Senderismo, playas con encanto, cultura, gastronomía, pueblecitos de cuento, piscinas naturales y un clima primaveral todo el año. ¡Bienvenidos al invierno en Gran Canaria!
Es envidiable, sí, todos lo querríamos para nosotros, pero el clima de Gran Canaria no es ni mucho menos lo mejor de una isla con encanto a raudales. Lo sabe cualquiera que se haya plantado en algún momento del duro invierno en este rincón paradisíaco en el que disfrutar de diciembre en mangas de camisa y, quién sabe, empezando el día con un buen chapuzón en alguna playa recóndita o en una piscina natural.
En Gran Canaria podremos practicar deportes acuáticos y de montaña, recorrer la isla en bici, adentrarnos en bosques de cuento y contemplar acantilados inimaginables. Podremos también comer de lujo con vistas al Atlántico y recorrer pueblecitos de colores para descubrir su artesanía, dejándonos seducir por ese talante afable y tranquilo que se respira siempre en esta isla. Porque tiene un gran clima, sí, pero también muchos otros encantos que hacen de Gran Canaria un gran destino para una grandísima escapada de invierno.
1. Un paraíso natural: dunas, un parque natural, un bosque y más
Uno de los principales atractivos turísticos de Gran Canaria –y cuando estemos allí entenderemos por qué– son las hermosas Dunas de Maspalomas. Este paisaje desértico consiste en una sucesión de onduladas y envolventes dunas capaces de dejar sin aliento incluso al más insensible. Imprescindible acabar con un chapuzón en sus cristalinas aguas. Pero la cosa no acaba aquí: otro de los puntos más visitados de la isla es el emblemático Roque Nublo, un monolito situado en el municipio de Tejeda al que se accede a través de un sendero sencillo y que recomendamos visitar al atardecer, con su despliegue de colores sobre el cielo canario.
Por otro lado, las 7.500 hectáreas del Parque Natural de Tamadaba, incluidas por la UNESCO en la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, son un despliegue de bosques de pino canario, vertiginosos acantilados, barrancos y rincones de cuento de hadas. Los amantes del senderismo también se volverán locos en el sendero de los Tilos de Moya, lo más parecido a caminar por un bosque encantado repleto de recovecos al que se accede mediante un recorrido singular muy accesible. Si nos gustan los retos y no concebimos unas vacaciones sin patear nuestro destino, también podremos escoger rutas más largas y complejas. Por último, siempre que no tengamos vértigo, debemos subir las escaleras que encontramos en el sendero del Álamo, en Teror.
2. Vida urbana: de Las Palmas de Gran Canaria a Puerto de Mogán y Agaete
Lo mejor para descubrir Gran Canaria es alquilar un coche y recorrer sus rincones sin prisas. Conviene dedicar una mañana a pasear sin rumbo por Las Palmas de Gran Canaria y contagiarse de su inconfundible Flow; en el barrio de Vegueta visitar la catedral de Santa Ana y la Casa de Colón. Parada obligatoria es el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM), un buen reflejo de la sensibilidad de la isla hacia las manifestaciones culturales y artísticas más contemporáneas.
Hacerse una foto entre las casitas blancas de Agaete o disfrutar del ambientillo que encontramos siempre en Puerto de Mogán, un pequeño puerto del sur siempre animado repleto de casitas de colores y hermosas callejuelas, es obligatorio para impregnarnos de la alegría de vivir canaria. Es fundamental completar la visita reservando mesa en alguno de sus restaurantes ubicados junto al mar y disfrutar de “una vieja” (un pescado típico de la zona, delicioso a la brasa) acompañada de ensalada y patatas con mojo picón. También Tejeda o Arguineguín son hermosos pueblecitos en los que detenernos a descubrir esa Gran Canaria rural y de puertos pesqueros que día tras día enamora a los viajeros.
3. Playas, piscinas y más
Tanto si vamos a bañarnos como a relajarnos al sol o practicar deportes acuáticos, desde surf a windsurf, buceo o snorkel, Gran Canaria es, de nuevo, un paraíso por descubrir. Una de sus playas más hermosas, reconocida internacionalmente, es la Playa de GüiGüi, un kilométrico arenal salvaje por el que parece que el tiempo no transcurre. Si el cuerpo nos pide una playa urbana con todos los servicios, con sus chiringuitos de rigor y una oferta variada de deportes acuáticos, esa es, sin duda, Playa del Inglés.
Los amantes del surf no pueden dejar de visitar la zona de Guanarteme, en Las Palmas de Gran Canaria, aunque también La Cicer, El Frontón o El Puertillo son buenos lugares para verlas venir desde lo alto de una tabla. Gran Canaria tiene además playas salvajes como La Caleta o la Playa de Faneque (esta última perfecta para un chapuzón a última hora del día tras una jornada de senderismo), Guayedra o Punta de Las Arenas, rocosa, virgen y arrebatadora.
Por otra parte, la endiablada orografía de la isla ha dado lugar a piscinas naturales que se han ido formando con el paso de los años y que hoy en día son centro de peregrinación de locales y viajeros. Charco de San Lorenzo, Roque Prieto, Los Charcones de Bañaderos o Las Salinas son algunas de ellas.
La isla cuenta, además, con numerosas escuelas de buceo y enclaves que enloquecerán a los buceadores: desde la Reserva Marina de El Cabrón, en Arinaga, probablemente el lugar más hermoso y concurrido, hasta Pasito Blanco, con un gran barco de roncadores donde se pueden ver rayas con mucha facilidad. Los pecios del Kalais y Frigorífica son dos de los más espectaculares. Para snorkel, es imposible no amar lugares como Playa Chica y Playa Grande.
4. ¡A comer! Bueno, bonito y a buen precio
Cualquiera que haya estado en Gran Canaria sabe que se come bien en cualquier lugar. Pescados frescos, papas con mojo, ensaladas del huerto, almogrote y los deliciosos quesos son algunos de los imprescindibles.
Es obligatorio regar la comilona con alguno de los extraordinarios vinos de la isla, tintos potentes y blancos volcánicos, que podremos descubrir en la Ruta del Vino de Gran Canaria, que nos permitirá visitar bodegas, catar rarezas maravillosas acompañadas de picoteo y recorrer la isla a través de sus vinos.
Pues está claro: ¡este invierno toca escaparse a Gran Canaria! Prepara tus maletas y deja el abrigo en casa porque no lo vas a necesitar.