El volcán Etna es solo uno de los atractivos de Sicilia, una isla que destila autenticidad y esconde rincones históricos, joyas arquitectónicas, bonitas playas y paisajes inolvidables.
Sicilia tiene la capacidad de ser a la vez una isla intrínsecamente italiana y también un lugar único, distinto a las grandes capitales de este país. Es caótica y bulliciosa, ruidosa y en ocasiones estridente, tan alejada del elegante Milán pero con un ADN, en el fondo, similar. La isla destila alegría de vivir mediterránea en cada rincón y hace de la decadencia una seña de identidad que año tras año roba el corazón a los visitantes.
Hacer una escapada de unos días a Sicilia significa, en primer lugar, pasar algo de apuros en la carretera (el legendario talante temerario al volante de los sicilianos no es ninguna broma), enamorarnos de hermosas ruinas, de pueblecitos de cuento que fueron epicentro intelectual de Italia, recorrer iglesias, palacios, playas de ensueño y regresar a casa encandilados pero también sacudidos, un poco diferentes a cómo llegamos. ¿Qué es viajar, si no?
Hemos seleccionado 10 paradas imprescindibles en la isla, empezando, claro, por el espectacular Etna.
1. Monte Etna
Este volcán activo es la montaña más alta de Italia al sur de los Alpes, un espectáculo natural que nos va a dejar con la boca abierta. Conviene acceder al Etna bien abrigados y con la cámara a punto, pues caminaremos entre paisajes lunares recorriendo sus diferentes cráteres con permanentes humaredas. Ahora solo falta decidir cómo queremos vivir el Etna, ya que existen múltiples actividades: desde esquiar a recorrerlo en todoterreno o realizar excursiones guiadas de la mano de personal especializado, desde sencillas rutas de unas pocas horas u otras de nivel avanzado.
2. Catania
Ya que estamos en Catania, conviene dedicar una jornada a recorrer esta ciudad que tiene el encanto inconfundible de las ciudades italianas. La Piazza del Duomo, algo desconchada pero tremendamente viva, es el centro neurálgico de un lugar en la que siempre pasan cosas. Cosas como La Pescheria, un mercado tradicional la mar de animado donde se puede adquirir pescado y marisco fresco a buen precio. O el edificio del teatro Massimo Bellini, una hermosa ópera que cuenta siempre con un solvente cartel. Las ruinas del anfiteatro romano, el Teatro Romano y el castillo de Ursino son otros lugares de visita obligada en Catania.
3. Taormina
Ubicada sobre unos acantilados, la pequeña localidad de Taormina, con sus callejuelas estrechas y laberínticas y sus bonitas vistas, no solo es uno de los lugares más bonitos de Sicilia, sino también de Italia. Conserva un teatro grecorromano que se utiliza en la actualidad, además de una espléndida catedral, un castillo y numerosas calles y plazas que la convierten en un lugar delicioso. Si el tiempo lo permite, es imprescindible visitar la Isola Bella, un pequeño islote de 1 km cuadrado ubicado al sur que presume de algunas de las playas más bonitas de Sicilia. Y no lo decimos solo nosotros, ya que numerosas personalidades del arte y la literatura han sucumbido a los encantos de Taormina, desde Truman Capote a Tennessee Williams o Thomas Mann.
4. Palermo
Cómo olvidar la majestuosa capital de Sicilia, una ciudad en la que parece que el tiempo se ha detenido y que nos regala joyas arquitectónicas a cada paso, como la Catedral, el Teatro Massimo, el mercado Ballaro o el Palacio Real. Sin embargo, lo mejor que podemos hacer en Palermo es caminar sin rumbo fijo por la Via Vittorio Emanuele y la vía Maqueda, disfrutando de la vida que siempre encontramos en las calles de esta ciudad que esconde rincones tan inquietantes como las Catacumbas de Cappuccini. No podemos abandonar la ciudad sin visitar al menos uno de sus 3 mercados: Ballaró, Capo y Vucciria.
5. Cefalú
Con permiso de Taormina, Cefalú se encuentra entre los pueblos más bonitos de Sicilia, con sus casitas de colores y el trajín constante de los pescadores. Se encuentra a apenas una hora de Palermo y, aunque suele ser un destino veraniego por sus agradables playas, su paseo marítimo y su ambiente estival, es también un buen lugar para recogerse en invierno y enamorarse de su bonito Duomo o de palacios como el Osterio Magno.
6. Agrigento
A medida que pasan los días en Sicilia nos damos cuenta de que cualquier rincón, como ocurre siempre en Italia, tiene reclamos increíbles que por sí solos merecen una visita. A estas alturas del viaje nos habremos metido ya entre pecho y espalda unos buenos platos de pasta con marisco y unos risottos de escándalo, y ya seremos duchos en descubrir palacios e iglesias escondidos en el más remoto de los pueblos.
Es conveniente llegar a Agrigento con las expectativas altas, puesto que nos depara uno de los mayores reclamos del viaje: el Valle de los Templos, un extenso yacimiento arqueológico donde se conservan numerosos templos griegos. Hay que aprovechar la visita para callejear por el casco antiguo de esta coqueta ciudad y, si vamos en viernes, hacer una visita a su mercado semanal.
7. Siracusa
La ciudad de Siracusa y su centro histórico, la isla de Ortigia, son de visita obligada si la vida nos lleva a Sicilia. Se trata de un rincón abierto al mar, fresco y mediterráneo, que cuenta con numerosas atracciones turísticas (la fuente de Aretusa, la Piazza del Duomo…) y también con tiendecitas y restaurantes. Es imprescindible visitar el parque arqueológico de Neapolis, que cuenta con un anfiteatro romano y un enorme teatro griego, entre otras reliquias. Agrigento tiene, además, numerosas playas en sus alrededores, además de una maravilla llamada Riserva Naturale Orientata Cavagrande del Cassibile, un espectáculo de cascadas que nos invitan a descender a lo largo de un río y, cómo no, a darnos un chapuzón por el camino.
8. Scala dei Turchi
Sicilia tiene la capacidad de trasladarnos de playas de aguas cristalinas a ruinas griegas y romanas, hermosas catedrales renacentistas y, cómo no, paisajes lunares. Como el que nos depara la Scala dei Turchi, un acantilado rocoso que se ha ondulado en forma de olas después de años de erosión, muy popular por las novelas de Andrea Camilleri protagonizadas por el comisario Montalbano.
9. Templos Selinunte
Ebrios ya de vestigios griegos y romanos, no nos vamos a creer lo que tenemos ante nuestros ojos cuando lleguemos a Selinunte, un parque arqueológico con vistas al mar donde podremos contemplar las ruinas perfectamente conservadas de varios templos. Un enclave perfecto para contemplar la puesta de sol.
10. Islas Eolias
Lípari, Stromboli, Vulcano, Salina, Panarea, Filicudi y Alicudi son las siete islas que componen las Eolias, un pequeño archipiélago en que se combinan los paisajes mediterráneos y los lunares, las calas agrestes y los poblados prehistóricos. Se puede acceder a ellas desde Palermo o Cefalú y podemos visitarlas por nuestra cuenta o contratar alguna modalidad de visita guiada que nos lleve a rincones escondidos y calas recónditas. Los amantes del senderismo van a enloquecer mientras suben los 924 metros hasta la cima del volcán Stromboli.