Volcanes, senderismo, playas, piscinas naturales, cultura, pueblecitos y buenas vibraciones. Así es La Palma, una isla siempre Bonita, perfecta para visitar en otoño.
La Palma es uno de nuestros destinos favoritos para otoño. Temperaturas agradables (que incluso invitan al chapuzón), una naturaleza espectacular y sus atractivos culturales y arquitectónicos hacen de La Palma el lugar ideal para una escapada muy completa. Si a esto le añadimos la energía positiva que transmite la isla, que te recibe siempre con los brazos abiertos, ya tienes en tus manos un combo ganador.
¿Que por qué la llaman La Isla Bonita? ¡Lo entenderás nada más pisarla!
1. El Tajogaite y otros volcanes
La Palma es tierra de volcanes. Una buena manera de descubrirlos es hacer la Ruta de los Volcanes, que va del centro al sur de la isla y te llevará por una serie de paisajes inolvidables, al tiempo lunares y futuristas. No te pierdas el Tajogaite, el volcán nacido tras la erupción que tuvo lugar en el Parque Natural de Cumbre Vieja, que se encuentra en el municipio de El Paso. Fue en septiembre de 2021, marcando una nueva página en la historia de la isla y llenando de emoción, todavía a día de hoy, a los isleños cuando miran hacia él o recuerdan esos 3 meses de erupción. La visita a este volcán solo se puede hacer en grupo, organizada por alguna de las empresas autorizadas para ello. No olvides contratarla con tiempo.
2. Los mejores miradores
Después de visitar el volcán, es recomendable acercarse al municipio de El Paso e ir hasta el mirador del barrio de Tacande. Pero hay otros miradores desde los que también se observa bien el volcán: la iglesia de Tajuya en El Paso, el Mirador del Castillo de la Virgen, el puerto del Tazacorte y el Mirador de El Time (este último un poco más alejado). El otoño es una buena época para visitarlos, gracias a las temperaturas agradables y al espectáculo de tonalidades de la naturaleza que los rodea.
3. Playas de ensueño
Las playas de La Palma son perfectas para un chapuzón a cualquier hora o, simplemente, para acercarse al final del día a contagiarse de su ambiente de paz y buenas vibras. Puerto Naos es perfecta para pasar el día, mientras que Los Cancajos, con su arena negra, es una playa recogida y bucólica ideal si te gusta bucear. La Playa de Tazacorte es una de las más populares, con sus edificios pintorescos y una buena oferta de restauración. La Playa del Faro, en Fuencaliente, al sur de la isla, es un lugar privilegiado y accesible con dos faros 100% instagrameables. Son solo algunos ejemplos de la cantidad de playas que hay en La Palma, desde las más urbanas y concurridas hasta las pequeñas calas de ensueño. ¿Con cuál te quedas?
4. Piscinas naturales
Uno de los grandes atractivos de La Palma son sus piscinas naturales, creadas por capricho de la geología en algunos de los lugares más bonitos de la isla. Las de La Fajana o el Charco Azul son dos de las más emblemáticas y visitarlas en otoño, cuando las temperaturas acompañan pero se respira la calma típica de esta época del año, no tiene precio.
5. Pueblecitos pintorescos
Pese a que las playas y la naturaleza de La Palma te estén llamando por tu nombre a cada minuto, hay que dedicar tiempo a visitar los pueblecitos de cuento que se reparten por toda la isla. Vas a alucinar paseando entre las casas de los siglos XVI y XVII de Tazacorte, o perdiéndote por el casco antiguo de Los Llanos de Aridane, con sus pintorescas casitas. ¡Prepara la cámara porque la panorámica es increíble! Por último, no olvides incluir en tu visita al Porís de Candelaria, un pueblecito enclavado en una roca a pie de mar. Un sendero desde el mismo pueblo te lleva hasta allí, mientras que para regresar puedes reservar previamente un taxi que recorra la sinuosa y estrecha carretera. Una vez de vuelta al pueblo de Tijarafe, disfruta paseando por su pequeño pero coqueto casco histórico y visita su original iglesia. El Tablado, Juan Adalid, Franceses o Gallegos son otros buenos ejemplos de rincones palmeros en los que tendrás la sensación de que el tiempo no ha pasado.
