Un viaje muy natural: Asturias, de reserva en reserva
20 de mayo, 2015
Si algo impacta a simple vista en Asturias es la belleza de su paisaje, la fuerza de su naturaleza. Asturias es, por encima de todo, naturaleza en estado puro, y con una fuerte y arraigada conciencia de conservación del medio ambiente, que la convierte en abanderada y pionera en las tendencias conservacionistas del medio natural. Por esta razón la naturaleza asturiana está protegida en un tercio de su superficie bajo alguna figura jurídica encaminada a la conservación, y ello hace que sea un verdadero Paraíso natural, tal como reza su eslogan que este año cumple treinta años.
Asturias es un gran parque natural al aire libre, único en el mundo. No en vano cuenta con 6 Reservas de la Biosfera, declaradas por la UNESCO, lo que hace de ella un territorio privilegiado a nivel internacional en cuanto a espacios naturales se refiere, esos espacios que podemos aprovechar para recorrer y disfrutar en el tiempo de ocio.
El Parque Nacional de los Picos de Europa, enclavado en la Cordillera Cantábrica. Su vasta extensión comprende los territorios de Amieva, Cangas de Onís, Onís, Cabrales, Peñamellera Alta y Baja. Su singularidad, belleza e interés paisajístico, natural y geológico han hecho que este espacio pasara a declararse, en 1995, Parque Nacional de los Picos de Europa, acogiendo en su región occidental al que fuera el primer Parque Nacional de España, el de la Montaña de Covadonga, por su Majestad Don Alfonso XIII, en 1918. En definitiva, los Picos de Europa presentan la mayor formación caliza de la Europa Atlántica, con importantes procesos kársticos - forma de relieve originada por meteorización química de determinadas rocas, como la caliza, dolomía, yeso, etc., compuestas por minerales solubles en agua-, simas que llegan a más de 1.000 m, erosión glaciar muy patente y presencia de lagos. Entre sus riscos habita el rebeco, en los tupidos bosques los corzos, lobos así como la presencia ocasional de algún oso. En el Parque habitan más de 100 especies de aves, entre las que destacan el pito negro y el urogallo, y entre las grandes rapaces el buitre leonado y el águila real. Pero aquí hay mucho más que paisaje, hay siglos de historia escritos en los pueblos, en los valles, en las iglesias, en las cabañas de los puertos y en sus caminos.
El Parque Natural de Somiedo, es un claro ejemplo de convivencia de cómo el hombre ha sabido comprender a la naturaleza manteniéndola apenas sin modificar a lo largo de los siglos. De su paisaje destaca la belleza de los lagos, su accidentada orografía con desniveles que alcanzan los 2.200 m, sus formaciones kárstica y sus brañas con fértiles pastizales donde se pueden contemplar, no sin dificultad, las famosas “cabanas” de teito de escoba -cabañas de piedra y techumbre de escobas y piornos-, utilizadas por los vaqueiros de alzada, y los ganaderos de montaña como refugio.
El Parque Natural de Redes, demuestra su riqueza ambiental en multitud de paisajes, desde formaciones de origen glaciar como morrenas o circos, a amplios campos de pasto, montes y frondosas masas boscosas. De hecho, Redes cuenta con una superficie arbolada que ocupa el 40% del territorio aunque también destacan cumbres como el Pico Torres, el Retriñón, la Peña del Viento o el Tiatordos. Pero si algo destacaríamos en Redes son sus impresionantes vegas aisladas por contrafuertes montañosos, sus desfiladeros y sus formaciones boscosas en las que predomina el haya y el roble albar.
El Parque Natural de Las Ubiñas-La Mesa, ubicado en la zona meridional y central de Asturias, cuenta con una incalculable riqueza natural y cultural. Comprende un territorio de montaña con relieve de pronunciados contrastes, del que se alza, cerca del límite con tierras leonesas, el macizo de Peña Ubiña, la segunda montaña más alta de la región tras los Picos de Europa, con altitudes superiores a los 2.400 metros. Situado en el sector más meridional y central de Asturias, el parque integra los terrenos de los concejos de Lena, Quirós y Teverga incluidos en la Reserva Regional de Caza de Somiedo.
La Reserva Natural Integral de Muniellos, enclavada dentro del Parque Natural de las Fuentes del Narcea y del Ibias. Muniellos es un territorio muy poco poblado, con una de las densidades demográficas más bajas de Asturias. Sus tres valles: Muniellos, La Viliella y Valdebois constituyen el mayor robledal de España y uno de los mejor conservados de Europa. Siempre cambiante, es ejemplo claro del paraíso asturiano en todas las épocas del año. Robles de distintas especies y de hasta seis metros de diámetro, hayedos y abedules que se ven salpicados por la continua presencia de acebos y tejos, reyes perennes del otoño de Muniellos. La ascensión a sus lagunas conforman uno de los recorridos de máximo interés entre los amantes del senderismo.
Comarca Oscos-Eo, donde el río Eo tiene aquí un gran protagonismo, creador de paisaje y articulador de territorio. Un territorio de playas, acantilados, bosques y una enorme riqueza etnográfica, un paisaje que ha sufrido a lo largo de los siglos las consecuencias del aislamiento secular, pero que ha sido capaz de aprovecharse de la oportunidad de desarrollar proyectos de sostenibilidad y turismo rural en los que prima la conservación del patrimonio.
Asturias, de Reserva de la Biosfera en Reserva de la Biosfera, puede ser una magnífica opción para un descanso vacacional, y aprovechando las visitas a esta desbordante naturaleza, podemos practicar decenas de actividades al aire libre: Descensos en canoa, rutas a caballo o en BTT, espeleología, descenso de barrancos o senderismo, siendo éstas solo alguna de las maneras de sumergirse en el Paraíso.
¿A qué esperas para descubrir este paraíso terrenal? Consulta nuestros vuelos aquí.
Texto e imágenes de Turismo Asturias
20 de mayo, 2015