En busca del mejor whisky escocés
01 de junio, 2016
Hay múltiples motivos por los visitar Escocia: sus hermosos paisajes, como los que encontrarás en la región de los Highlands; sus bellos lagos, como el de Lomond, Tummel, Duich, o el lago Ness, este último con monstruo incluido; un gran evento cultural como es el festival de Edimburgo, que llena la ciudad de teatro, danza y música; conocer la tierra de escritores de la talla de Sir Walter Scott, Robert Burns, Robert Louis Stevenson o Irvine Welsh; y, como no podía ser menos, está su magnífico whisky. Este destilado de origen celta, seña de identidad escocesa por excelencia -con el permiso de la gaita y del kilt-, y uno de sus principales motores económicos, es todo un atractivo para todo aquel que viaje a tierras escocesas. Los noveles tendrán la excusa perfecta para iniciarse por la puerta grande en el mundo del whisky, y los conocedores de la materia, gozarán de una ocasión única para transformarse en todos unos expertos, y disfrutar de lo lindo de tal abanico de sabores y aromas.
El “agua de la vida” –así es como se denominaba al whisky en gaélico, “Uisge Beatha”,- se elabora a partir de la destilación de malta fermentada, generalmente de cebada, aunque se pueden emplear otros cereales como el trigo, centeno o maíz. Una vez destilado deberá pasar un mínimo de tres años en una barrica de roble. El whisky escocés se clasifica en los siguientes tipos: single malt, vatted malt (o pure malt), blended y single grain, siendo el single malt el más apreciado.
Una buena forma de toma de contacto con todo lo que atañe a esta popular bebida escocesa es haciendo una visita en Edimburgo al Scotch Whisky Experience, un espacio situado en el Old Town, al lado castillo de Edimburgo, donde se explican todos los entresijos del whisky. Una vez aprendidos los conceptos básicos, ya estarás listo para adentrarte en alguna de las múltiples destilerías que hay repartidas en territorio escocés. Para que os pongáis en situación, Escocia está dividida en cinco regiones productoras de whisky que, al igual que pasa con el vino, tienen características propias.
En la región de Lowlands, ubicada al sur de Escocia, se produce un whisky suave, ligero y poco ahumado, por lo que suele emplearse para mezclas. Al carecer del carácter de los maltas de las otras regiones es menos popular y cuenta con un menor número de destilerías.
La región de Speyside, que recibe su nombre del río Spey, que la atraviesa, es la más importante y es a la que suelen dirigirse la mayoría de los tours organizados a destilerías, contando en su haber con los maltas más populares del mundo. Entre sus imprescindibles está la conocida destilería de Cardhu, fundada por el contrabandista de whisky John Cumming en 1824 y situada cerca de Archiestown; la de Glenfiddich, ubicada en Dufftown, que es la única en la que el proceso de destilado, madurado y embotellado del whisky se realiza en la propia destilería; en Craigellachie se encuentra la destilería de Macallan, también de 1824, en la que originariamente envejecían el whisky en barriles de jerez español, y que tiene en su haber el record de haber producido una de las botellas de licor más cara jamás vendida en una subasta (54.000 dólares); y la de Glenlivet, cerca de Ballindalloch, cuyos maltas están considerados de los mejores de la región.
La mayor de las regiones en tamaño y producción de whisky es la de Highlands, localizada al norte de Escocia. Entre nuestras destilerías favoritas se encuentra la de Oban, situada en la bella bahía de Oban, justo frente a la playa, donde llevan elaborando su excelente malta desde 1794. Continuando en esta misma área se encuentra la subregión de The Islands, a la que merece la pena acercarse para conocer dos de sus joyas: la destilería de Jura, ubicado en la isla de mismo nombre, de marcado carácter familiar, en la que llevan produciendo brillantes maltas desde 1810; y la de Talisker situada en la preciosa isla de Skye.
Campbeltown, que en su momento fue una región que llegó a tener hasta treinta destilerías, en la actualidad su número se ha reducido a tres.
Y en último lugar está la región de Islay, ubicada en la costa oeste de Escocia, que sobre todo es conocida por sus whiskies ahumados. Os recomendamos la visita a Bowmore, cuya destilería es de las primeras que hubo en la isla, y en la que su malta se elabora siguiendo técnicas tradicionales, y a Port Ellen, donde se encuentra la destilería de Lagavulin, construida en 1816.
Ahora que ya sabes cuáles son algunas de las mejores destilerías de whisky de Escocia, reserva tu Vueling a Edimburgo y anímate a conocerlas en primera persona.
Texto de Los Viajes de ISABELYLUIS
Imágenes de Cls With Attitude, Sem Shnaider, Rob Schulze, Kkonstan, Stephane Farenga, lynjardine, 82Gab
01 de junio, 2016