Traer un detallito de tus viajes para tu gente es casi obligatorio, tanto da si te vas un fin de semana como un mes entero. Pues ya que tienes que cargar con él, al menos que valga la pena.
La buena noticia es que España es un gran destino si te gustan los souvenirs gastronómicos. La mala es que lo vas a tener difícil, porque hay muchísimas cosas que no se comen y que también son perfectas para llevar de recuerdo. ¿No serás de los que regresan a casa con la maleta cargada de imanes, tazas y camisetas de equipos de fútbol? Pues toca renovarse o morir, en la vida en general y en materia de souvenirs en particular. Dinos a qué lugar de España te diriges y te diremos qué puedes comprar para dejar boquiabiertos a tus seres queridos.
Vade retro, sombrero mexicano: los souvenirs autóctonos han ganado la batalla.
Aceite de oliva (que sea virgen extra, por favor)
España es país de aceite de oliva y en cualquier rincón vas a encontrar botellitas en todos los formatos y para todos los gustos. Podrás elegir el aceite perfecto para tus seres queridos, ya que los hay de diferentes variedades en función de la intensidad, untuosidad y sabores gracias a variedades como la arbequina, hojiblanca o picual. Andalucía, Castilla La Mancha y Extremadura son las principales productoras, pero lo encontrarás en todo el territorio. Hay packs monísimos: ¡hazte con el tuyo!
Cerámica, de Sevilla a Lugo pasando por Girona
Hay pueblos en España ideales para comprar cerámica. Te llevarás piezas únicas, auténticas, con un inconfundible sello de identidad, que quedan de cine en cualquier espacio. Desde las hermosas piezas de Sargadelos (en Cervo, Lugo) hasta la popular cerámica de Níjar (en Almería): ¿quién da más? En La Bisbal de l’Empordà (Girona) nos volveremos locos con su despliegue de cerámica de todo tipo, igual que en Talavera de la Reina (Toledo), con su imprescindible Centro Cerámico como centro neurálgico. Si te gustan las piezas clásicas (de esas que imaginas vistiendo los salones de los palacios), es obligatorio acercarse a Sevilla y adquirir una de las típicas cerámicas de La Cartuja, con su característico motivo de la flor de lis. ¡Mejor que te pille con la maleta vacía porque las piezas son irresistibles!
Ropa ibicenca, elegancia y confort
Pantalones de lino blancos, camisas holgadas, vestidos largos, comodísimas alpargatas de colores, faldas con flecos y otras prendas de tejidos finos y agradables para ir hechos un figurín. Frente a los clásicos imanes y tazas, la ropa ibicenca es un regalo ganador para todos aquellos que creen que la elegancia no tiene por qué estar reñida con la comodidad. Ibiza está llena de puestecillos y tiendas donde reinan estas piezas veraniegas comodísimas, que valen tanto para pasar el día en la playa como para una cena informal. También las encontrarás en el resto de Baleares.
Cosmética canaria, más natural imposible
Si viajas a las islas Canarias lo más probable es que te acabes llevando un buen mojo para aderezar platos, algún vino de Lanzarote, un señor queso de la zona y muchas otras delicias gastronómicas. Pero no puedes olvidar visitar sus puestecillos de cosmética artesana, que encontramos en todas las islas, donde adquirir cremas y otros productos elaborados con aloe vera. Esta planta milagrosa que crece en Canarias es la protagonista de numerosos cosméticos, que se pueden combinar con su característica cosmética elaborada con ceniza volcánica. Un regalo práctico y original para tener una piel como los ángeles.
Jamón ibérico (o no), ¿quién se resiste?
Antes de comprar un paquetito de jamón ibérico que enloquecerá al más pintado conviene saber algunas cosas para que no nos den gato por liebre. En España hay cuatro denominaciones de origen de jamón ibérico: Jabugo (Huelva), Guijuelo (Salamanca), Dehesa de Extremadura y Los Pedroches (Córdoba). Esto significa que si estamos por estas zonas encontraremos buenos jamones procedentes de cerdos ibéricos en casi cualquier lugar, de manera que estamos salvados. El de Teruel, por su parte, no es ibérico y pese a jugar en otra liga también está de lujo.
Pero el jamón no es el único embutido que arrasa en España. En León, cecinas y chorizos son los reyes de las maletas de los viajeros. También es famoso el chorizo riojano, así como la chistorra navarra y el chorizo asturiano que da vidilla a las fabadas. Si andas por las Baleares, que caiga una sobrasada. No fallan.
¿Eres de manta o de alfombra?
Si tienes unas ganas locas de sorprender a tus seres queridos, ya puedes comprar una bonita manta de Ezcaray en La Rioja, deliciosas prendas de mohair que se elaboran desde 1930. También tienen bufandas y bolsos que son una preciosidad. Si vas a Alicante, no desaproveches la ocasión de visitar Crevillente y hacerte con una de sus emblemáticas alfombras. Si encima te pasas por esta localidad coincidiendo con la Feria de la Alfombra, vete haciendo hueco en la maleta: ¡son irresistibles!
Juegos de té y otras exquisiteces árabes/strong>
No hace falta pasearse por un zoco marroquí para llegar a casa con un bonito juego de té, unas cómodas alpargatas de piel, una lámpara o cualquier otro regalito que nos remita a la cultura árabe. Basta con visitar ciudades como Granada o Córdoba para encontrar numerosas tiendas repletas de objetos recién llegados de Marruecos, desde cerámicas y mosaicos hasta las bonitas cajitas árabes. Arrebatadoras.
Turrones y mazapanes y otras exquisiteces
Llevar de regalo un dulce típico siempre es un caballo ganador que triunfa entre los más golosos. A las clásicas ensaimadas de Mallorca (de Baleares en general), podemos añadir las tartas de Santiago si viajamos no solo a Santiago de Compostela (donde las hay a patadas), sino a Galicia en general. ¿Vas a Cantabria? Acércate a Unquera y hazte con una caja de corbatas para los mejores desayunos, aunque también tienen unos sobaos pasiegos de auténtico lujo. Si la vida te lleva a Alicante, sal de allí con unos turrones bajo el brazo, y si vas a Astorga y alrededores no puedes irte sin sus archiconocidos mantecados de miel.