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Nos vamos 5 días de road trip por la Selva Negra (Alemania)

Itinerario para descubrir la Selva Negra en 5 días en coche. ¡Nos vamos de road trip por esta maravillosa zona de Alemania!

La Selva Negra se encuentra en el estado de Baden-Wurtemberg y es la cordillera más grande de Alemania. Allí os esperan paisajes de intensa vegetación, bosques tan densos que parecen de color negro (de aquí su nombre), lagos, tradiciones, folklore, especialidades gastronómicas muy ricas y pueblos de cuento. Un destino digno de postal en el que se respira calma.

¿Cómo llegar a la Selva Negra?

Lo ideal para descubrir la Selva Negra es aterrizar en el aeropuerto de Basilea o en el aeropuerto de Stuttgart, alquilar un coche y recorrer sus hotspots en un road trip con paradas estratégicas.

Idea de itinerario por la Selva Negra

Aquí van nuestras recomendaciones para un viaje de 5 días en modo tranqui por la Selva Negra.

Día 1: Fribourg-en-Brisgau

Es muy fácil llegar en coche a Friburgo, tanto desde el aeropuerto de Basilea como desde Stugart. Para una primera impresión, sube al Monte del Palacio Schlossberg en coche (hay un parking) o, aun mejor, coge el cremallera Schlossbergbahn que sale del parque municipal de Friburgo. Al llegar, tras 10 minutos de caminata en el bosque, llegas al castillo, subes las 280 escalinatas de su torre y tendrás una vista panorámica Friburgo, una perspectiva ideal de la catedral Münster y de los valles y colinas de Selva Negra. ¡Vaya cuadro! Si tienes algo de presupuesto, al lado del castillo se encuentra un restaurante emblemático de la ciudad, el Dattler, donde degustar una cocina local refinada con una vista preciosa.

Al bajar de vuelta a la ciudad, te esperan unas visitas imprescindibles. ¿Sabías que Friburgo es una ciudad pionera en la sostenibilidad? Un tema apasionante que se materializa cuando se visita en el centro de la ciudad la Green City, un barrio ecológico. Por lo demás, aconsejamos callejear. Esta ciudad de tamaño humano es ideal para disfrutar con calma de su ambiente relajado con sus riachuelos que recorren calles pavimentadas y edificios de fachadas clásicas.

En la plaza de la catedral, un mercado de productos locales permite descubrir la gastronomía local a precios muy económicos, y traer algún que otro souvenir foodie. Siempre es bien.

Día 2: Tras la visita urbana… ¡toca disfrutar de la naturaleza!

Pilla tu coche y vete a la estación deSchauinslandbahn, donde está el telecabina del Schauinsland. En tan solo 10 minutos te dejará en la cima. Allí puedes dedicar media mañana a pasear por los bosques frondosos, haciendo un pícnic mientras disfrutas de las vistas al valle del Rin.

Por la tarde, pon rumbo en coche al lago Titisee, planazo para familias, parejas o entre amigos. Es el lago natural más grande de la Selva Negra y ofrece muchas actividades acuáticas para pasarlo en grande (paddle surf, canoa, paseo en barco…). El pueblo homónimo es bonito, pequeño y pensado para estancias de ocio. Al atardecer, nada como observar la puesta de sol rojiza que se refleja en el lago.

Día 3: Conocer la artesanía local y darse un homenaje foodie

Hoy planazo de lo más original. Toca visita al Museo del Reloj Alemán. Es el más antiguo de Alemania, con más de 170 años de historia. Vale la pena hacer la visita guiada que enseña los sistemas de medición del tiempo desde la Edad de Piedra hasta la actualidad. También porque la Selva Negra es cuna de los relojes cuco, con sus diseño y canto emblemáticos. Aunque siempre se debate si estos relojes son de invención suiza (muy cerca) o alemana, no hay duda de su larga tradición por la zona. ¡En 1840 ya había más de 1.000 creadores de cuco en la Selva Negra!

Y tras un poco de cultura… toca poner manos a la obra: puedes apuntarte a un taller de confección de cuco y llevarte tu propia creación de recuerdo. Mola, ¿verdad?

A la hora de la comida, os aconsejamos reservar mesa en una terraza frente al lago Titisee, para disfrutar un poco más de su plácida y bucólica atmósfera y belleza. En plan elegante, recomendamos la terraza del Treschers Schwarzwald Hotel y, para algo más relajado y accesible, el kuckucksstube lo peta.

Después de comer, coge el coche y sube a 1.192 metros de altitud, al Hochfirst, uno de los picos más altos de la Selva Negra. Allí encontrarás una torre de observación, construida en 1890, que se halla en un edificio catalogado desde 1989 y es un punto culminante para los visitantes de la Selva Negra. Por la zona hay numerosas rutas de senderismo a lo largo del impresionante paisaje montañoso. ¡Date un paseo!

Y, a media tarde, no te pierdas la hora de la merienda, sagrada por estas tierras y conocida como el KaffeeundKuchen (café y pastel). Concretamente, prueba el Selva Negra, un pastel con chocolate, nata montada, cerezas y licor de cereza, conocido como kirsch, típico de la zona. La tarta del Hotel restaurante Alemannenhof es lo más.

Día 4: Bad Dürrheim, Baiersbronn y más excursiones

Rumbo a más de 700 metros de altitud, alberga la preciosa cuidad de Bad Dürrheim. Conocida por la calidad de su agua salada, es una reputada estación termal. De hecho, aquí se encuentra el parque Solemar, 12.000 m2 de equipamientos para el bienestar: piscinas termales, saunas naturales… Hay de todo, y se le puede dedicar una media jornada larga.

Al mediodía, vale la pena pararse a comer a la cabaña Sattelei: un establecimiento encantador y tradicional de montaña donde reina la calma y donde convergen los excursionistas. Aquí se comen platos típicos de la región, ricos en calorías para recargar pilas tras el esfuerzo: charcutería, queso, salchichas… están en el menú.

Por la tarde, en la ciudad cercana de Narrenschop, está el Museo del Carnaval (una tradición importantísima en Alemania), el Fastnachtsmuseum Narrenschopf. De visita imprescindible, expone cerca de 300 disfraces propios de la tradición carnavalesca local germánica. Una visita interesante para entender su valor, sobre todo desde que en 2014 fue nombrado como Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO.

Día 5: Día de trekking y senderismo en el parque natural de la Selva Negra

Quizá la mayor sorpresa de la Selva Negra. Es el mayor parque natural de Alemania y está situado en el triángulo fronterizo de Alemania, Francia y Suiza. Es característica la alternancia de paisaje abierto y bosque denso con granjas y pueblos dispersos. A lo largo de todas las estaciones, el Parque Natural de la Selva Negra ofrece bellas vistas y una inmersión total en una frondosa vegetación a lo largo de numerosos senderos.

Ideal, pues, para hacer trekking, sea cual sea tu nivel. Además, hay recorridos preparados para tener más sensación de aventura como escaleras, pasarelas o torres de observación.

Ya lo habrás pillado. En la Selva Negra, la naturaleza y la tranquilidad son omnipresentes. También una gastronomía rica y variada y una tradición folclórica digna de descubrir. Así que no cabe duda de que es un planazo de viaje.

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