Las tres niñas bonitas de Flandes
09 de octubre, 2015
En un viaje que se precie a Bélgica, además de la capital, Bruselas, no puede faltar una visita a estas tres hermosas ciudades, cada una de ellas con una buena colección de encantos y singularidades.
Amberes, la ciudad de los diamantes, con el permiso de Rubens
Amberes (Antwerpen en neerlandés) es la ciudad más grande de Flandes. Está situada a orillas del río Escalda, que ha jugado un papel clave en el desarrollo de esta ciudad. En él se encuentra uno de los puertos más importantes de Europa, que cuenta con unos cincuenta kilómetros de muelles.
Otro factor relevante en el desarrollo económico de Amberes es la presencia de una de las comunidades judías más importantes de Europa, que son los que se han encargado de la creación de una de las industrias del diamante más importantes del mundo, llegando a mover un 85% de la producción de diamantes en bruto. No en vano es conocida como la “Capital Mundial de los Diamantes”. Así que no dudéis en visitar sus numerosos comercios y talleres especializados en el tema, todos ellos ubicados en los alrededores de la Estación Central. Los que queráis saber más sobre estos preciados minerales podéis visitar el Museo del Diamante.
Pero Amberes también tiene otras “piedras preciosas” por la que merece la pena visitarla. La Grote Markt (Plaza Mayor), enmarcada por preciosos edificios gremiales de estilo renacentista, de entre los que sobresale el Ayuntamiento, es un espacio de imprescindible visita. En el centro destaca la presencia de la estatua-fuente dedicada a Silvius Brabo, el héroe que fundó la ciudad tras vencer al tirano Antigón, o al menos eso es lo que dice la leyenda. Tampoco hay que perderse la visita a la Catedral, en cuyo interior se pueden ver varias obras de Rubens. Precisamente este último es otro de los protagonistas de la ciudad, ya que residió en ella durante muchos años, y del que se pueden ver obras además de en la Catedral, en el Museo de Bellas Artes y en la Casa de Rubens.
Otros espacios de interés son el Museo Plantin-Moretus, que cuenta con antiguas máquinas de impresión consideradas Patrimonio de la Humanidad, y el Castillo de Steen, uno de los edificios más antiguos de Amberes.
Gante y las aventuras de su “Cordero Místico”
Gante (Gent en neerlandés) está situada en el cruce de los ríos Lys y Escalda. Precisamente sus aguas son protagonistas absolutas de la ciudad, contando con una importante red de canales que os recomendamos que recorráis en barca. Tampoco olvidéis hacer una visita a los muelles del puerto viejo, el Graslei (muelle de las herboristas) y el Korenlei (muelle del trigo), con sus bellas hileras de casas de diferentes estilos y épocas.
Entre sus monumentos sobresale el Gravensteen o Castillo de los Condes de Flandes, que fue construido en el S. XIII, y que se encuentra situado en el centro de la ciudad. Tocando con este castillo se encuentra el barrio Patershol, uno de los más antiguos de la ciudad, que conserva gran parte de su encanto, y que cuenta con una gran oferta de restaurantes donde darse un placer gastronómico. Continuando con los monumentos de la ciudad, destacan el Ayuntamiento,la torre Belfort y la Korenmarkt.
Y cómo no, hay que visitar la Catedral de San Bavón,en cuyo interior se encuentra uno de los principales protagonistas de Amberes, el políptico de "La Adoración del Cordero Místico", pintado por Jan Van Eyck en 1432. Además de ser una obra maestra cargada de simbología, es una de las piezas artísticas que más veces ha sido robada en la historia, además de haber sido troceada, censurada, vendida, falsificada y haber recorrido varios países. Casi es un milagro que la podamos ver hoy en día.
Brujas, la Venecia del Norte
Brujas (Brugge en neerlandés) es la más pequeña de las tres ciudades, pero sin duda alguna es la más bella y más popular entre los turistas. Su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad, y que conserva gran parte de la esencia de su pasado medieval, es su principal atractivo. En él destacan la Grote Markt (plaza Mayor), la espectacular Torre del Campanario o Belfort, desde la que se pueden obtener buenas vistas de la ciudad, la basílica de la Sagrada Sangre, y la iglesia de Nuestra Señora.
Tampoco debemos olvidar la importancia de sus canales, motivo por el cual se la suele denominar la Venecia del Norte. Os recomendamos que deis un paseo en barca por sus canales y disfrutéis de la perspectiva que desde ellos se tiene de la ciudad, realmente merece la pena.
Para aquellos que queráis tomar un respiro, podéis hacer un plan tan curioso como visitar el Museo de la Patata Frita, donde conocer más a fondo la historia de una de las especialidades gastronómicas del país.
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Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Alan Stanton, Mikel Santamaria, Carlos Andrés Reyes, ADTeasdale , Jiuguang Wang, Ed Webster
09 de octubre, 2015