¿Buscas una idea de escapada para un puente? ¿Tienes unos días libres y quieres aprovecharlos? Gran Canaria es un destino supercompleto para una escapada en cualquier época del año.
Son muchos los motivos para arañar unos días del calendario laboral y buscar un vuelo a Gran Canaria. Esta isla, a la que muchos conocen como "el continente en miniatura" por su diversidad de paisajes y propuestas para todos los gustos, destaca por su autenticidad, por la hospitalidad de sus gentes, la calidad de vida que se respira en cada rincón y un clima fantástico durante todo el año.
Todo ello hace de Gran Canaria un destino ideal para escaparse unos días a lo largo del año, ya que podremos combinar hermosas rutas de senderismo con visitas culturales, sesiones de playa y sobremesas frente al mar en alguna terraza mientras degustamos un pescado bien fresco. Sobran los motivos para escaparse a Gran Canaria, donde desconectaremos de todo y volveremos a la rutina de la mejor de las maneras: cansados y felices.
El Camino de Santiago pasa por Gran Canaria
Qué mejor que destinar uno (o varios) días a recorrer una parte de los 66 kilómetros que conforman la ruta Jacobea en la isla. Esta peculiar excursión nos llevará por senderos inolvidables: desde antiguas calderas volcánicas a barrancos de cuento, frondosos bosques y montañas onduladas, para acabar en el templo de Santiago de los Caballeros, primera sede jacobea fuera del territorio continental europeo, fundada en 1492. El Camino de Santiago, que se puede hacer a pie o en bici, nos depara, además de paisajes inolvidables, numerosos puntos de interés para visitar y algunos restaurantes para comer a buen precio.
Dunas de Maspalomas, oda al mar
Tras una jornada de senderismo, nada mejor que un poco de relax junto al mar para descansar cuerpo y mente en cualquier momento del año. Las Dunas de Maspalomas, uno de los centros turísticos de Gran Canaria, son perfectas tanto para darnos un baño como para un relajante paseo por la orilla, hacernos unas fotos en su icónico faro o contratar unas clases de surf y destinar un rato a cabalgar las olas atlánticas. Contemplar el atardecer con el telón de fondo de un espectacular paisaje dunar bañado por el océano no tiene precio.
Playas que no hay que perderse
La Playa de las Canteras, núcleo urbano perfectamente equipado y playa principal de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, es un rincón paradisíaco de aguas cristalinas y turquesas donde pasar una animada jornada que acabará, sin duda, disfrutando de la efervescente vida de su paseo marítimo. La Playa del Inglés, más tranquila y salvaje, es perfecta para practicar surf, mientras que la del Güi Güí, sin duda la más exótica de la isla, es ideal para viajeros intrépidos a quienes no les importa recorrer caminando las dos horas que se tarda en acceder a ella. Si la caminata nos da pereza, siempre podemos descubrir esta playa en barco, surcando el océano entre acantilados de ensueño y aguas fieras y salvajes.
Gran Canaria tiene swing: ¿jugamos a golf?
Los deportistas van a volverse locos en Gran Canaria, pues la isla cuenta con una oferta tan variada de actividades acuáticas y terrestres que no van a saber por dónde empezar. Aquí encontramos nada menos que ocho campos de golf, y la oferta alrededor de este deporte es amplia y variada, con numerosos hoteles especializados equipados con todas las comodidades.
Sí a los deportes acuáticos
Además de numerosas escuelas en las que apuntarse a cursos de surf, windsurf y kitesurf, Gran Canaria es un lugar de visita obligada para los amantes del submarinismo, ya que tiene numerosas escuelas de buceo para todos los niveles. La isla cuenta, además, con cinco puertos deportivos y ofrece numerosas rutas en barco para descubrir los secretos mejor guardados de su litoral. Si vamos en familia, los más pequeños no van a querer perderse los cruceros de avistamiento de ballenas y cetáceos, con parada incluida para nadar junto a ellos.
Ruta de pueblecitos
La isla está salpicada de numerosos pueblecitos pintorescos, donde nos empaparemos de su espíritu slow y descubriremos iglesias, edificios, museos, miradores –y, por supuesto, restaurantes– que nos robarán el corazón. Destinar una jornada a visitar lugares como Agaete, Teror o Tejeda nos permitirá no solo disfrutar de la Gran Canaria más auténtica, sino también recorrer en coche sus carreteras y enamorarnos de la diversidad paisajística que es seña de identidad de la isla. No hay que perderse la catedral de Arucas, o el mirador de las Madres, en Firgas, ni dejar escapar la necrópolis de Maipés en la localidad de Agaete, que cuenta además con unas piscinas naturales en las que darse un chapuzón en cualquier época del año.
Uno de los pueblos con más encanto de Gran Canaria, visita obligada y carne indiscutible de Instagram, es Teror, con sus fachadas de colores, sus balcones de madera y sus coquetas callejuelas peatonales. El Museo Etnográfico de Tejeda, los poblados aborígenes de Temisas y Guayadeque (en Agüimes) y las hermosísimas calles floreadas del Puerto de Mogán son también visitas imprescindibles en una escapada a esta isla fascinante. Podemos acabar la jornada con un bañito en la playa de Arguineguín, un pueblo pescador donde conviene reservar mesa para disfrutar de un pescado bien fresco en alguno de sus restaurantes.
Una naturaleza salvaje
Además de numerosas rutas de senderismo para todos los niveles, en las que atravesaremos los bosques de laurisilva de los Tilos de Moya y llegaremos a alguno de sus numerosos miradores, Gran Canaria cuenta con una gran cantidad de atractivos naturales que no debemos perdernos. Roque Nublo es uno de los lugares más emblemáticos de la isla, un roque volcánico de 80 m de altura con increíbles vistas, aunque tampoco hay que perderse el barranco de Guayadeque y la caldera de Bandama, con sus espectaculares vistas y su mirador de ensueño, por citar solo alguno de los numerosos atractivos naturales de la isla.
Una visita cultural a Las Palmas de Gran Canaria
Seguramente nos hayamos pasado la mitad de la escapada en bañador y la otra mitad en ropa deportiva y botas de montaña, de manera que llegará un momento en que el cuerpo nos pida un poco de vida urbana. Para ello, nada mejor que disfrutar de los encantos de la capital, Las Palmas de Gran Canaria, un lugar en el que callejear sin rumbo y visitar edificios emblemáticos como su catedral, el CAAM (Centro Atlántico de Arte Moderno), la Casa de Colón o el Museo Canario. También podemos hacer la ruta literaria dedicada a Benito Pérez Galdós, recorrer el Jardín Botánico y disfrutar de la vida siempre efervescente en los emblemáticos barrios de Triana y Vegueta.
Una gastronomía de excepción
Gran Canaria es un lugar en el que comer de fábula a buen precio felizmente alejados del postureo. Cualquier rincón de la isla nos ofrece restaurantes típicos con hermosas terrazas donde disfrutar de un buen pescado fresco, unas papas arrugadas y una ensalada con bonitas vistas al mar. Los amantes del queso también van a volverse locos en su paso por la isla, ya que en la mayoría de sus municipios se producen de forma artesanal. No hay que abandonar la isla sin probar su queso de flor y maridarlo con un vino típico de la zona, elaborado con la variedad típica de Canarias Listán Negro, o alguno de sus blancos representativos, como el Agala, cultivado a más de 1000 metros de altitud en el municipio de Tejeda.