Las traboules los pasadizos secretos más populares de Lyon
28 de agosto, 2015
Lyon cuenta con una gran extensión de la ciudad (más de 400 hectáreas) que desde 1998 forma parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco. Dentro de este espacio se encuentran el Vieux Lyon, barrio medieval y renacentista situado a orillas del Saona, la Croix-Rousse, del que destaca su pasado como centro de la industria de la seda, la colina de Fourvière y la Presqu'île, actual centro de la ciudad.
Una forma alternativa de recorrer parte de todo este conjunto protegido es a través de los traboules, que son unos pasajes que atraviesan los patios internos de los edificios, permitiendo pasar de una calle a la otra de una forma más rápida. El origen de la palabra traboule, según el historiador Amable Audin, estaría en el término “trans-ambulare” (caminar a través), procedente del latín. Esta particularidad arquitectónica, además de en Lyon, se puede ver en las siguientes poblaciones francesas: Villefranche-sur-Saône, Mâcon, Chambéry, Saint-Étienne y en Louhans.
Su origen estaría en el siglo IV, y se habrían creado para facilitar el transporte de agua desde la orilla del río Saona hasta la zona a la zona alta del antiguo Lyon. En la actualidad apenas se conservan restos de esta época. Un buen número de los traboules que se pueden ver en nuestros días son del periodo renacentista renacentista, principalmente los que se encuentran en el Vieux Lyon. Aunque es el siglo XIX la época de mayor expansión de este concepto constructivo, consecuencia de la presencia de la industria de la seda en la ciudad. Los tejedores de la seda, instalados en su gran mayoría en la Croix-Rousse, empleaban estos atajos para transportar los tejidos hasta la zona baja de la ciudad, que es donde se encontraban los comerciantes de telas.
Pasajes llenos de historia
Los traboules han sido testigos privilegiados, y en parte protagonistas, de alguno de los momentos más relevantes de la historia de la ciudad que los alberga. En ellos se vivió una de las primeras revueltas vinculadas con la reivindicación de los derechos laborales y sociales, la revuelta de los canuts. En 1831, las duras condiciones con las que tenía que trabajar los tejedores de la seda (canuts en francés) acabaron provocando una revuelta considerada uno de los primeros levantamientos de trabajadores de la historia. Los canuts ocuparon Lyon al grito de “Vivir libre trabajando, o morir combatiendo”. A este levantamiento le siguieron dos más en 1834 y en 1848, todos ellos violentamente reprimidos.
Este laberíntico entramado de pasajes también jugó un importante papel durante la Segunda Guerra Mundial, ya que la resistencia francesa los empleó para huir de los nazis.
Planeando la visita
En Lyon hay cerca de unos 500 traboules, situados en su mayoría en el Vieux Lyon (215 patios y traboules), la Croix-Rousse (163 patios y traboules) y de la Presqu'île (130 patios y traboules). Que se puedan visitar hay unos 400, en la siguiente web podéis consultar el mapa con indicaciones y fotos, e incluso os podéis descargar una aplicación para orientaros en este laberinto (está en inglés y francés). En la oficina de turismo también os proporcionan planos en los que aparecen indicados los más destacados. En la mayor parte de los casos en las puertas de las casas está señalado si hay un acceso a un traboule, y en alguna que otra ocasión deberéis llamar al timbre para poder acceder. Como atraviesan los patios interiores de las casas, tendréis que ser respetuosos e intentar no hacer ruido para no molestar al vecindario. Lo más recomendable es visitarlos por la mañana ya que por la noche casi todos permanecen cerrados. Preparaos para descubrir un mundo lleno de espacios asombrosos, con escaleras sorprendentes como la de Cours des Voraces, patios renacentistas y bellos rincones. ¡La aventura está servida!
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Texto de ISABELYLUIS Comunicación
Imágenes de Pierre Guinoiseau, clr_flickr, Guillaume Baviere
28 de agosto, 2015