en busca de comida, especias, artesanía, ropa, alfombras y un largo etcétera.
¿Has tomado nota de todo lo que puedes ver en Rabat? Márcate un Vueling y disfruta de la visita a esta ciudad.
Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Jacopo Romei, SnippyHolloW, Fr Maxim Massalitin, Mustapha Ennaimi, Julia Chapple, Shawn Allen
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