No solo la ciudad de Murcia es un bonito enclave de callejuelas empedradas con encanto a raudales y numerosos restaurantitos con encanto y bares donde saborear la mejor gastronomía, sino que sus costas son un paraíso para aquellos viajeros que sueñan con cambiar de escenario a cada paso.
Murcia nos permite pasar en un plis plas del bullicio de las playas urbanas más animadas a la paz de una cala nudista que parece salida de otro planeta. O disfrutar de un atardecer casi a solas en chanclas y bañador y al día siguiente optar por un sofisticado cóctel en algún local de moda con vistas al mar. Además de un clima envidiable y una gente majísima, la costa murciana tiene todo lo que necesitamos para una escapada inolvidable. Y todo a golpe de Vueling.
La Manga

Casi 24 kilómetros de playas inmaculadas de arenas blancas y aguas cristalinas, entre el Cabo de Palos y la Punta del Mojón, nos harán plantearnos cómo es posible que no hayamos ido al que es, probablemente, uno de los rincones más bonitos de toda la costa mediterránea. Enclave turístico por excelencia en la Región de Murcia, este tramo está cortado por canales naturales que mantienen el contacto entre la laguna salada del Mar Menor y el Mediterráneo: un espectáculo natural de excepción, cuidado y, como ocurre con casi todos los lugares hermosos, también muy frecuentando, especialmente cuando llega el buen tiempo.
La Ciudad Encantada

Este monumento geológico muy representativo de la costa murciana se encuentra en Bolnuevo y son unas gredas arenosas de color amarillento que forman un curioso paisaje natural conocido como La Ciudad Encantada. Ya que estamos en Bolnuevo no podemos dejar de visitar sus 9 kilómetros de calas vírgenes, algunas de ellas nudistas y de difícil acceso. Si somos amantes del senderismo nada mejor que tomar una de las rutas que nos conducen a algunas de ellas, ya sea paseando a pie o en bicicleta, para acabar el periplo con un baño refrescante rodeados de acantilados.
Calblanque

Integrada en el Espacio Natural Protegido del Parque de Calblanque, esta playa es ideal para un baño tranquilo a cualquier hora en un enclave de aspecto desértico y salvaje. Por aquí caminaremos entre dunas hasta llegar a una playa surfera, nos cruzaremos con tortugas y gaviotas, nos entregaremos al buceo en rincones como la Playa Parreño o disfrutaremos de las vistas en miradores como el de Punta Negra o Las Aves. si llegamos a las salinas del Rassall es probable que nos crucemos con algún flamenco.
Espacio Natural de las Cuatro Calas

La Carolina, Calarreona, La Higuerica y Los Cocedores son las llamadas Cuatro Calas de la población de Águilas, un reducto protegido de 173 hectáreas que forma un curioso paisaje lunar con playas de ensueño de arenas limpias y sedosas. La mejor opción para recorrer este paisaje inclasificable, donde divisaremos aves marinas y contemplaremos estructuras geológicas imposibles, es realizar un itinerario circular que parte de Calarreona y dura unas dos horas y media. Imprescindible.
Calas de Calnegre
Entre Mazarrón y Águilas encontramos las Puntas de Calnegre, una localidad que cuenta con varias calas que harán las delicias de aquellos visitantes que buscan autenticidad. La de Calnegre es hermosísima, salvaje y virgen a partes iguales, imponente cuando hay oleaje, aunque tampoco podemos dejar de visitar Baño de Mujeres, rodeada de acantilados, tranquila y agradable, perfecta para un baño al final del día.
Cabo de Palos

No podemos visitar Murcia sin desplazarnos hasta el cabo de Palos y fotografiar desde mil ángulos diferentes el paisaje de barquitas de colores con el imponente faro de fondo, al que luego podremos subir para disfrutar de las vistas –y las sensaciones– desde lo alto. Es el lugar ideal si somos fans del buceo, pues esta zona cuenta con algunas de las mejores vistas submarinas de toda la Península.
Teatro Romano de Cartagena

No todo van a ser playas y paradas en enclaves paradisíacos con el mar de fondo y el faro del Cabo de Palos a lo lejos. Cartagena es un buen lugar para pernoctar entre playa y playa, calzarnos unas buenas botas y disponernos a descubrir la gran cantidad de atractivos culturales y arquitectónicos que encierra. El Teatro Romano, muy bien conservado, es, sin duda, uno de los imprescindibles, aunque también son parada obligatoria el Museo Arqueológico o la Muralla Púnica.
La Azohía
Este pequeño pueblecito pesquero con playas tranquilas ubicado en pleno Golfo de Mazarrón pertenece al municipio de Cartagena y tiene numerosos atractivos que bien merecen una visita: desde sus restaurantes con pescados frescos a la hermosa bahía, la Torre de Santa Elea o la cercana Batería de Castillitos, una fortificación de soporte de artillería costera situada en el cabo Tiñoso declarada Bien de Interés Cultural.
Ya tenemos la ruta, así que solo nos queda reservar los billetes, desempolvar el bañador y las chanclas y coger un Vueling que nos lleve de ruta por Murcia. ¡Buen viaje!