6. El Roque de los Muchachos
Uno de los rincones más visitados de La Palma es el Roque de los Muchachos, el punto más alto de la isla con más de 2.400 metros de altitud. A sus pies encontrarás una caldera volcánica gigantesca cubierta de árboles (cuidado si sufres de vértigo): es el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. Si miras hacia arriba, verás uno de los cielos más bonitos de Canarias. El Roque de los Muchachos es ideal para la observación astronómica, un lugar que atrae a científicos del mundo entero para desvelar los misterios del universo en alguno de los telescopios del Observatorio Astrofísico del Roque de Los Muchachos (ORM), uno de los mejores del mundo. Si bien no se puede acceder a la zona del Roque de los Muchachos a partir de cierta hora por ser zona de trabajo para los científicos, sí se puede permanecer a lo largo de la carretera LP 4, que recorre la parte más alta de la isla, para poder disfrutar de un cielo nocturno sin igual.
7. La Caldera de Taburiente
La Caldera de Taburiente, en el Parque Nacional de la isla de La Palma, es un inmenso cráter situado en el centro de la isla. Sin duda, uno de sus principales atractivos. Te sentirás pequeño/a cuando veas este circo de 8 km de diámetro con aspecto de caldera (de ahí su peculiar nombre), un paisaje escarpado con casi 2.000 metros de desnivel y una red de arroyos y torrentes espectacular. En función de las ganas que tengas de caminar, hay diferentes rutas (algunas circulares) para acceder. No olvides dejar tiempo para subir al Mirador de la Cumbrecita, uno de los lugares más bonitos del Parque Nacional de la Caldera de Taburiente.
8. Senderismo para todos los públicos
Tanto senderistas experimentados como menos entrenados van a disfrutar de lo lindo paseando por la isla. Cuando te encuentres allí, ante esa naturaleza exuberante y esplendorosa, amarás los contrastes de una isla que a ratos es tropical, a otros volcánica, a veces escarpada y rocosa... ¡Muchas La Palma en una! Y lo mejor de todo, con un sendero para cada gusto y cada condición física. Ya tardas en descubrir cuál es el tuyo.
9. La capital: Santa Cruz de La Palma
Imprescindible perderse entre las casitas de colores de la capital, Santa Cruz de la Palma, y sus balcones repletos de flores. La ciudad cuenta, además, con edificios de interés cultural como el Museo Insular, con una buena colección de arte. Pero la capital, declarada Bien de Interés Cultural, categoría Conjunto histórico, resalta por su gran cantidad de bonitos edificios repletos de historia y por sus preciosas y encantadoras calles. La plaza de España es uno de los puntos más animados, con su arquitectura tradicional canaria y su ambiente local a todas horas del día. No olvides subir al Mirador de la Concepción y contemplar la ciudad desde las alturas. ¡En otoño está preciosa!
Aprovecha para vivir la emoción que se siente ya en las calles de La Palma ante la próxima edición de la Bajada de la Virgen de las Nieves, del 29 de junio al 14 de julio de 2025. Y es que una fiesta que solo se celebra cada 5 años... ¡debe ser algo muy grande!
10. El mejor regalo para tu estómago y tu paladar
Amantes de la buena mesa, ya tardáis en volar a La Palma y empezar a disfrutar de una oferta gastronómica suculenta y variada, donde los pescados fresquísimos acompañados de unas buenas papas con mojo son los protagonistas. Pero eso no es todo. Tienen también unos quesos espectaculares, ideales para pedir como entrantes, joyas como el queso asado con mojo (el queso palmero tiene Denominación de origen), una buena carne de vaca palmera, almendras, miel y una larga lista de delicias que te harán salivar. Si encima ocupas mesa en uno de sus numerosos restaurantes con vistas al mar mientras disfrutas de un buen vino palmero (también con Denominación de origen) , ¡el placer está servido!
Y es que La Palma, siempre Bonita, lo tiene todo para alegrarte el otoño. ¿Vuelas?
