¿Qué hacer cerca de Barcelona? Si te gusta el vino, perderte entre viñedos y disfrutar de un poco de tranquilidad cerca de Barcelona, está claro que tienes que visitar este lugar tan especial de Cataluña que es el Priorat.
Si el cuerpo te pide un fin de semana de perderte entre viñedos mientras contemplas hermosos e inabarcables paisajes con una copa en la mano, probar untuosos vinos y platos de vértigo, visitar pueblos, iglesias, valles y otros lugares con encanto, nada mejor que dirigir tus pasos al Priorat, una comarca situada al sur de Cataluña, en la provincia de Tarragona. Y es que parece mentira que a apenas dos horas de Barcelona se abra ante nuestros ojos este lugar singular donde vivir unos días deliciosos brindando por la vida a golpe de tintos sensacionales. Aquí van ocho paradas imprescindibles si la vida –y mejor poner de nuestra parte para que lo haga– nos lleva al Priorat.
1. Enoturismo en el Priorat
Va a ser complicadísimo escoger qué bodegas visitar en una región que cuenta con más de 160. La DOQ Priorat y la DO Montsant son las dos denominaciones de origen que encontramos en el Priorat, ambas todo un festival para los amantes del vino.
En el Priorat podrás vivir todo tipo de experiencias enogastronómicas: catas, maridajes, showcookings, visitas por viñedos, cursos, paseos y otras muchas propuestas. Nada mejor para conocer una zona que se caracteriza por sus grandes tintos, sofisticados, contundentes, con carácter, que nos será imposible olvidar cuando volvamos a la rutina. ¿Algunas sugerencias? Mas Doix, Scala Dei y El Lloar, con el fantástico edificio de Miquel Espinet, son algunos de las bodegas imprescindibles.
2. Un paseo por Siurana
Entre los pueblecitos pintorescos del Priorat encontramos Siurana, último enclave de la ocupación árabe en Cataluña, que cuenta con un conjunto histórico con los restos arqueológicos de una fortificación del siglo IX, además de una iglesia románica del siglo XII. Si eres fan de la escalada no olvides llevarte el equipo: a Siurana llegan alpinistas de todo el mundo atraídos por sus riscos y su cultura alrededor de este deporte. Si tienes tiempo, te recomendamos que te quedes a dormir en La Siuranella para así poder disfrutar del pueblo y la vistas a la hora en que la mayoría de turistas ya se han ido.
3. Una visita a Escaladei
Seguimos la ruta con una parada obligatoria en Escaladei, donde encontraremos los restos de un monasterio cartujo muy bien conservado. La Cartuja de Escaladei es uno de los grandes atractivos turísticos de la zona, que conviene visitar con tiempo, a poder ser con un guía, para que no se nos escape ni un detalle de esta construcción medieval que aún hoy nos dice mucho de cómo era la vida de los monjes de la época.
4. Una parada en el Celler Cooperatiu Falset-Marçà
Hay muchos motivos para detenerse en Falset, la capital del Priorat, pasear por sus calles con encanto y detenerse en el histórico Celler Cooperatiu Falset-Marçà, donde aprenderlo todo sobre los vinos del Priorat y descubrir su bonito edificio modernista. Obra del arquitecto Cèsar Martinell, que ideó también otras bodegas de la zona (las llamadas 'Catedrales del Vino', entre la que destaca también la de Cornudella de Montsant). No hay que abandonar Falset sin visitar sus instalaciones y acabar, cómo no, tomando una copa en la terraza de su bonito 'wine bar'. Conviene guardar tiempo para acabar la visita a la capital del Priorat con una visita a su emblemático castillo.
5. El Priorat desde las alturas: ermita de Sant Pau
Si no queremos que falte en nuestra cámara la típica foto panorámica desde lo alto tenemos que dirigir nuestros pasos a la ermita de Sant Pau, situada a apenas 2 kilómetros del pueblo de La Figuera, donde encontramos un mirador con unas vistas que quitan el hipo. Desde aquí podemos divisar desde el Ebro a los Pirineos y contemplar desde las alturas este bonito territorio ondulado repleto de viñedos.
6. El Bellmunt minero
Nada mejor entre copazo y copazo que dedicar un tiempo a la historia y la cultura. Un paseo por la localidad de Bellmunt nos servirá para conocer el pasado minero del Priorat, donde encontraremos numerosos vestigios de esta actividad.
7. El Priorat más natural
No puede faltar una visita al Parc Natural de la Serra del Montsant, que incluye incluso un refugio de fauna salvaje, además de numerosas ermitas y un silencio mágico, difícil de hallar en otros rincones de Cataluña. Si estamos en forma, no debemos dejar de ascender por sus paisajes rocosos hasta las cimas más altas: la Cogulla, el Piló dels Senyalets y la popular Roca Corbatera, la más alta del Montsant, todas ellas a más de 1.000 m de altitud. Es ideal tanto para los amantes del senderismo como para ciclistas, que encontrarán desde itinerarios sencillos para hacer en familia como otros más complejos para deportistas iniciados.
8. Homenaje al aceite
Cualquier amante de la gastronomía va a enloquecer ante los encantos gastronómicos de esta comarca repleta de estímulos, que cuenta además con la denominación de origen protegida (DOP) Siurana, que da lugar a un aceite de oliva de gran fama. Así pues, al enoturismo debemos añadir también el oleoturismo, ya que son numerosas las almazaras que abren sus puertas para mostrar al personal los secretos de este oro líquido, la joya de la dieta mediterránea. La Cooperativa de la Bisbal de Falset, el Molí Gratavinum o Priordei, donde además podremos comer entre los olivos, son algunos de ellos.