¡Volar! 100 años en el cielo: una preciosa exposición fotográfica instalada en el Círculo de Bellas Artes de Madrid recuerda los primeros cien años del transporte aéreo en España.
Aeropuerto Barajas 1931: Diseñado por Luis Gutierrez Soto, así fue el primer edificio del aeropuerto de Madrid-Barajas a principios de los años 30.
Este mes, si vuelas a Madrid o estás ya allí, te recomendamos una exposición que te gustará: “¡Volar! 100 años en el cielo”. Una magnifica selección de 180 imágenes que aúnan fotografía y aviación instalada en el Circulo de Bellas Artes y que forma parte de la sección oficial de Photoespaña 2019. Con estas fotos, muchas inéditas o nunca expuestas públicamente, junto a algunas filmaciones y carteles, se recuerdan los primeros cien años del transporte aéreo en España, que arrancó en 1919 con el primer servicio postal vía aérea.
Detrás de esta iniciativa está el Ministerio de Fomento a través de la Dirección General de Aviación Civil, la coordinación y buen hacer de Fundación Enaire y tiene también el importante apoyo de Vueling, entre otras empresas del sector. En ella te va a resultar curioso ver a los pioneros del transporte aéreo y las imágenes de los primeros viajeros aéreos españoles. Te llamará la atención ver la evolución del interior de las cabinas de los aviones, como ha cambiado la arquitectura de las terminales aéreas o incluso la uniformidad de las tripulaciones: del mono de vuelo o los vestidos de corte militar a los trajes de diseño. Te gustará también ver a celebridades enmarcadas como a Marlene Dietrich a pie de un avión, Orson Welles desembarcando por una escalerilla, los Beatles en El Prat o Cary Grant pasando el control de pasaportes en un desconocido Barajas.
La exposición abre de martes a domingo y la podrás visitar hasta el próximo 1 de septiembre. ¡Vuela a verla!
Sí, en realidad son más de 100 años de historia de la aviación, pero...
Pierre-Georges Latécoère y su piloto antes de emprender el primer vuelo Toulouse-Barcelona hace 101 años
Todas las personas relacionadas con el mundo de la aviación y con la historia recuerdan a los hermanos Wright: Wilbur y Orvile, aquellos fabricantes de bicicletas estadounidenses que con la amueblada cabeza de su poco recordada hermana Katharine, consiguieron ser los padres de la aviación en 1903 con el primer vuelo del Flyer I en Kitty Hawk, Carolina del Norte.
Tal solo siete años después de ese hito, la aviación llegó a España entrando por Barcelona: el 11 de febrero de 1910 el aviador francés Julien Mamet consiguió despegar con su Bleriot XI desde el hipódromo de Casa Antúnez, a los pies de la montaña de Montjuic, donde está el actual paseo de la Zona Franca. Esos terrenos se convirtieron en multiespacio, pues durante los primeros años de la existencia de la aviación en la ciudad, los mismos terrenos del hipódromo eran usados por los caballos y sus jinetes, aviones sus pilotos y los futbolistas y algunos partidos.
El día de navidad de 1918 cambió todo: fue la primera vez que un avión llegó por vía aérea a Barcelona, pues hasta entonces todas las aeronaves llegaban al hipódromo desmontadas y desde allí realizaban sus evoluciones en el cielo. Esta vez, el aparato llegaba desde Toulouse, Francia, transportando a Pierre-Georges Latécoère, empresario y fabricante de aviones. La visita a la capital catalana no fue casual y sorprendió a sus anfitriones cuando reconoció que su vuelo no era una visita de cortesía sino el inicio de un ambicioso proyecto: un servicio de correo aéreo.
El nacimiento de los servicios postales aéreos
Uno de los mayores negocios de hace un siglo en el sector del transporte eran los servicios postales y Latécoère lo supo ver en forma de aviones que uniesen, a velocidades nunca vistas, diferentes puntos a partir de Francia: inicialmente se llegó a Marruecos sobrevolando la costa de España y realizando escalas obligatorias en Barcelona, Alicante y Málaga para repostar. Luego extendió las lineas hacia el sur por África, llegando a Senegal y posteriormente el plan fue cruzar el océano para alcanzar sudamérica, teniendo a los lejanos Santiago de Chile y el extremo sur de Argentina como puntos finales de las lineas.
Con los primeros servicios Toulouse-Casablanca y sus escalas en los tres campos de vuelo de España fue cuando nació la aviación comercial en la península, pues se acordó la posibilidad de cargar y descargar correo en puntos intermedios e incluso la opción de llevar pasaje, aunque en realidad esto último era muy limitado en los primeros tiempos: de ir alguien a bordo además del piloto, era una sola persona, que dependiendo de la cantidad de correo que se llevase, debía cargar alguna saca en su regazo.
La expo de Madrid
Un A300 conservado en Toulouse. Airbus fue una de las responsables de la democratización del transporte aéreo en España.
En la muestra fotográfica instalada en la Sala Goya del Círculo de Bellas Artes, los vuelos de la Latécoère, posteriormente rebautizada como Compagnie Generale Aèropostale, son el punto de partida por un viaje que tiene varias vertientes: la del confort, en la que pasamos de espartanas cabinas de aviones equipadas con asientos de mimbre a las sofisticadas de la actualidad, la técnica, con aquellos aviadores que volaban a estima, dirigiéndose incluso por las estrellas y mapas, a la altísima tecnología que hoy tienen los pilotos en sus puestos, tras una progresiva evolución de 100 años. También está la personal, con la casi nula presencia de las mujeres durante muchos años a una cierta normalización de género recientemente, gracias a proyectos como “Ellas vuelan alto”.
Otra de las vertientes que puede verse a través de las fotos es el de la modernización de un país, sobre todo en las últimas décadas, donde el vuelo ha pasado de ser algo excepcional o reservado a una minoría, a la democratización de este transporte, un hecho del que hay que reconocer que Vueling ha sido uno de los grandes impulsores en sus 15 años de vida, que cumple en coincidencia con este centenario.
Fotografías de celebridades llegando en avión
Una parte entretenida de la exhibición organizada por la Fundación Enaire es la dedicada a las caras conocidas que fueron retratadas y filmadas a su llegada a diferentes aeropuertos. Hasta los años 70 hubo la costumbre de permitir el acceso a la prensa hasta la escalerilla de los aviones, una escalera que se convertía muchas veces en pasarela de famosos como también se concedían las primeras declaraciones a los medios justo a pie de avión, puesto que al viaje de la celebridad se unía la singularidad que la celebridad había llegado por vía aérea, algo realmente especial.
Ya seas aficionado a la aviación o no, la historia fotográfica de los últimos 100 años de un país a través de sus protagonistas aeronáuticos, sus paisajes, los avances técnicos, sociales, económicos y hasta estéticos, son un plan muy entretenido en Madrid. Te gustará.
Imagen principal: Publicidad de la LAPE. Líneas Aereas Postales, la compañía aérea española en tiempos de la República.